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Ron Clark: Profesor del año en el 2000

Una película reciente, "La historia de Ron Clark", basada en un profesor real. La calidad es posible incluso con alumnado desfavorecido, del cual otro profesorado sólo aspira a la equidad... La película completa subtitulada puede verse en nueve partes: (arriba), , , , , , , y .

Vale la pena escuchar el lirismo pedagógico del minuto 7:15 del 7º vídeo, por ejemplo: "Vosotros no sois unos fracasados. Yo creo en vosotros,.... Vosotros aprendéis de mí, y yo de vosotros. Aprendemos juntos,"...

Mesa redonda sobre la Educación Vasca


Hoy, organizado dentro de las anuales Topaketak 2009 de Partaide, a las 16.00 horas ha tenido lugar una mesa redonda en la Universidad de Deusto moderada por Xabier Oleaga y con todos los grupos representados en el Parlamento Vasco: Arantza Aurrekoetxea, de EAJ-PNV; Vicente Reyes, del PSE-EE-PSOE; Juan Carlos Castaño, del PP; Onintza Lasa, de EA; Gonzalo Larruzea, de EB-Berdeak; y Felipe Urkidi, de Aralar. El tema, pacto escolar para llegar a una ley de educación vasca, era muy interesante. Pero se disponía de muy poco tiempo, demasiados partidos repartidos en intervenciones parcialmente repetidas. Muy pocos representantes estaban a gusto con el tema, aparte de repetir los tópicos de turno y alargar sus intervenciones quejándose de falta de tiempo para concretar sus ideas y rellenar los minutos con algunos consabidos lemas. Por ejemplo, se reiteraron en que sí al consenso (que luego nunca llega, ni se intenta con un mínimo de seriedad), hace falta más calidad (sin decir cómo creen lograrla junto a la equidad), acordar los diagnósticos (en lugar de saber que el diagnóstico es claro y compartido mientras que lo que hay que pactar son las posibles soluciones),....
Lo mejor: El manifiesto final en pro de la necesidad de un nuevo Pacto Escolar que muchísimos suscribiríamos desde la primera letra a la final (incluido abajo). Primeras diez fotos, incluidas dos de la recién inaugurada Biblioteca de la Universidad de Deusto. Más detalles y vídeos,... muy pronto. PartaideTopaketak2009

Pedagogía para la profesión docente

En los pasados meses ha surgido un interesante debate sobre la mayor o menor presencia de la Pedagogía en la formación necesaria para adscribirse al Profesorado de Enseñanza Secundaria. La controversia se está dilucidando en ámbitos universitarios, comenzando con el Manifiesto contra la nueva regulación del acceso al profesorado de secundaria y bachillerato que surgía de la Junta de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, la mayor del Estado. Este manifiesto sobre "La profesión de profesor" denunciaba a finales de enero de 2008 que el Máster de Formación del Profesorado de Enseñanza Secundaria previsto de 60 créditos fuera de orientación y contenidos prioritariamente psicopedagógicos y didácticos, con muy escasa formación adicional en las diferentes disciplinas. Era una respuesta inmediata al Anexo a la Orden ECI/3858/2007 de 27 de diciembre de 2007 (BOE, 29-XII-2007). Este manifiesto fue suscrito por numerosas personas, mayoritariamente en el ámbito universitario, y varias Juntas de Gobierno de distintas Facultades.

Este texto original fue rebatido por un artículo, "Facultades de Filosofía y la profesión de profesor", que se publicó en prensa el pasado 17 de noviembre, negando las tesis principales ("no es cierto que a los futuros profesores se les reste formación en su materia",...) lo que reavivó una cuestión que ha permanecido demasiado tiempo apartada del debate social. Además, los autores del segundo artículo, Rafael Feito, Antonio Bolívar y Rodrigo J. García empleaban artillería pesada del tipo: "Lo que hay detrás del manifiesto no es más que un craso corporativismo",... Concluían que el manifiesto sólo trataba de impedir "el tránsito a los grados [que supondría] perder un quinto de la carga de docencia" (de los departamentos firmantes).

La polémica prosiguió, en una segunda vuelta completa, con un tono grueso, desde el título, con la contestación "La estafa del enseñar a enseñar", firmado por Andrés de la Oliva y otros 15 profesores de universidad o instituto el 8 de diciembre pasado. Se esgrimían argumentos como "si no se sabe cómo enseñar algo es porque no se sabe suficientemente, y la consecuencia es que hay que estudiarlo más y mejor" y con andanadas tales como "los 'expertos en educación' llevan muchos años abduciendo a las autoridades ministeriales",... En definitiva, como el manifiesto inicial se apostaba por una especie de "MIR docente", con "un periodo de prácticas seriamente concebido, tutelado, y remunerado... tras una formación no básica y generalista, sino avanzada y específica en un campo determinado de conocimiento".

La cuarta réplica es del 15 de diciembre, con la tribuna "En defensa de la Pedagogía" firmado por José Gimero y otros nueve profesores. De nuevo, el formato era agresivo contra "las soflamas antipedagógicas, ... que atribuyen el deterioro del sistema educativo y hasta el fracaso escolar ... a lo que denominan la ‘pedagogización’ de la educación". Mejoraba la intención con alguna fina ironía ("¿Por qué en Harvard o en Moscú mantienen estudios de pedagogía? ¿Hasta ahí llega nuestra capacidad de abducción?") y hasta un asomo de autocrítica con retranca: "Es cierto que hay malos pedagogos, como debe haber malos psicólogos, economistas, filósofos y hasta algún mal profesor en bachillerato". Pero se alcanzaban ciertos acuerdos de consenso: "Hemos defendido la importancia del buen dominio de la materia para ser docente y hemos criticado el menosprecio de los contenidos para suplirlos por los procesos o por las competencias". Se desentienden del diseño del posgrado que sustituye al denostado CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Luego, pasan a repasar el trayecto histórico recorrido por personalidades como Platón, Kant, Dewey, Ortega, Luzuriaga, Freinet, Freire, Montessori, Piaget, Giner de los Ríos, Delors, Bourdieu, Mayor Zaragoza, Bernstein, Bruner, Marta Mata, Vigotsky e, incluso, alguno como Ferrer i Guardia fusilado por sus ideas pedagógicas. Concluyen su alegato reivindicando su papel: "En consecuencia, les sugerimos [a los 'anti-pedagogía'] que busquen a otro chivo expiatorio, pues somos sabedores de que nuestro saber [la Pedagogía] es débil, como lo es nuestro poder. Pero nos interesa".

El cruce dialéctico no sabemos si está cerrado (posiblemente nunca deba concluirse, pero sí reconducirse por cauces más académicos y menos satíricos), pero el fondo de la cuestión sigue abierto: el acierto en el delicado equilibrio entre sabiduría (de la temática) y pedagogía (para su transmisión). Sorprende, y puede asustar a la opinión pública, que existan tantos ilustres profesores y pedagogos que aireen tan descaradamente sus diferencias, exhibiendo el actual, y quizá poco satisfactorio, "estado del arte de enseñar y de aprender".

Desde nuestra perspectiva, creemos que se ha de superar un sistema dicotómico de profesorado, que proviene de dos orígenes muy diferentes: Diplomaturas en Magisterio de Educación Infantil y Primaria con formación disciplinar mejorable y Licenciaturas especializadas con una preparación didáctica perfectible. Urge cualificar más y mejor a ambos colectivos, compensando sus déficits previos. Se puede y debe dignificar la profesión docente con más teoría (grado y postgrado superior como formación inicial para todo el profesorado) y con más experiencia (mediante unas auténticas prácticas como en el caso sanitario) antes de asumir el reto de dirigir un aula.

