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El papel de las mitocondrias en la salud y la longevidad

Recogemos en El Correo del 4-4-24 este artículo de Julia FernándezCómo activar tu mitocondria con pequeños gestos para vivir más y con más saludLas mitocondrias, orgánulos presentes en casi todas las células eucariotas, desempeñan un papel fundamental en la producción de energía celular a través de la respiración celular. Además de su función energética, las mitocondrias están implicadas en una variedad de procesos celulares, incluida la regulación del metabolismo, la apoptosis y la señalización celular

Para cuidar las mitocondrias, la receta es siempre la misma: alimentación sana, ejercicio físico, dormir bien,... Pero hay diferentes caminos para conseguirlo. El artículo, entrevistando a Antonio Valenzuela, sugiere cinco gestos para cuidar las mitocondrias
  1. 'Snacks' de movimiento: Mantenerse saludable incluye actividad física, «que no ejercicio». Es decir, para que tus mitocondrias vayan como la seda y tú también no hace falta que te conviertas en un atleta. «Se trata de mantenerse activo a lo largo de la jornada. Es más importante eso que hacer deporte una hora y pasar el resto del día sentado». El experto propone que sustituyamos los 'snacks' de comida que nos ponemos en los ratos de ocio (aceitunas, patatas, gominolas...) por lo que llama «snacks de movimiento: levántate cada hora, haz unos saltos, o unas sentadillas o bici estática... ¡Con un minuto es suficiente!». 
  2. Come como tu bisabuelo. La comida ultraprocesada no es el combustible que necesita nuestro cuerpo. Es la gasolina que alimenta el incendio que devora nuestra salud. «Hay que comer como nuestros abuelos... o mejor dicho, como nuestros bisabuelos: comida real, de calidad y evitando sobrealimentarnos porque esto satura las mitocondrias». Según su planteamiento, hay que ingerir de todo: verduras, pescado, carnes, frutos secos... «Y beber agua, al menos dos litros al día. Uno de los primeros síntomas de que estamos deshidratados es el cansancio». Otro asunto que tenemos que poner en práctica es el ayuno intermitente (post reciente). Se trataría de pasar al menos 12 horas sin probar bocado y lo ideal sería que lo hiciéramos en nuestro descanso nocturno. «Nuestra genética está programada para ello», señala. «Podemos retrasar un poco el desayuno para conseguirlo». Durante el ayuno, el cuerpo experimenta cetosis y cambia su fuente de combustible de glucógeno almacenado a ácidos grasos.
  3. No descuides el magnesio, Una dieta equilibrada debería proporcionarnos todo lo que necesitamos, pero hay un nutriente que tenemos que cuidar: debemos mantener nuestros niveles de magnesio adecuados. – ¿Con suplementos? – O tomando alimentos ricos en él. Aunque para eso hay que asegurarse que son de calidad y muchas veces no son fáciles de conseguir porque la agricultura intensiva y el suelo empobrecido influyen negativamente. Esta molécula está presente en «verduras de hoja verde como las espinacas, el kale, las acelgas, el brócoli...», el cacao puro, frutas «como aguacates, frambuesas, plátanos...», frutos secos y alimentos del mar. Por cierto, ojo con el estrés, que es un vampiro del magnesio.
  4. Baños de sol... y de frío. Pasar horas bajo el sol no es buena idea, pero darse pequeños baños diarios les encantan a nuestras mitocondrias. «No se trata de exponerse a él a las tres de la tarde en agosto», advierte, pero sí pasar unos minutos al amanecer o al atardecer. «Y podemos hacerlo desde casa, con la ventana abierta, eso sí, no detrás del cristal». También conviene darse baños de frío. «Nuestras mitocondrias elevan nuestro metabolismo y producen calor». Para estimularlas, hay que huir «del sedentarismo térmico en el que afortunadamente vivimos». No se trata de apagar la calefacción y pasar frío durante horas, «basta con, por ejemplo, salir a la calle y esperar un poco a sentirlo antes de ponerse el abrigo». 
  5. Respirar bien. Lo hacemos de continuo, pero le prestamos poca atención. Es hora de empezar a respirar bien: «Por la nariz y no por la boca porque la oxigenación es mayor y más completa». También conviene hacerlo de forma «profunda y usando el diafragma». «Según un estudio de la Universidad de Stanford, con tan sólo cinco minutos al día de práctica de esta técnica ya se obtienen beneficios para la salud», señala en el libro, donde despliega toda su teoría,
El proceso de envejecimiento es un fenómeno complejo influenciado por una variedad de factores, entre ellos, el estado de las mitocondrias, las estructuras intracelulares responsables de la producción de energía. Las mitocondrias desempeñan un papel importante en la supervivencia y muerte de las células. Por lo tanto, comprender y promover una función mitocondrial óptima es esencial para mantener una vida más saludable y longeva. No sólo son las “centrales eléctricas” de nuestras células, sino también guardianes de nuestra salud y longevidad. 

