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Acuerdo educativo vasco: Debate con parlamentarios

De acuerdo con la convocatoria de Kristau Eskola en pro de un acuerdo educativo vasco, hemos podido acercarnos sólo una hora a la Mesa final, de los portavoces parlamentarios de la Comisión de Educación en el Parlamento Vasco: Arantza Aurrekoetxea (Euzko Abertzaleak-Nacionalistas Vascos), Vicente Reyes (Socialistas Vascos-Euskal Sozialistak), Iñaki Oyarzábal (Popular Vasco-Euskal Talde Popularra), Mikel Basabe (Aralar), Juanjo Agirrezabala (Eusko Alkartasuna), Mikel Arana (Ezker Anitza-IU) y Gorka Maneiro (UPyD).

Entre periodistas parlamentarios se suele decir, y lo sabemos de buena fuente, que no seas tan profuso y difuso como los portavoces educativos. Y esto ha parecido corroborarse hoy. Se les ha pedido una ronda de tres minutos, y sólo los cinco primeros que han intervenido han necesitado el triple para decir lo que hemos recogido en el vídeo superior (en euskera y castellano).

Hace tres años, otra Mesa redonda sobre la Educación Vasca convocada por Partaide (la segunda gran patronal de la enseñanza concertada vasca), tuvo lugar muy cerca con los mismos o parecidos portavoces. Los de EAJ-PNV, PSE-EE y PP eran exactamente los mismos. Incluso en el PP, el mismo Juan Carlos Castaño hubo de sustituir al inicialmente programado Iñaki Oyarzábal. Puede verse el vídeo de aquella anterior ocasión, donde los partidos intervinieron de menor a mayor representación.

Han pasado demasiados años desde el "Pacto Escolar" de 1992, y la educación vasca sigue sin una Ley que la regule en su totalidad (sólo queda la Ley de Escuela Pública Vasca de 19 de febrero de 1993). Parece que sólo Kristau Eskola y Partaide, en los últimos años han animado a un debate macro-educativo que no parece recibir el interés de los principales partidos políticos. Las razones pueden ser múltiples, pero probablemente una de los principales obstáculos sea la incapacidad de llegar a unos mínimos acuerdos (incluso en una materia tan estratégica).
Acuerdo educativo vasco: Debate con parlamentarios
Ante lo que parecía, y es una humilde opinión, cubrir el expediente y pasar página, hemos grabado los primeros 40' y seguido con nuestras cotidianas obligaciones que nos reclamaban en otro lugar. En la única foto, anexada sobre estas líneas, aparece el último de los portavoces a quien no hemos podido grabar.

[Actualización: Conclusiones de esta Mesa por partido en la web oficial del Simposio.]

La religión en la escuela

Mikel Agirregabiria / Pedro Pablo Arrinda [1]

La enseñanza de la Religión ha cambiado de estatuto y de orientación con la nueva Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE). Este artículo, basado en los datos recopilados por el profesor Rafael Artacho, analiza esos cambios y propone un camino para configurar una enseñanza de la Religión dentro del Sistema Educativo Vasco. La Religión en la escuela ha sido una de esas asignaturas pendientes, irresuelta después de 25 años de transición política en el Estado español. Durante los años del régimen del General Franco la enseñanza de la Religión Católica en la escuela fue una asignatura obligatoria para todos. El Estado era confesional y la escuela era confesional. La Constitución de 1978 consagró la libertad religiosa como un derecho fundamental, así como el derecho de los padres a elegir libremente la educación religiosa y moral de los hijos; un derecho del cual la Constitución hace garantes a los poderes públicos (Art. 27,3).

En este contexto tuvo lugar el 3 de enero de 1979 la firma de los Acuerdos sobre enseñanza y asuntos culturales entre el Estado español y la Santa Sede, introduciendo en la legislación tres novedades fundamentales: Primera, que esta enseñanza sería obligatoria en todos los Centros escolares, aunque de voluntaria elección por parte del alumnado (o de sus familias), sin que ello supusiera discriminación académica, ni para los que elegían seguir la asignatura ni para los que la dejaban. La segunda novedad era el profesorado no sería obligado a impartir la asignatura de religión. Y la tercera, la que se reconocía a la jerarquía episcopal el derecho de seleccionar y conceder o denegar la missio canonica para nombrar profesores de Religión, a fin de cubrir las plazas docentes de Religión Católica. Estas tres novedades de los Acuerdos dieron lugar a dos efectos prácticos, asentados durante años en la indefinición. El primer efecto fue la creación de una asignatura alternativa a la Religión Católica. Y el segundo, la creación de una plantilla de profesores de Religión en la escuela, nombrados directamente por el Ordinario de las diócesis. En principio, éstos tuvieron carácter de voluntarios, reclutados sobre todo entre catequistas parroquiales, independientes de cualquier titulación académica. Poco a poco, este grupo de “voluntarios suplentes” fue dando paso a un cuerpo de profesorado con un estatuto contractual y retributivo extraño y ajeno en lo previsto en las leyes de Función Pública.

Con la llegada de la LOGSE, ni el tema del currículo de Religión, ni el tema del profesorado lograron una solución adecuada. Fueron tres las objeciones que, repetidamente, se formularon contra la enseñanza de la Religión en la escuela y contra su estatuto como asignatura curricular. La primera impugnación aducía que se trataba básicamente de una situación de privilegio que los Acuerdos Santa Sede-Estado otorgaban a un grupo religioso determinado, en un Estado constitucionalmente no confesional. La segunda discrepancia radicaba en que para mantener este privilegio propio de algunos alumnos (los católicos), se obligaba a todos a mantener una asignatura adicional en el currículo (Religión o su Alternativa). El tercer reparo señalaba que la Religión es fundamentalmente una vivencia que no puede reducir su estatuto a lo exclusivamente académico.

Todo este cúmulo de hechos e interpretaciones hizo que la cuestión de la Religión en la escuela se presentara a la opinión pública como un asunto pendiente solamente entre la Iglesia y el Estado y no como una cuestión irresuelta de resolver dentro del propio sistema educativo. Este es el contexto en el que hay que situar la nueva regulación de la enseñanza de la Religión en la escuela, que realiza la LOCE, en su disposición Adicional Segunda, y que configura un nuevo modelo de enseñanza de la Religión. Se crea un área denominada Sociedad, Cultura y Religión, obligatoria para todo el alumnado, pero con dos modalidades: Enseñanza Religiosa Confesional o Enseñanza No Confesional de la Religión. En el primer caso (Enseñanza Confesional), el alumnado sigue cursos de Religión y Moral de cualquiera de las Confesiones religiosas, frente a quienes eligen la Enseñanza No Confesional, con un programa que les llevará al conocimiento tanto de los sustratos religiosos de la cultura actual de Occidente, como de las religiones que sustentaron las grandes culturas de la Humanidad.

¿Cuáles son las diferencias que la nueva situación presenta respecto de la LOGSE? En primer lugar, está en la estructura del área. La LOCE establece un área curricular de Sociedad, Cultura y Religión, universal y obligatoria para todos, creyentes y no creyentes. Confesional o No Confesional son pura y simplemente diferentes modalidades de un único currículo. En la LOGSE mientras unos alumnos seguían el currículo de Religión, otros realizaban alguna actividad alternativa. Otra diferencia estructural es que el seguimiento del currículo de Sociedad, Cultura y Religión en cualquiera de sus formas, queda reflejado con esta denominación en el expediente académico del alumno y consignados los resultados de su evaluación.

La innovación de la estructura curricular en la enseñanza de la Religión es consecuencia de una innovación de mucho mayor alcance: la configuración jurídica. En la LOGSE -también en la Disposición Adicional Segunda- la enseñanza de la Religión en la escuela se sustentaba, como base jurídica, en la referencia a los Acuerdos sobre enseñanza y asuntos culturales firmados entre el Estado español y la Santa Sede. Naturalmente, estos Acuerdos sólo eran válidos para la enseñanza de la Religión católica por lo que el texto de la LOGSE se hacía extensible a otros posibles Acuerdos que se pudieran establecer entre el Estado español y otras confesiones religiosas que vinieron después. La LOCE, por su parte supone una configuración jurídica de la enseñanza de la Religión: La existencia de un Área de Religión se establece en cumplimiento del precepto constitucional que obliga a los poderes públicos a garantizar la libre educación religiosa y moral de los ciudadanos. La base jurídica no está, pues, en los Acuerdos sino en la propia Constitución.

Pero hay dos puntos débiles en la ordenación legal de la enseñanza de la Religión diseñado en la LOCE. Se trata, en concreto, de la Evaluación de la asignatura, y del profesorado responsable de impartir los programas de Religión Confesional como No Confesional. Los Decretos sobre el currículo de la LOGSE convirtieron la Religión en una asignatura no evaluable. Se argüía que una vivencia no debía ser objeto de evaluación académica. Quien así argumentaba entonces, desconocía que la naturaleza de la enseñanza escolar de la religión, se diferenciaba -al menos oficial y teóricamente- de la catequesis desde 1979. Para evitar la discriminación académica se estableció que la nota de religión no concurriese a la hora de establecer la nota media a efectos supra-curriculares.

Creemos que suprimir la evaluación es desnaturalizar el carácter de disciplina escolar de un área de conocimiento. La valoración con notas ofrece una función reguladora y orientadora en la propuesta y en el logro del aprendizaje. Eliminar la evaluación equivaldría a hacer inoperantes las metas del aprendizaje. Cualquier menoscabo de la evaluación de la nueva área de Sociedad, Cultura y Religión llevaría irremediablemente a convertirla en una asignatura ‘maría’, reducto de mojigaterías bienintencionadas más propias de beaterio que de la institución escolar. Por ello, nuestra opinión es que esta área curricular debe ser evaluable, con informe a las familias como en cualquier otra asignatura, pero no computable a efectos extraacadémicos de expediente escolar, tales como la obtención de Becas o de Selectividad (o Prueba General de Bachillerato), como en la etapa LOGSE, dado que las diferentes opciones no confesional o confesionales en sus distintas religiones ofrecen variantes que no pueden asegurar un criterio equitativo, más aún por la procedencia múltiple de su respectivo profesorado.

