Amenaza nuclear

Lo que atemorizó al planeta durante décadas ya no asusta ante nuevos enemigos como el terrorismo. Pero persiste el riesgo de un holocausto nuclear.

Las armas nucleares, basadas en reacciones de fisión atómica o de fusión nuclear, cuentan desde el inicio del Proyecto Manhattan con una historia de apenas 65 años. Pero no se han jubilado. Han pasado a segundo plano, porque la “guerra fría” se desdibujó tras la caída y desintegración de la Unión Soviética. Pero aún restan más de 15.000 ingenios nucleares capaces de extinguir toda forma de vida en nuestro planeta.

El descubrimiento del neutrón por Chadwick en 1932, permitió que sólo siete meses después (el 12 de septiembre de 1933) el físico Leo Szilard, comprendiese que era posible generar inmensas cantidades de energía mediante reacciones neutrónicas en cadena. El 4 de julio de 1934, Szilard solicitó la patente de una bomba atómica, describiendo la reacción y el concepto de masa crítica. La patente le fue concedida, por lo que Leo Szilard fue el inventor de la bomba atómica. Al obtener la patente, se la ofreció como regalo al Reino Unido, confiando en que la caballerosidad británica evitaría que su invento fuese mal empleado alguna vez; sólo aceptaba que fuera usada contra los nazis si éstos la desarrollaban por su cuenta.

En los preámbulos y el desarrollo de la II Guerra Mundial, sólo hubo tres proyectos de construir una bomba atómica: el programa alemán, el francés y el angloamericano, siendo éste el único que lo concluyó a tiempo para intervenir en la última fase de la contienda, acabadas ya las hostilidades en Europa. La Alemania nazi carecía de fuentes de uranio, había perdido a sus científicos de origen judío y otros no colaboraron con el nazismo, y le faltaba de la capacidad industrial. Sus avances difícilmente hubiesen alcanzado algún resultado antes de 1950. El programa nuclear francés se vio interrumpido en sus albores por la ocupación nazi de la parte principal del país.

Con científicos alemanes expatriados, como Frisch y Peierls, el Reino Unido avanzó en el análisis teórico de la fisión rápida del uranio U-235. El 3 de septiembre de 1941, Winston Churchill decidió construir una bomba atómica, pero en diciembre el proyecto fue transferido a los EE.UU., donde el 9 de octubre de 1941, Franklin Roosevelt había autorizado la producción del arma atómica. De forma conjunta, y bajo la dirección de Julius Robert H. Oppenheimer, se puso en marcha el Proyecto Manhattan.

El 16 de julio de 1945 se detonó la primera bomba de fisión en la desértica zona de pruebas de Alamogordo (Nuevo México), con una potencia de 17,5 Kilotones (1 KT equivalente a mil toneladas del explosivo convencional TNT). Al mes siguiente, se lanzaban dos bombas atómicas sobre Japón. El 6 de agosto, la primera bomba A lanzada sobre Hiroshima causó inmediatamente 90.000 muertos. El 9 de agosto la segunda bomba ocasionó en Nagasaki la muerte inmediata de 60.000 personas, además de los miles de heridos e irradiados que fallecieron posteriormente. Las trágicas secuelas de ambas bombas, las únicas empleadas en guerra por autorización de Harry Truman, aún perduran entre los supervivientes y sus descendientes.

El 15 de agosto de 1945 finaliza la II Guerra Mundial, e inmediatamente la ventaja nuclear de EE.UU. asusta a su “aliada” (hasta entonces) la Unión Soviética. Josef Stalin entra en la carrera nuclear, con una doble vía de la tecnología propia y del espionaje. Con los datos del espía Klaus Fuchs, que les proporcionó los planos finales de la bomba de Nagasaki en junio de 1945, la URSS explosiona el 29 de agosto de 1949 en el polígono de Semipalatinsk (Kazajstán), una copia exacta de la bomba de Nagasaki que liberó una potencia de 22 KT. Dos años después, el 24 de septiembre de 1951 detonaron otro ingenio de diseño propio más refinado, de la "generación uno y medio". La Guerra Fría Nuclear había comenzado.

Pronto se suma otras potencias a la carrera nuclear. El 3 de octubre de 1952, el Reino Unido hace estallar su primera bomba atómica británica, a bordo de un viejo buque anclado cerca de la isla Trimouille (Australia). Francia, tras la debacle en la Indochina francesa (Vietnam), y la humillación de la confiscación del canal de Suez (octubre de 1956) gracias a que EE.UU. dejó sin apoyo a sus aliados, acelera su programa nuclear y el 13 de febrero de 1960 prueba su primera bomba en el Sahara argelino.

China, con asistencia inicial de la URSS, el 16 de octubre de 1964 detona su primera bomba A en el campo de pruebas de Lop Nor. Por esas fechas, Israel, había madurado su secreto programa nuclear aprovechando la transferencia de tecnología francesa. Parece confirmado que Israel en 1967, durante la guerra de los Seis Días disponía de 2 bombas atómicas que entraron en alerta. El 22 de septiembre de 1979 se produjo una misteriosa explosión nuclear en el sur del Océano Índico, que nadie se cree que fue una prueba conjunta sudafricana-israelí.

India, con asistencia civil occidental preliminar, detonó el 18 de mayo de 1974 un dispositivo atómico en el desierto de Thar (Rajastán). Tras la entrada de la India en el selecto club atómico, su vecino Pakistán tardaría años en dotarse de su primera bomba por las estrictas restricciones a la exportación de tecnologías de doble uso impuestas por las grandes potencias. El 28 de mayo de 1998 Pakistán una prueba de 5 explosiones atómicas simultáneas en las montañas del Beluchistán. La fecha se precipitó porque India había probado su primera bomba H termonuclear el 11 de mayo de 1998.

Mientras más países se dotaban de bombas atómicas de fisión atómica, bombas A, las potencias entraron en la carrera de las bombas H, de fusión nuclear con isótopos del hidrógeno. Estados Unidos probó el 1 de noviembre de 1952 la primera bomba termonuclear en el Atolón de Enewetak, en el Océano Pacífico, con una potencia de 10,4 MT. Aunque hubo un arsenal de estas "bombas H de emergencia", EE.UU. no dispuso de bombas H con normalidad hasta 1955, o quizá 1956. Como a continuación veremos, esto significa que la ventaja tecnológica real con la URSS en materia de armas nucleares se había perdido. La Unión Soviética esperaría hasta el 22 de noviembre de 1955 para probar su bomba H en Semipalatinsk, pero su obra era plenamente operativa militarmente.

Las restantes potencias militares también fueron logrando sus propias bombas H. El Reino Unido en noviembre de 1957; China en 1967 sólo 32 meses después de su primera bomba A; Francia esperó hasta principios de 1977 para instalarlas a bordo de sus submarinos nucleares. Israel parece contar con un arsenal reducido de armas termonucleares. India, tras más de 20 años sin pruebas nucleares, realizó su primera prueba termonuclear el 11 de mayo de 1998, acelerando –como se ha expuesto en líneas precedentes- la decisión pakistaní de realizar sus pruebas con armas de fisión, dos semanas después.

La distribución del arsenal termonucleares actual concentra en EE.UU. un total de entre 5.000 y 10.000 cabezas nucleares desplegadas. Rusia, heredera nuclear de lo que fuera la URSS y tras el desmantelamiento voluntario de Bielorrusia, Ucrania y Kazajstán, acumula entre un mínimo de 1.500 y un máximo de 3.500 ojivas operativas. Francia es la tercera potencia en armamento nuclear con entre 500 y 1000 artefactos nucleares. El Reino Unido cuenta con un máximo de 250 cabezas nucleares, mientras China dispone de entre 70 y un máximo de "varios centenares" de ojivas.

Israel con entre 100 y 200 cabezas nucleares desplegadas y operacionales, India con 200 cabezas nucleares y Pakistán con unas 50 armas atómicas a lo sumo, cierran el club atómico. Sudáfrica, que construyó al menos diez bombas atómicas de uranio enriquecido, es el único país de las desmanteló y renunció a su programa nuclear. La tensión actual parece concentrarse en Corea del Norte, que declaró disponer de armas nucleares el 24 de abril de 2003 (probablemente aún no militarizadas) e Irán, que dispone ya de uranio altamente enriquecido (HEU) y mantiene activo un programa de misiles.