Aquí tienes una lista de alimentos que pueden ayudar a mantener y mejorar la función mitocondrial: Antioxidantes, con arándanos y otras bayas. Vitaminas B, con carne de res (de pasto):o de caza: Prueba la carne de búfalo o de caza. Azufre, como el brócoli, la coliflor, la col rizada y el repollo. Grasas saludables, como aguacates, aceite de oliva virgen extra. Magnesio, en espinacas, almendras o aguacates.

¿Cómo afecta la hora de comer a tu longevidad?

Resumen en 40 palabras: Es aconsejable acomodar todas las comidas del día a los ciclos de luz y mayor actividad, desde el amanecer al anochecer, dejando un período de ayuno nocturno prolongado (al menos de doce horas). Conozcamos mejor las biorritmos (ritmos circadianos) para sincronizar mejor nuestra vida (próximo post). 

La investigación del neurobiólogo Joseph Takahashi demuestra que el reloj biológico influye más de lo que se creía en numerosas funciones del organismo, en particular en el metabolismo. De ahí se deriva que la hora de comer parece que sí importa en la longevidad, así como la restricción calórica.

El reloj biológico humano está controlado por una decena de genes. Juntos conforman un mecanismo molecular importante para la evolución, algo que se sabe porque seres muy diversos – moscas, gusanos u hongos- tienen uno muy parecido. El neurobiólogo Joseph Takahashi ha dedicado décadas a descifrar el funcionamiento del reloj biológico y su papel en nuestro comportamiento, después de descubrir el primer gen relacionado con él en mamíferos. 

Según afirmó en una conferencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), hay una relación directa entre el reloj biológico y la salud y, entenderla a escala molecular permitirá abrir nuevas vías contra el cáncer y otras enfermedades. Takahashi fue presentado por la investigadora del CNIO María Casanova, que busca mejorar las terapias oncológicas ajustando a los biorritmos la hora de administración, y estudia también cómo reacciona el sistema inmunitario en función del momento del día. 

Una prueba de la importancia del reloj biológico es su relación con la longevidad. Takahashi demuestra en un reciente trabajo en Science que un método experimental usado para prolongar la vida en animales modelo, la restricción calórica (ingerir menos calorías de manera controlada), es más efectiva si se aplica teniendo en cuenta los ritmos biológicos. En la investigación varios grupos de ratones comieron toda su vida un 30% menos de lo habitual, pero algunos lo hicieron con restricciones horarias. 

Los ratones que podían comer en cualquier momento del día fueron un 10% más longevos; los que comían solo de día vivieron un 20% más; y los que comían solo de noche, cuando los ratones son más activos, un 35% más. “Esto sorprendió mucho a toda la comunidad de longevidad, porque muestra que la hora en que se come es quizás el factor más importante”, afirma Takahashi. 

El poder de este experimento es que los animales comen exactamente lo mismo cada día, la única diferencia es el patrón temporal que siguen al hacerlo. Estamos muy emocionados con este resultado”. “Nuestra hipótesis es que el reloj biológico está en la base de todos los mecanismos del organismo que sabemos que están relacionados con la longevidad”, dijo Takahashi en el CNIO. 
Un ciclo de energía convertido en un ciclo de instrucciones genéticas Que los ritmos biológicos sean importantes tiene sentido, dados los cambios ambientales que trae el ciclo de luz/oscuridad: “Es en realidad un ciclo de energía. No solo las plantas, que obtienen energía del sol, sino todos los sistemas vivos han desarrollado relojes para anticiparse y aprovechar el ciclo de energía en la Tierra”, explicó Takahashi. Él y otros han mostrado en las últimas décadas que, a escala molecular, la adaptación a este ciclo de energía implica que también hay un ciclo en la ‘lectura’ (o transcripción) de nuestros genes. Los genes dan las instrucciones para el funcionamiento cotidiano del cuerpo, y ahora se sabe que cada una de esas órdenes entra en juego en un momento determinado del día. Como dice Takahashi, “hay un ciclo de transcripción genética que tarda 24 horas en completarse”. 

El primer gen CLOCK relacionado con ritmos circadianos se identificó en la mosca de la fruta –la Drosophila melanogaster— en los años setenta. Los años siguientes empezó una carrera por encontrar más bases genéticas de relojes circadianos. Takahashi encontró el gen CLOCK en 1997, y poco después BMAl1. Son genes que activan la lectura de otros implicados en ritmos circadianos, de los que se conocen ya una decena. Estos genes interactúan formando un sistema que se sincroniza con el entorno, y su acción influye en miles de otros genes. Takahashi ha descubierto que alrededor del 10% de los genes que se expresan en cualquier tejido están sometidos a control circadiano. Muchos son genes implicados en rutas metabólicas y del ciclo celular. En su investigación con restricción calórica observó que, en el hígado, los patrones de lectura (transcripción) de unos 2.500 genes variaban según los animales comieran de día o de noche. El grupo en que esta lectura de las instrucciones genéticas se desviaba menos de la habitual era el de los ratones más longevos –los que comían solo por la noche, coincidiendo con su periodo natural de actividad. Los investigadores registraron también una mayor pérdida de peso en este grupo. 