Éste es el segundo problema que afecta al área de Sociedad, Cultura y Religión en la escuela: la cuestión del profesorado. El profesorado actual que imparte Religión Confesional se rige ante todo por los Acuerdos establecidos entre el Estado español y las diferentes Confesiones religiosas. Pero la situación legal es distinta según se trate de los profesores de la Religión Católica, o de los profesores de Religiones pertenecientes a las Confesiones judía, islámica o evangélica, que son las que en este momento tienen un concierto con el Estado. Los profesores de Religión católica son propuestos cada año por la jerarquía católica y establecen una relación contractual con las administraciones educativas. En general, en estos Acuerdos la enseñanza de la Religión en la escuela no se considera como parte del currículo, y en consecuencia no existen ni requisitos, ni derechos en el régimen de este profesorado. Es evidente, a la vista de los datos que la normalización de la situación del profesorado de Religión Confesional constituye un requisito indispensable para la normalización real y efectiva de la asignatura.

Parece legítimo, por una parte, que los responsables de las diferentes confesiones religiosas mantengan competencias en la gestión del currículo y el nombramiento, valoración y seguimiento de los profesores que imparten la enseñanza de su confesión religiosa. Pero, desde la nueva situación de la enseñanza de la Religión y desde los fines de la escuela es igualmente exigible que se trata de una responsabilidad compartida con el Estado, o mejor con los Gobiernos autonómicos que ya disponen de plenas competencias educativas, en una situación de trasferencias escolares muy diferente de la que regía en 1979. Por tanto, la Administración Educativa no puede inhibirse de su responsabilidad en un especie de subcontrata acordada con las jerarquías religiosas. Una de las fórmulas para compartir esta responsabilidad entre el Estado y las Confesiones Religiosas podría ser el modelo vigente en Italia. Allí los profesores de Religión deben de acreditar su preparación en materia de Religión y Moral y su Didáctica específica, ante las autoridades religiosas; y deben de probar su competencia pedagógica escolar ante las autoridades educativas. Sólo en el caso de demostrar su competencia ante las dos instancias una candidatura puede tener acceso a la función pública como profesorado de Religión. Así mismo, la Administración Educativa debe asegurar por su parte que este profesorado debidamente homologado disponga de unas condiciones laborales y salariales similares a las del resto de los componentes de los claustros docentes.

En cuanto al profesorado de Religión No Confesional, encomendar, sin más esta asignatura, al profesorado de Ciencias Sociales o Filosofía sin haber recibido una preparación específica sería un acto de irresponsabilidad. Por tanto, consideramos conveniente que se estableciesen unos mínimos de competencia profesional para que los profesores de estas áreas se responsabilicen de la Religión No Confesional. Para ello se articularían cursos de habilitación específica para el profesorado en ejercicio, y un área propia en la formación inicial impartida en las Facultades Universitarias o en los Centros de Formación del Profesorado, definiendo los estudios conducentes a la obtención de un “Certificado en Ciencias de la Religión No Confesional”.
A modo de síntesis final, concluiríamos que la presencia de la religión en la escuela es un caso paradigmático de problemática educativa, que sobre la base de una realidad asentada en décadas anteriores obliga a un esfuerzo de innovación para prestar un óptimo servicio a la sociedad y a las familias de cada etapa histórica. Son condicionantes de peso la presencia curricular en formato de una asignatura confesional optativa y un núcleo significativo de profesorado especializado en condición precaria e inestable. En un sistema educativo que se re-escribiese desde cero, quizá fuera preferible una única área curricular troncal, común, no confesional, obligatoria, evaluable y computable que persiguiese objetivos cognitivos, actitudinales y afectivos de educación en valores éticos, impartida por especialistas en “Sociedad, Cultura y Religiones”, que se complementarse por voluntarias catequesis externas o incluso internas, pero optativas y en horario extraescolar, aunque fuesen programadas regularmente por centros escolares con ideario religioso.

Por último, la enseñanza de la(s) Religión(es) posee entre otras, una función de integración social, sobre todo en una sociedad multi-religiosa. Para ello serían necesarios unos pactos básicos de las Confesiones entre sí y con la Administración Educativa, orientados a la aceptación de principios comunes que garanticen la contribución de estas enseñanzas a la función integradora de la sociedad intercultural. El primer acuerdo iría orientado a garantizar dos objetivos: Primero, que todos los alumnos tengan la posibilidad de adquirir unos conocimientos mínimos de las religiones diferentes a la opción confesional cuyo currículo está siguiendo. Y, segundo, garantizar el ejercicio del diálogo y el intercambio entre alumnos de diferentes confesiones, y su participación en proyectos sociales comunes. Ello supondría, evidentemente, una renuncia expresa a cualquier planteamiento proselitista o apologético, aunque no excluye, naturalmente, la adecuada justificación racional de las propias opciones de fe. Cada Religión debe ser plenamente consciente de que la escuela es un espacio público compartido con el resto de las confesiones religiosas y con opciones agnósticas, donde se forma conjuntamente una comunidad escolar con creyentes de distintos credos y con quienes no profesan ninguna Religión.

Miembros de la Asociación de Profesorado http://www.irakasten.org/
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Eskola eta erlijioa

Mikel Agirregabiria / Pedro Pablo Arrinda
Erlijioaren irakaskuntzak bestelako estatutu eta helburuak ditu orain, LOCE Hezkuntza Kalitatearen Lege Organiko berria dela medio. Artikulu honetan, Rafael Artatxo irakasleak bildutako datuetan oinarriturik, aldaketa horiek aztertu ditugu eta Euskal Hezkuntza Sisteman erlijioaren irakaskuntza berritzeko bidea proposatzen dugu. Espainiako Estatuan, 25 urteko trantsizio politikoaren ondoren, erlijioaren irakasgaia konpondu gabeko kontu bat da. Francoren agintaldian, erlijio katolikoa guztiei nahi eta nahi ez erakutsi beharreko irakasgai bat izan zen. 1978ko Konstituzioak, aldiz, erlijio askatasuna funtsezko eskubidetzat jo zuen eta gurasoei seme-alaben heziketa erlijioso eta morala aukeratzeko askatasuna eman zien; Konstituzioak dio, gainera, eskubide horiek botere publikoek babestu behar dituztela (27.3 artikulua). Egoera hori zela, 1979ko urtarrilaren 3an, Estatuak eta Vatikanoak irakaskuntzari buruzko akordioak egin zituzten. Eta hiru kontu berri ekarri zituzten: 1.) Ikastetxe guztietan irakasgaia derrigorrezkoa izatea erabaki zuten, baina hautazkoa izan behar zuen ikasleentzat (edo haien familientzat), eta eskolan inor ez zen baztertu behar irakasgaiari heltzea edo muzin egitea erabakitzeagatik. 2.) Irakasleek ez zuten zertan erlijioa irakatsi. 3.) Eskolan erlijioa irakatsi beharreko irakasleak aukeratzeko eskubidea Elizari aitortu zitzaion. Akordio horiek, beraz, Erlijio katolikoaren ordezko irakasgai bat ekarri zuten, batetik, eta Elizak zuzenean aukeratutako irakasle sail bat, bestetik. Irakasleok, ustez, boluntarioak ziren, zeukaten titulazioa zeukatela katekisten artetik aukeratutakoak. Gerora, «boluntario» sail horretatik, kontratu berezia zuen irakasle talde bat sortu zen, Funtzio Publikoaren legeek ziotenaz bestera.

LOGSE legea etorri zen gero, baina ez zuen konpondu, ez modu itxurosoan behintzat, ez irakasleen kontua, ez erlijioa ikasketa planetan sartzekoa. Ikasketa planetan ez sartzeko, hiru argudio erabili ziren erlijioaren kontra: batetik, pribilegiozko egoera bat sortuko zen, Vatikanoaren eta Estatuaren arteko akordioek beste talde erlijiosoei aitortzen ez zietena aitortuko ziotelako talde jakin bati, Estatua ez baitzen konfesionala; bestetik, zenbait ikaslek (katolikoek) pribilegio hori izateko, gainerako ikasleak irakasgai bat gehiago izatera behartuko zituzten, Erlijioa edo haren ordezkoa izatera alegia, eta, azkenik, erlijioa ezin bide zen eskolako irakasgai hutsera ekarri, funtsean hori baino gehiago zelakoan. Hala, bada, LOCE legeak, bigarren xedapen gehigarrian, Gizartea, Kultura eta Erlijioa irakasgaia sortu du ikasle guztientzat, nahitaezkoa. Bi aukera daude, hala ere, horren barruan: irakaskuntza erlijioso konfesionala eta konfesionalaz besteko irakaskuntza erlijiosoa. Lehenengoan, sineste guztien erlijio eta moral ikastaroak ematen dituzte; bigarrenean, munduko kultura handien oinarri erlijiosoari buruzko programa bat lantzen dute.