Otro requerimiento urgente y pospuesto en nuestro entorno sería ampliar y estrechar el enlace entre la formación inicial (encomendada exclusivamente a la Universidad) y la formación continua del profesorado preuniversitario, en el que participa escasamente la Universidad. Esta colaboración, permanente, a la que poco pudieron ayudar los extintos ICEs (Institutos de Ciencias de la Educación), es imprescindible para una investigación y una innovación como las que necesita y merece el conjunto de cualquier sistema educativo contemporáneo. Este mismo debate, más circunscrito a la esfera universitaria y que no ha alcanzado al profesorado de Secundaria al que se dirige, denota el alejamiento efectivo entre ambos mundos que apenas se encuentran en su quehacer diario en ocasiones puntuales como la Selectividad, de inmediata revisión programada.

La investigación pedagógica que se dirige desde los departamentos universitarios y la innovación didáctica que se despliega desde las consejerías de educación, con sus servicios de apoyo, deben encontrarse para facilitar el enlace del profesorado, universitario o previo a la universidad. Sólo así se alcanzará una óptima mentalidad disciplinar y pedagógica de todo el profesorado, profundizando en las didácticas específicas de las distintas etapas y áreas de conocimiento, revisando éstas y aligerándolas en sus currículos a fin de alcanzar las competencias fundamentales que son lo esencial a proveer en las Enseñanzas Básicas (desde la Educación Infantil hasta la Secundaria Obligatoria). Porque una educación de calidad y en equidad requiere pocos elementos, aparte del máximo interés familiar, político y social y de toda la colaboración interinstitucional: Un "currículum por competencias", sobre el que abundaremos en otra ocasión, y un profesorado magistralmente seleccionado y cualificado profesional y pedagógicamente.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2009/pedagogia.doc.
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Diálogos sobre innovación, cambio social y liderazgo

La Fundación Sabino Arana ha acogido este sábado, dentro de los actos del Think Gaur Euskadi 2020, a un selecto panel de expertos. Destacan todos sus componentes, comenzando por el Dr. Soumitra Dutta (Presidente de "Europa Innova", dependiente de la Comisión Europea) y el también indio Ranga Rao, director de la Indian School of Business, y completándose con dos figuras locales, Jon Azua (Presidente de e-novating) y Olga Rivera (Catedrática de Organización y Política de empresa de la Universidad de Deusto), moderados por Alfonso Martínez Cearra (Bilbao Metrópoli 30). La síntesis final ha sido a cargo de Xabier Lapitz (Radio Euskadi), y los anfitriones del evento Iñigo Urkullu y Estibaliz Hernaez (coordinadora del área). Ha tenido lugar en la sala Multibox de EITB (Camino de Capuchinos de Basurto, 2. Bilbao).
Primera mini-crónica: Ha sido una mañana deliciosa, degustando grandes e ilusionantes ideas políticas y, simultáneamente, unas creaciones gastronómicas de Josean Martínez Alija, Jefe de Cocina del Restaurante Guggenheim Bilbao. Hoy hemos escuchado y participado en un diálogo abierto en un marco de gran política, de futuro, de integración, de esperanza, apostando por las personas, con la educación como único camino para la innovación. Lo sintetizaría con esa palabra, que no se ha citado aún, de perfecta "polírica". Ha sido un avance de lo que puede ser la "Politika 2.0" porque el mismo anfitrión, Iñigo Urkullu, ha señalado que "escuchar" es la palabra clave para innovar en la política". Entre el selecto público, con figuras de la talla de Josu Jon Imaz, estaba la Presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao. Ella ha mencionado sucintamente el esfuerzo de innovación para avanzar hacia una democracia más participativa (y no solamente representativa), en ese apasionante reto que debe ser Parlamento 2.0. Hemos twitteado la primera parte, entre foto y foto desde las 10:00 con el iPod touch (lo que no es muy cómodo, pero sí había Internet con la misma clave que la pasada semana con Heziberri, en el mismo escenario pero diferente atrezzo). El resto de intervenciones, de gran interés y proyección será relatado más adelante. Post en elaboración: Continuará editándose.

En Flickr pueden verse: una foto panorámica y otras 45 fotos, más dos breves vídeos adicionales a los incrustados. Otras crónicas: Web oficial de EAJ-PNV con la intervención de Iñigo Urkullu, el blog del mismo Urkullu con un extenso detalle, Igone Porto, Roberto Lopategi (Urtine),...

Dos vídeos que agrupan retazos de intervenciones de los ponentes de la parte inicial, vídeo superior, y del diálogo final.


En apenas una mañana se han vertido centenares de ideas, conceptos, pistas, sugerencias,... desde el estrado y desde las butacas de alrededor. Resulta casi imposible atribuir su autoría en el río de citas y propuestas. Con permiso de sus autores, citemos algunas propuestas, en desorden pero en completa sintonía:
  • Conviene reforzar una identidad propia con un aumento de la diversidad. y no sólo en procedencia geográfica sino en género, edad, origen académico y profesional, niveles laborales en la empresa,... Genial, integrador, solidario, inteligente,... Como nuestras escuelas primarias donde el alumnado recién llegado nos aporta, más riqueza y también más identidad, paradójicamente.
  • Hemos de superar “la esquizofrenia de competir y cooperar al mismo tiempo”. Como lo hemos hecho en el pasado, demostrando que somos capaces de lograrlo. Un ejemplo: El Museo Guggenheim de nombre extranjero que ha reforzado la identidad vasca. El nuevo proyecto Guggenheim en Urdaibai es otra oportunidad de dimensiones múltiples, creando más que un centro: un experimento vivo de sostenibilidad,...
  • La web 2.0 y el "caso Obama" demuestran que nos podemos saltar a los “guardianes del standard comunicativo”, abriendo el debate social mucho más que hasta ahora.En ello ha insistido el profesor Soumitra Dutta.
  • Se ha insistido en que no hay una China, sino muchas Chinas, muchas Indias,... Pero, y contra lo que pudiera parecer en rapidez, la democracia de India favorece la innovación más que en "continentes" como China. Lo político, lo económico, están más unidos de que que, a veces, se piensa.
  • Del mismo modo, las universidades de prestigio, las "escuelas de negocios", han de servir no (sólo) a la élite mundial de la economía, sino a la misma sociedad en la que se asientan. Es preciso reordenar valores de solidaridad, con una innovadora "economía de servicio", y quizá una profunda crisis como la actual sirva para ello.
  • El clave decisiva tratar de ser "los mejores", sin conformarse con estar en valores altos y cómodos. Aplicable a todo, pero especialmente a la educación, donde la equidad debe acompañarse de calidad.
  • La innovación es, en muchos y nuevos casos, un concepto mucho más ligado al “cambio” que al “status”. Citado por Ranga Rao poniendo como ejemplo al exitoso "cochecito" eléctrico Reva, es muy sugerente en otras áreas como la educativa.
  • El propio chef Josean Mártinez Alija, ver en la parte final del primer vídeo adjunto, compartía una lección de innovación desde la gastronomía. Ha señalado que hace años la alta cocina manejaba productos elitistas, sofisticados y escasos (bogavante, trufa, caviar,...), y cómo ahora se valoran los productos cercanos y saludables (patata, vaina, berenjena,...). Hoy, la creatividad es poner alma y pasión en lo que todos hacemos día a día en nuestra labor,... Este mismo criterio, la innovación generalizada de toda la sociedad, ha sido aludido por muchos de los presentes.
  • La innovación no se impone, se genera. Generalmente, en dos direcciones. Si es tecnológica, suele ser de arriba hacia abajo; si es social, en sentido ascendente. ¿Y si es política? ¿Debería lograrse la Política 2.0 más desde la ciudadanía, sin esperar la decisión de compartir poder de los dirigentes?
  • La educación, especialmente la universitaria, ha estado en primera línea. La búsqueda de excelencia es algo que se debe inculcar desde la edad más temprana. Se han citado modelos de concursos de "jóvenes científicos" para aprender a degustar la emoción de descubrir, de investigar, de aplicar. Sugerencia para la Semana de la Ciencia que acabamos de celebrar, y que no logra captar suficientes vocaciones en esta área crítica para cualquier sociedad contemporánea.
  • La educación, en todas las etapas educativas, debe buscar, medir y alcanzar subir la media general,... y también los niveles de excelencia máximos. Lo hemos repetido muchas veces, "calidad sin equidad, o equidad sin calidad, sería un fracaso".
  • El reto de la innovación, su trascendencia para todos, es algo que debe comunicarse y socializarse debidamente, a fin de solicitar el esfuerzo de todos. Esa apuesta y el correspondiente compromiso debe apreciarse especialmente entre quienes lo pregonan y entre quienes lideran los planes de I +D +i.