A modo de curiosidad histórica, a principios de los años '70, Franco encargó un estudio sobre la posibilidad de construir armas nucleares. Aunque disponía de la tecnología necesaria, reservas de uranio y una zona de prueba (el Sahara), finalmente se desechó semejante proyecto. Actualmente se calcula que más de 40 países, incluido el Estado español, disponen de la tecnología y recursos para construir armas nucleares.

Ha habido varias situaciones en las que hubo riesgo del inicio de una guerra nuclear. Además de la Crisis de los misiles de Cuba, en octubre de 1962, ocasionada en respuesta al despliegue norteamericano de misiles en Turquía y a la invasión de Bahía de Cochinos, ha habido al menos otras cinco ocasiones en las que los sistemas de guerra nuclear de alguna superpotencia han entrado en alerta. El 9 de noviembre de 1979, los ordenadores del Pentágono notificaron súbitamente la existencia de un ataque nuclear soviético masivo. Todo el sistema de represalia nuclear se puso en marcha, los bombarderos despegaron y la defensa civil llegó a activarse. Sin embargo, los datos procedentes de los satélites y de los radares no coincidían, sin verse ningún misil soviético mientras los ordenadores aseguraban que había 300 dirigiéndose a toda velocidad hacia los Estados Unidos. Al final se comprobó que alguien había introducido inadvertidamente una cinta de entrenamiento como fuente de datos del ordenador central analizador de amenazas. Estos hechos trascendieron a la opinión pública e inspiraron la célebre película Juegos de Guerra.

Posteriormente el 3 de junio de 1980 se produjo otro incidente de alerta de un ataque nuclear soviético a causa de un chip defectuoso. El 26 de septiembre de 1983, sólo 25 días después del derribo de un Jumbo surcoreano civil por las Fuerzas Aéreas Soviéticas, una rara conjunción del equinoccio de otoño ocasionó un error en la red de satélites soviéticos que estuvo a punto de disparar la represalia de la URSS ante un falso ataque norteamericano. El más reciente suceso del que se tiene noticia ocurrió el 25 de enero de 1995 de un cohete suborbital noruego, de dimensiones parecidas a las de un misil intercontinental. Aunque el lanzamiento había sido notificado a la administración rusa de Yeltsin, por extravío en la comunicación este cohete real en el espacio activó la prealerta de toda la fuerza nuclear rusa.

En pleno siglo XXI pervive el peligro de un fin apocalíptico, bien por un acto de agresión desde un Estado o desde una organización terrorista, todo ello sin considerar los accidentes nucleares en instalaciones civiles. El Tratado de No Proliferación Nuclear, de 1968 y firmado hasta la fecha por 189 países, debiera avanzar en la triple dirección del paulatino desarme nuclear de las potencias atómicas, el no incremento de potencias nucleares y el uso exclusivamente civil de la energía atómica.

El riesgo de una catástrofe proviene no exclusivamente de Irán o de Corea del Norte, y haríamos bien las ciudadanías democráticas de todo el planeta en exigir “políticas de futuro” para la erradicación progresiva del armamento nuclear, tan disperso y diseminado por todos los continentes y océanos. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) debiera velar simultáneamente por el desarme y contra el tráfico ilícito de material nuclear, evitando no sólo que nuevos países ingresen en el tenebroso club atómico, sino animando a la salida de tal círculo a los países que apuestan por la paz (como hizo Nelson Mandela al desmantelar en Sudáfrica su armamento nuclear). Sólo así podríamos disipar la amenaza nuclear, reduciendo todos los arsenales al mínimo que bajo criterios de no-empleo por la destrucción mutua asegurada baste para esa controvertida “disuasión nuclear” que, es de reconocer, ha servido hasta la fecha para evitar una Tercera Guerra Mundial.

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/nuclear.htm

¿Sabes contar?

¿Cuántas personas hay en este grupo? ¿12 ó 13?

Espera un poco, porque cada 10 segundos se cambian de posición.

Básicamente, podríamos decir que cuando sólo hay 12 dibujos, éstos son más altos. Al pasar a ser 13, se reduce su altura. Otra explicación más extensa del enigma, puede verse aquí.

Superdeportivos para soñar

Si pudiésemos elegir entre un Ferrari Enzo, un Porsche Carrera GT, un Mercedes McLaren SLR, un Lamborghini Murcielago, un Aston Martin DB9 y un Bentley Continental GT, ¿cuál sería nuestro preferido?

Los de antes

Una clave musical para que los singulares jóvenes de hoy entiendan mejor a la generación de sus plurales padres.

Durante este fin de semana he estado escuchando música retro de mi infancia y juventud, reencontrada en Internet. Analizando las recopilaciones he comprendido una gran diferencia entre cómo éramos entonces y cómo somos ahora.

Antes, todos eran grupos: Los Brincos, los Pekenikes, los Pecos, los Pasos, los Mustang, los Sírex, los Bravos, los Canarios, los Relámpagos, los No, los Mitos, los Salvajes, los Ángeles, los Puntos, los Íberos, los Z-66, los Diablos, los Bravos, los Payos, los Truenos, los HH, los Huracanes, los Javaloyas, los Mismos, los Milos, los Chijuas, los Sonor, los Amaya, los Cheyenes, los Buenos, los Estudiantes, los Falcons, los Gritos, los Llopis, los Rivero, los Teen Tops, los Top-Son, los Iruñako, Módulos, Mocedades, Aguaviva, Alameda, Recuerdos, Duncan Dhu, Fórmula V, Oskorri, las Grecas,...

Cierto que abundaban más los grupos de chicos, que los mixtos o sólo de chicas. Pero la inmensa mayoría eran grupos y no solistas. Hasta Carlos Mejía Godoy iba con los de Palacaguiña. Aquí y en todo el mundo, se prefería a los conjuntos: Beatles, Rolling Stones, Abba, The Doors, The Police, The Who,…

Ahora que basta un concurso televisivo para lanzar a una nueva estrella de la canción, se estila más el cantante o la intérprete en solitario. Quizá un reflejo del excesivo individualismo actual, lejano del compañerismo de antaño. En pleno siglo XXI nos convendría recordar a todos que en el universo ningún ser vivo es singular, ninguno nace único, ni crece solo. Por el contrario, todos pertenecemos a alguna familia, a algún grupo social, y todas las personas somos de una misma especie humana.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/losdeantes.htm

Viene nieve

Abundan y coinciden los sabios: Año de nieves, año de bienes; nieve en enero lleno el granero; bajo el agua, hambre, y bajo la nieve, pan.

Nada es más poético que la nieve, porque mucho nos sugiere. Se dice blanco y puro como la nieve. Incluso las primeras palabras grabadas en el primer fonógrafo de la Historia por Thomas Alba Edison en 1877 fueron: "Mary tenía un corderito blanco como la nieve" (una popular canción de cuna).

Hasta los más pétreos se conmueven al tocar la nieve, porque el prodigio de la nieve nos sorprende a todos. Se oye caer la lluvia, pero no la nieve. La nieve caída en tiempos de nieves, allá donde no es lugar de nieves eternas o perpetuas, primero viene como agua nieve. Pero luego cuaja, y se cubre un manto de nieve. La fugacidad de las primeras nieves inspira temas como el primer amor, que raramente perdura, o la efímera belleza humana cuyo candor pronto se extingue. La dulzura de la lenta licuación del hielo al derretirse esboza cómo en la felicidad, el corazón se funde cual nieve en primavera.

El mismo Shakespeare contrapuso la pureza de una nevisca con la amenaza de la maledicencia: “Sé casto como el hielo y puro como la nieve, pero no escaparás de la calumnia”. También Martín Lucero recurrió a la metáfora para certificar que “La mentira es como la bola de nieve; cuantas más vueltas da, mayor se hace”.

La inmensa paradoja de la nieve es fértil en versos, citas y proverbios populares. León Felipe condensaba algunas ideas: “Siempre habrá nieve altanera que vista el monte de armiño... y agua humilde que trabaje en la presa del molino. Y siempre habrá un sol también, un sol verdugo y amigo me trueque en llanto la nieve y en nube el agua del río”. Los clásicos latinos, observaron que la nieve permanece mucho tiempo en suelos pedregosos, pero muy poco en suelo cultivado. Un refrán polaco concluye que “no se puede exigir de la nieve más que agua”. En tiempos modernos, aprendemos que resulta fácil ir por una carretera nevada,… si marchamos tras una máquina quitanieves.

