Resulta sumamente gratificante comprobar que la juventud universitaria a escala mundial mantiene una perspectiva alerta sobre los Derechos Humanos allí donde se están vulnerando flagrantemente, como en Palestina. Y que muestran capacidad de movilización en distintos continentes. Hay esperanza en medio de esta tragedia.
Este lunes 6-5-24 cumplen una semana acampados en los jardines de la Facultad de Filosofía de la Universitat de València para protestar “contra el genocidio que está perpetrando Israel en Gaza” y para pedir a la institución académica que cese “cualquier tipo de relación con instituciones o empresas que colaboren con Israel”, explica Esther Monge, de 20 años, estudiante de Ciencias Políticas y Sociología.
Las protestas y acampadas organizadas en los campus de EE UU han sido una “inspiración”, pero el colectivo Estudiants per Palestina lleva movilizándose desde mucho antes, agrega, tras acordar con sus compañeros que se turnarán para hablar con este periódico. La mecha de las protestas estudiantiles está prendiendo en España. Barcelona, Madrid, Bizkaia, Álava, Pamplona, Sevilla, Zaragoza... Esto parece que acaba de empezar.
La Universidad española despierta a las movilizaciones por Palestina
Las protestas por la masacre en Gaza se extienden por los campus de la Comunitat Valenciana, Barcelona, Euskadi, Madrid y está previsto que lleguen a Sevilla https://t.co/0NNwYgVG49pic.twitter.com/uKHkApLw3z
MEE visited the University of Cambridge encampment for Palestine on Monday and spoke to the organisers. The students here not only demand divestment, but also reinvestment of the funds into Palestinian scholarships and to the rebuilding of universities in Gaza. pic.twitter.com/QxG9hSufvb
La longevidad está influenciada por una combinación de factores genéticos, medio ambiente y estilo de vida. Aunque existen ciertos hábitos saludables, como la dieta y la actividad física, los científicos aseguran que la genética desempeña un papel importante en nuestra duración de vida.
La longevidad humana está influenciada por una combinación de factores, incluyendo la genética, el medio ambiente y el estilo de vida. A continuación, te proporciono algunos detalles sobre cómo la genética contribuye a la longevidad:
Influencia genética:
Se estima que aproximadamente el 25% de la variación en la duración de la vida humana está determinada por la genética.
Sin embargo, no se conocen completamente los genes específicos y cómo contribuyen a la longevidad.
Algunos polimorfismos comunes (variaciones genéticas) asociados con períodos de vida prolongados se encuentran en los genes APOE, FOXO3 y CETP.
Estilo de vida y factores ambientales:
Las mejoras en el medio ambiente (como acceso a alimentos, agua potable, vivienda y atención médica) han aumentado significativamente la esperanza de vida desde el siglo XX.
Las personas longevas comparten ciertos hábitos saludables, como no fumar, mantener un peso saludable y manejar bien el estrés.
Los hermanos y parientes de primer grado de personas longevas también tienen más probabilidades de vivir hasta una edad avanzada.
Estudios recientes:
Un estudio evolutivo de genómica comparada identificó más de 2.000 nuevos genes vinculados a la longevidad en humanos.
La variación en la longevidad entre especies se cree que es principalmente genética, mientras que dentro de una especie, el medio ambiente también desempeña un papel importante.
Veamos algunos puntos clave:
Genética y Longevidad:
Las mejoras ambientales a lo largo del tiempo han aumentado la esperanza de vida, pero la genética también es relevante.
Las personas longevas comparten similitudes en sus estilos de vida: no fuman, manejan bien el estrés y tienen un peso saludable.
Los hermanos y parientes de personas longevas también tienden a vivir más tiempo, lo que sugiere una influencia genética.
Estudio de los Genes de la Longevidad:
Aproximadamente el 25% de la variación en la duración de la vida humana está determinada por la genética.
Se han identificado algunos polimorfismos genéticos asociados con la longevidad, como los genes APOE, FOXO3 y CETP.
Sin embargo, aún no se comprende completamente qué genes y cómo contribuyen a la longevidad.
Estilo de Vida y Genética:
El 70-75% de la longevidad se atribuye al estilo de vida, mientras que solo el 25-30% se relaciona con la genética.
La combinación de ambos factores es crucial para determinar cuánto tiempo vivimos.
En resumen, aunque la genética influye en la longevidad, no es el único factor determinante. El estilo de vida, el entorno y otros factores también son cruciales para vivir una vida larga y saludable.
78 años, esa es la edad a la que se considera que una persona es 'vieja', según la ciencia. Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, ha publicado un estudio en la revista 'Nature Medicine' en el que explican a qué edad comienza oficialmente esta etapa. 4.300 personas de 18 a 95 años participaron del estudio. Según los resultados hay tres etapas respecto a los cambios de las proteínas en el cuerpo: edad adulta, madurez tardía y vejez.
Este estudio revela cuándo comienza oficialmente esta etapa y cuáles son sus consecuencias
Hay quienes le tienen auténtico pánico a envejecer. Afortunadamente, las cosas han cambiado y la esperanza de vida es mucho más elevada. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los hombres se sitúa en 80,3 años y en las mujeres llega a los 85,7 años. Antes, una persona de 60 años era considerada una anciana. Y esto ahora es impensable. El sentimiento de 'vejez' es muy subjetivo, pero ¿a qué edad se considera científicamente que una persona es 'vieja'?
Para ello, estudiaron el plasma de 4.000 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 95 años y descubrieron que es a partir de los 78 años cuando se ingresa en la etapa de la vejez en términos biológicos.
Hay tres etapas del envejecimiento:
Identificaron que, a partir de esa edad, los niveles de ciertas proteínas en el plasma sanguíneo muestran cambios sustanciales que reflejan un proceso de envejecimiento acelerado. A medida que se van cumpliendo años, las proteínas pasan de ser constantes a disminuir lentamente, lo que supone una mayor vulnerabilidad en varios órganos.
También identificaron tres etapas distintas en cuanto al proceso de envejecimiento. Entre los 34 y los 60 años, se da lo que se conoce como la edad adulta, donde los cambios biológicos son más leves. De los 60 a los 78 años es la madurez tardía, cuando se incrementa la aparición de signos de envejecimiento. Por último, la tercera etapa, que comienza a los 78 años, se define como la vejez y los cambios físicos y psicológicos se vuelven más evidentes.
El estudio se hizo analizando el plasma sanguíneo de ciertas personas. La vejez biológica es algo de lo que no se puede escapar, tarde o temprano llega. Por muchos retoques estéticos que se realicen, el envejecimiento es natural y necesario. Incluso se puede hacer de este pasaje algo óptimo y saludable, como el conocido envejecimiento activo (varios posts) definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las personas pueden envejecer y seguir manteniendo su espíritu joven, pero es una realidad que a medida que la edad avanza las proteínas del cuerpo cambian, el colágeno disminuye y se ve afectado el sistema musculoesquelético. Según los resultados, los primeros síntomas de envejecimiento aparecen a los 34 años. Esto se debe a que en esta edad el ser humano comienza a tener cambios en sus proteínas.