Paradigma educativo: Calidad y Equidad

Que no nos sucedan los contrastes máximos entre calidad y equidad, como existen en EE.UU. Es el mensaje de conciliar libertad y justicia. En algún momento escribimos: "...El objetivo compensador e integrador debe inspirar toda la política y la acción educativa. La Educación es, de facto, la única salvaguarda real para el rescate de los más desfavorecidos por las dificultades de aprendizaje o de minusvalía sensorial, física o psíquica; por enfermedad grave o de larga duración; por la condición social o étnica; por género o edad; por provenir de hogares desestructurados; por el nivel socio-cultural de sus familias; por la condición de forastero; por las condiciones lingüísticas de su entorno,…"

Educación en Finlandia

Las constantes visitas desde todo el mundo al país nórdico nos desvela algunos de las claves de su eficiencia educativa.

Aunque resulta muy difícil simplificar algo tan complejo como la realidad educativa de un país, existen algunos datos llamativos en la enseñanza finlandesa. Sus resultados en la educación primaria y secundaria encabezan todos los rankings comparativos. Superan a otros sistemas educativos en Europa, en América, en Asia (con contendientes tan preparados y aplicados como Corea),…

Un primer secreto del éxito es previo al mismo sistema educativo. El alumnado, las familias y la sociedad son más cultos, más ricos, más cohesionados y más trabajadores (quizá de su raíz luterana) que la media de otros países. Pero existen países más ricos socio-culturalmente (Canadá,…), otros con más estabilidad familiar (la tasa de divorcios en Finlandia es de las más altas y triplica a la nuestra),… Sin embargo, su eficacia educativa es incomparable, y además no es fruto de un programa específico de mejora o de una insistente evaluación preparatoria. Sobresale su sistema de implicación familia-escuela, y la coordinación con las estructuras socioculturales de apoyo educativo.

En Finlandia no funciona la competencia entre centros o redes de enseñanza. Simplemente, porque la inmensa mayoría de centros son públicos (>95%), con gratuidad total, gestionados de cerca desde los concejos municipales, compensadas sus diferencias por la inversión del Estado y donde sólo existe una opción escolar para la mayoría del alumnado. Tampoco se destaca por sus servicios de administración (reducida en los servicios centrales), ni de apoyo externo al profesorado (casi nulos), ni por la remuneración de los docentes que trabajan más horas. Tampoco por los servicios complementarios (a mediodía comen un simple almuerzo cada clase con su profesorado, y el transporte sólo se subvenciona a partir de una distancia relevantes,…). Sus infraestructuras y equipamientos escolares, incluso en Formación Profesional, son similares a los nuestros.

Es cierto que tienen una menor inmigración, la mitad de la nuestra, y que se trata –en su mayoría- de refugiados políticos, que suele contar con una alta cualificación profesional. Su profesorado es universitario en su totalidad (como aquí), pero en Finlandia ello conlleva un mayor prestigio social, no derivado del sueldo, sino de pertenecer a la minoría social que accede a un sistema universitario muy selectivo, con pruebas de ingreso muy exigentes (algo muy diferente a lo que sucede aquí). El acceso a la carrera docente es muy estricto y sólo ingresa el 20% de los aspirantes, siendo mujeres el 80% del profesorado (un porcentaje al que nos vamos acercando).

Probablemente por razones climáticas que marcan la idiosincrasia, Finlandia es un país donde se lee más, sin analfabetismo desde el siglo XIX (combatido por el luteranismo), con una juventud que sigue leyendo a pesar de todos los recursos digitales que existen a su alrededor y que dominan a la perfección en el país de Nokia, que emplea a un alto porcentaje de sus habitantes. Es un país plurilingüe (finlandés y sueco, aparte del sami de Laponia), se inicia el proceso educativo en lengua materna y se incorpora luego el segundo idioma oficial y los idiomas extranjeros. La jornada escolar concluye al mediodía y se complementa con actividades extraescolares programadas para las tardes.

Sorprende especialmente del sistema finlandés cómo logra tan altos porcentajes de alumnado de excelencia, que más que sextuplica nuestros resultados. Ello, quizá, apunta a que entre nosotros se obtienen aceptables resultados en equidad, pero no en calidad. A ello coadyuva un comportamiento impecable del alumnado, sin que se registre la conflictividad discente de otros entornos escolares. Un alumnado que nunca repite, avanza con su grupo natural bajo un esquema de educación comprensiva, y se gradúa sin fracaso escolar, repitiendo solamente el último curso en los casos necesarios. La metodología de trabajo interactivo y participativo a todos los niveles, el apoyo personalizado a los menos adelantados y una evaluación orientada al desarrollo consigue la graduación en Secundaria de todo el alumnado.

Descartados factores ambientales y económicos (el clima es Islandia es peor y por sí solo no mejora el estudio, la inversión económica es superior en Dinamarca,…), la piedra angular para su liderazgo en comprensión lectora, matemáticas y ciencia (sólo superada en este campo por Japón) parece ser un profesorado vocacional, bien elegido, altamente cualificado y motivado que ejerce su labor con una concepción socio-constructivista del aprendizaje y apoyados por una amplia colaboración familia-escuela-sociedad. Un ejemplo a adoptar y adaptar a nuestra educación…

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/finlandia.DOC

Dos planetas educativos...

Mr. Isaac Lake. 1107 Wake Forest Road Tel: 919-21-7256 Raleigh, NC 27604  ilake@wcpss.net Mr. Isaac Lake is a teacher at Enloe Gifted and Talented International Baccalaureate High School, where he teaches AP/IB English 12 and Theory of Knowledge. He also works with a team from Enloe to redesign its instructional programming so that collaborative partnership opportunities are available to all Enloe students in the future. In 2006, as co-chair of the global education school improvement committee, Mr. Lake worked with the Governor's International School Partnership Committee to begin a partnership between Enloe and Eyuboglu High School in Istanbul, Turkey. The partnership is supported by the North Carolina chapter of the International Affairs Council and by NC in the World, and it is intended as a model for future projects at other public schools throughout the state. Previous to his time an Enloe, Mr. Lake worked in the Consumer Division of the Attorney General's Office and as a legal assistant at Carolina Power and Light, working on litigation involving the Sharon Harris Nuclear Power Plant. He also worked for three years with the North Carolina Wildlife Federation, as a canvasser, field manager, and legislative liaison. Mr. Lake earned his B.A. in English at Wake Forest University.Hoy, varios educadores hemos mantenido un interesante encuentro con Isaac Lake, profesor en Enloe Gifted and Talented International Baccalaureate High School, a propuesta de Ruper Ormaza, gerente de la Ikastola AstiLeku. El contraste abismal entre los sistemas educativos del País Vasco y de Carolina del Norte ha sido revelador para todos, y posiblemente valioso para la mejora de ambos. Su centro responde al modelo de sociedad norteamericano, basado en la competitividad; nuestros centros, logran mucha mayor equidad, pero escasean los niveles de calidad.

En el debate de varias horas, han sido numerosos y variados los temas tratados. A falta de que pronto reseñaremos lo que habitualmente sorprende más a nuestros visitantes extranjeros, por la premura citaremos únicamente una anécdota descrita por nuestro inspector Pedro Julio R., sobre la cobertura de la plaza vacante en la dirección del Colegio Americano en Berango. Se encomendó a una empresa externa la selección de los aspirantes, que escogieron diez candidaturas. Una segunda entidad cribó la lista hasta reducirla a sólo 3 candidatos. Sólo entonces la comunidad escolar pudo elegir, con plenas garantías, al mejor de todos los solicitantes.

