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Paradoja: ¿1 = 2?

Del material educativo de kIDEAk. Como multiplicar 12345679 por 9, o por 18, 27,..., 72, 81... dando como resultado 111111111,.., 999999999.

Paradoxportal: Portal de las Paradojas

Clic para ir al Portal de las Paradojas...De la paradoja de Alicia, personaje más conocido de Lewis Carroll, a la del Zen. Veamos una muestra, con Alicia:

- ‘Sírvete un poco más de té’, le dijo muy seriamente la Liebre de Marzo.'
- ¡Todavía no he tomado nada’, contestó Alicia con tono ofendido, ‘de forma que no puedo tomar más!’'
- Querrás decir que no puedes tomar menos’, aclaró el Sombrerero; ‘es más fácil tomar más que nada’."

Hacienda y educación

Comparando la juventud y la infancia de distintos países y regiones, en un lugar de encuentro vacacional como Alicante, llegábamos a la conclusión de que hemos de avanzar mucho más en nuestra educación. De norte a sur las diferencias, de padres e hijos son inmensas. Leen mucho más los nórdicos, los noruegos y suecos que abundan por aquí. Y leen mucho menos los sureños de los países septentrionales. Y los mismos niños, desde muy temprana edad, se comportan de forma muy diferente. También la preocupación familiar por la educación (factor esencial) es mayor, mucho mayor, allí donde la educación es... mejor. Y donde peor va la educación, y la despreocupación de la gente es penosa, los horarios escolares... ¡se reducen! Sorprendente, pero ilustrativa, paradoja. Por ello, cuanto más tiempo pase,... mayores serán las diferencias culturales y económicas de los ilustrados frrente a los ilusos.
Apena que en una época de crisis no se invierta todo lo posible en la educación, de menores y de adultos. La educación no es ni tema de conversación. La televisión sólo ofrece modelos de incultos deportistas, guaperas idiotas y vagos populares. Todo un despropósito fruto del círculo vicioso de analfabetismo de abuelos, bajas expectativas de padres y futuro incierto de hijos. Por aquí, muchos se quejan de la mala educación, pero pocos cotizan a hacienda más allá de los impuestos indirectos ineludibles o del salario declarado por cuenta ajena.
Fácilmente, se llega a la conclusión de que para ofrecer una enseñanza pública que beneficie a quienes más lo necesitan, es decir a escolares cuyas familias no comprenden el valor inmenso, único y rescatador de la educación, es preciso contar con financiación suficiente... y políticos que vean más allá del corto plazo de una legislatura. Esto, por desgracia, no es frecuente. Ojalá toda la ciudadanía, todas las familias, toda la clase política, recaudase bien... para invertir en educación, como primera necesidad y primera clase de éxito social y económico. Porque una educación mucho mejor es el único camino del bienestar personal y colectivo.
[En la foto superior, el Diputado de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, presenta la Campaña de la Renta del 2009 (véase abajo). Sólo una sugerencia de mejora respecto a los "temas estrella" que aparecen en los lápices de la foto superior, donde no se relaciona los grandes capítulos como educación, sanidad,... por no ser temas gestionados por la Diputación Foral. La comparativamente buena fiscalidad vasca nos permite dedicar más recursos a la educación, y ello debe citarse expresamente. ¡A corregir en el futuro!. Vía de la noticia.]
Presentación Renta 2008 Bizkaia Presentación Renta 2008 Bizkaia Mikel Agirregabiria

Citas de George Steiner: Cada día intento fracasar mejor

Citas de George Steiner: Cada día intento fracasar mejor 
Francis George Steiner, nacido en Francia en 1929, intelectual y un hombre de letras cuya influyente crítica a menudo abordaba la paradoja del poder moral de la literatura, ha muerto hoy lunes  3 de febrero de 2020 en su casa en Cambridge, Inglaterra. Ensayista, escritor de ficción, profesor y crítico literario, sucedió a Edmund Wilson como crítico de libros para The New Yorker desde 1966 hasta 1997. 