La Física desmitifica y explica por qué son blancos los copos de nieve, aunque esté formada por diminutos cristales transparentes. La razón es la misma por la que aparece blanco el vidrio triturado o el hielo picado, materias transparentes hasta que se desmenuzan. Los rayos luminosos que inciden sobre la nieve no emergen de ellos, sino que se reflejan en su interior (por reflexión interna total). Al irradiarse la luz desordenadamente en todos los sentidos, parece de color blanco. Si el espacio entre las partículas de nieve se llenase de agua, la nieve perdería su blancura y se mostraría transparente.

Así pues, la Física también aporta su contribución, cuando apunta que más puro que el blanco es lo transparente. La nieve es suma pureza por su ordenación cristalina, por su transparencia minúscula vista de cerca que se convierte en blancura vista a lo lejos.

Sigue nevando ante mi ventana, en la misma costa. Qué oportuno fue Góngora en su poema “Ándeme yo caliente. Y ríase la gente”: “Cuando cubra las montañas/ de blanca nieve el enero,/ tenga yo lleno el brasero/ de bellotas y castañas,...”. Para que éste sea un año de bienes, comencemos desde enero, haciendo nuestros deberes,… si es preciso bajo las nieves.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/nieve.htm

Vencido por la vida

A los 8 años me vencieron las matemáticas.
32 años después, me ha vencido la vida.

Graffiti anónimo

Nociones de Física y Metafísica

Una introducción a la Física y la Metafísica que puede descubrirnos una visión constructiva de la vida.

Quienes estudiamos, y enseñamos, Física pronto descubrimos las principales dimensiones del mundo real. La Ciencia investiga lo medible, y lo mensurable se llama magnitud. Las magnitudes físicas son, por tanto, aquellas propiedades o aspectos observables de la realidad. Las siete magnitudes fundamentales, de las que se derivan todas las demás, son: longitud, masa, tiempo, intensidad de corriente eléctrica, temperatura absoluta, intensidad luminosa y cantidad de sustancia. Se miden en el sistema internacional con las siguientes unidades: metro, kilogramo, segundo, ampere, Kelvin, candela y mol.

La primera dimensión es el espacio, medido con la magnitud longitud (L). Así se calculan distancias (L), superficies (L2), volúmenes (L3),… Si añadimos la segunda dimensión, el tiempo (T), de su combinación obtenemos velocidades (LT-1), aceleraciones (LT-2),… Combinando con la tercera dimensión, la masa (M), se logran una gran variedad de magnitudes derivadas, tales como fuerzas (MLT-2), energías y trabajos (ML2T-2), potencias (ML2T-3), presiones (ML-1T-2),… además de otras posibilidades binarias interesantes como momentos de inercia (ML2),…

Pero no nos compliquemos demasiado, es más divertido asociar las principales magnitudes físicas (espacio, tiempo,…) con los más básicos conceptos filosóficos, como por ejemplo justicia y libertad,… Así obtenemos pensamientos de calado que trascienden en todas nuestras cotidianas vidas, de forma comprensible y añorada por todos: Espacios libres, tiempo libre,… Hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 24, declara: “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre,…”.

El espacio es para el hombre la condición real de todo lo que existe; toda la realidad es espacial. Sin embargo, el tiempo es la cosa más valiosa que el hombre puede gastar, porque es la sustancia de la que estamos hechos. El tiempo se va para no volver, imparable e irreparable. Como dijo el gran físico Richard Phillips Feynman, “el tiempo es lo que pasa cuando no pasa nada”. Y es que el tiempo no se mide con el reloj, sino con el aburrimiento.

El tiempo es como una bolsa: sólo si no malgastamos su contenido, tendremos lo suficiente. El tiempo es como un río que forma los acontecimientos. El tiempo, esa cierta parte de la eternidad, todo lo devora, todo lo vence, todo lo descubre. El tiempo, a menudo barrendero de ilusiones, no es sino el espacio entre nuestros recuerdos. Más que para verlo pasar, hemos de acariciar el tiempo que nos corresponde invertir. ¡El tiempo es el que se queda, y nosotros somos los que pasamos!

La vida obedece a las tres mismas reglas secretas del teatro clásico: la unidad de espacio, la unidad de tiempo y la unidad de acción. Sólo con el trabajo, los hijos y las obras legadas a la posteridad, podemos intentar vencer la batalla perdida contra el espacio y el tiempo. El valor de las palabras cambia con los espacios y con los tiempos. Pero todas las cosas tienen su tiempo oportuno, y todas pasan bajo el cielo en el espacio que les ha sido prefijado. Incluso los ideales viven en lo que no reside en el espacio, utopía, y en lo que no existe en el tiempo, ucronía.

Quizá vivamos en el tiempo más que en el espacio, porque el tiempo es un invento de la humanidad, mientras que el espacio es el palacio de los dioses. Ojalá entendamos pronto que el espacio es nuestra morada, el tiempo es nuestro navío y la acción es nuestro destino. La sabiduría genuina consiste en intuir lo lejano en el espacio y en el tiempo,… para determinar exactamente qué hacer ahora y aquí.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/metafisica.htm

Mundo justo

Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas.

Han tomado la extraña resolución de ser razonables.

Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades.

Jorge Luis Borges (Los Justos)

Manos de humanos

Cuando el hombre viene al mundo, tiene las manos siempre cerradas, como si estuviera intentando decir: el mundo entero es mío, y conseguiré agarrarlo.
Cuando el hombre se va del mundo, tiene las manos siempre abiertas, como si estuviera intentando decir: no tengo nada en mi poder, lo único que puedo llevarme son mis recuerdos, lo único que puedo dejar son mis ejemplos.
Midrach Rabba, vía Lugar Zen

No lo sé

No lo sé” es uno (aunque infrautilizado) de los grandes principios científicos. Admitir la ignorancia descarta tanta basura sin sentido…

El siglo XXI no ha llegado

 













Leyendo el periódico nadie diría que hemos superado el siglo de las guerras, de los fascismos y de la insolidaridad.

Amenazas veladas de un general con mando, ataques ultraderechistas a librerías, continuadas extorsiones de ETA, ejecuciones en la nación supuesta líder mundial, exhibiciones del armamento nuclear (francés) contra el terrorismo, invasiones, guerras,… Éste sigue siendo el panorama informativo del año 2006, donde continúa siendo novedad que una mujer llegue al poder en algún país y persiste sin ser noticia la muerte por inanición de millones de personas en un planeta excedentario en víveres.

Hay siglos en los que la opinión pública es la peor de las opiniones, como avanzó Nicolás Sebastien Roch (Chamfort) hace más de doscientos años. Lo reseñable es que con el siglo XX parece que murieron todas las utopías, que siempre fueron el motor que iluminó el progreso histórico. Durante la pasada centuria, las personas sólo hemos pasado de ser engranajes de la “gran máquina”, a ser dígitos controlados por el “gran hermano” (el de 1984, de George Orwell). El escritor Norman Mailer percibió que el papel natural de los seres humanos del siglo XX fue la angustia, y seguimos viviendo aterrorizados y atemorizados.

Parece que los políticos, incluso los del “primer mundo”, en su labor emulan (en su peor acepción) al ensayista Charles Lamb de principios del XIX cuando afirmó: “¡Al diablo con mi siglo! Yo escribo para la… antigüedad”. Lástima que cada uno de nosotros encierre en sí mismo el peso de todos los siglos pasados y que ese lastre lo arrastremos hacia los siglos venideros.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://blog.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/siglo21.htm

Pésimo plan: Beber y conducir

Una canción, y un videoclip, del grupo musical Simple Plan inmejorables para convencer de no conducir con alcohol.

El grupo de pop-punk de Montreal formado en 1999 ha editado a finales de 2005 una espléndida canción, tanto por su música como por su letra. Su mensaje llega directo al corazón y la mente de jóvenes y adultos. El quinteto comenta que deseaba contar esta historia, en recuerdo de un condiscípulo de su High School que mató a su mejor amigo en un trágico accidente tras haber consumido alcohol. Recuerdan que “fue una época muy triste que ninguno de nosotros podrá olvidar jamás”.

El vídeo describe la muerte de una bella muchacha que tiene la desgracia de cruzarse en la carretera con un joven conductor borracho. La colisión frontal asesina a la adolescente, al tiempo que destruye a toda su familia. El impacto se describe visualmente proyectando súbitamente a sus padres y hermanos que la esperaban en casa hacia las paredes y ventanas, como si el hogar completo hubiese sufrido un violento choque.