Moraleja: La función directiva en nuestros centros educativos, especialmente en los de titularidad pública, debe estar mucho más incentivada y reconocida a fin de contar con 60 solicitantes para cada plaza, como en el caso del American School of Bilbao.

Niveles educativos mínimos

Al fijarse los niveles mínimos, los típicos rígidos imponen dígitos cínicos, y los míticos líricos preferimos límites nítidos, lícitos y cívicos.

El establecimiento de niveles académicos mínimos y de pruebas diagnósticas generalizadas y periódicas efectuadas por evaluadores internos y externos ha demostrado una eficacia indiscutible en todos los sistemas de enseñanza. En nuestro caso, desde la desaparición en 1970 de las pruebas de Ingreso al Bachillerato y de sus correspondientes reválidas en 4º y 6º, sólo disponemos de la Selectividad como prueba común.

Sus efectos son sumamente positivos en los dos cursos actuales de la enseñanza secundaria post-obligatoria, apremiada por la medición individual y colegial que supone. Ello, a pesar de algunas deficiencias quizás no tanto basadas en el hecho de que su corrección sea competencia exclusiva de profesorado público, sino en no asegurarse rigurosamente el anonimato del alumnado y del centro de origen, ni una doble corrección independiente y contrastada.

En este momento, el sistema educativo vasco se encuentra ante una encrucijada, donde han de reconsiderarse y resolverse dos elementos centrales de la enseñanza: el currículum escolar y los modelos lingüísticos. Las comisiones técnicas que han analizado ambos aspectos llevan muchos meses de trabajo preparatorio para la elaboración de sus opciones, y ahora serán los políticos quienes hayan de convenir las propuestas definitivas.

El nuevo Currículum Vasco es un tema de una complejidad que excede la extensión de este artículo. En lo referido a los niveles mínimos para la universalidad discente, únicamente hemos de señalar el potencial riesgo que supone la construcción parcelada por áreas temáticas, introduciéndose por separado pero aditivamente y con el doble enfoque de competencias y contenidos mínimos. La suma de todos ellos, con el doble origen de un 55% marcado por la LOE y el 45% definido desde la Comunidad Autónoma de Euskadi, podría resultar excesiva para una minoría significativa del alumnado. Especialmente si apostamos por una educación que no favorezca el fracaso, que no deje atrás a nadie, como preconizan y logran las sociedades más comprometidas y solidarias.

La revisión de los Modelos Lingüísticos puede significar, igualmente, un latente peligro si se confundiesen objetivos y/o plazos en lo relativo a los niveles mínimos exigibles. El incumplimiento de la Ley de Normalización del Euskera, de 1982, deriva –en parte- de su desmesurada meta en el Artículo 17: “El Gobierno adoptará aquellas medidas encaminadas a garantizar al alumnado la posibilidad real, en igualdad de condiciones, de poseer un conocimiento práctico suficiente de ambas lenguas oficiales al finalizar los estudios de enseñanza obligatoria”… (finalización que entonces, antes del BUP, sucedía a los 14 años).

Veinticinco años después de la Ley 10/1982, las evaluaciones del ISEI-IVEI concluyen que si se establece el nivel B2 como terminal en la actual ESO, sólo el 47,3% de nuestro alumnado de 16 años supera este nivel (el porcentaje sube al 53,7% incluyendo la expresión oral), repartido según los actuales modelos en 57,2% del D, el 27,5% del B y siendo inapreciable el porcentaje en modelo A.

Reglar el nivel B2 como mínimo en un plazo programable (planificado a 6-10 años) resulta inverosímil de alcanzar, ni siquiera para el 80% del alumnado, a pesar del éxito reconocido internacionalmente que ha significado la euskaldunización del profesorado y de las familias, y el avance sociolingüístico de nuestro entorno formativo, mediático y social. Bastaría considerar el mapa donde se concentra la tarea pendiente, áreas metropolitanas del Gran Bilbao y Vitoria-Gasteiz, para comprender que el nivel B1 universal al acabar la ESO es un reto considerable, si se desea alcanzarlo realmente y no como una declaración de principios generacional, que se logrará… pero un plazo mayor.

Concluiríamos que los niveles educativos deben escalonarse en su currículum debidamente con tres referencias: niveles mínimos exigibles, niveles recomendables medios y máximos niveles de excelencia, que serán los que se definan desde la autonomía de las redes y centros escolares, muchos de los cuales aseguran para su alumnado cotas muy altas en resultados lingüísticos y curriculares. Los niveles mínimos deben atender a una premisa de equidad que no instituya un fracaso insuperable, mientras que los niveles recomendables nos sitúen en convergencia con los países más avanzados educativamente y el porcentaje de quienes alcanzan los niveles máximos establezcan la calidad del sistema que, entre todos, hemos de apoyar e impulsar.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/minimos.DOC

Pormenores del fracaso escolar

Ilustración de Ripa con la que DEIA acompañaba a este artículo el día 4-11-2006¿Cómo aumentar el éxito escolar de aquellos colectivos que cosechan peores resultados académicos?

Las estadísticas globales encubren aspectos esenciales de un problema, como el del fracaso escolar que persiste en el Estado español de modo muy superior a la media europea. Según los datos de 2004, el 75% del alumnado supera la ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria). Pero existen diferencias importantes entre los chicos y las chicas: Ellas aprueban en un 85% y ellos en sólo un 65%. El éxito escolar es muy dispar en los diferentes centros y de origen multifactorial. Incluso se observan enormes diferencias geográficas. Vascos, navarros y asturianos obtienen los mejores resultados, con un fracaso inferior a la mitad del que sufre el alumnado canario, balear, extremeño y murciano. Pero siguen siendo promedios demasiado generales.

Analicemos más detenidamente los datos de 4º de la ESO en Bizkaia del penúltimo curso 2004-2005, sobre un total de 8.676 alumnos y alumnas. Ellas representan el 50,25% del total, pero son menos en la enseñanza pública, el 49,48%, mientras en la enseñanza concertada las alumnas representan el 51,63%. Dado que en la enseñanza concertada promociona el 87,72% del alumnado frente a sólo el 80,16% de la pública (la media es del 84,62%), esta mayor presencia discente femenina en la concertada puede ser un factor coadyuvante.

Género.

Alumnas, son el 50,25% del total del alumnado; fracaso medio, 12,24%.
Alumnos, son el 49,75% del total del alumnado; fracaso medio, 18,61%.
Diferencial, 6,36% a favor de las alumnas.

Un análisis por género, vuelve a manifestar que las chicas son mejores alumnas que sus compañeros, aprobando la ESO el 84,19% en la pública (ellos, sólo el 76,21%), y en la enseñanza concertada, ellas el ¡90,13%! (ellos, sólo el 85,15%). Simplificando, se podría decir que en la C.A.V. el fracaso medio fue el pasado curso de, exactamente, el 15,38% (diez puntos menos que en el Estado), pero que en cuatro subgrupos podría matizarse indicando que las alumnas de centros privados concertados sólo ‘fracasaron’ en un 9,87%, mientras que los alumnos de centros públicos ‘fracasaron’ en un 23,79%.

Titularidad del centro.

En centros Concertados, está el 59,05% del total del alumnado; fracaso medio, 12,28%.
En centros Públicos, está el 40,95% del total del alumnado; fracaso medio, 19,84%.
Diferencial, 7,56% a favor de la enseñanza concertada.

La titularidad del centro, con todo lo que conlleva de “mochila familiar”, fue más determinante que el género, porque incluso los alumnos de la concertada ‘fracasaron’ significativamente menos (el 14,85%) que las alumnas de la pública (el 15,81%).

Modelos lingüísticos.