Tony Wiss-Coray, autor principal de dicha investigación, explicó que: "Medir ciertas proteínas en la sangre puede brindar información sobre el estado de salud de una persona. Las proteínas son los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo y cuando sus niveles relativos experimentan cambios sustanciales, significa que tú también has cambiado".
Según los resultados, los niveles de proteínas sufren cambios relacionados con la edad en 3 momentos de la vida: a los 34, a los 60 y a los 78 años. Los niveles de proteína son constantes, pero en estos puntos comienzan a experimentar los cambios llamados edad adulta, madurez tardía y vejez.
La edad adulta se da a los 34 años, donde comienza la etapa de envejecimiento. A los 60 comienza la madurez tardía, donde se manifiesta el deterioro físico, cognitivo y enfermedades relacionadas con la edad. En esta etapa se disminuye la masa ósea y los tejidos se atrofian. La vejez comienza a los 78, cuando los órganos comienzan a fallar.
Mucho se escribe, también en este blog sobre alimentación y longevidad, pero no siempre las recomendaciones coinciden plenamente, e incluso se contradicen consejos en numerosas ocasiones. Por ello, nuestra labor es encontrar las mejores y más actuales referencias con el máximo rigor científico para acertar con la dieta óptima en nuestra nutrición diaria.
La receta para tener una vida más larga ya es conocida: hacer ejercicio, nada de tabaco ni alcohol y comer sano. Aunque factores genéticos también influyen, sin duda. Pero, ¿cuántos años ganaríamos si mejoramos la dieta de la noche a la mañana? Una investigación de la Universidad noruega de Bergen de febrero de 2022 respondió a esa pregunta: un cambio de alimentación podría alargar la vida incluso más de una década. Y, lo que es más importante, nunca es tarde para arañar un tiempo extra a la vida. Incluso personas cercanas a los 80 años pueden elevar su esperanza de vida entre tres y cuatro años si hacen hueco en el plato a los alimentos que favorecen la longevidad.
Los investigadores recopilaron y compararon resultados de decenas de estudios relacionados con la dieta y la longevidad en poblaciones de Estados Unidos, China y Europa. Según el estudio, «introducir estos cambios en la alimentación a los 20 años podría alargar nuestra vida entre diez y trece años, mientras que hacerlo a los 60 nos haría vivir hasta ocho años más», detalla Sandra López Doménech, doctora en Biomedicina y Biotecnología e investigadora en Endocrinología y Nutrición de la Fundación Fisabio. Eso sí, estos cambios deben mantenerse al menos una década para conseguir el máximo efecto. Pero incluso modificaciones parciales en la dieta pueden prolongar nuestra vida hasta en siete años si comenzamos antes de los 30.
El informe concluyó que, en general, «se debe reducir al mínimo posible el consumo de carne roja, los alimentos ultraprocesados y los ricos en azúcares, sustituir las harinas refinadas por granos integrales y aumentar las raciones de legumbres y frutos secos», detalla la científica de esta fundación dedicada a la investigación sanitaria.
Frutas, verduras y pescado logran también «efectos muy positivos sobre la salud», pero su consumo en la dieta actual no es tan bajo como el de legumbres y frutos secos, motivo por lo que se necesita incrementar más la ingesta de estos últimos. De hecho, en los hogares españoles se comen cada vez menos legumbres: desde la década de los 60 hasta la actualidad, ha caído más de un 50%.
Otros grupos de alimentos estudiados podrían tener un efecto más bien «neutro» en la longevidad. Es el caso de la carne blanca, el huevo y los aceites vegetales. Con excepción del aceite de oliva, que sí tiene un papel protector sobre la salud.
Las legumbres deben ser la principal fuente de proteínas en nuestra alimentación. Alubias negras, lentejas, garbanzos, judías blancas... Son los verdaderos elixires de la longevidad. Contienen fibra y más nutrientes por gramo que cualquier otro alimento del planeta. La medida: un mínimo de cuatro raciones semanales de entre 70 y 100 gramos de legumbres, según la edad y la actividad física, reducen en un 14% el riesgo de infarto debido a que rebajan significativamente los niveles de colesterol 'malo'.
Es preferible evitar los alimentos de origen animal. El Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer fija un máximo de 350 gramos semanales. Una recomendación de los nutricionistas: los huevos son un alimento con un excelente perfil nutricional y pueden sustituir a las proteínas de la carne roja.
En lo que hay consenso es en el consumo de pescado dos o tres veces a la semana, y mejor si tiene alto contenido de omega 3, que protege de las enfermedades cardiovasculares. «Las sardinas, el salmón, el atún y el boquerón se encuentran entre los pescados azules más consumidos en España. Tienen proteínas de alto valor biológico e incluyen todos los aminoácidos esenciales», valora Ana Tellería, médico nutricionista del centro IMQ Zurriola.
Otro de los cambios que hay que hacer en esa dieta para la longevidad es aumentar la ración de frutos secos. «Almendras, avellanas, nueces, pistachos y anacardos sobresalen por sus nutrientes. Aunque la cantidad varía de un tipo a otro, el porcentaje de proteínas que aportan oscila entre el 10% y el 30%. Su contenido en grasas es alto y llega hasta el 60%, pero son ácidos grasos saludables. Por ello, la Fundación Española del Corazón recomienda su consumo diario, pero «sin exceder los 30 gramos», añade la especialista en Endocrinología y Nutrición.
Sin ultraprocesados, ni dulces. Un alimento ultraprocesado es el que se elabora sin productos frescos y está repleto de conservantes, aditivos, potenciadores del sabor, azúcar, grasas perjudiciales: hamburguesas, salchichas, pizzas, bollería industrial,... La Sociedad Americana de Medicina Preventiva ha alertado de que el consumo de ultraprocesados se asocia al 10,5% de las muertes prematuras prevenibles. ¿Y cuál es el límite? «En personas jóvenes, delgadas y deportistas el límite de consumo de pizzas o hamburguesas sería de una o dos veces al mes», apunta el doctor Miguel Ángel Rodríguez González, especialista en medicina preventiva y salud pública. Para el resto de la población, mejor evitar todos los ultraprocesados.
El azúcar es uno de los principales enemigos de la salud: es culpable de la epidemia de obesidad y sus enfermedades asociadas. Sólo a causa de la diabetes fallecen en España 25.000 personas cada año. La Organización Mundial de la Salud fija un máximo de 25 gramos al día, unas cinco cucharadas de postre. Una lata de refresco ya contiene siete.
Y a partir de los 50 años:
Proteínas: Un gramo por kilo de peso. Que sean en su mayoría de origen vegetal.
Fibra: 25 gramos para las mujeres y 38 gramos para los hombres. El consumo de fibra se ha asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y obesidad, detalla la doctora Carmela Manrique, especialista en Endoncrinología del centro IMQ Colón.