Durante este periodo, deslumbró a sus lectores por su profundidad analítica, convirtiéndose en un gran maestro de lo que se dio en llamar “literatura comparada”. Su defensa del canon y la crítica al relativismo y a la banalización técnica fueron los ejes de su obra. Ha sido calificado como "el último humanista", o "el mejor lector del mundo".

Recordemos algunas de las mejores citas (ver más en WikiQuote) de George Steiner:
  • Cada día intento fracasar mejor.
  • No nos quedan más comienzos.
  • Lo que no se nombra no existe.
  • La inhumanidad es perenne.
  • Quizás la próxima crisis sea generacional.
  • Los estereotipos son verdades cansadas.
  • El error es el punto de partida de la creación.
  • Ningún lugar es aburrido si me dan una mesa, buen café y unos libros. Eso es una patria.
  • Babel es tal vez una bendición misteriosa e inmensa. Las ventanas que abre una lengua dan a un paisaje único. Aprender nuevas lenguas es entrar en otros tantos mundos nuevos.
  • No hay lenguas pequeñas, no existen sintaxis primitivas. Cada lengua, sabemos, genera y articula una visión del mundo, una narrativa del destino humano, una construcción de futuribles de la cual no hay facsímil en ninguna otra.
  • ¿Quién sería crítico si pudiera ser escritor?
  • El homenaje más importante que cualquier ser humano puede hacer a una poesía o trozo de prosa que ama es aprenderlo de memoria. No con la cabeza, sino con el corazón, la expresión es de vital importancia.
  • Las ventanas que abre una lengua dan a un paisaje único. Aprender nuevas lenguas es entrar en otros tantos mundos nuevo 
Y una cita tan cierta como terrible: Nosotros venimos después. Ahora se sabe que un hombre puede leer Goethe o Rilke por la noche, que puede tocar Bach y Schubert y, por la mañana, ir a su trabajo en Auschwitz,...

Miedos medidos

La vuelta a la rutina anual es época de miedos. Toda la vida de una persona es la historia de sus miedos, señaló el educador Alexander S. Neill.

Los textos literarios disertan de ansiedades y recelos. ¡Soy honrado y aún así, tengo miedo! ¿Qué es la esperanza sin la levadura del miedo? ¡Adiós esperanza!, y con la esperanza, ¡adiós miedo! Quien nunca tuvo miedo no tiene esperanza: Tal significa la palabra "desesperado".

La alegría da miedo. Cuando se es feliz es cuando hay que tener más miedo; nada amenaza tanto como la felicidad. Cualquier cosa que gane el hombre debe pagarla cara, aunque no sea mas que con el miedo de perderla. El miedo reina sobre la vida. El miedo no es más que un deseo al revés. El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son. El único sentimiento permanente del hombre inferior es el miedo, el miedo de lo desconocido, de lo complejo, de lo inexplicable. Hay mucha gente que no cree en nada, pero que tiene miedo de todo.

El miedo es el más ignorante, el más injusto y el más feroz de los consejeros. El miedo es el más peligroso de los sentimientos colectivos. Las visiones las fabrica el miedo. Los fantasmas dan más miedo de lejos que de cerca. ¡Qué de sombras finge el miedo! Uno de los defectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son. El miedo gusta de la idea de peligro. El miedo es hermano de la cobardía y padre del odio. El miedo es más injusto que la ira. El miedo es padre de la crueldad. En política, lo que comienza con miedo suele terminar con insensatez. La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias. Los violentos y agresivos son personas que no han sabido comunicar su miedo.

La mayoría de las personas tienen miedo a la muerte porque no han hecho algo de su vida. Nadie llegó a la cumbre acompañado del miedo. ¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte. Con el miedo se llega a los noventa. El ignorante tiene valor; el sabio, miedo. Prudencia no es más que el eufemismo de miedo. La prudencia es el miedo caminando de puntillas. El miedo, sin ser Dios, puede hacer algo de nada.

