¡Adiós al reloj de pulsera!

"Año nuevo, vida nueva", dicen. Y, entre los cambios del 2011, por nuestra parte hemos prescindido del reloj de pulsera, que usábamos desde hace casi cincuenta años. El primero (¿Hobba?) fue el regalo de la primera comunión, y luego siguieron algunos mecánicos automáticos. Dos décadas con un Omega, premio por la primera oposición ganada, combinado con algún ligero Swatch para los veranos. El último ha sido un Seiko Kinetic que nos ha acompañado quizá quince años.

El reloj es un artilugio pesado, incómodo, retro y propio del siglo XX, que sólo apunta dos datos: la hora y el día. Dos informaciones básicas que nuestro inseparable teléfono móvil nos indica con mayor precisión, y acompañado de muchas más funciones (Internet, cámara, geoposicionamiento, GPS, brújula,...). La única ventaja que le restaba al reloj, aparte de leer la hora sumergido, era mirarlo de hurtadillas en determinadas circunstancias, pero eso también lo facilita el móvil. ¡Adiós reloj, hola al móvil, el útil universal!

Abajo se adjunta una aplicación, una más, para que ahora mismo sepamos qué hora es.
get this clock

8 comentarios:

Getxo dijo...

Me parece fenomenal; el reloj me lo quité hace más de 20 años, cuando salieron los ordenadores y tenía delante la hora ocho horas al día, cogía el tren para ir de Algorta a Bilbao (ahora metro) y tenía la hora en cada estación, incluso paseando por las ciudades unos relojes verdes enormes indicaban la hora, el reloj ya no era necesario, pero ya verás, se vive mucho más tranquilo y con menos prisas. Por cierto, ¿para cuándo prescindir de un elemento incómodo, retro y propio de los siglos XIX y XX como es la corbata?

Al final creo que relojes y corbatas pasaran a ser como quien lleva un anillo o un pendiente, un poco de decoración para nuestro cuerpo.

Un abrazo y enhorabuena por tu blog!

Diario de Noticias dijo...

Publicado en Cartas al Director del Diario de Noticias de Navarra, el martes 11 de enero de 2011.

Nuevo Herald de Miami dijo...

Publicado en el Nuevo Herald de Miami, el martes 11 de enero de 2011.

Diseños Kristal, Aprendiz de Arte dijo...

Bueno... A pesar de haber pasado 26 años de mi vida vendiendo relojes, siempre los vi como algo meramente necesario para ver la hora, en ningún momento algo bonito. Así... Pase un montón de años sin cambiar de reloj. Hasta que me cambio el chip y empece a verlo como un complemento más que con vinar con el vestido.

El que muestras en la foto... Por supuesto ME NIEGO.Resulta de lo más antiestetico a parte de ser como llevar una catedral en la muñeca.

El de comunión es aquel que te regala tu madrina... tu primer reloj, sobre todo si viene de Londres. Una gozada para cualquier niño, niña.

El omega automático, de lo mejor, aunque si lo que buscas es precisión... Mejor busca otro.

Los swatch, relojes suizos de moda, que ellos quieren sean de temporada, ya que nunca hay recambio, y con un ruido de máquina que escuchas hasta en el metro.

Los Kinety.La alternativa japonesa al suizo automático.
Un híbrido, ni más ni menos un híbrido...
Todos estos y más... Pasen, al fin y al cabo en su momento yo también necesite un reloj sumergible para controlar el tiempo de mi ducha... Había que llevar a los niños a la guardería y a trabajar.

Pero amigo... el de la foto.

UN HORROR.
Saludos.

Diseños Kristal, Aprendiz de Arte dijo...

Hola Getxo, muy bien lo que dices, ya digo... en casa no llevo reloj y en las vacaciones ni me lo pongo, para mi es un complemento. Pero las investigaciones en relojería continuaran, siempre que haya gente que pretenda te subas con el al último piso de un gran almacén... Para ver si funciona el altímetro.

Siempre que haya gente a quien le moleste que su bonito reloj, no cambia el calendario a las 24 horas en punto... En fin.. No terminaría de contar anécdotas para todos los gustos.

Diario Noticias de GipuzkoaDiario Noticias de Gipuzkoa dijo...

Publicado en Cartas al Director del Diario Noticias de Gipuzkoa, el viernes 14-1-2011.

reloj armani dijo...

me gusta

reloj arbutus dijo...

reloj interessante

Publicar un comentario