Calcio: Debe proceder fundamentalmente del consumo de productos lácteos, ya que la biodisponibilidad del calcio (porcentaje de absorción) es mucho mayor frente a la de alimentos vegetales, destalla la especialista. La cantidad: 800 mg diarios, aunque se puede necesitar un extra (hasta 1200 mg) a partir de los 50 años y más aún con la menopausia.
Vitamina D: 15 microgramos al día (600 UI) y 30 minutos de exposición lumínica diaria. «No existen datos para recomendar la suplementación para obtener beneficios», puntualiza la especialista en Endocrinología.
Vitamina B12: Influye en el metabolismo energético, la función inmunitaria, la reparación del ADN y la producción de glóbulos rojos. La dosis diaria recomendada es de 2,4 microgramos. La vamos a encontrar en productos de origen animal. Por tanto, su carencia suele afectar a personas que siguen dietas desequilibradas y en veganos.
Antioxidantes: Presentes en alimentos que contienen vitaminas A, C o E. Su función es eliminar los radicales libres que provocan estrés oxidativo, por lo que incluirlos en tu dieta ayudará a retrasar el envejecimiento.
Ácido fólico: Para conseguir un aporte apropiado es necesario el aumento de consumo de fuentes naturales (verdura de hoja oscura, fruta, pan, cereales, cacahuetes, avellanas, hígado).
No se trata de vivir más, sino mejor. Hubo un tiempo en que el pedigrí de los servicios de salud occidentales se medía en función de la cantidad de años ganados para la esperanza de vida global. Esa idea está hoy ya desterrada. Lo que de verdad importa ahora son los años de calidad existencial. A la hora de evaluar la felicidad individual la enfermedad cuenta, pero sobre todo, cuenta la vida.
El equipo citado ha identificado los ocho factores que más impactan en la longevidad de las personas. Sus ocho mandamientos constituyen el secreto mejor guardado de la Humanidad, el de cómo llegar a una vejez saludable.
Los expertos hablan, sobre todo, de cuestiones sociales. De la forma en que influye en el bienestar de las personas mayores el hecho de que vivan en un barrio limpio, mantengan relaciones con los más jóvenes de la comunidad y se sientan respetados.
El trabajo, que se ha publicado en la revista 'The Proceedings of the National Academy of Sciences' de EE UU, consistió en entrevistar a 8.250 adultos de 65 años o más durante cuatro años. Pasado ese tiempo, el 22% de los participantes había fallecido. Las causas y condiciones de su muerte permitieron establecer 183 cuestiones de tipo social que favorecieron su muerte o, dicho en positivo, pueden contribuir a una vejez saludable.
«Es un trabajo muy interesante porque concede a los clínicos una herramienta para medir el impacto de las condiciones sociales en la salud, aunque se echan de menos algunas cuestiones que para nuestra sociedad mediterránea resultan trascendentales», valora el especialista Andrés Losada, vicepresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontologia y catedrático de la especialidad en la Universidad Rey Juan Carlos.
«El grado de control que uno siente que tiene sobre su entorno o el mantenimiento de metas y de ilusiones contribuyen de manera decisiva en la salud mental de las personas», explica el experto, que valora los ocho medidores de la salud al final de la vida:
Un vecindario cuidado. «Un barrio al que se dedican pocos o ningún recurso es un entorno que, muy probablemente, cuenta con una renta per cápita baja», explica el experto. La ecuación es sencilla. Menos fondos, peor alimentación, peores recursos sociales, más posibilidades de morir antes.
Control de las finanzas. La falta de recursos económicos no solo impide el mantenimiento de una dieta sana. También limita las relaciones sociales y las posibilidades de acceso a programas de ocio. «En Estados Unidos ocurre mucho más, pero aquí también».
Reunirse con jóvenes y niños una vez al año. «Lo físico no lo explica todo», advierte contundente Andrés Losada. Hasta el punto de que muchos viejos y ancianos –palabras cada vez más reivindicadas por el amplio grupo incluido en el limitado término de mayores – dan mayor importancia a lo social que a lo biológico en lo intergeneracional. «Se nota que el trabajo está hecho en EE UU, porque un contacto limitado a una vez al año resulta totalmente insuficiente en nuestra cultura».
Trabajar o mantenerse activo. El mundo laboral cubre una de las áreas más relevantes de contacto con las personas y el mantenimiento de la actividad cognitiva. «El trabajo no solo impacta sobre la economía individual, sino también sobre las relaciones personales».
Mantener relaciones activamente con los nietos. Su impacto sobre el bienestar emocional es comparable al de reunirse con jóvenes y niños. «Los nietos en el sur de Europa desempeñan un papel trascendental en la felicidad de los abuelos».
Hacer voluntariado. «Es algo fundamental que tiene que ver con la generatividad (posts varios)», el interés de las personas de mediana edad y mayores por guiar y asegurar el bienestar de las siguientes generaciones. Favorece la formación de los jóvenes y enriquece a todos los participantes.
Evitar la soledad no deseada. A juicio de Andrés Losada, éste es uno de los fallos del estudio, porque no es lo mismo sentirse aislado que estar solo. Quizás los autores del trabajo se referían a esto último. La soledad puede trabajarse con programas de intervención. Combatir el aislamiento resulta más complejo, porque tiene que ver más con la personalidad de la persona, sus traumas infantiles y su trayectoria vital.
Ser tratado con respeto y cortesía. «Más que de respeto y cortesía debería hablarse de la educación como indicador de bienestar», destaca el geriatra. Una sociedad educada, defiende, promueve el respeto y el buen trato hacia todas las personas en general, no sólo hacia sus mayores. «Evaluar el bienestar de una sociedad sin tener en cuenta las desigualdades sociales sólo contribuye a aumentarlas», subraya Kenneth E. Covinsky, autor principal del estudio. La vida, de hecho, está fuera del hospital.
En general, España va camino de desbancar a Japón como el país más longevo del mundo en 2040. Según un estudio de la Universidad de Washington publicado en The Lancet en 2018, para 2040, la proyecciones sitúan la esperanza de vida de los españoles en 85,8 años. Por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyecta a España como el país más envejecido del mundo para el año 2050, con un 40% de la población por encima de los 65 años.
Como capital de provincia destaca de Ourense: sus centenarios son los más longevos del mundo
De cada 100.000 habitantes, 75 son centenarios. Más aún, en la comarca de Tierra de Celanova, 252 por cada 100.000. Si bien es cierto que preferimos la longevidad medida como esperanza de vida, a cualquier edad desde el nacimiento, estos porcentajes de personas centenarias también pueden indicar lugares tipo “zonas azules” –o áreas con habitantes de edad avanzada.
Respecto a los notables registros de la famosa isla japonesa de Okinawa, donde de cada 100.000 habitantes, 68 superan el siglo de vida, el municipio Ourense roza la cifra y queda muy superada por la comarca Tierra de Celanova(con bajísima presencia de infancia y juventud).
Al hacer una comparación entre estos milagrosos destinos (Okinawa, Nicoya, Icaria, Loma Linda o Cerdeña), en todos ellos se encuentran los mismos paralelismos: tranquilidad, vida activa y armonía con el entorno, muy rural en el caso de Celanova.