En modelo D, está el 38,39% del total del alumnado; fracaso medio, 11,92%.
En modelo B, está el 16,95% del total del alumnado; fracaso medio, 15,64%.
En modelo A, está el 43,34% del total del alumnado; fracaso medio, 18,46%.
En modelo X (colegios extranjeros), está el 1,31% del total del alumnado; fracaso medio, 11,40%.
Diferenciales, 3,72% a favor del modelo D sobre el B, y 6,54% a favor del modelo D sobre el A.

Si introducimos un tercer factor, el modelo lingüístico, el intervalo del ‘fracaso escolar’ se abre aún más. En la ESO existen tres modelos, el A, B (A reforzado en datos estadísticos) y el D, con presencia creciente del euskera como lengua de aprendizaje. Sin entrar en detalles, que pueden verse en el gráfico anexo, los alumnos en A públicos fracasan en un escalofriante 35,89%, mientras que las alumnas de D concertado ‘sólo’ en un 6,02%. ¡Seis veces menos, en el mismo sistema educativo, y financiado con los mismos presupuestos públicos!

Sumariamente, para los progenitores el promedio de fracaso no predice nada para el caso específico de su prole, pero las últimas estadísticas señalan que el ‘fracaso escolar vasco’ se escalona así: 6,02% Chicas, modelo D, concertado; 10,25% Chicos, modelo D, concertado; 10,92% Chicas, modelo B, concertado; 10,96% Chicas, modelo D, público; 11,40% Chicas, modelo A, concertado; 15,25% Chicos, modelo B, concertado; 16,56% Chicas, modelo B, público; 17,06% Chicos, modelo A, concertado; 18,53% Chicos, modelo D, público; 21,02% Chicos, modelo B, público; 27,15% Chicas, modelo B, público; y 35,89% Chicos, modelo A, público.

Algunas sugerencias finales pueden extraerse de estos porcentajes de graduación en ESO, la principal prueba de medida de calidad en evaluaciones internacionales.

1. El factor modelo lingüístico se correlaciona directamente con el éxito académico. El modelo A debe ser revisado, dado que provoca una indeseada acumulación de un alumnado predestinado a las dificultades escolares graves, especialmente en la enseñanza pública y para los alumnos varones, que denominamos “dique de marginación discente”.
2. El factor titularidad (público o privado concertado) denota que el muy diferente bagaje sociocultural de las familias es determinante, y que la enseñanza pública no logra compensar apenas el déficit de partida. Ello cuestiona el modelo de calidad, y el de equidad, que hemos establecido y que requiere más eficacia y eficiencia.
3. El factor género está abriendo un desfase inaceptable que requiere acciones inmediatas semejantes a las que se desplegarían si las chicas fracasasen un 20% más que los chicos. Entre las medidas necesarias, es preciso revisar el efecto de la feminización docente, que ha desequilibrado todos los niveles de educación infantil y primaria, que alcanza a la secundaria y superior, y que generará una sociedad donde entre la población universitaria las mujeres representen 40% más que los hombres (70% vs 30%).

No bastan simplezas de predeterminismo biológico o sociológico que condena a los más desfavorecidos, ni explicaciones manidas de que las alumnas, ante la mirada del profesorado predominantemente femenino, tienden a ser “más ordenadas, cumplidoras y se adaptan mejor a las normas escolares” que sus condiscípulos masculinos. Hemos de corregir, antes de que sea irreversible y principalmente en los alumnos, la escasa lectura, el insuficiente dominio de la lengua vehicular, y el exiguo esfuerzo de estudio en todas las etapas. Hemos de orientar mejor, especialmente a las alumnas, en sus opciones académicas de optativas, ciclos y grados.

Ningún país puede permitirse no desarrollar al máximo las capacidades de su ciudadanía. Ni las niñas, ni los niños, están por naturaleza mejor o peor dotados para estudiar. Tampoco los escolares ricos o pobres, o quienes eligen un modelo público, un centro religioso, o una ikastola. Pero sus resultados académicos, tempranos, medios y finales, son inaceptablemente diferentes, hasta el punto de requerir medidas urgentes que competen a las autoridades educativas y al conjunto de la sociedad que se juega su futuro en ello.

Hemos de reducir esos índices de “fracaso social” (que no sólo fracaso del estudiantado, sino también del profesorado, de las familias, de los responsables políticos,…). En todas sus categorías. Todavía pueden rendir más las alumnas de los modelos en euskera de la enseñanza concertada, pero otros colectivos aún deben mucho superarse más. A las y los docentes, a las madres y padres, y a la administración educativa, nos corresponde un impulso mucho mayor para corregir estos desequilibrios. Se requieren decididas medidas específicas de género, de red, y de modelo lingüístico.

Para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2006/pormenores.doc

Justicia y libertad

"Si alguien fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo". Albert Camus (1913-1960)

Si en educación fracasamos en conciliar calidad y equidad, fracasaremos en todo.

Sudoku educativo

Un pasatiempo de moda como imagen de integración socioeducativa del alumnado extranjero mediante un reparto escolar más equitativo.

El sudoku representa un modelo de belleza matemática al distribuir armónicamente los números de modo que no se repitan ni por filas, ni por columnas, ni por regiones de 3x3. Así se logra situar los dígitos del 1 al 9 de forma equilibrada, tanto desde la escala de cada cuadrante como desde el cuadro general con 81 casillas. A diferencia de los crucigramas, no es preciso esperar para verificar la corrección general porque la simple observación final, si se lo completa, demuestra la disposición perfecta.

A pesar de que existen 6.670.903.752.021.072.936.960 alternativas en su formato popular de 9x9, la simplicidad del juego que no requiere conocimientos matemáticos, así como la rápida mejora, provoca una estimulante adicción al rompecabezas que se realimenta con la satisfacción de resolver este absorbente desafío. El resultado final sitúa a los 9 números (pequeños, medianos o grandes según se miren) de modo que se apoyen desde la cercanía, cada uno exhibiendo su propia personalidad, su carácter y su identidad específica y exclusiva.

En la escuela el agrupamiento del alumnado en las clases es una cuestión clave. Las fórmulas de “clasificación” son variadas, desde grupos homogéneos en resultados académicos, e incluso del mismo sexo, hasta equipos diversificados según intereses, buscando apoyos discentes entre condiscípulos que se complementan en sus capacidades y competencias. Probablemente la mejor opción sea una pauta flexible, con reagrupamientos variables en función de la materia curricular, el momento académico y la intención pedagógica.

Por ello, sería preferible que todos los centros contasen con la inmensa diversidad que ofrece nuestro alumnado real, plural en sus orígenes familiares, lingüísticos, sociales y culturales, así como en sus inmensas capacidades potenciales y en sus contadas limitaciones que en grado variable se presentan en cualquier ser humano.

Todos los centros escolares de titularidad pública y concertada, es decir financiados con fondos públicos, debieran acoger a todo tipo de alumnado, acompañados de sus correspondientes y proporcionales refuerzos docentes especializados. No sólo para evitar la “guetización” étnica, social o lingüística de los más necesitados de educación, sino para que todo el estudiantado aproveche la grandiosa oportunidad de aprender de todos y entre todos. Didácticamente resulta enriquecedor contar con alumnado recién llegado, pleno de esperanzas e ilusiones, así como alumnado de necesidades educativas especiales, tan ejemplar en su esfuerzo por superar sus deficiencias sensoriales, físicas o psíquicas.

Las familias y los progenitores que buscamos lo mejor para nuestros hijos e hijas, así como el profesorado que desea el mejor entorno de aprendizaje, debiéramos exigir un porción alícuota de diversidad entre condiscípulos, a fin de que la infancia y la juventud aprendan a conocer y vivir en nuestra sociedad auténtica y en nuestro era cronológica. La calidad y la equidad de una red educativa, de un centro o de un aula se miden directamente por el grado de integración que ofrece a su comunidad escolar.