El joven causante de tanta desgracia sobrevive al cruento accidente. Y gradualmente se hace consciente del irreparable daño que ha provocado en tantas víctimas inocentes. El solista Pierre Bouvier canta una balada denotando su desolación en la canción Untitled (Sin Titulo, subtitulada ¿Cómo pudo pasarme esto a mí?): Abro mis ojos/ trato de ver, pero me ciega la luz blanca/ no puedo recordar cómo/ no puedo recordar porqué/ estoy aquí esta noche/ y no puedo soportar el dolor/ y no puedo hacer que se vaya/ no, no puedo soportar el dolor.

¿Cómo pudo pasarme esto a mí? Cometí varios errores/ ya no tengo dónde ir/ la noche continúa/ estoy harto de esta vida/ sólo quiero gritar/ ¿cómo pudo pasarme esto a mi? Todos están gritando/ trato de hablar, pero nadie me escucha/ Me deslizo a un abismo/ sólo pendo de un hilo/ quiero comenzar esto otra vez …no puedo explicar lo que pasó/ y no puedo borrar lo que hice/ no, no puedo.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/simpleplan.htm

Aprendamos a vivir

La vida de una persona sí pasa delante de sus ojos antes de morir. El proceso se llama “vida”.

* Terry Pratchett.


Rectificando en política

En nuestro ámbito político se estila mucho más la continua ratificación que la rectificación oportuna.

Cada vez leo menos las páginas de política en los periódicos. Al final he comprendido que hay una profunda razón para ello, que se reitera en cada ocasión que huyo de esta sección del diario: La sensación de que muchos políticos son tan incompetentes o inseguros, que no saben, no quieren o no pueden… rectificar. El resto de mortales repetidamente debemos rectificar o contradecirnos. Y no pasa nada si el nuevo rumbo es más sensato.

Dicen que rectificar es de sabios… equivocados. Pero es de sabios. Más aún, Confucio señaló que gobernar significa rectificar. Casi toda decisión política o temporal,… llega un tiempo en el que de acertada se convierta en errónea. Y entonces es el momento de rectificar.

Sería conmovedor escuchar sentidamente a algún dirigente reconocer públicamente: “Me he equivocado, y debo rectificar”. Se ganaría inmediatamente a toda la ciudadanía…. Desde el poder, posiblemente,… algún día,… seguramente una mujer (o un hombre) como es debido,… rectificarán,… aunque sólo sea para seguir acertando, no para renunciar ni para desistir.

Quienes alardean de consecuentes, en realidad sólo son unos engreídos que parecen decir: estoy tan cierto de mis doctrinas, que todo lo que el futuro descubra no me hará rectificar jamás. Quizá sea difícil enmendar en acuarela, vidrio o amor. Mas para vivir es preciso rectificar, casi constantemente, para apoyarse en uno mismo, en su pasado y en su presente. Rectificando sobre la marcha, así se repasa, se progresa, se madura, se superan los contratiempos, nos sobreponemos a los acontecimientos,… y de esta suerte se va viviendo, se va amando y se va siendo.

Versión ilustrada en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/rectifica.htm

Modelos lingüísticos en la educación vasca

Una reflexión ante el compromiso asumido por el Parlamento vasco para que el Gobierno estudie, junto con todos los agentes de la comunidad escolar, una reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza antes de febrero de 2007. Este debate debiera basarse en criterios socioeducativos más que en prejuicios ideológicos o políticos.

Situación actual.

- La "Ley Básica de Normalización del Uso del Euskara" del 24-11-1982 establecía en su artículo 17 que “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria,…”. Todo ello con independencia del modelo A, B ó D elegido libremente por las familias. Este mandato institucional se mantiene incumplido 23 años después, si bien es de reconocer que ha sido la Educación, la comunidad escolar, las familias, el profesorado y el alumnado quienes más se han esforzado por su consecución,… aún no alcanzada plenamente.

Charlie y la familia de chocolate

Tenemos la capacidad de construirnos (en) una amorosa familia para recibir todo el afecto, cariño y comprensión que merecemos y donde podremos ser nosotros mismos.

La película “Charlie y la fábrica de chocolate” de Tim Burton está fielmente basada en un popular cuento de Roald Dahl escrito en 1964. Estrenada el 15 de julio de 2005 ha merecido un notable éxito de difusión, que incluye una amplia reseña en la Wikipedia. El imaginativo libro es un clásico de la literatura infantil (tras un film de culto titulado "Un mundo de fantasía" que no llegó a estrenarse en muchos países) se encomienda una segunda adaptación cinematográfica al aclamado director Tim Burton, quien aporta su estilo marcadamente soñador a la entrañable obra original.

El producto es una aleccionadora comedia sobre niños y para niños, que recuerda la esencia de lo que auténticamente significa ser un niño. Se destina, oportunamente, a una infancia demasiado mimada en una época donde algunas familias parecen hechas de mal chocolate, pero no por su dulzura, sino por derretirse ante la menor calentura, como el palacio del sultán que aparece en la película.

La historia narra la vida de Charlie Bucket, un bondadoso niño de familia pobre que vive, junto a sus padres y cuatro abuelos en una vieja casa diminuta y destartalada, pero un verdadero hogar lleno de amor a la sombra de una descomunal fábrica de chocolate. Desde hace casi quince años, nadie ha visto entrar o salir de la fábrica a un solo trabajador, y tampoco han visto a su extravagante propietario Willy Wonka. A pesar de ello, incomprensiblemente, siguen elaborando grandes cantidades de chocolate que se exportan a todo el mundo. Un día aparece un trascendental anuncio, invitando a la famosa fábrica a cinco afortunados niños que encuentren unos cupones dorados escondidos entre las chocolatinas,…

Se describen, en forma de fábula caricaturesca, cuánto y cómo han malcriado algunos padres a sus repelentes hijos, tan ridículos como poseídos de sí mismos que apenas aprecian la maravilla de las alucinantes creaciones de Wonka. Uno a uno, por su grosera personalidad glotona, competitiva, mezquina o sabelotodo adicto a los videojuegos abandonan la visita antes de que haya terminado. Cuando sólo queda el pequeño Charlie, Willy Wonka le ofrece ser su único heredero con una condición imposible que obliga a renunciar a Charlie. Pero finalmente ambos descubrirán que Charlie ya era un afortunado por algo, como la familia, que faltaba a Willy, quien recibe un regalo aún mucho más generoso que el mayor emporio comercial.

La moraleja de la película, quizás demasiado explícita pero apropiada para el público infantil, es un canto al hogar y al tesoro de una familia unida que, frecuentemente, florecen mejor entre los menos pudientes. Son sublimes las escenas iniciales y finales. En las primeras puede verse el hogar de Charlie, donde la madre espera a su marido para ver si ha conseguido algo que mejore la aguada sopa de repollo. En las últimas, Wonka puede apreciar el valor de una familia reunida, donde tres generaciones comparten la magia de un menú lleno de amor. Quizá el momento supremo es cuando hasta el más pequeño de la casa, Charlie, reconoce con decidida valentía que nada es más sagrado que la familia. Decididamente el chocolate atesora un regusto de familiar a ternura.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/charlie.htm

Seguridad en libertad

"Aquellos que sacrificarían la libertad por la seguridad no se merecen ni la una ni la otra"

Benjamin Franklin

Un planeta distorsionado

Cuando los mapamundis más populares están deformados, probablemente nuestra visión del mundo sea falseada.

Que la Historia se escribe según la versión de los vencedores es una sospecha generalizada, pero casi nadie supondría que la “exacta” Geografía también está profundamente falseada. Pero es así: La representación del planeta está realizada desde el Primer Mundo, de modo que aparece mucho más grande (en km2) que lo que realmente es.

La causa de que los mapamundis que nos enseñaron “mientan” es histórica. El mapamundi imperante lo creó en 1569, el cartógrafo Mercator (1512-1594), aplicando como criterio de construcción la fidelidad absoluta de los ángulos al proyectar la realidad esférica sobre un papel plano. Mercator priorizó la forma rectangular del mapa y el criterio angular para su exitosa aplicación en el cálculo del rumbo para la navegación marítima, pagando como precio una fuerte distorsión, no en la forma de los países pero sí en su superficie, que aumenta exageradamente en las latitudes altas.