Sin industria, ni contaminación, los vecinos de Ourense viven tranquilos gracias al campo y al ganado.
"Se trata de poblaciones rurales, relativamente pobres, donde no existe obesidad. También suelen ser individuos que viven vidas sencillas, con menos estrés que la mayoría", asegura David Reher, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. Son poblaciones tan ligadas estrechamente con el mundo rural que estas personas se sientan útiles hasta el final de sus vidas, algo que no ocurre en las ciudades, donde los ancianos pasan a jugar un papel más pasivo, y nada productivo.
Los expertos inclinan la balanza de las causas en estos grupos concretos hacia una alimentación muy sana, basada en productos de la tierra, donde abundan las frutas y las verduras, pocas calorías y muchos nutrientes.
En este sentido, en aquellas zonas donde destacan los centenarios también llaman la atención sus bajas tasas de enfermedades como arterioesclerosis, cáncer, Alzheimer, etc.
Aunque los estudios sobre Ourense aún son escasos y todavía no tiene la denominación de Zona Azul, se encuentra en el punto de mira de los científicos que buscan averiguar cómo llegar al final de nuestro camino de manera tan saludable.
Para estudiar todas las causas, un grupo de profesionales de la salud (profesionales, médicos, farmacéuticos, nutricionistas, etc.) se decidió a crear una mezcla entre asociación y laboratorio de la longevidad llamada OurensiVIDAd.
Entre sus fines, ver en la inscripción abierta a nuevos miembros, se encuentran potenciar la divulgación del valor nutritivo y las propiedades saludables de los productos alimentarios y los hábitos saludables de la provincia de Ourense, como alimentación sostenible dentro de la dieta atlántica, hábitos de vida saludable, termalismo y conductas medioambientales ligadas a la longevidad basada en la evidencia.
Con proyectos como GetxoLong aspiramos a crear municipios vivos, de presente y de futuro, con alta esperanza de vida para quienes nazcan y vivan en Getxo (Bizkaia), buscando mejorar la natalidad, atrayendo y reteniendo a la juventud para que asienten sus familias, así como siendo un destino inmejorable de las personas mayores. Podemos aprender mucho de Ourensecomo un modelo 1.0 de longevidad, pero otros referentes 2.0 como Singapur deben guiar nuestro camino.
"Podríamos vivir más de 120 años": el científico que descubre por qué morimos
Pocas personas saben más sobre el funcionamiento de la vida humana que Venki Ramakrishnan, biólogo molecular de Cambridge galardonado con el Premio Nobel de Química en 2009. Ahora se plantea la cuestión más profunda de la vida.
La clave de una larga vida no es ningún secreto: comer y dormir bien, hacer algo de ejercicio, evitar que te atropelle un autobús y esperar que cualquier enfermedad hereditaria se salte tus genes. Venki Ramakrishnan, vegetariano que va en bicicleta todos los días a su laboratorio de Cambridge, hace todo esto y, a sus 71 años, se declara "filosófico" sobre su propia muerte. Pero también toma pastillas para la tensión arterial, el colesterol alto y los coágulos sanguíneos (blood clots): medicamentos mágicos que alargan nuestra vida y que toman millones de personas cada día.
Si al final de sus días le ofrecieran una píldora que, en lugar de prevenir la enfermedad, evitara el proceso de envejecimiento y le concediera diez años más de vida, ¿la tomaría? "Todos estaríamos tentados", afirma Ramakrishnan. "La voluntad de vivir más está profundamente arraigada en cada uno de nosotros". ¿Podría llegar a existir un fármaco así? "Tengo la sensación de que estamos en la cúspide de algo", afirma. ¿Cuánto tiempo podría vivir el ser humano? "No creo que haya ninguna ley científica que impida romper nuestra barrera natural de 120 años más o menos. Pero lo pondría en la misma categoría que ser capaces de colonizar Marte. No hay ninguna ley física que diga que no podemos hacerlo. Pero es muy difícil".
Pocas personas saben más de la vida -y del funcionamiento celular que la impulsa- que Ramakrishnan. Este biólogo molecular ganó el Premio Nobel de Química en 2009 por su trabajo para resolver la estructura del ribosoma, la parte de la célula que lee las instrucciones genéticas y utiliza esa información para fabricar proteínas. El ribosoma es crucial para el funcionamiento de nuestro cuerpo: determina el color de nuestros ojos, hace latir nuestros corazones y hace girar nuestras mentes. Fue un avance asombroso.
Ramakrishnan fue nombrado caballero en 2012, elegido presidente de la Royal Society en 2015 y en la última lista de honores de la Reina Isabel II fue nombrado miembro de la Orden del Mérito, de la que solo hay 24 miembros, entre ellos David Attenborough, el artista David Hockney y el arquitecto Lord Foster of Thames Bank. Tras el éxito que ha supuesto desenterrar los secretos de la vida, Ramakrishnan centra su mirada microscópica en las causas del fin de la vida. Ha escrito
Los egipcios construyeron las pirámides para preparar a sus faraones para la otra vida; los emperadores chinos fueron enterrados con ejércitos de terracota para defender sus cuerpos hasta el renacimiento. La reencarnación y el karma hindúes, el cielo y el infierno cristianos, el jardín de la paz eterna del Islam: estas doctrinas surgieron porque, como dice Ramakrishnan, "el conocimiento de la muerte es tan aterrador que vivimos la mayor parte de nuestras vidas negándola". Sólo el título de su libro basta para que muchos de nosotros entremos en pánico.
Sin embargo, al debilitarse el control de la religión, ha quedado un vacío en nuestra relación con la muerte. En lugar de sacerdotes y profetas, nos dirigimos cada vez más a un grupo de personas -muchos de ellos hombres ultra ricos- a los que Ramakrishnan llama "mercaderes de la inmortalidad".
Ramakrishnan creció en Vadodara (Gujarat) en el seno de una familia hindú, aunque con dos padres científicos -su padre era bioquímico y su madre psicóloga experimental- tuvo una educación relativamente laica. "Pero como dice el chiste, en las trincheras y en las salas de examen nadie es ateo".
Me reúno con él en el Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Cambridge, donde trabaja desde hace 25 años. Esta altísima institución, situada en el campus del Hospital Addenbrooke, es la cuna de 12 premios Nobel, entre ellos el de Francis Crick y Jim Watson en 1962 por descubrir la estructura del ADN. El laboratorio y sus 440 científicos pretenden "abordar los principales problemas de la salud y la enfermedad humanas". Pero fuera del mundo de la ciencia académica, los investigadores ya no se conforman con luchar contra las enfermedades, sino que quieren engañar a la propia muerte.