Algunos datos finales relativos a la Comunidad Autónoma Vasca relativo al último curso 2005-2005, que demuestran que no está enteramente solucionado nuestro “sudoku escolar”:

- La escuela pública escolariza al 48,6% del conjunto del alumnado de enseñanzas de régimen general.
- La escuela pública se ocupa del 61% de la educación especial, que representa el 3,3% del total.
- La escuela pública asume al 70% del alumnado inmigrante, que representa un 3.7% del total.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/sudoku.htm

Summerhill: Escuela de felicidad


Explicar la utopía escolar de Summerhill es un serio reto para un educador. Sintetizar lo mejor de su proyecto es más factible.

Imagínese una escuela donde se cultiva la felicidad,… donde los alumnos son libres de ser ellos mismos, donde el éxito no es definido por los resultados académicos, donde quién eres importa más que lo que sabes, donde alumnos y maestros aprenden juntos, donde todo se organiza de forma democrática, donde cada persona tiene el mismo derecho de hablar y ser escuchada, donde la creatividad y la expresión propia no son reprimidas,…

La Escuela Summerhill (Colina de Verano) fue fundada en 1921 por Alexander Sutherland Neill. La descripción pedagógica y organizativa de tan compleja experiencia didáctica, e incluso la biografía de su fundador Neill, forman parte del currículo formativo de cualquier profesor contemporáneo. Resumirlas en unas líneas sería irreverente, por lo que como primera aproximación al pensamiento de Neill cabe citar los ilustrativos títulos de sus principales libros, donde difunde su proyecto y que marcan los grandes temas de la educación moderna.

A.S. Neill, que había actuado como periodista en diferentes medios editoriales, publicó durante todo su periplo docente numerosos textos, cuyos epígrafes marcan los hitos de su progreso profesoral a lo largo de su vida que transcurre entre 1883 y 1973. Sus primeros libros son “A Dominie´s Log” (Diario de un profesor rural) y ”A Dominie´s Dismisset” (Un profesor acomodado), entre 1916 y 1917. Se muestra como un iconoclasta, que narra humorísticamente su profesión. Extendiendo que sus reflexiones eran tomadas en broma, editó “The booming of Bunkie” (El crecimiento de Bunkie) en 1919 y ”A Dominie in Doubt” (Un profesor en dudas) en 1921.

En 1920 fue elegido como co-editor de la revista “Educación para una Nueva Era”. Las siguientes obras fueron en 1924 “A Dominie´s Five”, que protagonizan sus alumnos, y en 1926 “The Problem Child” (El alumno problemático), donde enuncia su axioma de la libertad “neilliana”. Continúa en 1932 con “The Problem Parent” (El padre problemático), donde presenta la dialéctica familia-profesorado. Sigue una trilogía: En 1934, “The Modern School Handbook” (Manual de la Escuela Moderna); en 1936 “Is Scotland Educated?” (¿Está educada Escocia?), y 1937 “That Dreadful School” (Esa Escuela Terrible).

En 1938 publicó “The Last Man Alive. A Story from the age of Seven to Seventy” (El último superviviente, una narración para niños de 7 a 70 años). En 1939 escribió “The Problem Teacher” (El profesor problemático) y en el año 1945 “Hearts not Heads in the School” (Corazones, no sólo cabezas en la Escuela). En 1949, editó “The Problem Family” (La familia problemática); y en 1953, “The Free Child” (El niño libre).

El 7 de Noviembre de 1960, coincidiendo con la semana en la que John F. Kennedy fue elegido Presidente, publicó su libro ”Summerhill”, de considerable éxito. Fue prontamente incluido en las listas de obras recomendadas en más de 600 universidades. Sus dos últimas obras fueron “Talking of Summerhill” (Hablando de Summerhill) en 1967 y en el año de su muerte, 1973, aparecía su obra autobiográfica “Neill! Neill! Orange peel” (Neill, Neill, Piel de naranja, como le llamaba irrespetuosa pero cariñosamente uno de sus alumnos, equivalente a “maestro ciruela”).

A.S. Neill creyó que en Summerhill se alumbraba una nueva civilización. En todo caso, aquélla fue y seguirá siendo una escuela referencial donde reinaba la vida, la alegría y el entusiasmo. Desde el paradigma de la libertad en este mundo enloquecido, contribuyó decididamente a revivir la única gran esperanza: la Educación universal de calidad y en equidad.

El lío de la LOE

Leo el lío lelo de la LOE, y loo a la leal aula. Allí ulula la ola de ellos y ellas. La olla de aquí, de allá y de Alá lanza el olé al óleo lila… de la vida.

Se ha repetido muy oportunamente que la Educación se parecía a la aventura de Cristóbal Colón: no sabía adónde iba, casi no alcanza su meta, nunca supo dónde había llegado, fue financiada con fondos públicos y, a pesar de o por todo ello, constituye el mayor descubrimiento de la Historia de la Humanidad.

La educación es un bien cada vez más preciado. Actualmente ya no existe ningún sector estratégico de futuro más trascendente que la educación en todas sus opciones y etapas. Por ello, unos la intentan convertir en una mercancía más sometida a las leyes del comercio, mientras otros desean que forme parte de una planificada estrategia de proselitismo social. Pero la educación, un anhelo de utopía que nunca debiera ser instrumentalizado, es mucho más: Es un derecho reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, prerrogativa reconocida por los países firmantes de todo el planeta y potestad depositada en el alumnado y en sus familias.

Este compromiso explicitado afecta a toda regulación jurídica de la educación. La Declaración de la ONU exhorta hacia un modelo educativo orientado por la demanda familiar, y no por la oferta oficial como todavía lamentablemente subsiste en pleno siglo XXI, incluso en la Unión Europea. Vale la pena recordar textualmente el Artículo 26:

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Ojalá los políticos que debaten en el parlamento pudieran acercarse a la realidad de las aulas, especialmente en aquellos centros donde se enfrentan con los máximos desafíos de educar a los más especiales, a los más desfavorecidos y a los más recientemente llegados. Comprenderían que el debate no debe concentrarse en un pulso para acumular privilegios para unos, ni en poner trabas a la acción escolar de la competencia, sino en dotar a todos los centros de la mejor organización y de los debidos recursos para apostar por una educación de calidad y de equidad con fórmulas plurales siempre que cuenten con suficiente respaldo familiar y social.

Parafraseando a Albert Camus, quien señaló que “quien fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”, si la educación falla en articular la calidad con la equidad, como demuestran fehacientemente las evaluaciones internacionales PISA y TIMMS, naufragará por completo. Si la educación no es transgresoramente integradora, el saber como la riqueza seguirán segregadas en nuestra sociedad. No queda más esperanza colectiva que una educación de excelencia para todos. Este objetivo escolar, garantía de supervivencia individual y general, sí merece la máxima movilización de toda la sociedad civil.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/lio-loe.htm

LOE: La Olvidada Educación

Un eclipsado debate tras 8 Leyes Orgánicas educativas aprobadas en 25 años. Demasiadas reformas para seguir distanciados de la Europa más avanzada.

La educación es una tarea generacional, prolongada a lo largo de la vida, que afecta intensivamente a los más jóvenes, en un inigualable esfuerzo colectivo donde participan familias, profesorado, alumnado y el conjunto de la sociedad. Todo ello requiere un marco político y administrativo consensuado, con vocación de larga permanencia en el tiempo para garantizar el máximo aprovechamiento de tan ingentes recursos humanos y materiales.

La educación es responsabilidad de la familia, que delega en la enseñanza parte de sus funciones. La formación se estratifica en etapas, desde la educación infantil hasta la formación profesional o la universidad, y en planos de actuación abarcando desde el autoaprendizaje, el aula, el centro, la red o el sistema global. En el Estado español, con las competencias educativas transferidas a las Comunidades Autónomas, una nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) ha despertado un doble debate, interno entre docentes y público donde se enfrentan algunas visiones opuestas (asignatura de religión, concertación de centros privados,…).