Así la línea del ecuador no atraviesa por la mitad aquel planisferio eurocéntrico, sino mucho más abajo, otorgando dos tercios de atlas al hemisferio norte y sólo un tercio al sur. Sólo algunos datos comparativos con las proporciones engañosas:

• Europa con 9,7 millones de km2 parece mayor que Sudamérica, que posee casi el doble de superficie: 17,8 km2;
• Escandinavia, con 1,1 millones de km2 aparece mayor que la India, que es el triple con 3,3 millones. de km2;
• Groenlandia (2,1 millones de km2) aparece mayor que China, casi 5 veces más extensa, con sus 9,5 mill. de km2;
• La antigua U.R.S.S. con 22,4 millones de km2 aparece casi 2 veces mayor que África, cuyo tamaño llega a 30 millones de km2.

Fue el cartógrafo Arno Peters quien a mediados de los años setenta presentó un alternativo mapamundi, más centrado en el ecuador y con proporciones reales de superficie. Este planisferio es de alto valor pedagógico, tanto por su exactitud geográfica como por ofrecer una perspectiva norte-sur más igualitaria, justa y solidaria.

A lo largo de los tiempos, los imperios explotaron a pueblos, expoliaron sus tesoros, mientras la historia oficial robaba la memoria de los vencidos e, incluso, mediante la cultura formal se ocultaban realidades tan inmensas como la superficie de los continentes. Ojalá que todo esto sea pasado. Ya se ha fabulado demasiado: Ahora todos necesitamos y exigimos la verdad, la justicia, la solidaridad en este pequeño planeta que está mucho mejor dibujado por Peters.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/planeta.htm

Leyes educativas

¿Se puede saber por qué los políticos hacen las leyes de educación escuchando a los pedagogos y a los sindicatos, pero ignoran a los profesores que estamos cada día en el aula? Joaquín Hernández, Profesor, en La Rebelión de los Profes

Sudoku educativo

Un pasatiempo de moda como imagen de integración socioeducativa del alumnado extranjero mediante un reparto escolar más equitativo.

El sudoku representa un modelo de belleza matemática al distribuir armónicamente los números de modo que no se repitan ni por filas, ni por columnas, ni por regiones de 3x3. Así se logra situar los dígitos del 1 al 9 de forma equilibrada, tanto desde la escala de cada cuadrante como desde el cuadro general con 81 casillas. A diferencia de los crucigramas, no es preciso esperar para verificar la corrección general porque la simple observación final, si se lo completa, demuestra la disposición perfecta.

A pesar de que existen 6.670.903.752.021.072.936.960 alternativas en su formato popular de 9x9, la simplicidad del juego que no requiere conocimientos matemáticos, así como la rápida mejora, provoca una estimulante adicción al rompecabezas que se realimenta con la satisfacción de resolver este absorbente desafío. El resultado final sitúa a los 9 números (pequeños, medianos o grandes según se miren) de modo que se apoyen desde la cercanía, cada uno exhibiendo su propia personalidad, su carácter y su identidad específica y exclusiva.

En la escuela el agrupamiento del alumnado en las clases es una cuestión clave. Las fórmulas de “clasificación” son variadas, desde grupos homogéneos en resultados académicos, e incluso del mismo sexo, hasta equipos diversificados según intereses, buscando apoyos discentes entre condiscípulos que se complementan en sus capacidades y competencias. Probablemente la mejor opción sea una pauta flexible, con reagrupamientos variables en función de la materia curricular, el momento académico y la intención pedagógica.

Por ello, sería preferible que todos los centros contasen con la inmensa diversidad que ofrece nuestro alumnado real, plural en sus orígenes familiares, lingüísticos, sociales y culturales, así como en sus inmensas capacidades potenciales y en sus contadas limitaciones que en grado variable se presentan en cualquier ser humano.

Todos los centros escolares de titularidad pública y concertada, es decir financiados con fondos públicos, debieran acoger a todo tipo de alumnado, acompañados de sus correspondientes y proporcionales refuerzos docentes especializados. No sólo para evitar la “guetización” étnica, social o lingüística de los más necesitados de educación, sino para que todo el estudiantado aproveche la grandiosa oportunidad de aprender de todos y entre todos. Didácticamente resulta enriquecedor contar con alumnado recién llegado, pleno de esperanzas e ilusiones, así como alumnado de necesidades educativas especiales, tan ejemplar en su esfuerzo por superar sus deficiencias sensoriales, físicas o psíquicas.

Las familias y los progenitores que buscamos lo mejor para nuestros hijos e hijas, así como el profesorado que desea el mejor entorno de aprendizaje, debiéramos exigir un porción alícuota de diversidad entre condiscípulos, a fin de que la infancia y la juventud aprendan a conocer y vivir en nuestra sociedad auténtica y en nuestro era cronológica. La calidad y la equidad de una red educativa, de un centro o de un aula se miden directamente por el grado de integración que ofrece a su comunidad escolar.

Algunos datos finales relativos a la Comunidad Autónoma Vasca relativo al último curso 2005-2005, que demuestran que no está enteramente solucionado nuestro “sudoku escolar”:

- La escuela pública escolariza al 48,6% del conjunto del alumnado de enseñanzas de régimen general.
- La escuela pública se ocupa del 61% de la educación especial, que representa el 3,3% del total.
- La escuela pública asume al 70% del alumnado inmigrante, que representa un 3.7% del total.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/sudoku.htm

El secreto de la educación

El secreto de la educación es enseñar a la gente de tal manera que no se den cuenta de que están aprendiendo hasta que sea demasiado tarde.
Harold E. Edgerton vía Lugar Zen

Fumando en la piscina

La Ley Antitabaco fracasa en cafeterías cuyos propietarios optan masivamente por permitir fumar, despreciando al 75% de su clientela.

Nadie se bañaría donde se indicase “Se permite orinar en la piscina”, porque el agua estaría igualmente contaminada aunque allí la mayoría prefiriese no ejercer tal “derecho”. Perdonen lo repugnante de la metáfora, pero igualmente desagradable resulta comprobar que tras la Ley Antitabaco no he descubierto ni una sola cafetería en Las Arenas y Romo (Getxo), donde se prohíba fumar. Por el contrario, es flagrante el incumplimiento en comercios como una pastelería, donde venden dulces junto a unas mesas con un gran cartel que exhibe el “Se permite fumar”.

No he consumido ni un solo euro en bares de fumadores, y me he encontrado con muchos que opinan igual. Algunos me han indicado que en Bilbao existen, al menos, dos “cafeterías limpias”, una en el Ensanche y otra en la Gran Vía (cerca de la Plaza Elíptica). Allí pienso acudir los días laborables, a la espera de que en Getxo algún hostelero demuestre alguna visión de futuro. No en vano la OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte -entre otros gravísimos riesgos- que “la exposición al aire contaminado con humo del tabaco produce cáncer en los seres humanos”.

La clave de la insuficiencia de la ley antitabaco me la ha facilitado el propietario de una cafetería: “Nosotros somos quienes más padecemos a los fumadores, porque respiramos el humo ajeno durante 10 ó 12 horas diarias. Preferiríamos poner el cartel de prohibido fumar, pero el cliente fumador es más gastador: Está siempre nervioso, consumiendo compulsivamente algo más,… Mientras no se nos obligue, como en Irlanda donde prohíben fumar en ‘todos’ los bares y restaurantes, nadie querrá perder a ese 25% de asiduos fumadores. Sobre todo, porque los no fumadores no tienen adónde irse”…

Lo peor de todo este mortal peligro para la salud es ese necio intento de confundir a la opinión pública mediante la letanía de quejas de los fumadores, que pregonan su “tolerancia” hacia quienes no fuman. Alegando que otros lo hacen también, quienes pretenden seguir orinando en la piscina reclaman poder hacerlo públicamente… desde el trampolín.

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://blog.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/piscina.htm

Summerhill: Escuela de felicidad


Explicar la utopía escolar de Summerhill es un serio reto para un educador. Sintetizar lo mejor de su proyecto es más factible.

Imagínese una escuela donde se cultiva la felicidad,… donde los alumnos son libres de ser ellos mismos, donde el éxito no es definido por los resultados académicos, donde quién eres importa más que lo que sabes, donde alumnos y maestros aprenden juntos, donde todo se organiza de forma democrática, donde cada persona tiene el mismo derecho de hablar y ser escuchada, donde la creatividad y la expresión propia no son reprimidas,…

La Escuela Summerhill (Colina de Verano) fue fundada en 1921 por Alexander Sutherland Neill. La descripción pedagógica y organizativa de tan compleja experiencia didáctica, e incluso la biografía de su fundador Neill, forman parte del currículo formativo de cualquier profesor contemporáneo. Resumirlas en unas líneas sería irreverente, por lo que como primera aproximación al pensamiento de Neill cabe citar los ilustrativos títulos de sus principales libros, donde difunde su proyecto y que marcan los grandes temas de la educación moderna.

