Con profunda tristeza, nos despedimos de Akira Toriyama, el reconocido dibujante japonés y creador de la icónica serie Dragon Ball. Toriyama falleció a los 68 años debido a una enfermedad cerebral.
Nacido en 1955 en Nagoya, Japón, Toriyama se inició en el mundo del manga en 1978 con Wonder Island y alcanzó el éxito con obras como Dr. Slump y, sobre todo, Dragon Ball. Su legado en el manga y el anime cambió para siempre cuando Toriyama tomó el lápiz.
Su serie de manga Dragon Ball ha vendido millones de copias y fue adaptada en programas de televisión animados muy populares, videojuegos y películas. Fue traducido a múltiples lenguas, En euskera acompañó a varias generaciones de infancia y a sus progenitores (como fue nuestro caso).
La acertada elección de esta serie por la, por entones recién fundada, FORTA (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos), ayudó de modo muy decisivo en el aprendizaje del euskara, catalán y gallego. Llegó a ETB 1 en 1990, siete años antes de que se emitiese a nivel nacional en Antena 3. El bertsolari y escritor Xabier Amuriza fue el encargado de traducir los primeros capítulos de la serie cuando trabajaba el estudio Edertrack (véase una joya de vídeo).
Inspirado por el revolucionario manga “Astro Boy”, Akira Toriyamaaterrizó su primer manga publicado, “Wonder Island”, en “Weekly Shōnen Jump” en 1978.
De todos los éxitos de Toriyama, ninguno fue tan grande como su creación de 1984, "Dragon Ball". Esta saga de alta energía y llena de acción, inspirada en el clásico chino del siglo XVI “Viaje al Oeste”, abarcó 11 años, 519 capítulos y 42 volúmenes publicados.
La serie fue adaptada en dos series animadas populares: “Dragon Ball” y la titánica “Dragon Ball Z”, que es una de las series de anime más populares de todos los tiempos y duró casi 300 episodios.
El trabajo de Toriyama fue publicado en docenas de países y lo llevó a diseñar personajes para videojuegos. Creó personajes para la serie “Dragon Quest”, el aclamado “Chrono Trigger”, “Blue Dragon” y muchos otros.
A nivel mundial, el manga original “Dragon Ball” ha vendido más de 300 millones de copias. Su influencia en la cultura pop de las últimas décadas es incalculable y su legado perdurará en el corazón de los fans de todo el mundo.
Descanse en paz, Akira Toriyama. Tu creatividad y pasión por el arte han dejado una huella indeleble en el mundo del manga y el anime. Te recordaremos siempre.
El homenaje perfecto para Akira Toriyama no exis...
Pocas series han hecho más por las lenguas minorizadas que #DragonBallZ, generaciones enteras crecieron viendo este manga en euskera, català y galego. Quizás los castellanoparlantes no lo entiendan, el resto seguro que sí. pic.twitter.com/Qb3vOdV5kU
Por ejemplo, nuestro padre Juan siempre nos dio un inmejorable consejo antes de viajar: "Lleva la mitad de maleta y el doble de dinero". También está lo siempre citado en una jubilación: "Ahora estará el doble en casa con la mitad de sueldo".
Las citas son abundantes con estas proporciones: “Quienes no saben ni la mitad, hablan el doble” o "Piensa el triple, haz el doble y habla la mitad".
También hay posts en distintos blogs sobre estas cifras, como por ejemplo el titulado y recomendable "Si las cosas durasen la mitad, la vida duraría el doble". Expone una reflexión sobre esa aberrante costumbre de ver los vídeos de YouTube a velocidad duplicada,... por lo menos.
Por último, hay un libro delicioso que hemos descubierto titulado "Doble, no mitad" (en inglés, Double! Not Half). Cuando un niño de Montana y su familia se mudan al otro lado del mundo hasta Japón, han de enfrentarse a los desafíos de mudarse, aprender un nuevo idioma y adaptarse a una nueva cultura. Pero su nueva escuela y los condiscípulos hacen que vivir en Japón sea divertido. Un día, cuando escucha a otro niño llamarlo "mitad" o medio japonés, le pregunta a su padre qué significa y aprende una lección que nunca olvidará. Basado en su propia experiencia como padre que vive y enseña en Japón, el libro de Rod Gottula explora cómo a las personas de razas o culturas mixtas se les llama "mitad", un término que no tiene en cuenta la tremenda belleza y sofisticación que acompaña a quienes "caminan en dos mundos".