A tan solo 10 kilómetros de donde estamos sentados se encuentra Altos Labs, la empresa biotecnológica de nueva creación más financiada de la historia, con 2.400 millones de libras de inversores como Jeff Bezos, de Amazon, y el multimillonario ruso-israelí Yuri Milner. Las instalaciones, que abrirán sus puertas en Cambridgeshire en 2022, tienen como objetivo detener por completo el proceso de envejecimiento. En la última década se han fundado más de 700 empresas de "vida más larga". La Iniciativa Chan Zuckerberg -creada por el cofundador de Facebook Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan- incluye en su cometido nada menos que curar, prevenir o gestionar todas las enfermedades para finales del siglo XXI.
¿Se trata de una quimera? "Estos multimillonarios de la tecnología a menudo han tenido un éxito muy rápido a una edad temprana", afirma Ramakrishnan. "Tienen la idea de que la vida no es más que un código que hay que piratear. Pero el envejecimiento es muy complejo. Hay una gran exageración en este campo, y gran parte de ella se aprovecha de la ansiedad que sentimos como humanos ante el envejecimiento y la muerte".
Pero en medio de la arrogancia, hay esperanza, afirma. "En los últimos 50 años la biología molecular y la genética han hecho enormes avances en la comprensión de los procesos de envejecimiento".
Volviendo al título de su libro, que recuerda a la Parca: ¿Cómo morimos? ¿Qué sabemos ahora de lo que ocurre en nuestras células cuando hacemos ese último giro mortal?
La muerte -si se excluyen enfermedades e inconvenientes como ser devorado por un león- es el resultado, en términos sencillos, del envejecimiento. Pero morir de "viejo" parece algo insatisfactorio. ¿Qué ocurre realmente en el interior de sus víctimas para que la vida se detenga sin más?
"Se puede pensar en el envejecimiento como una acumulación de daños en nuestras células, su capacidad para funcionar, su capacidad para hablar entre ellas, su capacidad para regenerarse", afirma Ramakrishnan. "El envejecimiento es una acumulación de defectos químicos que hace que estas células empiecen a funcionar mal".
Cuando somos jóvenes, muchas de las células de nuestro cuerpo rejuvenecen de forma natural. Si se dañan, se dividen y la célula madre muere una vez sustituida por su descendiente. Pero uno de los marcadores del envejecimiento es la "senescencia" (posts). Las células senescentes pierden la capacidad de dividirse y poco a poco se van dañando y muriendo. Esto no es un problema al principio. Las células mueren a lo largo de nuestra vida. "Ni siquiera nos damos cuenta. Puedes perder un miembro entero y seguir viviendo. Pero en el momento de la muerte se produce un fallo crítico de los sistemas. Se pierde la capacidad de funcionar coherentemente como individuo". Ramakrishnan cita El sol también sale, de Hemingway, en la que un personaje explica cómo se arruinó: "De dos maneras. Gradualmente, luego de repente". El cuerpo envejece gradualmente, luego muere de forma abrupta".
Desenmarañar los procesos graduales de los repentinos -envejecimiento de la muerte final- es un punto clave de la investigación sobre longevidad. ¿Cuál de estos procesos se debe a una enfermedad -el cáncer o el Alzheimer, por ejemplo, que nos afectan a muchos, pero no a todos- y cuáles son simplemente envejecimiento, que es universal? Para separar estos factores, los científicos creen estar cerca de un gran avance.
Un obstáculo clave es que las fuerzas evolutivas no están preparadas para que vivamos eternamente. "Lo que le importa a la evolución es que te propagues, te reproduzcas y transmitas tus genes", afirma Ramakrishnan. "No hay ningún beneficio, en términos evolutivos, en gastar muchos recursos intentando vivir más". Estas fuerzas, sin embargo, podrían superarse.
Ramakrishnan divide a los súper ricos que buscan la vida eterna en tres categorías: chiflados, misioneros y racionalistas. "Los chifladostienen ideas realmente extrañas que no tienen ninguna base real en la ciencia actual", afirma. Esto incluye el campo de la criogenia: congelar nuestros cuerpos tras la muerte hasta que la tecnología avance hasta el punto de que podamos volver a la vida. "No hay ni una sola prueba creíble de que la criogenia humana vaya a funcionar nunca". Una vuelta de tuerca a este planteamiento es un plan para cargar el cerebro en un almacenamiento digital basado en la nube, para descargarlo en una nueva forma de vida en una fecha posterior. Sam Altman, director general de OpenAI, está en la lista de espera de la empresa Nectome, de San Francisco, que pretende "respaldar, registrar y guardar" las mentes de sus clientes.
Luego están los misioneros. "Son personas que entienden algo de biología y quieren utilizarla para prolongar la vida en serio", afirma Ramakrishnan. En esta categoría entraría Bryan Johnson (posts), el multimillonario tecnológico de 46 años que saltó a los titulares el año pasado cuando reveló que se había transfundido a sí mismo plasma sanguíneo de su hijo Talmage, de 17 años, en un proceso extrapolado de la técnica conocida como parabiosis, la unión quirúrgica de dos o más cuerpos. Esperaba que esto le diera el corazón de un hombre de 37 años, la piel de uno de 28 y la capacidad pulmonar y la forma física de uno de 18, pero acabó dándole un aspecto un poco espeluznante.
Ramakrishnan se muestra escéptico, y Johnson admite que el procedimiento, que cuesta 2 millones de dólares al año, apenas le reporta beneficios, pero hay estudios que demuestran que la sangre de ratones jóvenes puede prolongar la vida de ratones viejos. Los primeros resultados sugieren que la sangre joven reduce la actividad de los genes que causan inflamación. Aislar factores como éste podría ayudar a crear un tratamiento que ralentice el proceso de envejecimiento, afirma Ramakrishnan.
Sin inmutarse, la siguiente treta de Johnson tiene que ver con la ciencia en torno a los telómeros (posts), las puntas protectoras al final de nuestros cromosomas. A lo largo de nuestra vida, los telómeros se acortan cada vez que las células se dividen, lo que significa que ya no pueden proteger adecuadamente a los cromosomas y las células ya no pueden dividirse y reconstruirse. Una sustancia química del organismo llamada telomerasapermite a algunas células reconstruir los telómeros, lo que potencialmente permite a las células reponerse indefinidamente. Johnson pretende secuestrar este proceso. Sin embargo, también podría aumentar el riesgo de cáncer, ya que la telomerasa permite que las células tumorales se dividan indefinidamente. Ramakrishnan cree que, si se supera este obstáculo, se podrían abordar aspectos clave del proceso de envejecimiento.
Esto nos lleva a los racionalistas, categoría en la que se incluye Ramakrishnan. Este grupo se centra en la lucha contra las enfermedades como forma de alargar nuestra vida. "Para muchas enfermedades - cardiopatías, cáncer, demencia - el riesgo aumenta con la edad. Así que si el envejecimiento es un factor de riesgo común, quizá deberíamos pensar en qué podemos hacer para atajar el envejecimiento, de modo que podamos vivir más sanos".
Ramakrishnan parece estar en forma y sigue yendo de vacaciones de excursión con su mujer, Vera Rosenberry, ilustradora infantil y escritora de Ohio. Pero admite que "a veces da la sensación de que la vida es como estar limitado a una parte cada vez más pequeña de una casa, ya que las puertas de las habitaciones que nos gustaría explorar se van cerrando poco a poco a medida que envejecemos".
Pero, a decir verdad, Ramakrishnan no está interesado en la inmortalidad. Lo que le mueve es centrarse en los procesos celulares y moleculares que rigen el envejecimiento y la enfermedad, con la esperanza de que más personas puedan disfrutar de buena salud hacia el final de sus vidas. Si la búsqueda de la vida eterna nos lleva a esa meta, que así sea. "El libro se titula Por qué morimos, pero también podría llamarse Cómo vivir", afirma.
A sus 71 años, ¿no le tienta la perspectiva de aprovechar los rápidos avances de la ciencia del envejecimiento para alargar su vida y su carrera? Según él, ya vivimos lo suficiente. El peligro de una longevidad cada vez mayor es la creación de una sociedad estancada, en la que los ancianos se aferren a los recursos económicos y las posiciones de influencia. "Me jubilaré el año que viene. Mi laboratorio sigue publicando en buenas revistas. Pero una persona de 35 años podría crear un campo completamente nuevo. Es una cuestión de justicia generacional. Ya vivimos el doble que nuestros antepasados".
De todos los multimillonarios con complejo de dioses que invierten en longevidad, es Bill Gates, con sus mosquiteras contra la malaria y sus campañas de vacunación, por quien Ramakrishnan siente más respeto. "Se pregunta cómo podemos aumentar la esperanza de vida en los países pobres. Lo irónico es que probablemente él esté haciendo más por aumentar la longevidad humana que cualquiera de estos tipos".
Así que en lugar de ocupar un valioso espacio en el laboratorio, Ramakrishnan va a aprender idiomas, leer y pasar tiempo visitando a sus hijos y nietos en Estados Unidos. Espera seguir el ejemplo de su padre, que a sus 98 años sigue viviendo de forma bastante independiente.
Como dice Ramakrishnan: "Mientras esperamos a que la vasta empresa gerontológica resuelva el problema de la muerte, podemos disfrutar de la vida en toda su belleza. Cuando nos llegue la hora, podemos adentrarnos en el ocaso con buen talante, sabiendo que hemos tenido la suerte de participar en ese banquete eterno."
Nobel Prize-winning scientist Venki Ramakrishnan focuses on a problem at the core of every life: why do we age and why do we die. #WIREDHealth. pic.twitter.com/TJ1H6wzAoI
‘We could live past 120’: the scientist discovering why we die. Podríamos vivir más de 120 años": el científico que descubre por qué morimos. #longevity#longevidadhttps://t.co/eQgvTwaGK7
“Margin Call” (El precio de la codicia) es un fascinante y desgarrador thriller que nos sumerge en el corazón de uno de los gigantes financieros de Wall Street. La película relata cómo una gran empresa inversora descubre que la alta toxicidad de sus activos la ha colocado en una irreversible situación de quiebra. Cuando Peter Sullivan, un analista junior, revela información que podría probar la caída de la empresa, se desencadena una catarata de decisiones tanto morales como financieras que producen un terremoto en la vida de los implicados en el inminente desastre.
La trama se desarrolla durante las 24 horas previas al inicio de la crisis financiera de 2008. La película nos narra la historia de una empresa que atraviesa su momento más crítico. Tras un análisis realizado por el jefe de planta de riesgo y corroborado por un trabajador de la misma planta, llegan a la conclusión de que la empresa está al borde del colapso debido a su alto endeudamiento.
A partir de aquí, surgen diferentes proposiciones para cambiar esta situación.
Los cinco personajes más importantes son:
John Tuld (Jeremy Irons), Director general de la compañía, persona capitalista y egoísta que solo mira por él y su empresa; Sam Rogers (Kevin Spacey), segundo tras Tuld, con una mentalidad que busca el beneficio de la empresa sin perjudicar a otros; Will Emerson (Paul Betanny), que representa a los trabajadores y apoya sus intereses; Eric Dale (Stanley Tucci), Jefe de planta, que descubre la situación crítica pero es despedido; Peter Sullivan (Zachary Quinto), un novato que revela la inminente quiebra y logra completar el trabajo de Dale.
“Margin Call” es un retrato impactante del mundo financiero y las difíciles decisiones que se toman en momentos de crisis. Se muestra cómo las instituciones financieras a menudo ignoraban o minimizaban los riesgos asociados con sus activos.
La falta de transparencia y la búsqueda de ganancias a corto plazo llevaron a la acumulación de activos tóxicos.
En economía, lo habitual es la "inversión al alza" (Long Trades), donde se compran acciones de alguna empresa con expectativas de crecimiento con la esperanza de que suba su valor para vender dichas acciones posteriormente a mayor precio, con la consiguiente ganancia. Es lo que se denomina una posición alcista o a la larga (Long Position).
Por el contrario, "vender en corto" (Short Trades), también conocidas como “posición corta”, Short Sellingo “ponerse corto”, implica apostar por la caída de un valor. Los inversores toman una posición que se beneficia, si el precio del activo disminuye.
Esta estrategia se utiliza para obtener ganancias cuando se espera que el valor de una acción, divisa o índice baje.
Préstamo de acciones: El inversor toma prestadas acciones de una compañía a través de un bróker que ofrece este servicio.
Venta en el mercado: Las acciones prestadas se venden en el mercado como si estuvieran en la cartera del inversor.
Espera a la caída: Si el precio de las acciones cae, el inversor las compra nuevamente a un precio más bajo.
Devolución de acciones: Las acciones se devuelven al bróker o al inversor que las prestó.
La diferencia entre el precio de venta (al inicio antes de la caída) y el precio de compra es la ganancia (que aumenta cuanto mayor sea la disminución del precio del valor).
Sin embargo, si las acciones subiesen en lugar de bajar, el inversor perdería dinero.
Riesgos y limitaciones de vender en corto:
Las acciones pueden subir sin límite, lo que significa que las pérdidas pueden ser incalculables.
La ganancia está limitada al 100% (si el valor llegara hipotéticamente a 0 euros).
En resumen, invertir en corto es una estrategia que permite a los inversores beneficiarse de las caídas del mercado, pero también conlleva riesgos significativos.
Así funcionan estas empresas de análisis ahora -Analizas una empresa -Encuentras algo malo (o no) -Apuestas a la baja -Lo publicas -Te forras cuando cae -Si luego es mentira, da igual
Gotham se forra en Grifols: su hedge fund declara un corto de 34 mill€ https://t.co/w1q1TYC15L
Lo que más nos ha gustado de estos cuatro días: El Centro Botín Center, continente y contenido, personal muy atento y pequeñas pero excelentes tienda (vídeo siguiente) y cafetería-restaurante. Muy reseñable una de las exposiciones permanentes como es Retratos: Esencia y Expresión, en una sala de su primera planta. Una exquisita selección de obras maestras del siglo XX provenientes de la colección de arte de Jaime Botín que incluye trabajos de Henri Matisse, Francis Bacon, Juan Gris, Joaquín Sorolla, Daniel Vázquez Díaz, Isidre Nonell, José Gutiérrez Solana y Pancho Cossío. Inigualable y divertida la performance musical obra del artista Martin Creed en los ascensores de acceso a las plantas y a la azotea (gratuitas y que son de obligada degustación).
