Negro camaleón

Flaco favor ha prestado David Rojo, a juicio de muchos ni abogado ni periodista, a dos profesiones cuyos códigos deontológicos deben ser especialmente estrictos. Su entrevista con el presunto asesino Tony Bromwich (o Tony King) fue realizada abusando de su doble titulación, confirmando definitivamente su absoluta falta de ética con un abuso manifiesto del ejercicio del periodismo y de la abogacía, que prueba su falta de escrúpulos definitoria de la era de la floreciente telebasura y la precaria justicia.

Este “negro”, autor oculto del libro firmado por Ana Rosa Quintana “Sabor a hiel” plagiando párrafos de obras de tres autoras, se ha transformado en el camaleón que se presenta como abogado para actuar como periodista, erosionando la credibilidad de dos estamentos clave para una democracia real.

Desgraciadamente este personaje, apoyado por empresas que pagan su detestable insolencia, no es sino un caso paradigmático del deterioro general que venimos sufriendo y que exige una respuesta decidida de los poderes afectados, judicial y mediático, y en último caso el repudio moral de todos los ciudadanos que soportamos impávidos tan grave decadencia ética y social.

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