El proyecto de LOE presentado por el Ministerio de Educación y Ciencia para su tramitación en el Congreso ha sido calificado de muchas formas, según la perspectiva de los analistas. Puede definirse como un texto reducido, no excesivamente pormenorizado ni intervencionista, que busca soslayar los mayores escollos con los sectores más influyentes sin negar su inspiración “socialista”. Quizá la LOE sea una concreción del “talante Zapatero”, que -con paradojas y contradicciones- busca la máxima mayoría parlamentaria.

Repasemos algunas inconsistencias. En la exposición de motivos, declara que las evaluaciones internacionales recientes, como PISA (trianual) y TIMMS (cuatrianual), ponen de manifiesto que es posible combinar calidad educativa con equidad en su acceso, pero la LOE ni propone mecanismos urgentes de mejora (que obligarían a una mayor inversión), ni menciona las “devastadoras conclusiones del Informe Pisa” que denuncia el Consejo de Estado de Educación, máximo órgano consultivo que en su preceptivo dictamen proclama: “Parece como si el anteproyecto tratara sólo de modernizar el sistema educativo y no de corregir tendencias a la baja calidad que son de dominio público y preocupan a la sociedad…”.

Entre las incoherencias, sobresalen algunas. Propone el carácter “complementario” de las redes escolares pública y concertada, porque reconocer la “subsidiariedad” sería impresentable en nuestra realidad educativa continental, aunque luego en el articulado separe tajantemente entre centros públicos y centros sostenidos con “fondos públicos” (que incluiría a los privados concertados). Igualmente se pregona la autonomía de los centros docentes, pero no se facilitan instrumentos para ello en la escuela pública. Presume como gran novedad un área de “educación para la ciudadanía”, sin que se sepa quién impartirá tan difuso y discutible contenido.

En su última redacción ha incorporado el “esfuerzo individual de los alumnos”, como uno de los principios de la educación y como uno de sus fines “el mérito y el esfuerzo personal”. Este eslogan de la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación) era uno de los aspectos más rescatables de la ley del PP, y aunque el PSOE se negaba a destacar su presencia, al final la obviedad se ha impuesto. Afortunadamente en la disposición final primera se pregona que el primer deber básico de los alumnos es… estudiar (lo que lamentablemente parece pertinente por un inexplicable olvido muy extendido).

El porcentaje de contenidos básicos de las enseñanzas básicas, 55% en las Comunidades Autónomas con lengua cooficial y 65% para las restantes, ha sido otro punto de polémica política artificial en prensa. Los educadores sabemos que la realidad escolar del siglo XXI exige un núcleo planetario absolutamente común (no en el Estado, ni en Europa siquiera), que es lo que se mide en las evaluaciones internacionales (matemáticas, ciencias, primera lengua,…). Igualmente sólo alguien ajeno a la práctica docente puede negar la indispensable adecuación curricular que desde la escala no sólo autonómica, sino de centro, de profesorado, de aula y de cada miembro del alumnado ha de programarse.

Otra espinosa controversia se centra en la enseñanza de la religión. La disposición adicional segunda comienza desacertadamente: “La enseñanza de la religión se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre el Estado español y la Santa Sede,…”. Pareciera que la enseñanza religiosa no fuese una frecuente demanda familiar, de un alto porcentaje de madres y padres que la consideran esencial. Su deseo legítimo, al igual que el de quienes prefieren que sus hijos e hijas no reciban enseñanza confesional alguna, debe ser garantizado, al igual que los derechos de los docentes de estas materias. La opción más aceptable sería una materia de oferta obligatoria en todos los centros en sus versiones confesional (de todas las iglesias con representación significativa) y no confesional, para la aceptación voluntaria por parte de las familias. Debiera ser evaluada didácticamente para su notificación familiar, aunque no computable a ningún efecto académico (becas, promoción,…). El apartado 3º, que otorga a la entidad religiosa la condición de empleador y establece el pago delegado, no parece satisfacer ni al profesorado implicado, ni a las jerarquías eclesiásticas, por lo que parece inviable semejante variación unilateral de empleador cuando ni el receptor ni los trasferidos lo asumen. También sería de justicia la equiparación académica y salarial de este colectivo que reúne a más de 17.000 docentes en el Estado.

Entre sus cualidades, la LOE se destaca porque simplifica la proliferación de leyes educativas y de sus correspondientes reglamentos emitidos desde 1990, derogando -además de otras leyes menores- la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990), la LOPEG (Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes de 1995), y la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002). La litigada LODE (Ley Orgánica del Derecho a la Educación de 1985), corrigiendo algunos de sus excesos, queda drásticamente reducida a una cincuentena de artículos (de sus 63 artículos iniciales), e incluso también son abolidos o reformulados muchos apartados de los artículos vigentes por la disposición final primera del anteproyecto. Desafortunadamente, el anteproyecto delira cuando, en su apartado 5º de la citada disposición, introduce un disparatado y encubierto derecho a la huelga del alumnado menor de edad, que ni respeta las responsabilidades, derechos y deberes de los padres, ni mejora la participación discente en la organización escolar. Debería suprimirse este enunciado, sin perjuicio de recoger adecuadamente el derecho de reunión en el centro escolar, respetando los horarios de actividad y los derechos de cuantos constituyen la comunidad educativa, previa comunicación a la dirección o de acuerdo con ella.

Las preconizadas “evaluaciones de diagnóstico”, al finalizar el segundo ciclo de Primaria (10 años) y al concluir el segundo curso de la Secundaria obligatoria (14 años), pueden ser reconocidas como puntos positivos por su carácter formativo y orientador, sin la estricta connotación de reválida (que la LOCE promulgaba) y que al medir currículos (y no competencias) podría condicionar y uniformar excesivamente la necesaria autonomía docente para atender a la diversidad discente. De este modo, queda una medición objetiva de la Primaria, antes de su tercer ciclo, y otra graduación en la crítica edad intermedia de la ESO, cuando en 3º parece que muchos de nuestros estudiantes encuentran súbitamente todos los obstáculos en lo que parecía un generalizado progreso modélico. Más dudosa es la supresión de la PGB (Prueba General de Bachillerato), prevista en la LOCE y común en toda la Unión Europea (salvo en Grecia y Portugal).

El retardo de los itinerarios hasta 4º de la ESO es oportuno y paneuropeo, cuando aparecen tres materias de modalidad y algunas optativas, retrasando el prematuro adelanto de la LOCE. Igualmente resulta conveniente la suavización en el número de asignaturas no superadas para promocionar de curso, porque nuestro retardo medio no mejora ni la calidad ni la equidad, y porque son más efectivas las medidas de refuerzo dirigidas hacia la superación final. El clamor contra la “promoción automática” ni es exacta, ni se corresponde con la reglamentación de los países de referencia educativa.

El reagrupamiento en tres bachilleratos de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, y Artes es acertado. La fusión en el primero de ellos de los antiguos Bachilleratos de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud junto al de Tecnología era necesaria, y debería servir para incrementar el flujo hacia esta modalidad. Únicamente entre las materias comunes del Bachillerato, previstas en el artículo 34, debería incorporarse el metalenguaje omnipresente de una “Matemática Aplicada”.

Las insuficiencias de la LOE son variadas. El avance que supone la declaración de carácter educativo de los dos ciclos de Educación Infantil (superando el anacrónico nombre de Preescolar que reitera el PP), queda desdibujado por no abordar este período en tres ciclos bianuales (como todo el resto de la educación hasta el diseñado en el Espacio Europeo de Educación Superior). La espuria razón para este lastre es la inercia anterior y la insuficiente financiación dedicada a esta etapa, que da lugar a discrepancias totales entre Administraciones Educativas donde se retarda Andalucía (única con tasas de escolarización menor del 90% de la población de 3 años), mientras el País Vasco supera el 90% incluso de la infancia de 2 años. La gratuidad promulgada por la LOE del segundo ciclo de Infantil (3-6 años) es una mejora sólo para las Comunidades más retrasadas, mientras que las demandas sociales en edades más precoces ya se desbordan en las Comunidades mejor financiadas. En esta etapa, la subsidiariedad de la concertada se manifiesta en el artículo 15, en donde se garantizan una oferta suficiente en los centros públicos (además sólo con un incremento progresivo desde la situación actual), mientras que apenas se esboza que “podrán establecerse conciertos con centros privados”.

Son meramente declarativas y sin previsiones las apuestas por la mejora de los idiomas (foráneos y oficiales), que la LOE sigue sin apoyar más decididamente, o el aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, donde nuestro retraso pedagógico comparado es deprimente. Igualmente las bibliotecas escolares quedan simplemente citadas y no incentivadas.

La participación de las familias podría acrecentarse asegurando, en función de la edad del alumnado, porcentajes no inferiores a un tercio de padres adicionalmente a un sexto de alumnos, en el artículo 126 sobre la composición del Consejo Escolar, para mostrar quiénes son los destinatarios que justifican todo el servicio educativo.

Respecto a la equidad escolar, el creciente alumnado (propio y extranjero) con necesidad específica de apoyo educativo por origen o minusvalía (sensorial, síquica o motora), e incluso el de altas capacidades intelectuales, sigue en la ambigüedad o en la inseguridad al asegurarse que las dotaciones para centros públicos y concertados serán las mismas (artículo 72), mientras que simultánea y posteriormente en el artículo 112, de medios materiales y humanos, se distinga sutilmente entre sus apartados primero y siguientes. Inicialmente se menciona expresamente a los “centros públicos” como aquéllos que deben ser dotados por las Administraciones Educativas, mientras en los restantes párrafos sean los “centros” genéricos los que atiendan a alumnado de educación especial,… Este artículo debiera incorporar el detalle de referirse en todo momento a los “centros sostenidos con fondos públicos”.

Preocupante resulta el matiz establecido en el artículo 84, relativo a la admisión de alumnos, donde se cita que “las Administraciones educativas realizarán una programación adecuada de los puestos escolares gratuitos que garantice el derecho a la educación”, pero sin mencionar la libertad de elección que corresponde a las familias. En ese mismo artículo, falta la inclusión de un criterio que facilite la continuidad pedagógica en un mismo centro, tanto en el caso de titularidad pública como no pública. En el artículo 88, sobre garantías de gratuidad, sigue sin aparecer el coste de los servicios complementarios de transporte y comedor, que debieran recibir un tratamiento similar en todos los centros sostenidos con fondos públicos.

Tampoco se acomete en esta oportunidad un refuerzo de la formación inicial del profesorado de enseñanza infantil, primaria y secundaria. La convergencia de las condiciones laborales, profesionales y económicas del profesorado y del personal no docente, tanto de centros públicos como concertados, queda en el limbo de los deseos, con una confusa cita en el apartado 117.4 donde turbiamente se sugiere “posibilitar la equiparación gradual de la remuneración (del profesorado concertado) con la del profesorado estatal (sic)”. Como si no existiesen diferencias salariales, incluso entre funcionarios docentes (respecto al “profesorado estatal”, sólo el redactor sabrá a qué se refiere en niveles no universitarios). Por último, en el capítulo del profesorado, la disposición transitoria segunda podría extenderse más allá del 4-10-2010 el régimen de jubilación voluntaria de los mayores de 60 años, a fin de rejuvenecer las plantillas docentes.

Lo peor es el mantenimiento de un sistema educativo basado en la oferta, y no en la demanda familiar (artículo 109. 2). La misma consideración de la educación como “servicio público”, quedaría mejor expresada como “servicio esencial” o de “interés general”, con independencia de la titularidad pública o concertada del centro elegido por los progenitores (situación a la que más se acerca en el Estado la Comunidad Autónoma Vasca, por tradición y financiación). El progreso hacia un sistema cooperativo, prestado por centros públicos y otros de iniciativa social, se entorpece cuando se desiguala por titularidad, como en el artículo 122.3 donde se concede que sólo los centros públicos podrán obtener recursos complementarios. Esto es apropiado y novedoso, pero debiera abrirse en las mismas condiciones a todos los centros “sostenidos con fondos públicos”.

Resulta aberrante el apartado 3 del artículo 109: “En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán (sic) las exigencias derivadas de la consideración de la educación como servicio público, con los derechos individuales de alumnos, padres y tutores. Asimismo, conciliarán (sic) la libertad de elección de centro con el principio de equidad, atendiendo a las limitaciones materiales derivadas de la capacidad de los centros y de las consignaciones presupuestarias existentes y al principio de economía y eficiencia en el uso de los recursos públicos (sic)”. Discrepamos profundamente de que la economía impida derechos fundamentales, o que éstos queden restringidos por inciertas razones de supuesta eficiencia. Nefastamente, en la redacción actual el Estado parece erigirse como único titular originario del derecho a la educación, quedando las familias y los centros educativos reducidos a concesionarios de tal derecho. A todos nos conviene que los padres defendamos nuestro derecho a escoger el tipo de educación que preferimos, incluida la formación moral y religiosa que responda a nuestras convicciones.

Nadie discute la necesidad de una reforma educativa, cuando los datos negativos se acumulan en informes internacionales o en comparativas de fracaso escolar. El optimismo para que podamos competir con los mejores debe partir del máximo realismo sobre nuestra posición de partida, así como de un amplio y comprometido enfoque comunitario. Una Pedagogía del Éxito entraña que las familias y los educadores mantengan expectativas positivas sobre las capacidades de sus hijos y alumnos, para afrontan motivada y conjuntamente tan decisiva tarea, solventando los problemas crónicos con ilusión y apoyo social.

Concluyendo: Conviven en el Estado sistemas educativos muy diferenciados que la LOE debiera impulsar y desarrollar mirando hacia lo mejor de Europa, nunca uniformar por abajo. En general, nuestras posiciones educativas son mediocres o insuficientes respecto a la Unión Europea, y entre los países de la OCDE. No es algo de extrañar, dado que socio-culturalmente, económicamente y en esfuerzo educativo (interés familiar y porcentaje del PIB) no destacamos especialmente hasta la fecha.

Sólo cuando la ciudadanía presiona electoralmente, los poderes públicos y los dirigentes políticos otorgan la merecida atención, prioridad y recursos a la educación, a la universidad y a la investigación. Es el tiempo de los hechos. Rige un lema magistral: 'Si alguien cree que la educación es cara, que pruebe con la ignorancia'. Nuestro futuro individual y colectivo, a corto, medio y largo plazo, depende básicamente de nuestra apuesta educativa. Ojalá el debate sobre la LOE nos permitiese advertir la trascendencia de lo que está en juego.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/loe.htm

Sorteo de pisos

La absurda injusticia aleatoria del sistema de sorteo para distribuir pisos sociales en propiedad.

¿Alguien podría imaginar que los impuestos se pagasen en combinación con la lotería? ¿O que las subvenciones del próximo año se rifasen con el sorteo de navidad?

Obviamente la justicia equitativa y distributiva es incompatible con el azar. Sin embargo, las administraciones públicas recurren habitualmente a la suerte para repartir una falsa y arbitraria solidaridad. Resulta espeluznante ver esos estadios de gente expectante donde se rifan unos escasos pisos sociales. Sólo unos pocos salen con un piso de protección oficial bajo el brazo, lo que resuelve sus vidas y eleva notablemente su calidad de vida, mientras la mayoría se marcha cabizbaja a la espera de la próxima rifa o a hipotecarse durante 35 años.

¿Tiene algún sentido de equidad mezclar la suerte con el derecho a una vivienda digna? ¿No sería más razonable gestionar sistema de alquiler social controlado para todos los que lo necesiten, que beneficiar sobremanera a unos pocos con precios regalados mientras la mayoría se queda sin nada?