A.S. Neill, que había actuado como periodista en diferentes medios editoriales, publicó durante todo su periplo docente numerosos textos, cuyos epígrafes marcan los hitos de su progreso profesoral a lo largo de su vida que transcurre entre 1883 y 1973. Sus primeros libros son “A Dominie´s Log” (Diario de un profesor rural) y ”A Dominie´s Dismisset” (Un profesor acomodado), entre 1916 y 1917. Se muestra como un iconoclasta, que narra humorísticamente su profesión. Extendiendo que sus reflexiones eran tomadas en broma, editó “The booming of Bunkie” (El crecimiento de Bunkie) en 1919 y ”A Dominie in Doubt” (Un profesor en dudas) en 1921.

En 1920 fue elegido como co-editor de la revista “Educación para una Nueva Era”. Las siguientes obras fueron en 1924 “A Dominie´s Five”, que protagonizan sus alumnos, y en 1926 “The Problem Child” (El alumno problemático), donde enuncia su axioma de la libertad “neilliana”. Continúa en 1932 con “The Problem Parent” (El padre problemático), donde presenta la dialéctica familia-profesorado. Sigue una trilogía: En 1934, “The Modern School Handbook” (Manual de la Escuela Moderna); en 1936 “Is Scotland Educated?” (¿Está educada Escocia?), y 1937 “That Dreadful School” (Esa Escuela Terrible).

En 1938 publicó “The Last Man Alive. A Story from the age of Seven to Seventy” (El último superviviente, una narración para niños de 7 a 70 años). En 1939 escribió “The Problem Teacher” (El profesor problemático) y en el año 1945 “Hearts not Heads in the School” (Corazones, no sólo cabezas en la Escuela). En 1949, editó “The Problem Family” (La familia problemática); y en 1953, “The Free Child” (El niño libre).

El 7 de Noviembre de 1960, coincidiendo con la semana en la que John F. Kennedy fue elegido Presidente, publicó su libro ”Summerhill”, de considerable éxito. Fue prontamente incluido en las listas de obras recomendadas en más de 600 universidades. Sus dos últimas obras fueron “Talking of Summerhill” (Hablando de Summerhill) en 1967 y en el año de su muerte, 1973, aparecía su obra autobiográfica “Neill! Neill! Orange peel” (Neill, Neill, Piel de naranja, como le llamaba irrespetuosa pero cariñosamente uno de sus alumnos, equivalente a “maestro ciruela”).

A.S. Neill creyó que en Summerhill se alumbraba una nueva civilización. En todo caso, aquélla fue y seguirá siendo una escuela referencial donde reinaba la vida, la alegría y el entusiasmo. Desde el paradigma de la libertad en este mundo enloquecido, contribuyó decididamente a revivir la única gran esperanza: la Educación universal de calidad y en equidad.

Ni fumo, ni humo, gracias


Sólo en la Comunidad Autónoma Vasca cada día siete personas mueren por patologías asociadas al tabaco. No quemes tu vida, ni la de los demás.

Fue en 1953, año en el que se escaló por primera vez el monte Everest, cuando se demostró científicamente la relación entre cáncer y tabaco. Actualmente se sabe que el tabaco está directamente relacionado con más de 25 enfermedades graves, como tumores malignos en las vías respiratorias (cavidad bucal, laringe o pulmón). En Euskadi el porcentaje de fumadores se viene reduciendo en los últimos años, al ritmo de casi un 1% anual, y representa menos del 26% de la población (varones, 31%; mujeres, 21%).

Incluso la sola exposición al humo del tabaco, según las autoridades sanitarias, "está provocando un serio problema de salud pública" y un "riesgo considerable" por la mortalidad que genera entre los ‘fumadores pasivos', expuestos contra su voluntad especialmente en el ámbito del trabajo y de ocio colectivo. Por todo ello, el cáncer de pulmón constituye hoy en día, tanto en el mundo como en Europa, la principal causa de fallecimiento por cáncer en los varones. En el caso de las mujeres, desde hace una década, se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer en Estados Unidos, y, en Europa, está a punto de serlo también.

Felizmente, desde el 1 de enero de 2006 disponemos de una normativa estatal que limita el tabaquismo activo y pasivo, similar a las que rigen en Irlanda, Noruega o Portugal. Previsiblemente, como sucedió en Suecia con su pionera legislación antitabaco de principio de los años 80, permitirá una drástica reducción del consumo de tabaco. Porque, contra repetidos argumentos falaces, las restricciones en la promoción del tabaco, el aumento de los impuestos y la creación de espacios libres de humo son eficaces, comprobándose que reducen el consumo de tabaco, previenen que la juventud comience a fumar y ayudan a los últimos fumadores a abandonar su temible hábito.

El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo, aunque las tabacaleras confundan con razones comerciales. Toda la economía generada por el tabaco (producción, elaboración, venta e impuestos obtenidos) no llega -ni de lejos- a pagar el inmenso daño causado por su uso, ni medido en términos financieros, ni mucho menos en valor humanitario de sufrimiento, enfermedad y muerte. La industria tabaquera no se responsabiliza del perjuicio causado, ni siquiera los fumadores costean directamente su propio daño. Cuando la gente no usa su dinero en tabaco, lo dedica a estimular otros sectores mercantiles menos dañinos para la salud.

Toda nuestra tolerancia y comprensión debe concentrarse en alejar del tabaquismo a nuestros familiares, amigos, colegas y convecinos. Especialmente a niños y jóvenes que han crecido atufados por el “derecho a la enfermedad” que esgrimen los fumadores. Pocos adultos "eligieron" fumar; la mayoría comenzaron en la adolescencia y se hicieron adictos, e intenten dejarlo continuamente. Ayudémosles a superar su afección, pero nunca restando importancia a la toxicidad del tabaco.

Como dijo Groucho Marx, ¿les molesta si no fumo? No aceptemos compartir un humo que daña y mata: Si menos del 26% de la población fuma, ¿por qué el 95% de las cafeterías menores de 100 m2 ha decidido obligarnos a respirar nicotina y alquitrán? No pisen un establecimiento que propague un anacronismo como el tabaco, que irá desapareciendo de nuestra sociedad. Paulatina pero irreversiblemente. Que lo veamos todos…

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/deseos.htm

Deseos para el 2006

Cada nuevo año reeditamos la vieja “lista de los deseos”. Convirtamos nuestro desiderátum en querencia y realidad.

DESEAR: Anualmente subimos a ese tranvía llamado deseo y desplegamos los mismos buenos propósitos: aprender idiomas, apuntarnos a un gimnasio o dejar de fumar, entre los más difundidos y modestos anhelos. También abrigamos otros deseos más ambiciosos, más profundos, más grandiosos. Cuando se desea, es mejor desear mucho. Lo que ennoblece al hombre no es sólo su obra, sino también su deseo. Cada alma se mide por la amplitud de sus deseos, como se prejuzga a una catedral por la altura de sus torres.

La vida no es significado; la vida es deseo. El deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe. A quien nada desea, le vence lo poco. Sólo hay un principio motriz para los seres humanos: el deseo. Quizá, dos: el deseo y el miedo, pero éste no es sino un deseo al revés. Donde acaba el deseo comienza el temor. El deseo vence al miedo. Dicen que “el deseo y el peligro hacen los hombres sencillos”.

Es bueno desear, echar de menos. Pobres de aquellos cuyos deseos todos se cumplen. Los deseos insatisfechos son condición indispensable de la felicidad. Una vida feliz requiere alguien a quien amar, algo que hacer y algo que esperar (desear). Conviene hermanar los deseos, que son más que las necesidades, con las posibilidades. Porque todo deseo estancado es un veneno que entristece. La juventud suele ser inmoderada en sus deseos, por lo que feliz aquel y maduro es quien reconoce a tiempo y aparta aquellos deseos que no van de acuerdo con sus facultades. Así alcanzará una vejez donde la memoria recuerde el deseo satisfecho.