El grupo de Joseph Takahashi quiere ahora investigar si alterar el gen CLOCK tiene efectos sobre la longevidad, y también buscan modular la actividad de este gen mediante un fármaco. Antes de bajar a la escala molecular los investigadores abordaron la fisiología del reloj biológico. Hoy se sabe que los biorritmos se mantienen también en ausencia de señales externas, como la luz –que es solo una las señales que pueden influir en el ritmo circadiano–. Estas señales, sin embargo, son importantes para resetear y sincronizar el reloj. También ha sido importante descubrir que no hay un único reloj en el cerebro, como se creía: “La investigación del reloj circadiano de los mamíferos se ha centrado durante mucho tiempo en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, pero ahora sabemos que cada célula tiene su propio reloj, y el sistema nervioso central, el cerebro, los sincroniza”, dijo Takahashi. 

El envejecimiento se asocia con el declive gradual de los ritmos circadianos, lo que plantea la cuestión de si los mecanismos farmacológicos o conductuales que aumentan la solidez circadiana pueden ralentizar el proceso de envejecimiento. La alimentación restringida en el tiempo es un mecanismo para aumentar los ritmos internos, e incluso la administración restringida en el tiempo de una dieta rica en grasas durante la fase activa, en concreto, puede prevenir la obesidad inducida por la dieta y las comorbilidades asociadas, incluso en un contexto de alteración circadiana. Aunque la restricción calórica favorece la longevidad, no está tan claro hasta qué punto está implicado el reloj biológico de 24 horas.

Envía una carta para una persona mayor en navidad


Envía Una Carta Para Un Abuelo 2023


La iniciativa para combatir la "soledad no deseada" trata de que escribamos una carta para una persona mayor que está en alguna residencia (hay unas 360.000 en esta situación en España) y que, seguramente, no recibe noticias de nadie. Es muy fácil participar telemáticamente.

Me ha correspondido escribir a Josefa, de 85 años que está en una residencia de Zaragoza. Me han indicado tres de sus aficiones (cine, hablar y manualidades). Y le he escrito, esta misiva,... con ayuda de ChatGPT. Lo cierto es que ya, para bien o para mal, basta escribir un prompt con el nivel de personalización de nombre, edad, ciudad y aficiones para que tengamos cartas a tutiplén. Lo que los seres humanos no somos capaces de hacer que lo haga la Inteligencia Artificial (AI).

Querida abuela Josefa, 

Espero que esta carta te encuentre disfrutando de un hermoso día en Zaragoza. Me he tomado un momento para escribirte porque quiero que sepas cuánto te aprecio y lo importante que eres para mí. Recuerdo con cariño todas las veces que hemos hablado durante horas, compartiendo historias y risas. Esos encuentros son algunos de mis más preciados recuerdos. 
También admiro tu pasión por el cine y cómo siempre tienes una nueva película que recomendar. Me encanta cómo tus ojos se iluminan cuando hablas de tus actores y actrices favoritos. 
Y qué decir de tus habilidades para las manualidades. Cada creación tuya es una obra de arte que refleja el amor y la dedicación que pones en cada detalle. Eres una fuente de inspiración para todos los que te rodeamos. Aunque la distancia nos separe, siempre estás en mi corazón. 
Espero poder visitarte pronto y pasar tiempo juntos, quizás viendo una película clásica o creando algo hermoso con nuestras manos. 
Con todo mi amor y cariño, 

Mikel, que es un abuelo que pasa a veces por Zaragoza y que te aprecia como si realmente fueses mi abuela y la bisabuela de mis tres nietos
Me gusta esta doble forma de voluntariado en Adopta un abuelo

Quizá siempre se puede mejorar cualquier fórmula de solidaridad. Empezando, por lo de "abuelo", si bien la RAE admite la acepción de abuelo como persona mayor. No tiene sentido, incluso puede resultar ofensivo, llamar a las personas mayores "abuelos" o "abuelas", al igual que lo sería llamar a todas las mujeres "madres". 

Pero creo en el voluntariado, que siempre es mejor contribuir en algo, por poco que sea y demasiado "virtual", que no hacer nada y, peor aún, criticando a quienes hacen lo que pueden. Cierto que hay que ir a las causas de esta realidad terrible de muchas personas que viven tan cerca y que ya poco más pueden aportar para dejar un mundo un poco mejor. 

Aprovechemos esta franja histórica donde quizá aún algunas personas mayores crean en la fantasía, porque ya somos muchos los abuelos (de verdad, desde hace muchos años y con varios nietos) que sabemos que hay miles de robots (¿o es sólo uno?) escribiéndonos mensajes de ánimo y afecto.

Me resisto a este uso fraudulento, si bien he aceptado que me haya ayudado en la redacción. Más aún: Si recibo respuesta de Josefa (que espero sea real), me comprometo a visitarla "en persona" en este inmediato año 2024. 

Abuelas y abuelos para grandes literatos

Para celebrar el 26 de julio, Día de los Abuelos y Abuelas
La nieta del Señor Linh
Si hay un tipo de literatura que dedique especial cariño a la figura de los abuelos
 (necesitamos el concepto de abuelidad) y que mantenga un vínculo profundo y poético con ellos, esa es la Literatura Infantil y Juvenil. Y, si hay un abuelo conocido y reconocido dentro de ésta, ese es Don Nicolás, el abuelo de Manolito Gafotas. Y no es de extrañar tal reconocimiento porque, como diría el propio Manolito, el abuelo Nicolás “mola, mola mucho, mola un pegote”.

