Renault Zoe, un coche eléctrico operativo


Avanzamos las primeras impresiones del Renault Zoe, un utilitario eléctrico plenamente operativo que disfruta de una autonomía real de unos 120-140 Km. Lo estamos probando, en condiciones normales, durante dos días laborables y nos está sorprendiendo por la mejora que apreciamos en los vehículos  enteramente eléctricos (pronto probaremos ya hemos probado el BMW i3). Merece la pena repasar el post sobre el Nissan Leaf de principios del año 2012.

Nuevamente hemos podido realizar esta completa prueba (como hicimos hace ya más de dos años con el Renault Twizy -ver foto de ambos coches juntosgracias a la rápida respuesta de Renault (a través de su atendida web oficial), que tras solicitarlo inmediatamente nos puso en contacto con el Concesionario de Bilbao Gaursa Autoak, c/Gran Vía 63-65, 48011 Bilbao, tel. 944417450. Su Asesor Comercial Javier Peña Martín nos atendió nuevamente a la perfección.

El Renault Twizy es un automóvil biplaza del segmento A producido por el fabricante francés Renault en la planta de Valladolid desde 2011, según Wikipedia. Es uno de los cuatro vehículos Renault ZE (vehículo eléctrico). El Renault Zoe se demuestra como una opción razonable para usuarios responsables que primen la ecología (y la economía) sobre la autonomía y otros parámetros que no son tan determinantes en la mayoría de los desplazamientos anuales. 
Muy cómodo de conducir, con prestaciones urbanas (e incluso en carretera) propias de la aceleración de un motor eléctrico que ofrece los 88 CV en un tiempo mínimo, también resulta fácil de recargar (en la ya treintena de instalaciones de IBIL en Bizkaia, por ejemplo), que su navegador nos indica dónde encontremos en ruta o en las cercanías de donde nos encontremos. En una hora de hipermercado y tomando un café hemos recargado lo suficiente para recorrer otros 60 Km, tras consultar la APP de IbilMaps o en el propio navegador del Renault Zoe.

El Renault Zoe es un coche del segmento B, con poco más de 4 metros y cuatro confortables plazas (aunque permite cinco). Algo más amplio que un Clio, más altura de asientos (lo que facilita el acceso) y  un maletero de 338 litros (algo más de lo habitual). Dos modos de conducción, el normal y otro ECO (más ecológico que alarga la autonomía, pero reduce aceleración y recuperación).
Conclusiones: Perfecto como segundo coche, siempre que los recorridos entre cargadores sean con un máximo de 100-120 Km. Silencioso, ágil para callejear y suficiente en carretera para las velocidades legales (la velocidad máxima está limitada a 135 Km/h). No resulta caro, si aprovechamos las ayudas estatales y autonómicas, pudiendo adquirirse con un completo equipamiento Zen (el máximo) por unos 12.000 euros - foto con todos los descuentos posibles-, con baterías en alquiler desde 49 euros/mes. 

Quizá lo que más dificulta el despliegue de más coches exclusivamente eléctricos es, aparte de su limitada pero creciente autonomía (algo más mental que real en muchos casos), el cambio en algunas pautas de la mayoría de conductores: Hay que aceptar que son coches automáticos (perfectos para quien los haya conducido sin prejuicios), con una manguera que hay que conectar con frecuencia, que hay que remirar la batería en el salpicadero y que el cálculo de su coste total es más complejo (pero mucho más reducido). 

Álbum de fotos y vídeo de la prueba. Más entradas sobre motor, aunque nuestras pruebas son sólo de vehículos  enteramente eléctricos, o híbridos a lo sumo.
Post en elaboración que ampliaremos en los próximos días.

2 comentarios:

Esteban dijo...

Efectivamente, Mikel, este coche ya se acerca bastante más a una utilización real en el día a día. Desde luego, como segundo coche, pienso que sería una opción muy a tener en cuenta para todas aquellas personas que hacen un uso muy regular del mismo en recorridos cortos. También el precio resulta bastante más asequible, gracias a subvenciones, cosa que personalmente no me gusta nada, todo sea dicho.

No he conducido ninguno de estos vehículos todavía (lo más parecido fue una especie de carretillas elevadoras que manejé un poco allá por los años setenta), pero imaginando hacerlo, me asalta una cierta angustia, como de tipo psicológico, respecto a sentirme limitado en la utilización de los mismos a nada que se produzcan cambios en la rutina personal; o uno quiera efectuar esos cambios. Hay que estar muy pendientes de la autonomía y de los tiempos de recarga.
¡Saludos!

Mikel Agirregabiria dijo...

Gracias por tu comentario, Esteban. Debes probar estos eléctricos, porque te iban a sorprender por su suave y rotundo comportamiento, en uso urbano y por carretera.

Nos vemos en la próxima visita blogger a Torre Loizaga, para disfrutar de esa gran colección de Rolls Royce.

Saludos

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