Los deseos deben canalizarse, porque los buenos deseos no bastan para merecer un mundo mejor. Es necesario actuar. Los perezosos siempre desean hacer algo, pero son más felices las personas continuamente ocupadas. Desear no basta: hay que soñar, querer y hacer.

QUERER: Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama. Amar no es sólo desear, es también querer. Amar sin desear es comer sin hambre. ¿Por qué es tan difícil "querer", mientras tan fácil es "desear"? Porque en el deseo se expresa la impotencia, y en el querer, el esfuerzo. El tiempo es corto para el que se empeña, e inacabable para el que sólo sueña. El verdadero amor es ala, cuando el sólo deseo puede ser yugo.

Del deseo deshecho surge el desencanto, el despecho, y el desespero. A menudo el deseo de lo que nos falta no nos permite disfrutar lo que poseemos. El proverbio dice: “Corazón que no tienes lo que deseas, si aprovechas bien lo que tienes, verás menguar tus ansias y aumentar tus bienes”.

HACER: El deseo se vuelve insaciable si no se transforma en amor y en hechos. La avidez del deseo no conoce límites, hasta que se procesa y cultiva como querencia viable mediante la voluntad y el trabajo. Nos deberían decir, al principio de nuestras vidas, que nos estamos muriendo, que nuestra ansia de trascendencia implica vivir la existencia al límite, cada minuto de cada jornada. ¡Hagámoslo! ¡Cumplamos ahora mismo lo que deseamos, sea lo que fuere, si verdaderamente lo queremos y está en nuestras manos! Sólo hay unos mañanas contados. Deseo, amor, y… acción.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/deseos.htm

Sistema educativo ideal

“Lo ideal de un sistema educativo sería que además de estudiar, pudiéramos aprender”. W. Harman.

Año Nuevo

Ideas para aplicar desde el 1 de enero. Quizá luego sea demasiado tarde. Son recetas personales, pero efectivas a escala planetaria.

Hemos llegado hasta finales de 2005. Miremos a nuestro alrededor. ¿Qué vemos? Un mundo más moderno, pero lleno de desigualdades y donde millones mueren de hambre. En Europa poseemos casas más grandes, pero familias más pequeñas. Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero reducido nuestros valores. Disponemos de más recursos, pero menos tiempo. Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hace años que llegamos la Luna y regresamos, pero apenas conocemos a nuestros vecinos del barrio. Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior. Apenas sabemos quiénes somos. Éstos son tiempos de más libertad, pero menos alegría. Llegan dos sueldos en casa, pero suben los divorcios. Las casas son más bonitas, pero abundan los hogares rotos.

Cada instante, cada minuto y cada hora son irrepetibles. No guardemos nada para una “ocasión especial”, porque cada día que vivimos es una jornada única. Pasemos más tiempo con la familia y los amigos. Admiremos lo bello que nos rodea, sin fijarnos en las hierbas malas del jardín de la vida. Apartemos de nuestro vocabulario esas frases que retrasan o impiden el disfrute de la existencia: “Uno de estos días, algún día,…”. Ahora mismo, repitamos a nuestros seres queridos, familiares y amistades, cuánto les apreciamos y les necesitamos.

Abramos lo ojos. Somos los elegidos. Disponemos de una ocasión inmejorable. Basta con hacer el bien, y todo podría funcionar de maravilla. Tratemos a los demás, como nos gustaría ser tratados. Sigamos a dirigentes que nos guíen por caminos de paz y con patrones de amor, no de odio. Todos tenemos derecho a soñar. Sería tan fácil...

Versión final en: http:///2005/nuevo.htm

Indiferencia o diferencia

El escondrijo del espíritu dormido se llama indiferencia. Seamos diferentes; nunca indiferentes.

El reciente anuncio de una ONG, Ayuda en Acción, apela a la solidaridad con un impactante mensaje: “Después de muchos años buscando la causa más importante del sufrimiento infantil en el planeta, la hemos descubierto: Se llama INDIFERENCIA”. Parece oportuno el llamamiento para el “primer mundo”, respecto al “tercer mundo” (los pobres lejanos), o el “cuarto mundo” (los pobres de nuestras calles). Parece que las causas mismas que producen la prosperidad, provocan la indiferencia.

Constantemente envidiamos a quienes más poseen, pero apenas prestamos atención a los que nada tienen, aunque estén ante nuestros ojos. Vamos en pos de lo remoto deseado, indiferentes a quienes no vemos, aunque nos rodeen y necesiten. La indiferencia, hermana gemela de la crueldad, cubre la avaricia del alma y nos ciega. Porque peor aún que odiar al prójimo, es ignorarle y desinteresarnos.

La indiferencia es el gran problema ético del siglo XXI. Sorprende la ausencia de un clamor, especialmente desde la intelectualidad ilustrada y desde la clase política, que nos prevenga de la mayor injusticia contemporánea,… la indiferencia. Prevalece una ideología de puro pragmatismo egocéntrico. Abunda el pensamiento débil, la falta de compromiso, las convicciones cómodas, la ética acomodaticia, el relativismo moral,… mezcolanza que construye la peor de las indiferencias. Incluso el aburrimiento creciente es la suprema expresión de la indiferencia imperante.

Ni los astros del firmamento debieran ser indiferentes. Hasta el perro privado de amo y querencia, prefiere el puntapié a la indiferencia. El dramaturgo Terencio lo expresó hace más de 21 siglos: “Nada humano me es indiferente”. Seamos diferentes: Apasionémonos con la vida, con la nuestra y con la de los demás. Vale la pena. ¿Cómo podemos consentir que sigan muriendo 18.000 niños de hambre cada día? Hagamos algo. Por ejemplo, apadrinemos un niño en www.ayudaenaccion.org.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/diferencia.htm

Televisión en declive

La mayor parte del ancho de banda del cable se desperdicia en cosas inútiles; por ejemplo, en programas de televisión.
Andrew S. Tanenbaunm
Abajo, un ejemplo de telebasura reemitida por Internet... aunque sea para denostarla.

Espíritu navideño

El cambio de año es un momento oportuno para reflexionar sobre la vida, sobre su principio y su final, y sobre qué hacer ahora.

Una parábola, de autor desconocido, narra los sueños de tres arbolitos en la cumbre de una montaña. El primero esperaba convertirse en un cofre de tesoros; el segundo confiaba en transformarse en un gran navío; el tercero anhelaba para ser admirado como el árbol más grandioso de todos los tiempos. Pero pocos años después, aún sin crecer demasiado, sus esperanzas se trucaron. Fueron talados y vendidos. El primero acabó en un establo como cajón de paja; el segundo fue convertido en una barquichuela de pesca; el tercero sólo sirvió para hacer dos tablones olvidados. Aquellas humildes maderas lamentaron su anónimo destino.

Un frío día de invierno aquel tosco pesebre sirvió de cuna para un niño visitado por reyes y ángeles. Años más tarde, aquella frágil embarcación parecía hundirse bajo una gran tormenta. Uno de los pescadores ordenó remansarse a las olas y se presenció el milagro de la calma en medio de la tempestad. Un viernes, poco tiempo después, aquellos pobres maderos –clavados como vil medio de tortura-, se convirtieron en cruz, el símbolo más universal de la humanidad. Esta historia, protagonizada por Jesucristo, sucedió en el portal de Belén, en el lago de Genesaret y en Jerusalén. Ocurrió hace dos siglos, pero sigue siendo un referente para creyentes e incrédulos.

En navidad solemos analizar hacia dónde va nuestra vida. Comprendemos que nacimos y que moriremos, que ha pasado vertiginosamente un año más. Nos preguntamos qué fue de nuestros planes de infancia y juventud. Seguramente muchos empeños han quedado arrinconados, enterrados por los acontecimientos que nos desbordan. En medio de nuestra existencia, sentimos el ajetreo que nos zarandea como a la barca de Pedro. Necesitamos un reposo navideño para descubrir la trascendencia de nuestro destino, que nos parece tan anodino en ocasiones.

El nuevo año es una oportunidad inmejorable. Los tres árboles alcanzaron lo que pidieron, sólo que no en la forma en que lo imaginaron. Nosotros también podemos obtener lo que ansiamos, aunque quizá sea de modo diferente al que lo suponemos. La vida tiene sentido: Su significado profundo está bien descrito por el “espíritu navideño”. Paz, amor, buena voluntad entre las gentes y entre los pueblos. No es una utopía, es posible,… sólo hay que creérselo y aplicarlo. ¿Por qué no lo intentamos todos en 2006?

Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/remanso.htm

Por una Navidad sin muros entre los pueblos

Cuántos se necesitan para cambiar (en 2006)

A la pregunta de ¿cuántas personas hacen falta para cambiar una bombilla?, el chiste original respondía “Diez: Uno para sostenerla y nueve para dar vueltas a la escalera”.

Las innumerables variantes del inagotable chiste se logran alterando quiénes intervienen y cómo lo intentan, lo que determina un número incierto de participantes. Por ejemplo, no hará falta nadie si quienes están a oscuras creen que así es mejor. Y serán insuficientes todos los seres humanos, si es sistema de reemplazo consiste en girar la casa o el planeta entero mientras uno sujeta firmemente la bombilla. También hará falta mucho tiempo si, aunque sólo estén dos, roscan en sentido contrario o se quitan la escalera intentando cada uno el protagonismo de la hazaña. Tampoco ayudan los que aconsejan cómo debería hacerse, pero no lo intentan en colaboración con otros.

Otras alternativas demuestran la versatilidad de la broma. Los programadores no lo resuelven porque se excusan diciendo que es un problema de hardware. Los sindicalistas organizan un comité teórico sobre el riesgo de cambiar bombillas y concluyen que no es su trabajo. Los conservadores no quieren cambiar nada, aunque ya no funcione. Tampoco los economistas lo intentan, aduciendo que si se necesitara cambiar la bombilla, el mercado ya se habría encargado de ello. Los periodistas no hacen otra cosa que formar un corro esperando grabar y entrevistar al valiente que lo intente. Bastaría un psicólogo, pero sólo si… la bombilla realmente quiere cambiarse a sí misma.

Si para el nuevo año 2006 nos planteamos otros objetivos más ambiciosos, podemos analizar con la misma lógica porqué a menudo dificultamos su resolución. ¿Cuánta gente se necesita para lograr la paz o erradicar el hambre? Para cambiar el mundo, se necesita mucha gente. Pero uno solo, tú mismo que lees estas palabras, puedes mejorar un poco pero significativamente el universo que te rodea. Dale vueltas sobre cómo puedes lograrlo.
Cuántos se necesitan para cambiar (en 2006)

Quizá una reflexión final nos ayude a todos: ¿Quién puede conseguir la felicidad universal? ¿Los Reyes Magos, Papá Noel, el Olentzero, los sicólogos infalibles, los periodistas comprometidos, los economistas prospectivos, los políticos perfectos o la gente corriente? Única solución acertada: ¡La gente normal; los demás son fantasías! Resolvamos, ya, sin esperar más, esas bombillas que llevan tiempo fundidas y que hemos comentado cientos de veces que habría que sustituir. ¡Cambiémoslas, directamente, entre quienes estemos dispuestos, sin contar con quienes nunca harán nada!

Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2005/bombilla.htm

Para caballeros normales

“Perdónenme si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien”, subrayó Groucho Marx.

Carmen y yo hemos establecido un reparto de funciones casi perfecto, después de 28 años de matrimonio. Exceptuando contados servicios de electricista, conductor, transportista y porteador, ella se ocupa de todo lo necesario para llevar adelante nuestro hogar y a nuestros hijos, ante los cuales también represento el rol de sermoneador oficial cuando la ocasión lo ha requerido, afortunadamente más en tiempos pretéritos. Así pues, mi esposa es quien cumplimenta millares de acciones útiles, mientras yo me dedico a temas inútiles, tales como perder al ajedrez o escribir estas cotidianas crónicas.

Existen zonas enteras de la casa que me son enteramente desconocidas, y es mejor ejemplo es la cocina. Aunque sea un glotón impenitente, mis únicas competencias culinarias se reducen a calentar leche con el microondas y abrir latas en caso de emergencia. Pero estoy aprendiendo, y una reciente área de nuevo conocimiento es la compra, tarea en la que mi cometido anterior se ceñía a empujar el carro y procurar no perderme en el supermercado. Hoy mismo hemos acudido a un comercio especializado en perfumería. Carmen, mientras completaba su extensa compra para toda la familia, me ha encomendado adquirir mi propio champú, indicándome la zona oportuna.

Me he dirigido a la estancia y súbitamente me he enfrentado a toda una pared repleta de envases con todo tipo de tamaños, formas, colores y precios. Es sorprendente comprobar que existen más estanterías con champú en una sola tienda, que anaqueles de libros en la biblioteca municipal. Con la vacilación del profano me he aproximado a una repisa y me he tranquilizado al leer el primer rótulo: “Para caballeros normales”. Sin dudarlo un instante he elegido el producto, a pesar de su receptáculo extravagante de color verde refulgente.

Cuando orgullosamente me alejaba en busca de Carmen con mi compra zanjada, me ha picado la curiosidad por ver otras alternativas de cosmética masculina. He desechado otras dos opciones igualmente coloristas para “caballeros secos” o “caballeros grasos”, aunque quizá por mi peso me ajuste más al último grupo. Carmen me ha sugerido usar las gafas de presbicia y ha esclarecido que donde yo leía “caballeros” decía “cabellos”, aunque aceptaba el champú.

Si bien Confucio recordaba que “un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos”, y sabiendo que consiste en obrar como caballero, el serlo, a la vuelta a casa, sólo me quedaba como excusa disertar sobre caballeros-normales. Le he recitado a Carmen mi preferida cita de Fray Antonio de Guevara, en versión actualizada: “Lo que al educado [caballero] le hace ser educado [caballero] es ser medido en el hablar, largo en dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el trabajar [pelear]”. He cumplido con otra máxima de Gertrude Stein: “Lo normal es mucho más sobriamente complicado e interesante”.

Carmen no me ha prestado mucha atención y ha concluido que no estoy preparado para comprar nada. He preferido no mentar que nos hallamos en el año del “caballero de la triste figura”. Definitivamente, en pleno siglo XXI, cuando ya somos obsoletos quienes nacimos el año (1953) en que se estrenó ”Los caballeros las prefieren rubias” con Marilyn Monroe, la denominación de caballeros queda reservada exclusivamente para diferenciar ciertas estancias donde todavía el género determina la postura.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/caballero.htm

Cambiando miradas

El arte de educar se relaciona con la capacidad de, intercambiando miradas, aprender a cambiar las miradas ajenas y la propia.

Preguntaron al filósofo John Dewey dos cuestiones claves sobre la pedagogía perfecta: ¿Cuándo y qué hay que enseñarles a los niños? El filósofo condensó las respuestas de modo magistral: “Si quiere saber cuándo hay que enseñar a un niño, mírele a la cara. Y si quiere saber qué hay que enseñar, mire a la vida”. Ya el proverbio latino advertía: “No aprendemos para la escuela, sino para la vida” (“Non scholae, sed vitae discimus”).

Dos cosas definen a una persona: su mirada y su corazón. La naturaleza irguió la frente del ser humano y le mandó contemplar el cielo, alzando la mirada hacia las estrellas. Pero sin olvidar que quien consigue apreciar las cosas pequeñas tiene limpia la mirada. La perspectiva personal determina la circunstancia que rodea a cada individuo y le hace singular, incluso entre sus semejantes. Ortega y Gasset, el maestro del “yo y mi circunstancia” estableció que “la realidad no puede ser mirada sino desde el punto de vista que cada cual ocupa, fatalmente, en el universo”.

El aprendizaje es algo que se puede lograr solo o con ayuda de los demás, pero el segundo método es el más acelerado y eficaz, especialmente en la infancia. “Aprender a mirar” y “mirar para aprender” son dos competencias básicas que nos permiten crecer a los seres humanos. Dumas sugirió que “Dios quiso que la mirada humana fuera la única cosa que no se puede disfrazar”. Lo cierto es que se descubre en la mirada la cualidad humana. Dicen que en las palabras se refleja el talento, pero en las miradas, el alma.

Aprender a mirar cordialmente a nuestros semejantes, particularmente a los más necesitados y en los momentos más críticos, nos reporta paz y serenidad a todos. Un proverbio árabe asegura que “quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación”. Educar consiste en dotar a la mirada de los más pequeños con más sabiduría y con más cultura, pero la inteligencia y la humanidad ya reside en su mirada. Su ternura son ojos que se convierten en mirada. Los niños adivinan qué personas les aman. Es un don que con el tiempo se pierde.
My shoes / Mis zapatos (un vídeo ilustrativo)
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo