Los cuatro descubrimientos

La vida es una caja de sorpresas y de aprendizajes. Todas las personas que viven lo suficiente y aprovechan su tiempo descubren, en algún momento, cuatro revelaciones que son las claves de la felicidad. Son cuatro desagradables (re)conocimientos que, sin embargo, dan las alas para vivir mejor y descubrir el tesoro de la felicidad. Los dos primeros secretos se pueden descubrir en cualquier orden. El tercero viene más tarde y el cuatro es el definitivo, porque nos abre las puertas del paraíso... en la tierra. Conviene reconocer y advertir estas cuatro lecciones lo antes posible, porque constituyen los cuatro pasos hacia la sabiduría:
1º.- El descubrimiento de que uno es feo,... o menos bello de lo que se desea. Llega tarde o temprano, y enseña que hay que adornarse con otras virtudes que son más decisivas, como la bondad, la amistad, la fidelidad, la voluntad, la tenacidad, la sonrisa, la alegría, la generosidad,...
2º.- El descubrimiento de que uno es tonto,... o menos inteligente de lo que se cree. Ello sugiere cultivarse con el estudio constante, con la educación continua, con la perpetua sed de aprender, con el trabajo denodado, con la vocación mantenida,...
3º. - El descubrimiento de que uno es viejo,... o ya no tan joven como se percibe. Así se comprender que hay que aprovechar al máximo toda la salud y la capacidad que se disfruta, todo el potencial físico y mental que se posee, entrenando el cuerpo y el espíritu.
4º.- El descubrimiento de que cada día que pasa uno es más feo, más tonto y... más viejo. Esta revelación exige aprovechar el tiempo, cada día, cada hora, cada minuto,... El supremo consejo de "Carpe diem", de darle la vuelta a la nostalgia y decirse "hoy estamos mejor que nunca (que el nunca que nos queda por vivir)".
La vida es un viaje, cuyo final ya se conoce; una batalla contra la muerte... que siempre se pierde. La cuestión clave consiste en reconocer que la victoria no reside en la llegada (fatal inevitablemente), sino en la forma de hacer el camino, en el estilo de recorrer la vida, con entusiasmo para dejar un legado, con sabia valentía y con el optimismo creativo de saber que "hoy va a ser algo especial, un gran día,... el mejor del resto de tu vida".
Foto con el estado perfecto del ser humano: bello, vivo (listo) y bebé.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

pues yo no soy ni tonto ni feo..no,no.

Anónimo dijo...

Pues yo soy todo. Ayyyyy.

Anónimo dijo...

Las patas que toda persona ha de tener en la vida son: un nivel mínimo de bienestar material, buenos/as amigos/as, disfrutar de la cultura y el arte, amor-sexo y importante también un ideal que esté por encima de uno mismo ya que no basta con ser bueno hay que intentar y luchar por conseguir dejar un mudo un poco mejor que en el que vivimos.

Anónimo dijo...

No esperaba encontrarme un artículo de este tipo en kaos. Me ha gustado.

Gio J. dijo...

qué buenas y dificies verdades enuncias... RE-tomo notas...

(repetirme hasta el cansancio eso de disfrutar cada momento, cada respiración)


abrazo

Anónimo dijo...

Publicado en la Revista Pangea, el martes 3-3-2009.

Anónimo dijo...

Publicado en el Diario de Noticias de Navarra, el miércoles 4-3-2009.

Wuwei dijo...

Muy cierto todo lo expuesto, sí señor. Carpe diem es una máxima que no deberíamos olvidar.

Cada día es un buen día.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Publicado en Periodismo Católico, el 5-3-2009.

Anónimo dijo...

Publicado en la Revista Fusión, el 6-3-2009.

Anónimo dijo...

Publicado en el Diario Noticias de Álava el sábado 7-3-2009.

Xabifari dijo...

Me gustaría resaltar y valorar tus "descubrimientos" y tus ganas e inteligencia para, con cuatro ideas, facilitar que nuestro caminar por la 'Ví(d)a' sea 'sonriendo'.

Zherg dijo...

Es innegable que son experimentos que no sirven para nada, pero seguro que tarde o temprano alguno de ellos sí que se utiliza para algo…. como por ejemplo darles un premio IgNovel, jejej

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