Sin salir de la capital, que se recorre a pie en días soleados como han sido estos de finales del invierno, es impresionante todo lo visitable en Santander, con el Palacio de la Magdalena en primer lugar (con el legado de Vital Ansar, que pronto expondremos con la extensión que merece). Nos hemos acercado también a la Catedral de Santander, los Raqueros, las cuatro playas,...
Lo que menos nos ha gustado de Santander, que es una ciudad señorial, cargada de historia, con gentes muy amables, intergeneracionales y multiculturales ha sido: Un ruidoso y contaminante tráfico en varias de sus arterias principales, a velocidades altísimas y sin respetar el presunto límite (muy alto) de 40 km/h. Hay que reconocer que los conductores respetaban los pasos de cebra, pero si no actúan pronto las autoridades competentes convertirán a este enclave turístico en un "pueblo carretera" (como lo fue, hace medio siglo, nuestra querida Ubidea).
Quizá sea por la hipersensibilidad al ruido y al humo propia de quienes sufrimos el síndrome de los usuarios de vehículos eléctricos puros, pero es estruendo de los acelerones y malos olores resultó espantoso. Así como la claudicación hacia el tráfico rodado. En el mismo centro de la ciudad había semáforos de 78" para los coches y sólo 18" para cruzar (vídeo). Y otros que no anunciaban la espera, pero eran de casi 5 minutos para luego conceder apenas unos segundos de cruce a pie. Un auténtico contraejemplo de la prioridad que deben tener los peatones, con aceras estrechas junto a 6 u 8 carriles de vehículos (parecía que estuviéramos en un borde de una autopista). A corregir con urgencia, para sacar tráfico del centro. Y saben hacerlo, porque en la península de la Magdalena sí lo han conseguido (aunque también había demasiados vehículos particulares en el recinto).
Situado en el punto más alto de la Península de La Magdalena, este edificio -diseñado por Gonzalo Bringas y Javier González de Riancho- tiene gran valor histórico por tratarse de la residencia de verano de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia durante diecisiete años, así como por ser la sede principal de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo desde 1933. El Palacio de La Magdalena es, sin duda, uno de los referentes turísticos de la ciudad.
De reciente apertura, el 23 de junio de 2017, el Centro Botín es un espacio dedicado al arte y al desarrollo creativo. Diseñado por Renzo Piano, ganador del premio Pritzker de arquitectura en 1998, está dividido en dos zonas: la Oeste dedicada al arte y la Este a las actividades culturales y de formación. Cuenta con dos grandes salas de exposiciones, un auditorio con capacidad para 300 personas, aulas de formación, área de trabajo, una tienda y una cafetería-restaurante dirigida por Carlos Crespo y el chef Alex Ortiz. Su ubicación privilegiada te permitirá disfrutar de las mejores vistas a la bahía.
Situado frente a la bahía de Santander, el Palacio de Festivales acoge desde 1991 gran variedad de espectáculos de relevancia nacional e internacional. El edificio de estética vanguardista, fue diseñado por el arquitecto Sáenz de Oiza y alberga tres salas: Argenta, en honor músico cántabro, la sala Pereda y la sala griega que recuerda a un teatro clásico.
El escritor cántabro donó a Santander todo su legado bibliográfico y el edificio en el que lo guardaba con la condición de que siempre se mantuviera agrupado. Este espacio donde abundan los elementos clásicos y barrocos y que fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1982, guarda un total de 45.000 volúmenes de gran importancia y de alto valor histórico y patrimonial, como los manuscritos de Quevedo, Lope de Vega y del propio Menéndez Pelayo.
La Casa–Museo de Menéndez Pelayo fue construida en 1876 y habitada desde entonces por la familia de don Marcelino. Años después de la muerte del erudito en 1912, se abrió al público conservando algunos muebles y enseres en el mismo lugar. Junto con la Biblioteca de Menéndez Pelayo, fue declarada conjunto histórico-artístico.
Actualmente se encuentra cerrada.
MAS
(Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander)
Desde su fundación en 1908, ha evolucionado constantemente hasta convertirse en lo que es hoy: un lugar de encuentro e intercambio de ideas. Un museo que promueve el conocimiento de arte moderno, contemporáneo y actual. La colección artística del MAS cubre un amplio abanico cronológico que abarca desde obras del siglo XVI hasta las más actuales.
En sus más de 3.000 m² de exposición, el museo muestra la vida marina y la relación del hombre y la mar a lo largo de la historia. Su colección comenzó a reunirse en el s. XVIII para, más adelante, aumentar gracias a la colaboración de importantes colectivos. El tamaño de la colección y su diversidad permiten dividir la exposición marina en cuatro secciones: ‘La vida en la mar’ (Naturaleza-Biología Marina), ‘Pescadores y pesquerías’ (Etnografía Pesquera), ‘El Cantábrico y la mar en la historia’ (Historia marítima) y ‘Vanguardia tecnológica frente a la mar’ (Tecnología marítima).
Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC)
Ubicado en el Mercado del Este, en pleno centro de la ciudad, el MUPAC ofrece 2000 m2 de espacio expositivo, en donde podrás descubrir más de 1.200 piezas que abarcan desde el período del Paleolítico Superior hasta la Edad Media, muchas de las cuales proceden de yacimientos arqueológicos tan importantes como Altamira o Puente Viesgo.
Centro de Interpretación ‘Historia de la ciudad de Santander’
Situado en la Catedral de Santander, este centro busca acercar al público general el patrimonio histórico de la ciudad de una forma original y emocionante.
En el subsuelo de la plaza Velarde, más conocida como plaza Porticada, se encuentran los restos de las antiguas murallas que, en el s. XIII, separaban el entorno del mar y servían como muro protector de la villa.
Las instalaciones, situadas bajo el suelo de la plaza del Príncipe, te hará revivir uno de los períodos más negros de nuestra historia y que pocos conocen: la experiencia de los habitantes de Santander bajo los ataques aéreos que sufrieron durante la Guerra Civil.
Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS)
Este centro lo encontrarás en la calle Magallanes y tiene como objetivo la recuperación histórica a través del patrimonio fotográfico que restaura y difunde en su sala de exposiciones abierta al público. Aunque tiene su origen en el antiguo Archivo Histórico Fotográfico Municipal, en los últimos años su patrimonio ha crecido gracias a las donaciones de particulares.
Esta sala de exposiciones es la sede principal de la Fundación Botín, ubicada en la casa familiar donde vivió Don Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de las Cuevas Prehistóricas de Altamira. En su interior encontrarás un salón de actos, una sala de seminarios, una biblioteca y un ático en donde suelen realizarse talleres.