Elvira Lindo construye una relación marcada por el afecto y el cariño entre ambos personajes. Sentimientos que se van afianzando conforme los títulos sobre la vida de Manolito proliferan. El abuelo dejó el pueblo para mudarse a Carabanchel Alto con el resto de la familia y, desde entonces, él y Manolito— y cuando se le permite también El Imbécil—, son inseparables. Manolito admira a su abuelo porque es un hombre que sabe mucho. A veces Don Nicolás se encarga de recoger las notas de su nieto en el colegio, y sabemos que las notas pueden ser un conflicto para Manolito, pero no pasa nada, lo importante es que siempre tiene la confianza de contarle los problemas a su abuelo, a su “súperabuelo”. 

El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía ni leer ni escribir. A las cuatro de la madrugada, cuando la promesa de un nuevo día aún venía por tierras de Francia, se levantaba del catre y salía al campo”. Con estas palabras comenzaba José Saramago su discurso por el Premio Nobel de Literatura en 1998. El hombre más sabio a quien había conocido el escritor no fue otro que su abuelo Jerónimo. Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha, abuelos maternos del autor portugués, se convirtieron en dos figuras fundamentales en su vida y en su obra. Las palabras del nobel son un homenaje a sus abuelos y a su infancia junto a ellos en Azinhaga. En su discurso recuerda las historias que su abuelo Jerónimo le contaba en las noches de verano: “Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba”. El tiempo que el escritor pasó en Azinhaga afloró en su escritura años más tarde, cuando materializó los recuerdos que guardaba de sus abuelos: la consciencia de Jerónimo y Josefa, su cotidianidad y las costumbres de su hogar, en las historias de sus novelas. Al escribir sobre ellos, de alguna forma, logró inmortalizar parte de su vida. Logró transformar a “personas comunes en personajes literarios” y esa fue la manera que tuvo “de no olvidarlos, dibujando y volviendo a dibujar sus rostros con el lápiz siempre cambiante del recuerdo”. 

No fue el único premio nobel influenciado por sus abuelos maternos. Para Gabriel García Márquez la presencia de Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, abuelos con quienes vivió durante su infancia, fue la base que años más tarde sostendría parte de su escritura y, más aún, de su forma de entender el oficio. En Vivir para contarla explica su relación con Tranquilina y lo influyente que fue para él: “Me contaba las cosas más atroces sin conmoverse, como si fuera una cosa que acababa de ver. Descubrí que esa manera imperturbable y esa riqueza de imágenes era lo que más contribuía a la verisimilitud de sus historias. Usando el mismo método de mi abuela, escribí Cien años de soledad”. 

Esas “cosas atroces” tenían que ver con el hecho de que para Tranquilina Iguarán la frontera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se representaba ambigua, confusa. María Mercedes Montoya señala en su estudio sobre la infancia del escritor que, durante el día, para Gabo “el mundo mágico de la abuela Tranquilina era fascinante, vivía dentro de él, era su mundo propio. Pero en la noche le causaba terror, sobre todo cuando la abuela lo inmovilizaba en una silla —a los cinco años de edad—y lo asustaba con los muertos que andaban por allí”, por su casa. Los muertos eran sus familiares, antecesores como su tía Petra o su tía Margarita Márquez, a quien tomaría como “base real de Remedios Moscote en Cien años de soledad”. Su abuelo Nicolás Márquez también fue muy influyente en su obra: las historias sobre su participación en una de las guerras civiles del Caribe sirvieron de inspiración para la obra magna del escritor colombiano y para construir el personaje del coronel Aureliano Buendía.
Para concluir, entre otras una recomendación de lectura con cuya representación iniciamos este post: La nieta del Señor Linh, de Philippe Claudel. Se lee muy rápidamente en este PDF, por ejemplo. Todo un relato sobre el poder de la familia, el valor vital de una nieta para su abuelo (cinco años extra de vida cuidar de nietos), la fortaleza familiar y de amistad (esa familia extendida que necesitan nuestras sociedades) que se puede tejer incluso en las situaciones más dramáticas.

Un breve resumen sería: Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, un anciano desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra (Vietnam, parece) que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu, que en su idioma significa «Mañana dulce» una niña tranquila que duerme siempre que el abuelo tararee su nana, la melodía que han cantado durante generaciones las mujeres de la familia. Instalado en un piso de acogida, el Señor Linh sólo se preocupa por su nieta, su única razón de existir hasta que conoce al Señor Bark (necesitamos muchos como este personaje), un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente. 

Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que hablan distintas lenguas, pero que son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos. Ambos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor. Tras el enorme éxito de Almas grisesPhilippe Claudel ha vuelto a causar un gran impacto con esta exquisita fábula sobre el exilio y la soledad, o lo que es lo mismo, la lucha por preservar la identidad.

Pescueza, un pueblo amigable para las personas mayores


Pescueza, el pueblo extremeño que hace fácil la vida a sus mayores. El alcalde de este municipio de 168 habitantes, el teólogo y educador social José Vicente Granado Granado (en Twitter @pescueza1), ha creado un proyecto para que sus mayores no tengan que dejar su hogar cuando ya no se valen por sí mismos.

Manuela Pérez, una vecina, espera sentada bajo la sombra en la terraza del único bar que hay en Pescueza. Está al lado de su casa, ubicada en la plaza principal de este pequeño municipio de la provincia cacereña. A cinco metros de ella acaba de aparcar un pequeño coche eléctrico. Hasta él se desplaza lentamente con ayuda de su andador y se monta en el asiento del copiloto. Es su rutina diaria para trasladarse hasta el centro de día desde hace varios meses, cuando descubrió que a un vehículo no hace falta echarle gasolina para que funcione. El que le recoge a ella todas las mañanas se carga con electricidad cada 72 horas. «A mis 91 años, he descubierto este invento», comenta, con una tímida sonrisa, mientras deja atrás la plaza de este pueblo en el que hay censados 168 habitantes.

«He sufrido dos ictus pero desde que tengo cámaras estoy más segura» De ellos, más de la mitad superan los 65 años. Muchos rondan los 80 y la mujer más longeva se acerca a los 100. Sus días pasan en una localidad acostumbrada a vivir en el anonimato. Sin embargo, de vez en cuando alza la voz por ser escenario de iniciativas curiosas como el Festivalino, conocido como el festival musical 'más pequeño del mundo' que en primavera atrae a miles de jóvenes. La última idea que ha visto la luz y que ya ha conseguido resultados se llama 'Quédate con nosotros'. Es un proyecto que incluye diferentes actuaciones en materia de accesibilidad y servicios al ciudadano con el objetivo de fomentar que los vecinos no abandonen el lugar en el que siempre han vivido.

Conocido por iniciativas curiosas como el Festivalino, desarrolla desde 2011 el programa 'Quédate con nosotros'.  Este programa lo empezó a desarrollar hace siete años el alcalde de Pescueza, José Vicente Granado Granado. La mayoría de sus objetivos centrados en los mayores. «Queríamos romper con la forma tradicional de cuidar a nuestros ancianos y que su última etapa no la pasaran en una residencia alejada de su pueblo, sino en su propio hogar, en sus calles, en su plaza de toda la vida», explica tras matizar que la residencia de ancianos más cercana está en Portaje, a nueve kilómetros. Hay otras dos situadas a 20 y a 23, en Ceclavín y Coria respectivamente. 

Con esas premisas, el alcalde y la asociación 'Amigos de Pescueza' empezaron a buscar posibilidades que cubrieran las necesidades de los mayores sin que abandonaran su tierra. «Es un tema complicado de solucionar, hay personas que tienen 90 años y sus hijos viven en Cáceres, Madrid o Barcelona. Ellos no quieren irse de sus casas, pero tampoco tienen la capacidad física para valerse por sí mismos», añade José Vicente, que alude a 2011. 

En la localidad cacereña hay sistemas de televigilancia en casas, un coche eléctrico que transporta a ancianos y pasamanos en calles para evitar caídas Para él ese año 2011 fue crucial, ya que abrió las puertas el centro de día con la ayuda de la Junta de Extremadura. Pero eso no era suficiente. «Buscamos la manera de cambiar el modelo tradicional de centros asistenciales. No queríamos que los ancianos pasaran allí entre ocho y nueve horas sin moverse». Hoy pueden decir que lo han conseguido. Han convertido todo un pueblo en una residencia de mayores al aire libre. «En ningún momento nos planteamos hacer un centro que costara millones de euros como los que se han hecho en algunos pueblos», confiesa José Vicente Granado. De hecho, sus principales acciones se han centrado en la accesibilidad y las nuevas tecnologías.

Cada mañana, un coche eléctrico recoge a tres ancianos para trasladarlos hasta el centro de día. De color, blanco y negro, se le puede ver circulando por las calles del municipio. «Lo manejamos algunas de las auxiliares del centro residencial. Si tienen que ir al consultorio médico también les llevamos», apunta María Ángeles Santano mientras aparca en la puerta de la casa de una de las usuarias. El vehículo lo compró de segunda mano la asociación 'Amigos de Pescueza', una agrupación a la que pertenecen 110 socios y que se ha convertido en la 'empresa' más grande del pueblo. Tiene contratadas a diez personas y todas se dedican a la ayuda a domicilio y servicios de cuidado al mayor. 

Tras el coche eléctrico llegó a Pescueza el sistema de televigilancia avanzada, que está instalado en cinco casas del pueblo. En ellas hay cámaras cuyas imágenes se ven en un ordenador del centro de día. Cuando los ancianos activan la alarma, las auxiliares entran en acción. «Tardamos menos de un minuto en llegar a cualquier casa», destacan. 

La última novedad de Pescueza es la instalación de pasamanos en las calles por las que se llegan a los lugares más transitados: el consultorio médico, el centro de día y la iglesia. Además, también se pueden ver en las vías que presentan peor accesibilidad. 

«Queremos que nuestros abuelos pasen sus últimos días en su hogar, en sus calles, en su plaza de toda la vida». Para Apamex, se trata de una «buena práctica y modelo a seguir por muchos municipios de España en los que la orografía es compleja». Reivindican que «es preciso buscar soluciones para mejorar la accesibilidad en urbanizaciones que no cumplen toda la normativa». 