Zer alde dago, beraz, oraingo legearean (LOCE) eta LOGSEren artean? Bateko, irakasgaiaren egitura bestelakoa da. LOCEk Gizartea, Kultura eta Erlijioa esparrua sortu du ikasketa planetan, eta sinestunak izan, sinesgabeak izan, guztientzat da nahitaezkoa irakasgaia. Konfesionala izan, konfesionalaz bestekoa izan, biak ikasketa plan beraren bi aukera dira. LOGSErekin, ikasle batzuek Erlijioa ikasten zuten; gainerakoek, aldiz, haren ordezko zerbait lantzen zuten. Besteko, Gizartea, Kultura eta Erlijioa irakasgaian ateratako notak ikaslearen eskola dosierrean ageri dira orain, izen horrekin. LOGSErekin, arestian aipatutako akordioei esker lantzen zen erlijioa; akordio horiek, ordea, erlijio katolikoari buruzkoak ziren bakarrik, baina LOGSEk beste erlijioak irakasteko ere baliatu zituen. LOCEren arabera, aldiz, erlijioarentzako tartea nahitaezkoa da, Konstituzioak hala aginduta; hala, herritarrek nahi duten heziketa erlijioso eta morala izateko modua egitera behartzen ditu Konstituzioak botere publikoak. Oinarri juridikoa, beraz, ez dago akordioetan, Konstituzioan bertan baizik.

Gure ustez, LOCEren arau sailak bi ahulgune ditu: irakasgaiaren ebaluazioa eta eskolak eman behar dituzten irakasleak, hain zuzen ere.

LOGSErekin, Erlijioa irakasgaitik kendu egin zituzten azterketak, 1979tik erlijioaren eskolako irakaskuntza mota eta kristau ikasbidea teorian, behintzat bat ez zirela jakin gabe. Azterketak kentzean, gure ustez, jakintza arlo horren irakasgai izaera ezabatu zuten, nolabait. Notak banatzeak irakaskuntzan jarraibideak eta arauak ezartzen laguntzen du. Horregatik, guk uste dugu irakasgai honen bi aukeretan azterketak egin behar direla eta gurasoei txostena bidali behar zaiela, gainerako irakasgaietan egin ohi den moduan. Baina, gure ustez, ez litzateke kontuan hartu behar eskola dosierrean sartzeko, bekak lortzeko eta Selektibitatearen ordezko Batxilergoko Proba Orokorra egiteko; izan ere, aukera konfesionala eta konfesionalaz bestekoa izanik eta konfesionalaren barruan hainbat erlijio izanik, ez da ziurtatzen irizpide zuzena erabiliko denik.
Horixe da Gizartea, Kultura eta Erlijioa irakasgaiak duen bigarren arazoa, irakasleena. Gaur egun horiek Espainiako Estatuaren eta erlijioen arteko akordioek diotenari jarraitzen diete, batez ere. Haien egoera juridikoa ez da bat; erlijio bakoitzaren baitan dago. Hala, ez da bera erlijio katolikoko irakasleen egoera eta judaismokoena, islamekoena eta ebanjelismokoena. Erlijio katolikoko irakasleak Eliza katolikoak proposatzen ditu urtero, eta haiek kontratu bidezko lotura izaten dute hezkuntza arloko administrazioarekin. Ondo iruditzen zaigu erlijioetako arduradunek ikasketa planean eskua sartzeko aukera izatea eta beren erlijioa irakatsi behar dutenak hautatzean eta haiei azterketak egitean zer esana izatea. Baina, eskolaren helburuak kontuan hartuta, aldi berean, exijitu egin beharra dago Estatuaren edo, zehatzago, hezkuntza alorreko eskumenak dituzten erkidego autonomoetako gobernuen ardura ere badela; ez alferrik, 1979koaren aldean, eskumen aldetik oso bestelakoa da hezkuntza arloko egoera. Beraz, Hezkuntza Administrazioak ezin dio muzin egin duen ardurari erlijio bakoitzeko buruekin azpikontratu modukoak eginez. Italian indarrean duten ereduari erreparatu eta hona ekartzea litzateke ardura hori partekatzeko modua: han, Erlijioa eta Morala irakasgaia emateko jantzita daudela erakutsi behar diete Erlijio irakasleek buru erlijiosoei; baina, aldi berean, eskolak emateko gai direla frogatu behar diete hezkuntza arloko buruei. Bi horiek frogatzen badituzte lor dezakete bakarrik irakasle postua. Era berean, Hezkuntza Administrazioak ziurtatu behar du irakasleok, behar bezala homologaturik, gainerako irakasleen pareko soldatak eta lan baldintzak dituztela.

Konfesionalaz besteko irakaskuntza erlijiosoko irakasleei dagokienez, arduragabekeria galanta da gaia erakusteko lana Gizarte Zientzietako eta Filosofiako irakasleen esku uztea prestakuntza berezia jaso ez badute. Hala, gure ustez, beharrezkoa da dagoeneko eskolak ematen dituzten eta irakasgaia eman nahi duten irakasleentzat propio ikastaro bereziak antolatzea, eta uste dugu, batetik, atal berezi bat sortu beharko litzatekeela irakasle eskoletan eta fakultateetan, ikasketak hasi bezain pronto irakasgaia lantzeko, eta, bestetik, konfesionalaz besteko irakaskuntza erlijiosoko nolabaiteko irakasle agiria ateratzeko aukera eman beharko litzatekeela, horretarako zen ikasi behar den zehaztuz.

Hezkuntza arloan arazo asko daude eta Erlijioaren kontua horren adibide argia da. Urteetan irakatsi izan da erlijioa, baina berritzeko ahaleginak egin beharra dago, unean uneko gizarteari, ikasleei eta gurasoei zerbitzu onena emango badie. Bi oztopo ditu, baina: bata, ikasketa planetan irakasgai konfesional bat izatea eta hori hautazkoa izatea; bestea, irakasle taldea nabarmena eta oso espezializatua izatea eta lan egoera kaskarrean egotea. Beharbada, hobe izango litzateke ikasle guztientzat irakasgai bakarra jartzea eta hura konfesionala ez izatea, nahitaezkoa izatea, azterketak egitea eta eskola dosierrean kontuan hartzea, baina ikasitakoa balio etikoetan oinarritua egotea, eskolak Gizarteak, Kulturak eta Erlijioak sailean jantzitako irakasleek ematea eta, hala nahi dutenentzat, eskola horiek eskolaz kanpoko orduetan kristau ikasbideko kanpoko edo barruko boluntarioek osatzea.

Erlijio(ar)en irakaskuntzak herritarrak erlijio anitzeko gizartean integratzeko zeregina dauka, besteak beste. Horretarako, ezinbestekoa da erlijioek beren artean eta Hezkuntza Administrazioarekin oinarrizko itun bat egitea, eta itun horrek kultura anitzeko gizartearen funtzio integratzailea bermatuko duen irakaskuntza ekarriko duten oinarri komunak onartzeko behar luke izan. Hala, ikasle guztiek beste erlijioei buruz oinarrizkoa ikasiko lukete eta erlijioen arteko hartu-emanak ziurtatuko lirateke. Noski, horrek eskolako guztien ikasketa planean proposamen proselitistak egiteari uztea ekarriko luke. Erlijio bakoitzak jakin behar du eskola denontzako lekua dela eta gainerako erlijioekin eta aukera agnostikoekin partekatu beharrekoa dela, hau da, bertan elkarrekin eskola komunitatea osatzen dutela suerte guztietako sinestunek eta inolako erlijiori jarraitzen ez diotenek.

LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm

Modelos lingüísticos en la educación vasca

Una reflexión ante el compromiso asumido por el Parlamento vasco para que el Gobierno estudie, junto con todos los agentes de la comunidad escolar, una reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza antes de febrero de 2007. Este debate debiera basarse en criterios socioeducativos más que en prejuicios ideológicos o políticos.

Situación actual.

- La "Ley Básica de Normalización del Uso del Euskara" del 24-11-1982 establecía en su artículo 17 que “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria,…”. Todo ello con independencia del modelo A, B ó D elegido libremente por las familias. Este mandato institucional se mantiene incumplido 23 años después, si bien es de reconocer que ha sido la Educación, la comunidad escolar, las familias, el profesorado y el alumnado quienes más se han esforzado por su consecución,… aún no alcanzada plenamente.

Comparecencia de la Consejera de Educación ante la Comisión de Educación del Parlamento Vasco

 

La Consejera de Educación del Gobierno Vasco, Cristina Uriarte, ha presentado esta mañana en el Parlamento las principales líneas de actuación de su Departamento de cara a la XI. legislatura.

Ante la Comisión de Educación, y acompañada por los viceconsejeros y viceconsejeras de Educación, Formación Profesional, Universidades e Investigación, y Administración y Servicios – Maite Alonso, Jorge Arévalo, Adolfo Morais y Olatz Garamendi- , la Consejera Uriarte ha resumido los aspectos más reseñables de la pasada legislatura junto con las líneas estratégicas de su Departamento durante el periodo 2017-2020.

Pacto por la Educación

Entre los principales retos, la Consejera ha querido subrayar la necesidad de impulsar un nuevo Pacto por la Educación, como paso previo a la aprobación de una nueva Ley Vasca de Educación: “Quiero subrayar que para nosotros, la educación es un reto de país, un reto colectivo. Si tuviera que quedarme con un titular resaltaría éste, la XI. legislatura se caracterizará por el diálogo, por el contraste de ideas, por la voluntad de aunar sensibilidades, por la búsqueda de consensos, todo ello en aras a llegar a un acuerdo que sea fiel reflejo de lo que nuestro sistema educativo entienda ha de ser pautado, todo ello pivotando sobre la idea, de lo que es compartido por todos y todas, una escuela equitativa, inclusiva, plural, de calidad, hacia la excelencia.(…) De cara a esta legislatura impulsaré la búsqueda del dialogo, del consenso para llegar al acuerdo, a un pacto que requiere la colaboración y participación de toda la comunidad educativa”.

La estabilidad del profesorado redunda directamente en la calidad de la enseñanza. Por ese motivo, la Consejera Uriarte ha adelantado que durante la nueva legislatura, convocará Ofertas Públicas de Empleo todos los cursos. De ese modo, permitirán, además de lograr una mayor estabilidad del sistema, y por ende, una mejora en la calidad educativa, un mayor bienestar en tantas familias.