Situado en la calle Tantín, este centro cuenta con un teatro, una sala de exposiciones y el CASYC UP, una planta dedicada a sala de proyecciones, mediateca y un espacio multidisplinar en donde se desarrollan proyectos y se presentan al público. El CASYC se caracteriza por su intensa actividad cultural, seguro que durante tu estancia podrás disfrutar de alguno de los conciertos, charlas o exposiciones que ofrecen.
Muy cerca del CASYC, se encuentra este edificio, centro habitual para celebrar exposiciones, conferencias y presentaciones de libros. Frente al Paraninfo hay un edificio con un mural en el que se representa a catorce escritores cántabros con influencia en la región.
Centro Cultural Doctor Madrazo
Situado en la calle Casimiro Sainz, este mercado de abastos es ahora un centro cultural con biblioteca, acceso a Internet y en donde suelen celebrarse exposiciones y conferencias.
Este edificio se construyó en 1900 y se utilizó como almacén de tabaco. Durante la Guerra Civil, se convirtió en cárcel para presos republicanos y, al terminar, volvió a convertirse en almacén hasta 1986. Posteriormente, fue reformado y se convirtió en lo que es ahora: una gran Biblioteca que, además, ofrece multitud de exposiciones con el objetivo de acercar la cultura a los ciudadanos.
Frente al Palacio de Riva Herrera, se encuentra este museo en donde tendrás la oportunidad de conocer la historia del abastecimiento de agua al municipio desde 1874 hasta la actualidad. También tendrás la oportunidad de seguir el ciclo natural del agua, desde que se capta en las montañas del interior de la región hasta que es devuelta al mar Cantábrico.
Museo del Deporte
Situado en el interior del Palacio de los Deportes, el museo hace un recorrido por la historia del deporte en Cantabria y expone los trofeos, equipaciones y objetos donados por los grandes deportistas de la región.
Situado en el extremo Oeste del edificio de la Escuela Técnica Superior de Náutica, lo reconocerás por su cúpula metálica. El Planetario no es un observatorio astronómico sino un proyector especializado que muestra de forma precisa el movimiento aparente del Sol, la Luna, los planetas y sus satélites y de las estrellas sobre una pantalla con forma de bóveda simulando la forma en que se vería en cualquier lugar y a cualquier hora de observación en la Tierra.
Más información en su web. *CERRADO TEMPORALMENTE*
Centro de Arte Faro Cabo Mayor
Si te gustan los museos diferentes, en el interior del Faro de Cabo Mayor encontrarás este que ofrece una exposición permanente del artista Eduardo Sanz y una muestra de objetos con el faro como protagonista. Sin duda, se trata de uno de los museos más singulares de nuestra región.
Palacio de Riva-Herrera. Centro de Demostraciones Smart Santander
Situado en la c/General Dávila, frente al Museo del Agua, este edificio fue declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de una torre medieval que fue remodelada en el s. XVI por Fernando de la Riva-Herrera (Proveedor General de las Armadas del Mar Océano) y a la cual anexó un palacio más acorde con su condición. Actualmente es sede de la Fundación Santander Creativa, uno de los pilares fundamentales de la cultura en Santander, además de albergar el centro de Demostraciones de Riva-Herrera.
Para concertar cita previa, entra en la siguiente web.
Palacete del Embarcadero
Este edificio, obra del arquitecto Javier González de Riancho, está situado en el Paseo Marítimo, junto a Los Reginas. El Palacete se impulsó en 1920 como estación de pasajeros, desde 1985 sirve como sala de exposiciones y conferencias. En obras en la actualidad.
Centro de Interpretación del Litoral
Ubicado en la antigua batería de defensa de San Pedro del Mar en La Maruca, esta fortificación de 1660, se edificó para proteger Santander de los ataques de los piratas y se mantuvo activa hasta después de la Guerra de Sucesión entre Borbones y Austrias (1702-1713). Antes en ruinas, fue reconstruida convirtiéndose en el actual Centro de Interpretación del Litoral. Acoge la exposición permanente Patrimonio Litoral de Cantabria.
Más información en su web. Actualmente se encuentra cerrado.
Museo de los Bomberos
Situado en el Parque Municipal de Bomberos de Santander, esta sala de exposiciones ofrece la visión de quienes arriesgaron su vida para sofocar el incendio que arrasó Santander en 1941.
Ubicado en un pequeño edificio de 1912, hasta hace poco era un mercado tradicional. Hoy, tras una completa rehabilitación, es un centro cultural, sede de la asociación Espacio Imagen que organiza cursos, charlas y exposiciones.
Cementerio de Ciriego
Ideado por el arquitecto Casimiro Pérez de la Riva en 1881 e inaugurado en 1893, en él encontrarás una planta de cruz en su parte central, gracias a la cual convierte el espacio en un entramado de calles y entrecalles. Es uno de los cementerios más bonitos de España, y en él podrás observar el trabajo de los arquitectos y marmolistas más importantes de la región.
Por tratarse de un lugar lleno de historia y de gran belleza, suelen realizarse visitas guiadas.
Uno de los tesoros de la arquitectura industrial de nuestra ciudad. Las naves de Gamazo reciben este nombre gracias a Germán Gamazo, ministro de Fomento con Sagasta y disponen de una superficie de casi 1000 metros cuadrados entre las dos.
Fueron construidas en en el siglo XX, la más antigua es del año 1908 y la otra de menor tamaño data del año 1950. Desde julio de 2021 son sede santanderina de la colección ENAIRE de Arte Contemporáneo.
Tiene lugar de 9:00 a 14:00 en la plaza de la Esperanza. Los martes, viernes y sábados se venden productos agropecuarios. Los lunes, miércoles y jueves ofrecen productos de confección y calzado.
Además, los domingos por la mañana la plaza se llena de puestos en donde podrás encontrar una amplia variedad de productos de diversa índole.
Centro Cívico Tabacalera
Alberga el jardín vertical interior más grande de Europa visible en todas las plantas del edificio, además de contar con una terraza con vistas increíbles a la bahía de Santander.
Las salas del centro tienen diferentes usos: trabajo social, ludoteca, talleres, formación y experimentación artística, etc.
Refugio Antiaéreo de la Catedral
Un nuevo espacio turístico en un enclave tan relevante como la catedral.
Se han recuperado 70 metros de este refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Fue descubierto durante las obras de las dependencias capitulares, que han descubierto otros importantes hallazgos culturales como los muros de piedra del castillo de San Felipe, la capilla de San Pedro y restos del siglo X.
Museo Machichaco
Este Museo contribuye a difundir la memoria de la histórica catástrofe portuaria y urbana que vivió Santander el 3 de noviembre de 1893, a causa de la explosión del barco Cabo Machichaco.
En el Museo podemos encontrar obras gráficas e ilustrativas, como es la caja mágica o el diorama de la explosión, junto con documentación original, fotografías y réplicas a escala. El Museo Machichaco será un museo vivo, los fondos se irán ampliando y renovando.
Lugar: Estación Marítima de Santander. Horario: de martes a domingo 8 a 20.30