Jesús Gumiel, Presidente de Apamex, destaca la originalidad del proyecto. «No conozco a ningún alcalde que haya hecho esta solicitud en España para poner pasamanos en sus pueblos. Además, la accesibilidad es algo que se olvida. En Portugal sí lo he visto». De igual forma, defiende la importancia de este tipo de acciones para fijar población en el medio rural, algo en lo que también coincide José Vicente Granado. Él asegura que hay mayores que estaban en residencias tradicionales y han vuelto a su pueblo. «Gente que tenía pensado irse se ha quedado. Ya no tienen miedo a la soledad», añade. La iniciativa ha servido para dar oxígeno a un pueblo que se asomaba peligrosamente a la despoblación. Hasta 2007, las previsiones eran poco esperanzadoras. La localidad afrontó 17 años de sequía de nacimientos. Hoy hay varias familias que trabajan en el proyecto 'Quédate con nosotros' y en la última década han nacido 13 niños.

Activa tu comunidad vecinal en Getxo, proyecto inspirado en "La escalera"

Vídeo promocional en el que la escritora Karmele Jaio lanza una invitación a adoptar el espíritu de 'La escalera'.

Nuestra gran amiga y convecina Naomi Hasson, responsable del proyecto Getxo Zurekin, ha lanzado la iniciativa "Activa tu comunidad". Es una propuesta inspirada en 'La escalera' para fomentar la unión vecinal de los residentes de un mismo portal o urbanización. Entrar al portal y encontrarse con un vecino (a veces, si no es muy evidente, esperar para que vaya subiendo). Un saludo educado. Ir juntos en el ascensor. "¿A qué piso vas?". "Al quinto". "Yo me bajo en el cuarto". Las miradas se cruzan en dos ocasiones: al comienzo y al final. En medio, quizás alguna conversación sobre el tiempo.

Es una escena que se repite en muchos bloques de viviendas. La relación con el que vive tan cerca apenas va a más, y aunque el confinamiento domiciliario sirvió para estrechar un poco más los lazos entre vecinos, los vínculos siguen siendo bastante fríos. Para que todo esto cambie, nació el proyecto La escalera en Madrid, una iniciativa que desde esta semana, empezará a subir peldaños en Getxo de una manera pionera en Euskadi.

Recoger paquetes cuando el del tercero no esté en casa; cuidar un rato a los niños de la del primero, que está sola y tiene que salir urgentemente; hacer un recado al del segundo; bajar la basura a la entrañable señora del cuarto. Esas son las escenas que persigue desarrollar La escalera, que este lunes y mañana se dará a conocer con el buzoneo de toda la información en 30.000 viviendas de la localidad getxotarra. 

La iniciativa, impulsada en Euskadi por la Fundación Doble Sonrisa (FDS), recala en el municipio vizcaíno en el marco del proyecto Getxo Zurekin, centrado en la difusión de la importancia del cuidado y la atención de aquellas personas que se encuentran en procesos de enfermedad avanzada. 
Despedida Balconil: Día 50º y final del Aplauso Sanitario TOP2020
Imagen de la comunidad balconil que creamos en plena pandemia en Getxo

Naomi Hasson es la responsable de este programa. "Nosotros llevamos tres años con un proyecto de investigación, con Getxo como laboratorio social, escuchando las vivencias de las personas en torno al final de la vida, duelo, muerte, dependencia, cuidados paliativos, la soledad no deseada. Una mujer decía que no sentía que pudiera tocar el timbre de ningún vecino a las cuatro de la mañana por una emergencia. Y yo pensé: ¿Cómo puede ser eso? Estás en un bloque de pisos y te sientes tan sola. Yo le dije que seguramente sí hubiera vecinos que estarían dispuestos a ayudar. Entonces, pensamos que en esta cultura que vivimos, que estamos tan cerca puerta con puerta, había que hacer algo para cambiar ese pensamiento. Haciendo un rastreo, me encontré con este proyecto, que impulsó Rosa Giménez y que es una maravilla", explica Hasson.

Por eso, en esta red vecinal, estar cerca de quienes más lo necesitan es un pilar fundamental; además, como puntualiza la responsable de Getxo Zurekin, no son solo las personas mayores quienes pueden verse en una situación de dependencia. "La enfermedad avanzada afecta a jóvenes también, y por ejemplo, una mujer puede haber perdido a su marido en un accidente y sentirse mal... Y hay mucha soledad no deseada en personas jóvenes", aclara esta enfermera de cuidados paliativos. Pero las ventanas de esta escalera están abiertas a todas las personas y comunidades de Getxo que deseen apuntarse. "La iniciativa busca, sobre todo, la reciprocidad y ver cómo nos beneficiamos mutuamente: si yo bajo la basura a la mujer del quinto, ella puede recoger los paquetes a la jovencita del primero. Todos somos útiles y todos nos cuidamos mutuamente", destaca Hasson. "Simplemente, muchas veces es tocar el timbre cuando llegas de trabar: Oye, Mari, ¿estás bien? ¿Necesitas algo? Y, seguramente, Mari diga que no. Pero ella ya siente que alguien está preocupada por ella y está más segura", describe la responsable de Getxo Zurekin.
Escalera, inclinada, de la casa de la calle de la Cruz, 6, de Bilbao
La escalera de la casa de nuestros abuelos paternos, calle de la Cruz, 6  imborrable en nuestra memoria.