Esta periodicidad, unida al número de jubilaciones que se prevén, redundará, a su vez, en el rejuvenecimiento de las plantillas. 

La formación del profesorado seguirá siendo elemento fundamental en la nueva legislatura. Adecuar y actualizar el perfil docente a las necesidades del Sistema Educativo Vasco. En esa línea, el Departamento dará inicio a la evaluación del profesorado, como herramienta de apoyo y orientación a la formación continua de maestros y profesoras. Se profundizará asimismo en el liderazgo de los equipos directivos.

Con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso a la enseñanza, y como defensa del modelo vasco de protección social, Cristina Uriarte ha señalado que garantizará y facilitará el acceso a las becas a todas las familias que cumplan los requisitos. Se destinarán en torno a 55 millones de euros anuales, cifra que se incrementará si la demanda así lo requiriera. 

Dentro de las acciones dirigidas a dotar al Sistema Educativo Vasco de herramientas para mantener una escuela inclusiva, el Departamento de Educación presentará un Plan contra el acoso escolar. Un marco de referencia que sirva de guía a los centros educativos, con un abordaje integral no solo de la prevención y detección, sino también en la coherencia de la intervención ante este tipo de situaciones. Una problemática ante la que ya se han desarrollado iniciativas, como por ejemplo, el acuerdo alcanzado con el Departamento de Seguridad para informar y orientar a los centros educativos ante situaciones como el acoso o el cyberbullying.

Ley de Formación Profesional y V. Plan Vasco de FP

En relación a la Formación Profesional, la Consejera de Educación ha subrayado la necesidad de seguir adecuándose a los nuevos tiempos, con el objetivo de continuar siendo referente internacional. Para ello, remitirá al Parlamento el Proyecto de Ley de Formación Profesional, que durante la legislatura se complementará con la presentación del V. Plan Vasco de FP.

Haciendo referencia a la Formación Dual, Uriarte ha señalado que el Departamento seguirá apostando por esta fórmula, en coordinación con el sector empresarial y los agentes sociales. Y se ha marcado un reto: que en 2020, el 50% de los estudiantes de FP puedan formarse en la Formación Profesional Dual.

Seguirá reforzando el emprendimiento, la FP seguirá apostando por formar al alumnado más autónomo posible. Para ello, prevé que más de 40.000 estudiantes obtengan formación en cultura emprendedora a través del Programa “Ikasenpresa”. Además, el programa “UrratsBat” posibilitará que los centros de FP impulsen la creación de más de 350 empresas por parte de estudiantes de Formación Profesional. 

Pero además de ayudar en la creación de empresas, la Formación Profesional de Euskadi seguirá apoyando a las Pymes, en su reto por mejorar y adecuarse a los nuevos tiempos. En los próximos 4 años, cerca de 1500 Pymes contarán con el asesoramiento de centros de FP para poner en práctica aspectos innovadores siguiendo las políticas establecidas por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, y en colaboración con otras instituciones.

Y en relación al euskera, el Departamento de Educación se compromete a seguir trabajando para que el alumnado que haya cursado sus estudios de secundaria en euskera, tenga garantizado que pueda seguir sus estudios de formación profesional también en euskera. El objetivo es que para 2020, el 50% del alumnado de formación profesional curse sus estudios en euskera.

Plan Universitario e impulso a la investigación

El impulso al Sistema Universitario Vasco seguirá siendo uno de los principales retos. Tras analizar los resultados obtenido en el Plan Universitario en vigor, durante la legislatura se elaborará el IV. Plan Universitario 2019-2022, que definirá las líneas de trabajo de los ejes fundamentales: la excelencia y la formación, la internacionalización, la transferencia del conocimiento y los resultados de la investigación.

Unos retos para los que el Gobierno Vasco seguirá avanzando en su objetivo de alcanzar el 1,5% del PIB en gasto de enseñanza superior, con financiación mixta público-privada.

La investigación seguirá contando con el impulso necesario, y en ese sentido la Consejera Uriarte ha señalado que se producirá un incremento anual del 5% de los recursos destinados a la política científica y a la investigación.

También la definición de la nueva estrategia en relación a los BERC – centros de investigación básica de referencia- para el siguiente periodo 2018-2021 será uno de los retos a destacar. Centros de reconocido prestigio que seguirán contando con el impulso del Gobierno Vasco.

Durante los próximos años, el Departamento de Educación desarrollará el modelo vasco de carrera profesional investigadora, tras la reciente aprobación del programa “Research Associate” que completa el itinerario investigador. Esta acción se desarrollará coincidiendo con la elaboración del nuevo Plan Estratégico de Ikerbasque, para el periodo 2018-2021. 

Por otra parte, la XI. legislatura acogerá el desarrollo de un modelo de estudios universitarios propio, en coordinación con las universidades del Sistema Universitario Vasco. En él, se impulsarán titulaciones en las que la internacionalización, la relación con la empresa y la calidad de la formación serán los ejes fundamentales.

Paradojas educativas

Carta docente dirigida al Olentzero, a Papá Noel y a los Reyes Magos.

Ahora que nuestro alumnado está escribiendo sus cartas para pedir regalos, el profesorado también ruega soluciones de quien corresponda para el próximo año 2005. Continuamente surgen preguntas que siguen sin respuesta. He aquí algunas:

1. ¿Por qué no ni un solo enseñante célebre entre tantos anónimos educadores que forman la profesión más numerosa en las sociedades avanzadas?
2. ¿Por qué cobra más el profesorado que no quiso ser maestro y que estudió para otra profesión?
3. ¿Por qué está tan mal distribuido el alumnado que requiere más atención y recursos?
4. ¿Por qué los horarios estudiantiles decrecen con la edad escolar?
5. ¿Por qué hay tantos interinos en los centros públicos y concertados, a pesar de acumular muchos lustros de docencia?
6. ¿Por qué los docentes que más horas imparten son los interinos y sustitutos?
7. ¿Por qué los grupos más difíciles se encomienda al profesorado provisional y, teóricamente, menos experto?
8. ¿Por qué comienza a ser difícil reclutar nuevos docentes en muchas áreas de conocimiento?
9. ¿Por qué los profesores y los centros que se creen mejores son los que más suspenden?
10. ¿Por qué cobran más los docentes que ya no dan clase en puestos administrativos o de apoyo?
11. ¿Por qué es tan difícil hallar especialistas en educación en los gobiernos o en los parlamentos, cuando hay tantos docentes?
12. ¿Por qué raramente son docentes los Consejeros de Educación? ¿Entre millares de docentes, nadie da la talla?
13. ¿Por qué se llama “fracaso escolar” a lo que ni es escolar porque no sólo es responsabilidad del alumnado, ni es fracaso porque no se ha intentado todo con la máxima colaboración entre familias, alumnado, profesorado, administración y sociedad?
14. ¿Por qué es tan difícil que la Educación sea una prioridad para los políticos?
15. ¿Por qué no declaramos al año 2005 el “Año de la Educación” y mediante un “Acuerdo Educativo” comenzamos una apuesta global por la mejor inversión que un país moderno puede elegir?

Respondiendo al cuestionario educativo de Asier Vázquez

Simulación del "Péndulo de Newton", metáfora para empezar a mover ficha.
Nuestro buen amigo, joven periodista y blogger ciego con mejor perspectiva que nadie, Asier Vázquez, @asier_vazquez, nos remite un cuestionario educativo que nos halaga y que pasamos a cumplimentar. Son respuestas a título personal, no en representación de ninguna administración (aunque trabajemos como funcionario en alguna de ellas).

Queremos agradecer, en este período de baja que parece que pronto superaremos (pero que nos ha obligado a suspender tantas citas y compromisos personales y colectivos), los ánimos y buenas palabras de tanta amistad como circula por la red.

Entre ellos destaca, y merece nuestra mención, el reconocimiento (inmerecido, pero que nos ayuda) de Gorka Fernández (@gorkafm) al incluirnos ayer en su Top Ten blogeducativo, junto a ilustres colegas que sí lo merecen.

Sin más dilación, pasemos a responder con sinceridad blogger las atinadas preguntas de Asier Vázquez.

Pregunta: José Antonio Marina afirma que bastan cinco años de buena gestión para hacer del sistema educativo español una maquinaria engrasada y eficiente. ¿Está de acuerdo?


Respuesta: Sí, totalmente de acuerdo con el gran maestro que es José Antonio Marina. Precisando un poco más, existen muchos sistemas educativos muy diferenciados en el Estado Español, sobre todo en los niveles previos a la Universidad o la Formación Profesional. Respecto al sistema educativo vasco, justamente un período como el que cita Marina podría permitir un cambio hacia la excelencia, sin perder la equidad, y a lograr unos resultados académicos acordes a la inversión social aplicada, que es de las mayores del planeta (unos 10.000€ anuales por alumno-promedio). Eso sí, durante esos cinco años serían medidas precisas acordadas con toda la comunidad escolar, familias, profesorado, alumnado, redes educativas,... para no perder el tiempo y acometer cambios en profundidad. Por desgracia, no se vislumbra nada de esto. No se camina hacia un nuevo pacto escolar global, y las posiciones partidistas deambulan sin buscarse siquiera (y, obviamente, sin opción de encontrarse). Esta confrontación mezquina, sin acuerdos a escala general por su trascendencia de futuro, se produce igualmente a escala de Estado, lo que augura un pesimista panorama cuando sabemos que el porvenir es un dilema entre la educación y el precipicio. Por desgracia, lo educativo no facilita réditos politiqueros a corto plazo, y faltan estadistas en todos los partidos para salvaguardar la educación de la fútil confrontación, cuando el diagnóstico riguroso puede ser común y la mayoría de las soluciones serían susceptibles de ser compartidas.
P: Y en cualquier caso, ¿Qué medidas habría que tomar para mejorarlo? ¿Cree que nuestro sistema educativo necesita un gran cambio?

R: Ante todo la educación debe virar su atención para focalizarla en el alumnado como clave que justifica todo. Las familias, el profesorado y la administración son relevantes,... sólo en la medida que facilitan la educación de quienes aprenden. Esto es esencial: Dejemos de hablar tanto de enseñanza y conversemos sobre aprendizaje, mediado por profesorado,... Esto significa una mutación profunda, porque actualmente al alumnado apenas se le escucha. Ni siquiera cuando es mayor de edad y está en formación terciaria (universidad, FP,...). Hemos de subordinar todos los legítimos intereses de profesorado, familias, agentes educativos,... al bien del aprendizaje del alumnado, recordando que tiene lugar dentro y fuera de los centros educativos, y que la tares de educar compete a toda la sociedad.

P: La etapa educativa es el momento clave para inculcar a la sociedad el emprendimiento, la diversidad, la pluralidad y la tolerancia, desechando todas las ideologías individualistas, antiprogresistas y sectarias. En este sentido, ¿en qué punto se encuentra la integración de la educación cívica y la del diferente (inmigrante, persona con discapacidad, etc) en el sistema educativo tanto a nivel cotidiano como a nivel conceptual y pedagógico?

R: La pregunta certera apunta aspectos de déficit que presenta nuestra generaciones más jóvenes tras egresar de las etapas obligatorias de los sistemas educativos. Tras más de 18 ó 20 años (duración de escolarización mínima generalizada en el País Vasco), aún se observan esas carencias (y otras). El emprendizaje, citado, lleva años en los currículos (más de FP), pero todavía incluso quienes estudian Economía o Dirección de Empresas parecen preferir (en un elevado porcentaje) puestos seguros en el sector público. Es cierto que no sólo nos educamos en los centros escolares y que pesa la opinión pública general, pero ello no debe sino acuciarnos más para que nuestra juventud disponga de una mayor capacidad de emprender.La educación en valores sigue siendo una "asignatura pendiente", pero no se resuelve con una asignatura específica, sino con valores vividos y compartidos en el escenario escolar como hace Toshiro Kanamori (que repasábamos en Aprender es lo que importa: Eres lo que aprendes). La convivencia con la diversidad, la educación especial tan integrada que se desvanezca, la interculturalidad y el multilingüismo,... son objeto de atención didáctica, pero casi todo es tan perfeccionable que duele sentir todo lo que aún queda por hacer (aunque sin dejar de apreciar lo recorrido gracias -especialmente- al alumnado protagonista, como el mismo Asier Vázquez y sus familias que no han de dejar de reclamar lo que merecen).

P: ¿En qué cree que ha modificado para bien la sociedad de la información la educación y en qué para mal?

R: La realidad digital está ante nosotros, nos envuelve en un mundo híbrido (físico y virtual), aunque haya quienes no quieran aceptarlo. Casi todo lo que nos ofrece es susceptible de un inmenso aprovechamiento en el aprendizaje y la educación, dado que no en vano se trata de acceso a la información con un profundo cambio relacional y cultural incorporado. Lo negativo, aparte de riesgos de siempre amplificados por el poder de Internet, radica fundamentalmente en la disonancia que se genera entre la calle y la escuela,... si esta última sigue retrasando la incorporación de estos potentes recursos instrumentales y sociales.
Asistiremos a uno de estos escenarios, querámoslo o no: O al colapso de la formación formal que no supo evolucionar o a una Reducación, Educación en Red (con un clic en este hipervínculo podrán verse más detalles).
P: ¿Qué papel cree que deben tomar las nuevas tecnologías en el proceso educativo?

R: Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, que de nuevas no tienen nada excepto su ingente aceleración de mutación revolucionaria, son mucho más que un medio didáctico adicional (que también lo es). Su mera existencia está cambiando el modo de aprender, de informarse, de trabajar, de relacionarse, de dirigir el mundo social y políticamente,... Por tanto, lo primero es aceptar su trascendencia reducativa por todos los estamentos que actúan en la educación: administración, profesorado, familias,... Vivirlo con la misma intensidad y naturalidad con la que se sumergen los más jóvenes que ya casi no sabrían vivir sin smartphones. Porque educamos para el futuro, y aún hay quienes niegan el presente.
De modo sumario, plantearíamos una premisa -cierta- que revolucionaría la educación: El alumnado debiera estar dotado, desde su más temprana edad (aunque acorde con ella) de recursos digitales y poder emplear Internet en todo momento (si así lo desean), incluidos los exámenes, pruebas de evaluación o PAU (prueba de acceso a la Universidad).

P: ¿Cree que su implantación está siendo la idónea?

R: En síntesis, muchos creemos que es encomiable el esfuerzo de las admisnitraciones con los planes de Escuela 2.0, Eskola 2.0,... y que supone un avance muy positivo. Pero también creemos, con el conocimiento del complejo entramado, que todo va demasiado lento, demasiado previsible e insufriblemente poco innovador para lo que se podría conseguir. Falta empuje de centros y colectivos concretos que se lancen, y se les permita, explorar novedosas arquitecturas físicas y organizativas, que mejoren el aprendizaje formal con mucho mejor aprendizaje no formal e informal, tupiendo redes ciudadanas de aprendizaje en todo tiempo, en todo lugar y entre todas las generaciones. No seguimos más, porque es el mismo concepto de Reducación o Sarezkuntza que ya hemos expuesto en múltiples ocasiones.

P: ¿Cómo valora las pocas novedades que se saben hasta el momento de los planes educativos del nuevo gobierno [de España]?

R: Poco se sabe de la política del PP hasta la fecha (31-1-2012). Y menos de la política educativa. En todo caso, y aunque probablemente no nos agraden a muchos sus medidas, quizá lo peor que podría pasar es lo que ha sucedido con la alternancia PP-PSOE en España. Cambios educativos muy sonados, pero superficiales, y sin abordar medidas urgentes para atajar el desbocado fracaso escolar español (más del 30%, una vergüenza causal que produce el efecto de otro desastre en el desempleo). En definitiva, lo peor sería quedarnos en lo epidérmico (un curso más o menos de bachillerato), sin abordar una transformación en profundidad, debatiendo y consensuando entre formaciones políticas y siguiendo criterios de los expertos educativos (a quienes habríamos de pedir medidas claras, bien explicadas y argumentadas, para lograr mejores resultados del ingente esfuerzo social y didáctico que se realiza día a día en las aulas,... y fuera de ellas).

Algunos vídeos que ilustran o acompañan lo expuesto en el cuestionario.
Casi todo ha quedado por decir, ante un formulario tan bien definido.
Post en "Tiempos modernos" de Asier Vázquez.
Propondremos a Asier Vázquez grabar un podcast para ampliar matices.

PISA eres tú (artículo sobre #PISA2015 publicado en El Correo, DEIA,...)

PISA eres tú (artículo publicado en El Correo del 29-12-16)
PISA eres tú

Parafraseando al insigne poeta, podríamos comenzar preguntando “¿Qué es PISA? ¿Y tú me lo preguntas?, PISA... eres tú.” Porque el Informe PISA es una autofoto que pagamos para que nos retraten como sociedad, pero en este selfie aparece únicamente nuestra juventud a los 15 años. En el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco se ha pasado la prueba a 3.612 estudiantes (una muestra de casi el 20% de esta generación). 

En síntesis, los resultados obtenidos no muestran una progresión favorable entre las cinco evaluaciones PISA (2003, 2006, 2009, 2012 y 2015) en ninguna de las competencias medidas (comprensión lectora, matemáticas y ciencias), que ondean en torno a la media de la OCDE, siendo además menores a lo esperado por nuestro Estatus Socio-Económico y Cultural (ESEC). El Informe PISA se realiza desde el año 2000 por encargo de los gobiernos, regularmente cada 3 años. No se evalúan materias curriculares, sino que se miden las tres áreas troncales de competencias instrumentales, con pruebas independientes del currículum (para así comparar entre países). 

PISA no analiza los programas escolares nacionales, sino las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico. Para ello no se mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad discente de poder entender y resolver problemas auténticos. PISA evalúa lo que el alumnado sabe y es capaz de hacer. 

La finalidad de PISA no es sólo describir la situación de la educación escolar en los países de la OCDE, sino promover su mejora. No es ni una evaluación individual del alumnado, ni de los centros educativos (si bien existe para ello un recomendable PISA for Schools, que no se usa en nuestros centros). 

PISA es un estudio internacional avalado por un máximo rigor estadístico y pedagógico, con un portentoso marco conceptual de irrefutable validez y sobre la base de unas admirables preguntas formativas presentadas en contextos personales o culturales relevantes. Por todo lo cual, PISA ofrece datos objetivos y comparables de superlativo interés para cualquier sociedad y para sus responsables educativos

Nuestros resultados oscilan en torno a la media de la OCDE desde 2003, desde que el muestreo significativo permite distinguir a la CAPV. Si bien en Matemáticas y Lectura suelen superar levemente el promedio (no en esta ocasión la compresión lectora), la Ciencia ha estado por debajo (en lo que es concluyente nuestras escasas horas lectivas en esta materia). En PISA 2015 la CAPV se equipara a Suiza en Lectura, a Reino Unido en Matemáticas y a Luxemburgo en Ciencias. 

Nuestra juventud es un reflejo y avance de nuestra sociedad, y PISA nos confirma que no somos un país destacadamente lector, ni nos distinguimos (ni por exceso, ni por defecto) en la comprensión de metalenguaje matemático y científico. 

Nuestra realidad de bilingüismo oficial es algo común para la mitad de países y población de la OCDE, pero la distancia lingüística entre ambos idiomas, la situación de lengua minorizada durante décadas del euskera y la decidida apuesta familiar por su recuperación implican menor comprensión y velocidad lectora de la lengua familiar,… es un hándicap a los 15 años medida, aunque sea una ventaja posterior para ambos idiomas y otros extranjeros. Cierto que en la Comunidad Foral de Navarra la situación sociolingüística es parecida y mejor su resultado en PISA, pero la recuperación del euskera allí es menor, y existen factores diferenciales en su población escolar (menos suburbana…), sistema educativo,… 

El sobresalto informativo que ha producido PISA 2015 puede ser positivo, si nos arroja de la zona de confort. Sería descaminado relativizar o minimizar lo que PISA nos interpela; por el contrario, debe ser un revulsivo catalizador para que la Educación sea un objetivo estratégico de todo el país, que haga aflorar lo mejor de sus fuerzas políticas, patronales, sindicales y sociales. 

Hemos de mantener abierto un debate educativo en profundidad, que analice el cúmulo de agentes y factores intervinientes para que PISA 2018 nos presente una tendencia ascendente de mejora definida en sus tres apartados. Necesitamos convertirnos en una sociedad más inconformista, anhelante y esforzada en la apuesta personal y colectiva por la educación, recordando a Kant: “Una persona, o un país, no es sino lo que la Educación hace de él”. 

A la administración educativa le corresponde adoptar toda una batería de innovaciones como respuesta serena al tiempo que urgente. No hay espacio en este escrito para sugerir vectores de transformación organizativa del profesorado, centros, currículos, instrucciones, orientaciones,… que ya se barajan y que serán anunciados. 

La solución no provendrá sólo de un ansiado gran Acuerdo Educativo, donde sería promisoria premisa una inédita Ley Vasca de Educación, aún nunca publicada. La escala de la innovación requiere focalizar CENTRO a CENTRO, aula a aula, familia a familia, cada alumna o alumno en sí mismos. Apremia convertir a los centros de enseñanza en centros de aprendizaje, trabajar la EXCELENCIA pero asegurando la EQUIDAD, y viceversa. 

La complicidad y corresponsabilidad de toda ciudadanía es lo más decisivo. En particular de cada docente, de cada familiar y de cada alumno. Las competencias -que no contenidos curriculares- que mide el PISA se alcanzan en la escuela (1.050 horas anuales como máximo) y, sobre todo, fuera de ella (el resto de las 8.760 horas de un año). La lectura constante (en todo tipo de soportes, incluido el papel), el apoyo y acompañamiento familiar, las muy determinantes actividades complementarias y extraescolares, las de aprendizaje conectado con otros condiscípulos son críticas,... 

La realidad de los jóvenes es muy diferente a lo que imaginamos. Desde hace tiempo las redes sociales, la industria del entretenimiento y el contexto digital omnipresente son referentes en su formación tan válidos como hogar o escuela. 

El éxito de PISA 2018 será mérito y voluntad de alumnado y familias, de docentes y de toda la comunidad, a la que hay que transmitir que se aleje del derrotismo tanto del triunfalismo, pero sin olvidar su trascendencia. “La historia humana es, cada vez más, una carrera entre la educación y la catástrofe”, apuntó H.G.Wells. 

El alumnado nacido en 2003 que, en menos de 18 meses, se enfrente a PISA 2018 debe entender que son nuestros representantes ante el mundo, que su previo y denodado estudio y aplicación en su ALFABETIZACIÓN contemporánea (en esos lenguajes humanos y metalenguajes matemático, científico, tecnológico, digital,…) son lo que mejor describe nuestro futuro como sociedad. La buena noticia es que somos un país comprometido con nuestra infancia y juventud, y con su educación. ¿Te animas a colaborar, a leer más, a opinar,…? Recuerda que tú eres PISA.

Mikel Agirregabiria Agirre

Mikel Agirregabiria Agirre (Bilbao, 1953) es un físico y educador, con estudios avanzados de Ingeniería Industrial e Informática, experto y máster en Museología. Profesor Titular de Didáctica de las Matemáticas y las Ciencias Experimentales en la UPV-EHU.  Actualmente es Jefe de Servicio de Innovación Educativa en el Gobierno Vasco. 

Calidad Educativa Vasca

El pasado 26 de julio el Gobierno central aprobó el Proyecto de Ley Orgánica de Calidad de la Educación, para su remisión al Congreso. Su polémica elaboración puede ser calificada, como mínimo, de surrealista y no cabe esperar demasiadas mejoras en su tramitación parlamentaria dada la actual correlación de diputados. Junto con la Ley Orgánica de Universidades y la Ley de la Formación Profesional y de las Cualificaciones, completa la trilogía de iniciativas legislativas educativas emprendidas por Aznar. Este artículo pretende exponer el previsible efecto sobre la educación vasca de esta Ley, cuya génesis se ha demorado más por la complejidad de la materia a abordar, que por el rigor en su proceso de consenso dentro de la comunidad escolar.

La Ley apela a un bello, y reiterado, concepto de calidad y a una “cultura del esfuerzo”, ideas generales con las que todos podemos estar de acuerdo. Lo cierto es que sus promotores poca ejemplificación de “esfuerzo” han demostrado en democratizar su gestación. Se ha aprobado el Proyecto en plenas vacaciones escolares, y fuera del periodo de presidencia europea, lo que proclama el poco entusiasmo que provoca, la contestación social que espera y su difícil “venta” ante la opinión pública. Entre las numerosas protestas, en Euskadi cabe recordar la multitudinaria manifestación del 4 de mayo a favor de un Sistema Educativo Propio, bajo el doble lema de “STOP a la Ley de Calidad del PP” y “Por una Educación Nuestra y Solidaria”.

Con un espíritu de evaluación constructiva, que los educadores debemos cultivar ahora más que la crítica pura que estimulamos hace dos o tres décadas por demandas del momento, expondremos los aspectos válidos, y otros no tanto, que hay como en cualquier propuesta. Como cuando se juzga el comportamiento del alumnado, conviene reseñar primero los aspectos negativos (conductas a corregir) y, luego destacar los elementos más positivos (salvando a las personas).

Las objeciones son, a nuestro entender, múltiples. La primera y sustancial para la realidad educativa vasca es que se trata de una Ley uniformadora, que además de invadir competencias asumidas (ya se ha anunciado la interposición de recursos de inconstitucionalidad) y de ignorar incluso la realidad bilingüe de casi la mitad del alumnado español, se dirige principalmente a corregir situaciones educativas superadas en Euskadi, como se describe a continuación.

La educación vasca, por los factores básicos como financiación, equilibrio de redes, grado de concertación o ratio profesorado/alumnado, se puede equiparar con los sistemas europeos más avanzados, que poco tienen que ver con los de algunas autonomías del Estado, con trasferencias tardías, y cuyos indicadores históricos de calidad están desgraciadamente postergados. La justificación misma de la Ley partió del “fracaso escolar”, aunque en la redacción final se ha obviado el término, que se cifra en más de un 25 % en el promedio del Estado Español, y que es muy inferior en Euskal Herria: Un 19 % en la CAPV (con un sistema plenamente bilingüe) y menos aún en Navarra.

Asimismo la Ley propone, como una de sus medidas más relevantes, que la gratuidad de la nueva etapa de Educación Infantil, ahora sólo en el tramo 3-6 años. Esta meritoria iniciativa puede mejorar la baja escolarización española, pero nada dice en Euskadi donde la escolarización es universal no sólo en esta etapa, sino incluso desde los 2 años. Algo similar sucedió con la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) al escolarizar hasta los 16 años: esto ya había acontecido hacía años en Euskadi.

Debe saber la ciudadanía vasca, que la extensión de la escolarización en Euskadi en ambos extremos de edad discente, en 0-2 años y en porcentaje de universitarios es comparable y favorablemente con las sociedades europeas y norteamericanas más avanzadas, encabezando todas las series del Estado. Nuestro debate no es la concertación del 3-6 años, ni el 2-6 siquiera, sino cómo asegurar las plazas de 0-2 años para aquellas familias que lo desean y que optan por ello más que en ninguna otra sociedad del mundo.

Así mismo, en los aspectos curriculares las indicaciones de la Ley para adelantar el estudio de una lengua extranjera y de las nuevas tecnologías en Educación Infantil, o la potenciación en Primaria de las áreas instrumentales (Lengua y Matemáticas), las Lenguas Extranjeras son ya realidades en Euskal Herria. En este sentido, la consideración de asignatura troncal de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es otra ocasión frustrada, que sí ha otorgado Blair en el Reino Unido. Esta administración ha declarado a la enseñanza como 'el desafío fundamental' de los próximos diez años, y destinado hasta el 5,6% del PIB (superando a la media europea), con un incremento del 50% de la inversión por alumno en ocho años. Cuando en la actualidad sólo el 4,4% del PIB se dedica a la educación en el promedio español, se haría realidad el binomio de “reforma y dinero”, evitando el mismo error que cometió la LOGSE en 1990.

En Euskadi, la financiación educativa global, comparable a la media europea, no es lo más perentorio, aunque sí su reordenamiento presupuestario junto a innovaciones organizativas y un nuevo “acuerdo educativo”, previsto en el Programa de Gobierno de Ibarretxe, tras el “pacto escolar” suscrito en 1992.

La visión centralista que inspira toda la Ley, provoca su pésima hechura. Trata de homogeneizar a un modelo único unos sistemas escolares tan heterogéneos en las distintas comunidades autónomas que justamente comete el error que pretende combatir: aplicar una política de igualación a la baja. Como sucedió con la Ley de FP, evoca el mito del posadero Procusto, que ajustaba el huésped a la cama con el expeditivo procedimiento de estirarle o cortarle miembros y cabeza.