Al enfatizar los aspectos positivos de ser multicultural y bilingüe, la respuesta es que son dobles por su diversidad cultural y los beneficios que conlleva. Su mensaje de inclusión, bellamente simple, fomentará el aprecio por el valor y el potencial que reside en cada ser humano. Magnífico el ilustrador del libro, Arthur Lin (ver su web), que utiliza la calidez de las acuarelas para crear una auténtica experiencia cultural que da vida a la historia.
Shinrin-Yoku, que es una práctica japonesa que significa “baño de bosque” y que consiste en conectar con la naturaleza a través de los sentidos. El Shinrin-Yoku es una práctica japonesa que significa “baño de bosque” y que consiste en conectar con la naturaleza a través de los sentidos. Se trata de pasear por el bosque, pero de una forma meditativa y muy especial, prestando atención a lo que vemos, respiramos, sentimos, escuchamos y olemos.
Shinrin-Yoku es un neologismo acuñado en 1982 por Akiyama Tomohide, director de la Agencia Forestal de Japón. Literalmente significa "Bosque Bueno". Tiene muchos beneficios para la salud, como reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico, bajar la presión arterial y mejorar el estado de ánimo. El Shinrin-Yoku se basa en los principios budistas y sintoístas que veneran los espíritus de la naturaleza.
En Japón, hay cerca de 50 bosques designados como centros de terapia forestal, donde se realizan sesiones de Shinrin-Yoku guiadas por terapeutas. El Shinrin-Yoku también se está extendiendo por otros países, donde se le llama “baño de bosque” o "terapia de naturaleza". La imagen inicial corresponde a una visita a un bosque de sequoias que está en Cabezón de la Sal (Cantabria) y que recomendamos visitar.
En esta ocasión el lema es "111 bloggers de 2022 debatiendo sobre tecnología y sostenibilidad". Las ponencias analizarán cómo han ido ido evolucionando la movilidad y la comunicación en Internet en la última década, y qué nos espera en el futuro próximo y a medio plazo.
Premiaremos a colectivos bloggers decisivos en nuestro entorno, que siguen marcando el camino,... Serán premiados, en cierta medida en un homenaje a nuestros y nuestras colegas, que simultáneamente nos solapamos al pertenecer a APRENDICES, INTERNET&EUSKADI, eCivis y los agentes internos de GETXOBLOG. Repetimos con la oportunidad de los Blogs que quieren presentarse en sociedad en cinco minutos, al final de cada una de las mesas y por orden de inscripción. Para este edición los blogs interesados pueden escribir un Mensaje Directo en Twitter a @agirregabiria o un e-mail a mikel(arroba)agirregabiria.net . La misión es reunir durante un día a bloggers activos, difundir Getxo en el ciberespacio y acercar las posibilidades de Internet a la ciudadanía, muy en línea con los objetivos de BiscayTIK. Las metas se concretan en reunirnos, pasar un rato o unas horas, difundir Getxo en el ciberespacio y acercar las posibilidades de Internet a la ciudadanía (de Getxo, de Euskadi o de donde quiera que sea),...
11:40 La Segunda Mesa será la presentación de AUVE (Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos) en Getxo. Participarán Gorka Retes desde Barakaldo, Delegado en Bizkaia y País Vasco de AUVE, Néstor Lázaro, Subdelegado en Bizkaia desde Berriz, Melchor Gómez, Delegado de Araba, Txema Sánchez (próximo Subdelegado en Araba), así como los getxoztarras Anastasia Lorenzo, Vocal de Reclamaciones, y Mikel Agirregabiria, Presidente de AUVEen España.
13:45 - 14;30 Visita opcional en grupo, para quienes lo deseen, al Restaurante El Saltillo perteneciente al Real Club Marítimo del Abra, casi enfrente de BiscayTIK. Allí se podrá degustar pintxos y bebidas (a cuenta de cada asistente). Aparte de la degustación en barra, existe la posibilidad de comer (Plato del Día a 14€, sin postre ni bebida). Tras ello se está preparando un primer Wiki Takes en Getxo, coordinado por Mentxu Ramilo yMaría Bolado.
Hemos improvisado un encuentro con un núcleo de AUVE Bizkaia en la Feria Mangamore de Zornotza. Su organizador desde hace 16 años, Fernando García, Cosmo, es un activo miembro de AUVE que nos invitó a conocer esta feria omnipresente en el centro de este municipio de Amorebieta. Junto a "Cosmo" estaba otro voluntario colaborador y miembro de AUVE, Néstor o Neno Powa (foto conjunta).
Nos hemos acercado hoy, junto a otros usuarios que no citaremos, el pionero Carlos Berjano, Eli y Mikel, el tercer José Miguel Luke, Joseba, Esther,... además de nuestro Subdelegado Néstor Lázaro y el Delegado de Bizkaia Gorka Retes e Iratxe (que han estado los tres días).
También hemos coincidido con José Miguel y Elena, YouTubers de Electro Miau Miau. Una activa pareja que desde Galdakao asisten a eventos de movilidad eléctrica de todas partes con su Ford Mustang Mach-E. Mientras esperamos su reportaje, adjuntamos una grabación sin editar del encuentro.
A diferencia de otros crustáceos, son venerados por los pescadores locales debido a una condición que, a los ojos de la cultura popular, los hace especiales:
La mayoría de ejemplares presenta un patrón único en su coraza que da forma a una figura familiar para los pobladores, el rostro de un guerrero samurái de principios del siglo XII.
Esta pareidolia(la capacidad humana para interpretar formas aleatorias como patrones, especialmente caras) se explica desde el folklore japonés a partir de la Historia de los Heike, el clan que dominó Japón durante 350 años, antes de perecer dramáticamente a manos de sus enemigos.
La historia cuenta que el final de la dinastía Heike ocurrió en una batalla naval, librada en el Estrecho de Kanmon, al sur del archipiélago, en abril de 1185. A pesar de sus conocimientos navales, los 500 barcos de guerreros Heike fueron superados en número por los Genji, que aprovecharon las corrientes marinas para imponer condiciones en un combate que se prolongó por horas.
Una vez que las posibilidades de victoria de los Heike fueron nulas, ocurrió el asedio final de los Genji; sin embargo, en vez de huir, los guerreros Heike restantes decidieron arrojarse al mar antes de caer en manos de los enemigos.
Desde entonces, las leyendas sobre la épica de los Heike proliferaron y forman parte de la cultura popular japonesa.
El relato aparece en el poema épico Cantar de Heike, mientras la batalla ha sido inmortalizada en innumerables grabados que presentan a los espíritus de los guerreros emergiendo desde el fondo del mar o bien, fusionándose con los cangrejos que habitan en las profundidades.
La creencia de que los cangrejos samurái representaban a los guerreros Heike muertos en combate puso en marcha un mecanismo de selección artificial perfeccionado durante siglos por los pescadores de la zona, de modo que los cangrejos cuya coraza simulaba un rostro samurái eran devueltos al mar, limitando la pesca a los ejemplares sin esta característica.
Con el paso del tiempo y sin siquiera saberlo, los pescadores influyeron en la evolución de los cangrejos samurái, favoreciendo la supervivencia y reproducción de los que consideraban, poseían rasgos que emulaban el rostro de un guerrero Heike.
Esto provocó que los cangrejos cuyos dorsos dibujaban una figura similar a un rostro humano sobrevivieran, aumentaran su descendencia y transmitieran sus genes de generación en generación, mientras las variedades con otras formas en la coraza perecían con la pesca, disminuyendo la diversidad del patrón en el dorso de la especie. Carl Sagan popularizó la historia de los cangrejos samurái en ‘Cosmos’ (1980) y desde entonces, se convirtió en un ejemplo de selección artificial que describe el poder humano para intervenir en la evolución de las especies.
Kanikosen. El Pesquero, de Takiji Kobayashi, es la obra maestra de la literatura proletaria japonesa. Es un relato horrendo y la vez esperanzador de las duras condiciones de vida a bordo de un buque factoría. Fue publicado por primera vez en 1929 y ahora, casi un siglo después, reaparece en las listas de los libros más vendidos.
Críticos y reseñistas coinciden en la idea de que, en la precariedad laboral que el neoliberalismo ha desatado, las jóvenes generaciones de trabajadores se sienten identificadas con las vicisitudes de los protagonistas de esta novela. Kanikosen. El Pesquero narra la vida en un cangrejero japonés que faena frente a las costas de la península de Kamchatka. Las durísimas condiciones de vida de los trabajadores se describen con un estilo parco que pone de relieve todo el horror de su situación: apaleados, torturados, obligados a trabajar sin descanso, subalimentados, acosados por piojos, pulgas y chinches, desesperados; esos hombres sólo tienen un pasado de hambre y miseria, y su futuro tal vez sea morir en las frías aguas del mar de Ojotsk.
El acierto de Takiji Kobayashi es convertir a todos los trabajadores del barco en un solo personaje. No importa si un trabajador viene del campo, otro de una fábrica y el tercero de una mina, porque su experiencia es común: jornadas agotadoras, sueldos exiguos, malos tratos y accidentes mortales. Y ese pasado común, que el autor retrata con crudeza cuando da voz a alguno de ellos que narra sus experiencias, aboca a una misma conciencia: la de que hay quien se enriquece a costa del sudor y la sangre de hombres a los que nadie trata como a tales.
Al principio, ese hombre de cuatrocientas caras (tantas como obreros, pescadores y marineros trabajan en el buque factoría) da por sentado que ésa es la vida que le corresponde: vivir miserablemente para que otros puedan hacerlo de forma opulenta. Comprende que no hay justicia en esa realidad, pero ante las duras condiciones de su día a día solo exclama «¡Mierda!». Sin embargo, las condiciones de trabajo empeoran día a día y, como una bestia acosada, los trabajadores del barco se ven obligados a reaccionar.
La ley del terror que gobierna el barco deja de surtir efecto cuando la muerte se convierte en algo deseable, en comparación con la dureza de cada día.
Así, el miedo dejará paso a la indignación y ésta a la conciencia de la propia fuerza. ¿Qué pueden el capitán, el representante de la compañía y el patrón de los obreros contra cuatrocientos hombres desesperados? La clave está en la unión, en convertirse en un sólo hombre en la lucha, como lo fueron en la desesperación.
El soberbio planteamiento del libro Kanikosenrecoge esa gradación paulatina que convierte a cuatrocientas bestias de carga en cuatrocientos hombres decididos a conquistar una nueva dignidad. La narración sencilla, pero llena de imágenes sugerentes, convierte la lectura en un verdadero placer y acentúa el interés con el que se siguen los avatares de los trabajadores del Hakko Maru.
Takiji Kobayashi murió asesinado por la policía japonesa cuatro años después de la aparición de El Pesquero, como consecuencia de sus actividades subversivas en favor del proletariado. Pero los trabajadores del siglo XXI se siguen reconociendo en sus personajes, porque la voracidad del capitalismo devora cada día un pedacito de los derechos que se conquistaron durante años de lucha. Cada paso atrás que los trabajadores damos, cada derecho que perdemos y cada mejora por la que no luchamos, es una traición a la memoria de quienes, como Kobayashi, dieron la vida por nosotros. Por eso no debe bastar con reconocerse en los trabajadores de este pesquero: hay que emularlos.
Hay semanas que parecen inacabables,... Los días primaverales se alargan, pero el verano aún no se vislumbra. Los acontecimientos nos sobrepasan en estas prolongadas jornadas. Ni un respiro hasta esta madrugada de viernes, para escribir unas líneas en un blog que añoramos nosotros más que en reciprocidad, en un amor poco correspondido.
Este trajín cotidiano es un sinvivir por encima de nuestras posibilidades del bien más preciado: el tiempo. Vamos descontando tareas cantábricas para ir conectando proyectos mediterráneos que teníamos pendientes. Ya queda menos, pero la pandemia y el encierro han alterado nuestros ritmos circadianos, aquellos que merecieron el Nobel de Medicina en 2017. El sempiterno insomnio del alba se ha convertido en un insólito trasnochar.
Añoranzas, memorias, amistades y alegrías, cuán lejanos o cercanos os sentimos,... Es una agridulce sensación, acaso un sueño que oscila a pesadilla, en cada minuto de una noche lluviosa que no quiere transformarse en una vida nueva con sus 24 horas de palpitaciones y esperanzas.
Haibunes una palabra japonesa compuesta por dos kanji (caracteres ideográficos: hai y bun, literalmente, “ensayo de haiku”) que se puede traducir como “Cuaderno de haiku” o “Diario de haiku”.
Algunos de los antiguos haijin (poetas de haiku), acostumbraban anotar en un cuaderno sus impresiones y descripciones de viaje, sus actividades, bocetos, o todo motivo que fuera de interés, en párrafos concisos, fundamentalmente en su relación con la naturaleza y el entorno humano, cerrando esos apuntes con un haiku o, según el caso, al inicio del escrito, o intercalando uno o más poemas entre párrafos. También el texto en prosa podía ser tal sin contener ningún haikufinal, aunque estaba impregnado de su espíritu.
El haibun, por lo tanto, (tal como se ha extendido en Occidente) es el conjunto de anotaciones que combina prosa poética y un haiku y, por extensión, cada uno de los temas con inicio y cierre determinados que dan marco al poema, o bien, este como acotación incidental. El relato puede ser autobiográfico, biográfico, descriptivo, incluso imaginario, en un lenguaje en que el poeta expresa la impresión de lo que percibe y siente (frente a lo inmediato o a lo pasado), sumando a la narración uno o varios haiku, aunque la costumbre más arraigada es la de incluir el poema al final de lo referido (según el autor), procurando a veces la síntesis y, en otras, como complemento de lo expresado en una particular reciprocidad.
El haikues un género poético originario de Japón. Las redes sociales han contribuido a que sea conocido en todo el planeta. Sin duda, el rasgo más distintivo de un haiku es su forma: los haikus se escriben en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: nada nos impide escribir haikus que tengan un número de sílabas ligeramente distinto, que no por ello dejarán de ser haikus.
Okuribito (en japonés おくりびと, El que despide) es una película dramática dirigida por el cineasta japonés Yōjirō Takita, protagonizada por Masahiro Motoki, Ryōko Hirosue y Tsutomu Yamazaki y estrenada en 2008.
Su trama describe la historia de un joven llamado Daigo y su trabajo como preparador de cadáveres en una funeraria. Es conocida en español por varios títulos diferentes: Despedidas, Final de partida, La felicidad de vivir y Violines en el cielo.
Kundō Koyama redactó el guión basándose en el libro Coffinman, de Aoki Shinmon. La producción tuvo dificultades para obtener financiamiento y debió cumplir ciertas restricciones para rodar la película, debido a los prejuicios de la sociedad japonesa respecto a la muerte, considerada una fuente de contaminación espiritual.
No fue exhibida en salas de cine de Japón sino hasta después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Montreal en agosto de 2008, en el que recibió el «Gran Premio del Jurado». Más tarde, se estrenó en otros países y recaudó un total de 69,9 millones de dólares.
La crítica destacó las actuaciones y dirección, así como la combinación de humor y drama de la historia. No obstante, hubo quienes estuvieron en desacuerdo con su duración y con el grado de emotividad y predictibilidad del argumento.
En febrero de 2009, la Academia Japonesa de Cine la distinguió como la «Mejor película del año», además de que resultó triunfadora en la categoría «Mejor película de habla no inglesa» de los premios Óscar de 2008, lo cual marcó un hito en la industria cinematográfica japonesa, que nunca antes había obtenido ese galardón.
Dura, conmovedora y llena de tristes escenas este gran filme, "Despedidas" . Hermosa banda sonora del maestro Joe Hisashi. Oscar a la mejor película extranjera 2008. Maravilloso y profundo mensaje sobre el Adiós, de nuestros seres queridos...Honor y Belleza, magistralmente representados de un momento tan importante para cada Ser.
Daigo Kobayashi, antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataúd y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá en este ritual de muerte la chispa vital que le faltaba a su propia existencia.