El proyecto inicial, "La escalera nació de la simple y pura necesidad de imaginar otra idea de comunidad", reconoce su creadora, Rosa Jiménez Pereda. Por eso, esta acción plantea preguntas como ¿Qué harías por tus vecinos? ¿Has pensado que en algún momento de tu vida podrías estar en una situación de dependencia o necesitar cuidados? ¿Crees que en tu escalera te apoyarían? ¿Tu escalera está preparada para poner en marcha una cadena de cariño y de acompañamiento para las personas que lo puedan necesitar?

Para apuntarse: Las personas interesadas en poner en marcha esta iniciativa en su comunidad pueden hacerlo enviando un correo electrónico a hola@doblesonrisa.com o llamando al teléfono 679 019 838. Se les ofrecerá una primera reunión para resolver dudas y ayudarles a empezar; y luego cada comunidad adaptará el proyecto a su entorno.  
Twitter: @_laescalera

Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos

Cuando los padres quedamos huérfanos de nuestros hijos
Poema, que algunos atribuyen a Gabriel García Márquez, aunque todo parece apuntar a que pertenece a un autor desconocido, que expresa a la perfección toda esa nostalgia y esa melancolía de ver el paso de los niños a adultos, de observar cómo se van haciendo grandes ante la atenta mirada de unos padres que solo quieren lo mejor para ellos. Cómo hay una etapa en la que los padres quedan huérfanos de sus hijos, pero con un mensaje claro: hay que disfrutar cada instante de los hijos, hay que vivir cada etapa de su desarrollo porque todas pueden ser maravillosas. Y apunta algo más: la segunda oportunidad que dan los nietos. Un poema lleno de sentimiento, nostalgia y emoción. Aquí dejamos el texto completo:

Hay un período / cuando los padres / quedamos huérfanos / de nuestros hijos.

Es que los niños crecen independientemente de nosotros, / como árboles murmurantes / y pájaros imprudentes.

Crecen / sin pedir permiso a la vida. / Crecen / con una estridencia alegre / y, a veces, / con alardeada arrogancia. / Pero / no crecen todos los días, / crecen de repente.

Un día se sientan cerca de ti / y con una naturalidad increíble / te dicen cualquier cosa / que te indica que / esa criatura de pañales, / ¡ya creció!

¿Cuándo creció / que no lo percibiste?

¿Dónde quedaron / las fiestas infantiles, / el juego en la arena, / los cumpleaños con payasos?

El niño crece / en un ritual de / obediencia orgánica / y desobediencia civil.

Ahora estás allí, / en la puerta / de la discoteca / esperando no sólo que no crezca, / sino que aparezca.

Allí están / muchos padres al volante / esperando que salgan.

Y allí están / nuestros hijos, / entre hamburguesas y gaseosas.

Con el uniforme / de su generación / y sus incómodas / y pesadas mochilas / en los hombros.

Allá estamos nosotros, / con los cabellos canos.

Y esos son / nuestros hijos, / los que amamos / a pesar / de los golpes de los vientos, / de las escasas cosechas de paz, / de las malas noticias / y la dictadura de las horas.

Ellos crecieron amaestrados, / observando y aprendiendo / con nuestros errores / y nuestros aciertos.

Principalmente / con los errores / que esperamos no se repitan.

Hay un periodo / en que los padres / vamos quedando / huérfanos de los hijos.

Ya no los buscaremos más / en las puertas de las discotecas / y del cine.

Pasó el tiempo del piano, / el fútbol, / el ballet, / la natación.

Salieron del asiento de atrás / y pasaron / al volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido más / junto a su cama, / al anochecer, / para oír su alma respirando / conversaciones y confidencias / entre las sábanas de la infancia, y a los adolescentes,  cubrecamas de aquellas piezas / con calcomanías, / afiches, agendas coloridas y discos ensordecedores.

Pero crecieron sin que agotáramos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron al campo, la playa, navidades, pascuas, piscinas y amigos.

Sí, había peleas en el auto por la ventana, los pedidos de la música de moda.

Después llegó el tiempo en que viajar con los padres comenzó a ser un esfuerzo, un sufrimiento, no podían dejar a sus amigos y primeros enamorados.

Quedamos los padres exiliados de los hijos.

Teníamos la soledad que siempre deseamos, y nos llegó el momento en que sólo miramos de lejos, oramos mucho (en ese momento se nos había olvidado) para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad / conquisten el mundo del modo menos complejo posible.

Nieto y abuelo, Julen y su aitxitxe

El secreto es esperar. / En cualquier momento nos darán nietos.

El nieto es la hora del cariño ocioso y la picardía no ejercida en los propios hijos.

Por eso, los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño.

Los nietos son la última oportunidad de reeditar nuestro afecto. / Así es.