La limitación que impone un artículo de divulgación no exime de enunciar otros errores organizativos: la supresión de la promoción automática en ESO, de forma que se repetirá el curso con más de dos asignaturas suspensas, no compensada con criterios para el profesorado a fin de comprender la gravedad y el coste familiar y social que significa cada repetición, de escasa eficacia en muchos casos; la imposibilidad de aceleración que permita aventajar al grupo de coetáneos; los posibles efectos de discriminación, clasificación y segregación social del alumnado; la especialización de algunos centros públicos en los itinerarios menos prestigiosos que podría provocar su segmentación, lo que se agudizaría si se yugulase la financiación pública; la división del profesorado por no favorecer la carrera docente y por “resucitar” el cuerpo de catedráticos; el freno a la participación de las familias; la devaluación adicional de la Formación profesional, a la que retrotrae a tiempos pasados;…

Finalmente la lista de “oportunidades perdidas”, puede constituir, por sí misma, la mayor objeción a la Ley: El nulo avance hacia un verdadero Espacio Europeo de la Educación; la falta de un moderno tratamiento para una “educación en valores”; el “cierre en falso” entre la asignatura de religión y su alternativa; la no provisión adicional de recursos para la enseñanza de idiomas y de las TIC; el escaso avance en el tratamiento de las necesidades educativas especiales; la conculcación de los derechos lingüísticos del alumnado extranjero en las comunidades bilingües con programas de aprendizaje sólo de la lengua española; …

Y después de toda esta lluvia de reprobaciones, ¿cuáles son los aspectos favorables que se prometían? Abreviadamente y sin exponer todos los matices que merecería cada caso: La Prueba General de Bachillerato o reválida, con una 'parte oral' de la lengua extranjera, mejorando una Selectividad con tribunales mixtos (Profesorado Público de Secundaria-Universidad), que ni aseguraba la coordinación entre la universidad y la secundaria, ni constituía una evaluación propia del sistema preuniversitario para homologar conocimientos y contrarrestar tendencias indeseadas en las calificaciones; los itinerarios formativos que regularicen el abanico de fórmulas de refuerzo -que de hecho ya se han desplegado en Euskadi- para la atención a la diversidad de la ESO; la reducción a tres modalidades en los dos cursos de Bachillerato; el fomento de la lectura;…

Otras posibilidades podrían vislumbrarse con una aplicación inteligente de la Ley. Como se señala en su preámbulo, “las reformas educativas han dejado de ser acontecimientos excepcionales, y se han convertido en procesos relativamente continuados de revisión, ajuste y mejora”. En este sentido, confiamos que la crisis, entendida como oportunidad, servirá para perfeccionar el Sistema Educativo Vasco, no tanto por las virtualidades de la Ley como por nuestro esfuerzo propio.

Valoración final. Como el ingeniero del chiste, que ni veía la botella medio llena como el optimista, ni medio vacía como el pesimista. Simplemente creía que estaba mal diseñada (a doble tamaño del necesario).
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4ª/4 Ocho premisas y doce medidas tras #PISA2015

Hemos tenido que inventar el post por fascículos. Esta entrada ha sido cerrada el 24-12-16, dado que se prepara ya nuevos posts sobre PISA.
#PISA2015 ha sido un aldabonazo en Euskadi, un estruendoso aviso convertido en una gran disonancia cognitiva (pero,... ¿no teníamos el mejor sistema educativo de nuestro entorno?), que debemos convertir en la gran oportunidad de país. Nos despide de nuestra zona de confort y, como en la metáfora de la rana viva que nota el agua hirviendo y se salva saltando fuera del caldero donde hubiese perecido de no advertir el peligro.

Afortunadamente los mass media están repercutiendo la noticia de PISA en esta semana de puente, pero corremos el riesgo de que la ciudadanía se olvide pronto y dejemos pasar el tren de la urgente innovación educativa... profunda y de fondo.

Nuestros contados pero selectos lectores y lectoras nos excusarán que sinteticemos algunas de las muchas ideas que nos hacen llegar y otras que llevamos décadas contando en este blog.agirregabiria.net y en textos tan extensos como aquel casi olvidado Hezkuntza XXI: Liburu Zuria (descargar en PDF sus 550 páginas) que tuvimos el honor de redactar palabra a palabra entre 2002 y 2003,... con propuestas aún inéditas sobre las que insistiremos una y otra vez sin perder la esperanza de que se sumen y las acojan quienes pueden materializarlas.

Seremos breves en esta ocasión (aunque poco a poco completaremos cada idea), porque quizá sea más eficaz llegar a tiempo en la ventana de atención que se ha abierto que exponer exhaustivamente lo que se propone, todo lo cual ya está dicho en los dos enlaces citados en el párrafo anterior. Por último, antes de desgranar la docena de sugerencias señalemos el contexto en ocho matices.

Ocho Premisas para brincar de #PISA2015 a #PISA2018

1. Acción para #PISA2018, no autopsia de #PISA2015. No perderemos ni un minuto, aunque alberguemos algunas dudas, sobre por qué este bajón de resultados en #PISA2015. Haya o no razones que agraven los resultados, lo cierto es que nuestra sociedad y sus escolares merecen mucho mejores calificaciones porque no somos todo lo eficaces y eficientes que podemos ser. Y en ello hemos de focalizar preferentemente nuestra atención y esfuerzo. Apostamos, y queda poco tiempo, por prometer que en  #PISA2018 y #PISA2021 nuestras referencias serán notablemente mejores. Y, por supuesto, PISA no mide todo y no debe sacrificarse nada para su consecución, pero sí es un indicador fiable y comparativo que dice mucho de todo el proceso de aprendizaje-enseñanza.

2. Revisemos nuestro DAFO educativo. No hay demasiado espacio aquí, pero destacan nuestras fortalezas y oportunidades, que son prometedoras si reconocemos y superamos nuestras -igualmente manifiestas- debilidades y sorteamos las siniestras amenazas que nos rondan. Nuestras fortalezas son las que se esgrimen habitualmente: altísima inversión educativa (pero no toda ella bien dirigida), pluralidad de oferta escolar (pero más diferenciada en titularidades que en realidades innovadoras), grandes expectativas curriculares (cuatrilingüismo con excelencia y equidad, lo que es muy correcto según Pigmalión, pero sin acertar a alcanzarlo),...

3. Escuchar a los protagonistas, al alumnado, a sus familias, a la sociedad,… y al profesorado de a pie de aula. Nosotros sí coincidimos con Víctor Hugo que "el porvenir de la nación está en manos de los maestros de escuela", pero no sólo en sus manos. Si sinceramente creemos aquello que apuntó H.G.Wells, "la historia humana es, cada vez más, una carrera entre la Educación y la catástrofe", esto nos compete a toda la sociedad. Y quienes mantienen la capacidad de cambiar los mandos oír oyen de vez en cuando, pero escuchan poco a los agentes. La misma administración educativa escucha poco (incluso a sus propios empleados),... si es mensaje resulta discordante del complaciente discurso oficial. Toda mutación está condenada desde el nacimiento si no parte de empoderar a quienes servimos, es decir al alumnado y a sus familias en tanto son menores de edad.

4. Urgente porque los resultados se ven a medio y largo plazo. #PISA2015 es algo que ha ocurrido de dimensión realmente es trivial, al lado de lo que podemos lograr que suceda si nos movilizados debidamente. Y como los efectos de la educación son a medio, largo y extendidísimo plazo (la educación trabaja para la eternidad), es sumamente urgente actuar ya. Todas las doce medidas que se exponen se pueden aplicar en días o semanas, porque existen los recursos humanos, materiales y presupuestarios para ponerlos en marcha. La prueba de #PISA2018 se efectuará en menos de año y medio, de modo que no cabe perder el tiempo.

5. Cultura de evaluación, y compromiso de evolución,… Como hemos escuchado muchas veces, alguna en persona, a  PISA son DATOS, no opiniones. Quizá hemos estado muy focalizados en debates curriculares, en torno a la LOMCE, con alternativa propia como Heziberri 2020,... y el mismo Andreas Schleicher, Responsable de PISA, nos alerta que centrarse en la legislación no entusiasma a nadie, puede desviar la atención y, por inacción en otros ámbitos, perjudicar los resultados PISA. Un sistema con la complejidad y extensión de la educación requiere que todas las personas intervinientes (alumnado, familias, profesorado, administración,...) cuenten con DATOS fiables y accesibles en su constante toma de decisiones. Expliquemos que la EVALUACIÓN, que hasta ahora se enfocaba y atribuía sólo al alumnado y nunca como indicador de su EVOLUCIÓN, debe extenderse al conjunto de actores.

6. Fuera tabúes educativos, hablemos de lo políticamente incorrecto. Sería imposible enunciarlos todos, ni siquiera enumerarlos. Algunos son trascendentes como el plurilingüismo con dos lenguas oficiales tan distantes como el euskara y el castellano. Algo que también sucede en la Comunidad Foral de Navarra, que ha logrado bastante mejores resultado en #PISA2015. Nuestro reto lingüístico es muy superior a casos como Catalunya o Galicia, como lo es el reconocimiento europeo y universal por haber logrado (por decisión y esfuerzo de las familias en primerísimo lugar) la recuperación de una lengua minorizada durante muchas décadas. Ello retarda la consecución del bilingüismo, trilingüismo,... y penaliza PISA donde la velocidad y comprensión lectoras son críticas, más si se opta por estrategias de horas de inmersión en cada lengua y sin un atinado tratamiento integrado de las lenguas (que, parece obvio, no se ha logrado en muchos casos). Otro delicado jardín es el de la Equidad y Excelencia,... ninguna de ellas existe sin la otra,... Quizá hemos penalizado la excelencia, nos hemos centrado en quienes pueden graduarse (que, indudablemente, requieren toda la atención) pero descuidando -acaso- a otros, incluidos los de altas o extrañas capacidades,...