Los seres humanos sólo aprendemos a ser hijos después de ser padres; sólo aprendemos
a ser padres después de ser abuelos.

En fin, pareciera que sólo aprendemos a vivir después de que la vida se nos va pasando.

Los hijos, como los buques

Buscando a Agirre, documental sobre el primer Lehendakari

He disfrutado viendo en ETB2 el documental de 2016 que no conocíamos sobre José Antonio Agirre Lekube, nuestro primer Lehendakari. Un documental así remueve historias familiares y desemboca recuerdos agridulces de nuestros antepasados,... Bilbao es un pañuelo, y los personajes históricos están más cerca de nuestros propios ancestros de lo que nadie sospecharía. La vida del primer Lehendakari se cruza con la vida (y la muerte) de nuestros propios abuelos,... de los tatarabuelos de nuestros nietos,... 
Es obra del director  Francesc Escribano (Vilanova i la Geltrú, Barcelona, 1958), licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), donde actualmente ejerce la docencia. Ha trabajado en prensa y radio, y desde hace 25 años se dedica principalmente a la televisión. Ha creado y dirigido numerosos programas en TV3-Televisió de Catalunya. Entre 2004 y 2008 fue director de Televisió de Catalunya. Es miembro del consejo de la Academia Internacional de las Artes y las Ciencias de la Televisión (Emmy). Actualmente dirige la productora Minoría absoluta. En 2016 ha dirigido los documentales-ficción Suñol, un crit valent y Buscando a Cervantes, ambos con un formato audiovisual innovador. 
Buscando a Agirre, documental sobre el primer Lehendakari
El actor Daniel Grao va la búsqueda del nuevo personaje que le han encargado interpretar: el lehendakari Agirre. Aquí comienza un viaje en el que conocerá a sus allegados, familiares, los que le conocieron y los que lo han estudiado. El resultado es una interpretación creíble y muy auténtica.
Al fondo la casa donde vivimos muchos años y donde nació José Antonio Agirre Lekube
Se ha hecho breve la síntesis del relato, a pesar de la hora de duración. He lamentado que, habiéndose grabado en las Calzadas de Mallona, al fondo de la imagen, no se hayan tomado y seleccionado unos planos del lugar de nacimiento del "Lendakari" José Antonio Agirre Lekube: La calle Cruz, número 6, piso 5º, piso que posteriormente perteneció a nuestro abuelo paterno Ezequiel Agirregabiria Usabiaga.

Según datos transmitidos por la familia, José Antonio Agirre nació en el cuarto señalado en la imagen siguiente, en una habitación sin luz natural, pero antecedida por un salón cuya ventana es la que figura junto al mirador de madera y la terraza (una de las únicas del Casco Viejo de Bilbao).
Arriba, piso 5º de la calle Cruz, 6, de Bilbao
Este documental cita, muy de pasada, alguno de los episodios más negros de aquella guerra fratricida. El 25 de septiembre de 1936, parece que en realidad en las primeras horas del 26, pocos días antes de constituirse el primer Gobierno Provisional Vasco, el salvajismo recíproco provocó el asesinato de personas inocentes en el barco-prisión Altuna Mendi (y en el Cabo Quilates) que estaba fondeado en Axpe-Erandio. Entre los 28 muertos sin causa ni condena estaba nuestro abuelo materno Norberto Aguirre Gardeazabal (pronto un merecido post, para un ferviente católico como lo fue José Antonio Agirre). Quedaron viuda y siete huérfanos menores de edad, póstuma la última, la tía Carmentxu, que nunca conoció a su padre.
Norberto Aguirre Gardeazabal
El 7 de octubre de 1936 cuando José Antonio Agirre Lekube es oficialmente Lehendakari, una de las primeras medidas que adoptó fue el traslado de los presos nacionales que se hacinaban en los barcos prisión anclados en la ría de Bilbao a diferentes edificios habilitados como cárceles en la misma ciudad. La intención era que no se volvieran a repetir las lamentables matanzas indiscriminadas ocurridas en estos barcos bajo responsabilidad de la extinta Junta de Defensa de Bizkaia semanas antes con motivo de bombardeos aéreos nacionales.
Abuelos Norberto Aguirre Gardeazal y Benita Cuadra Muguruza con las primeras cuatro hijas: Marta (a la derecha, mi madre), Julita, Adori y Pilar (la mayor).
Pero estas "sacas de presos" no cesaron y las amenazas, llevadas a su fin, de acabar con la vida de los presos en ilegítima represalia a las muertes y destrucción ocasionadas por la aviación franquista, desembocaron en los asaltos a las cárceles terrestres en Bilbao el día 4 de enero de 1937 y en el asesinato de 224 personas. Al final de la retirada tras la Batalla de BilbaoJosé Antonio Agirre y su Consejero de Justicia Jesús María Leizola (a quien sustituiría como Lendakari a su muerte en 1960), a última hora de la tarde del 17 de junio de 1937 decidieron entregar al enemigo los presos políticos que todavía se encontraban en manos republicanas para evitar que quedasen sin vigilancia.

Algunos de los primeros contenidos derivan de esta fuente:  www.lehendakarieuskadi.eus.