7. El verbo innovar se conjuga con el verbo conservar,... Lo difícil es acertar en qué cambiar y qué mantener,… Y lo casi imposible es Innovar Disruptivamente, no innovar en las formas para que permanezca inalterados los procesos profundos. No es innovación cualquier cambio, sólo aquel que logra ventajas medidas y comprobadas, sean esperadas o no. En educación ha abundado múltiples formas de la vieja estrategia gatopardista de Lampedusa, cambiar algo o mucho para que nada cambie. La escalada perseguida en #PISA2018 exige, al igual que la caída de #PISA2015 es multicausal, retocar numerosos factores, generar sinergias y paciencia para que realmente el alumnado, y antes su entorno, mute. Como final, para innovar de verdad hay que "pensar desde fuera de la caja" y lo educativo ha sido demasiado endogámico, poco fertilizado con simientes externos de otros mundos en radical transformación.

8. Descubrir el GOZO del APRENDIZAJE como la experiencia humana más vital y gratificante al tiempo que un deber ético permanente,… Porque todo el sistema falla si los años de escolarización no descubren en cada ser humano sus talentos, sus pasiones, su capacidad de superar fracasos... y éxitos. Todo ello activando un motor motivacional interno que le impulsará toda su vida por la senda de lo que interesa, en persona y tejiendo redes humanas con otros condiscípulos presenciales o virtuales,... Cuando una persona en la procelosa travesía del aprendizaje reconoce su potencial y su limitación, cuando adivina y sospecha cómo y dónde podrá dejar su contribución, entonces y sólo entonces la educación ha cumplido su cometido.
(El último fascículo en pocas horas, creemos, pero avanzamos el esquema)
Doce Medidas para brincar de #PISA2015 a #PISA2018

1. POLÍTICA, con mayúsculas. buscando un GRAN ACUERDO EDUCATIVO con los cinco partidos, así como con quienes son los agentes educativos más representativos: Asociaciones de alumnado, de madres y padres, sindicatos, patronales, otros estamentos educativos como universidades, mundo laboral,... El desafío PISA debe entenderse como una apuesta de país. Aunque la profecía de Friedrich Wilhelm Nietzsche se hace esperar, "Llegará un día en que la política no contemplará otros problemas que los de la Educación", confiemos que hemos superado el hito de usar la educación meramente como arma arrojadiza.
Siguen a esta primera medida tres actuaciones sobre binomios a equilibrar, sin ánimo de ser exhaustivos porque podríamos enunciar muchos más, como el binomio de género (con medidas más orientadas al alumnado masculino, femenino,...) o el binomio aprendizaje-enseñanza,...

2. Binomio Familia-Profesorado. Tras reafirmar la máxima responsabilidad de las familias, determinante en lo que mide PISA,... así como el rol protagonista del profesorado, que es con quien aprende el alumnado, han de establecerse una alianza entre ambos colectivos que actúan sobre los mismos destinatarios: el alumnado protagonista que justifica todo este complejo y costoso sistema. Casos como la polémica sobre "deberes escolares" demuestran que ambos referentes de quienes aprenden, sus progenitores y sus docentes, deben trasladarles pautas coincidentes, sin desautorizarse recíprocamente.

3. Binomio Primaria-Secundaria. Nuestro sistema educativo, aparte de tendencias de primarización que se citan en ocasiones, han configurado -genéricamente y con todas las excepciones que destacan- que se posponga hasta la secundaria debilidades de comprensión y velocidad lectora, por ejemplo, cuya génesis se ha producido en la educación primaria. De ahí que las perentorias e inaplazables medidas de corrección para PISA, con alumnado de 15 años, hayan de iniciarse desde Primaria, por no incluir Infantil. La reciente prueba quinquenal PIRLS (Estudio Internacional de Progreso en Compresión Lectora) que se ha pasado este año 2016 en 4º de Primaria muy probablemente confirme las peores sospechas del rendimiento de nuestro alumnado en esta capacidad de lectura comprensiva.

4. Binomio Pública-Concertada. No es momento de extenderse en una serie de medidas, diferenciadas por redes educativas,... ofrecer a cada red lo que le necesita,... MUY BREVEMENTE,  y para concluir. Hay toda una batería de urgentes acciones en ambas subredes:

La pública requiere la creación de un organismo propio, una "Hezikidetza" que vele por su desarrollo con independencia del Departamento, que genere mayor Autonomía de Centros, cree unos equipos en las Direcciones de los Centros Públicos que sean de interés para el mundo docente y que se confíe en los centros que acrediten en evaluaciones externas su avance.

La concertada necesita mejor financiación y estímulo en correspondencia con el tipo de alumnado que escolarice, asumiendo que la diversidad discente es una necesidad y un estímulo, buscando origen distinto, culturas diferentes, estratos sociales plurales,...

5. Lenguajes naturales y metalenguajes cognitivos, la esencia de lo curricular, de la completa alfabetización necesaria para la ciudadanía contemporánea en el preciado tiempo reglado (apenas 950 o 1.050 horas de las 8.760 horas anuales),... Ello se concentra, justamente en lo que mide PISA: Comprensión lectora, es decir alfabetización en lenguajes naturales que, requieren para comprender lo que sucede a nuestro alrededor, metalenguajes interpretativos matemáticos y científicos (incluidos sus derivados metalenguajes tecnológicos y digitales). Ello no agota todas las competencias humanas, pero si aseguramos la dotación en estas claves podremos seguir aprendiendo, interpretando y resolviendo lo que acontece a nuestro alrededor.

6. Plan Lector-Escritor Plurilingüe. Una apuesta por la lectura intensiva y extensiva desde primero de Primaria, enlazando bibliotecas escolares y municipales, con una plataforma online que gamifique la lectura con recomendaciones compartidas de las y los lectores. Aprovechando el potente dispositivo eLiburutegia dispuesto por el Departamento de Cultura, para un uso en modo clubs virtuales y preenciales de lectura escolar,  con licencias concurrentes por aulas,... Este Plan Lector-Escritor se valdría de la red bibliotecarios del programa ACEX que extenderían su acción más allá de los centros públicos en los que están presentes.

7. El advenimiento del aprendizaje ubicuo y conectado, ACEX,…

8. Centro a Centro, autonomía de centro, centros de aprendizaje,… MUY BREVEMENTE,  y para concluir. La innovación debe incorporarse en el conjunto de la comunidad escolar, afectando a todo el alumnado, todas las familias, TODO EL CLAUSTRO,... Los procesos deben priorizar el aprendizaje y al alumnado, convirtiéndose en Centros de Aprendizaje, centros discentes,... todas nuestras recomendaciones sobre Aprendizaje antes que la Enseñanza,...

9. Mucha más aceleración o enriquecimiento curricular y mucha menos repetición de curso. Si algo dice PISA con claridad ("la repetición es ineficaz, estigmatiza al alumnado y cuesta mucho dinero"), y otras muchas pruebas empíricas de la educación, es que la repetición de curso no mejora competencias ni a escala personal ni colectiva. A los 15 años todo el alumnado evaluado debiera estar cursando 4º de ESO, al menos,... y mejor si el porcentaje en Bachillerato es significativo. Aunque el dato de nuestro alumnado repetidor no es el peor, hasta este año 2016 que se deroga se consideraba la aberrante repetición de curso como una "medida ordinaria de refuerzo y apoyo". Ahora lo que queda es eliminar la repetición de curso, salvo casos regulados de Educación Especial, e iniciar la casi inexistente aceleración escolar de un creciente porcentaje de alumnado, que estimularía -bien aplicada la medida- la excelencia del sistema.

10. Aprendizaje en Red, Sare_Hezkuntza, Inclusión Digital, Big Data, APPs, gamificación,… con una esperada Plataforma Integral, junto a la Web Semántica y Social, que facilite la toma de decisiones a todos los agentes (alumnado, profesorado, familias, patronales, administración,...). Plataformas digitales como las que usan en Shanghái, donde el profesorado aprende y puede ser analizado en su práctica docente.

11. Reordenación de la administración educativa, con una revisión profunda del destino de la inversión escolar, más cualitativa pero también cuantitativa en determinados casos, o la reforma de los Servicios de Apoyo, la Inspección,… MUY BREVEMENTE,  y para concluir. Hay que destinar más recursos humanos, materiales y presupuestarios al alumnado y a las familias cuando se establezcan el compromiso recíproco de esfuerzo y apuesta por la educación. Los servicios de apoyo no deben nutrirse sólo de personal estable sin vuelta al aula, sino formar parte de un período de aprendizaje y evolución del profesorado, y no sólo desde la red pública,...

12. PISA es el reflejo de una sociedad (de sus familias, de su escuela,...) con una foto de su juventud a los 15 años,... Mejorar en PISA requiere un gran Liderazgo y máxima Coordinación interinstitucional (más allá de la interdepartamental), con el Lehendakari a la cabeza y pactando con todas las formaciones políticas con representación parlamentaria. La reconocida referencia PISA, un reto objetivo y entendible por la ciudadanía, es capaz de movilizar a todos los agentes involucrados. Para que todos nos sintamos copartícipes y corresponsables en el reto #PISA2018 (con una legislatura por delante), pediríamos una asunción directa del reto por el Lehendakari Urkullu, un caso único de magister y minister (maestro y ministro, en latín magis-alter, el otro grande y minus alter, el otro pequeño),... capaz de reconocer que son la pedagogía (paidós) y la política (polis) los dos únicos modos de transformación social.

Otros posts sobre PISA2015. Tag: #PISA2015.

Para que se mantenga el debate vivo como sugiere Xabier Lapitz estamos retuiteando todo lo que leemos con el hashtag #PISA2015, pero recogeremos aquí con enlaces las propuestas más innovadoras como las de José A. del Moral a sugerencia de Igor San Román recogidas en Gananzia, o las de Josu Sierra (de cuyo post hemos tomado la imagen central), pinceladas de Ricardo Ibarra, otro juicioso artículo de Pedro Pablo Arrinda,... También en los comentarios se pueden dejar aportaciones, sin censura alguna.