El miedo es natural en el prudente y el saberlo vencer es ser valiente. Con la audacia se encubren grandes miedos. ¿Dónde estaría el mérito, si los héroes no tuviesen nunca miedo? El valor es el miedo que ha rezado sus últimas oraciones. El verdadero valor comienza generalmente con el miedo. La cobardía es el miedo consentido; el valor es el miedo dominado.

Intentemos no ocupar la vida ni en temer, ni en odiar. A lo único que debemos tener miedo es al miedo mismo. El miedo genera odio. Donde hay miedo hay poco lugar para el amor. El miedo es siempre un problema, el amor es siempre la solución. La paradoja es que a todo amor, exento de miedo, le falta algo. Miedos medidos, como estímulos, para ser vencidos.

Paranoia de paradojas

Reflexiona antes de pensar y elige la paradoja para mostrar la lógica.

Las frases paradójicas abundan, y más en lo relativo a algunos temas. Sobre religión, Luis Buñuel confesó: “Yo aún soy ateo, gracias a Dios”. Otros opinan: “Como Dios no exista estamos apañados; pero anda que como exista…” o “hay muchos creyentes a quienes les estaría muy bien empleado que Dios existiera”. La ética se explica con paradojas, como “la ‘vida fácil’ suele ser la más difícil” o “mucho mejor que arrepentirse es no tener que arrepentirse”. Muy válidas porque todos “sabemos que sólo vivimos una vez, pero lo ignoramos”.

En ciencia también se acumulan las paradojas explicativas, como cuando Albert Einstein afirmó: “Lo más incomprensible del universo es que resulte comprensible”. El gran matemático George Pólya señaló: “Este principio es tan general que no es posible aplicarlo a ningún caso particular”. La Rochefoucauld apuntó que “conservar la salud merced a un régimen excesivamente severo constituye una verdadera enfermedad”, para gente “que dice que el apetito viene comiendo, sin conocer el apetito que viene... no comiendo”.

Más contradictoria es la política, de la que se afirmó: “Parece imposible, pero la política es el arte de lo posible”. Stephen Jay Gould proclamó: “Muchísimos son liberales para todas las libertades ya conseguidas y conservadores para las que aún hay que alcanzar”. Con todo no existe mayor contrasentido que el de “Si quieres la paz, prepara la guerra”, porque “si las guerras sirvieran para algo, debería de haber más guerras” como creen quienes opinan que “a los violentos había que matarlos a palos”.

Existen muchas otras gloriosas paradojas sobre temas variados, como la de Pablo Picasso, “el arte es una mentira que permite darnos cuenta de la verdad”. El escritor Alphonse Allais solía decir: “Mi holgazanería no me deja tiempo libre para nada”. Hasta el propio Platón apuntó: “El sexo débil es generalmente el sexo fuerte debido a la debilidad que siente el sexo fuerte por el sexo débil”.

Por último, los juegos de palabras paradójicos son los más divertidos. Como los Hermanos Marx en la película "Sopa de Ganso": “Si nos encuentran, estamos perdidos”. U otras: “Asistimos a un encierro bastante abierto”, “los fuegos artificiales fueron muy naturales”, “el dinero sólo sirve para todo, pero para nada más”, o ”ya nadie va a ese lugar, porque siempre está lleno de gente”. Acabo porque se me ha quedado la mente en blanco y lo veo todo negro.

Versión para imprimir: mikel.agirregabiria.net/2007/paradojas.DOC

Eres lo que lees

Circula por Internet un e-mail que ofrece una visión irónica de los lectores de prensa estadounidenses, en función del periódico que leen cotidianamente. Dice así: The Wall Street Journal es leído por la gente que dirige el país; The New York Times por la gente que piensa que dirige el país; The Washington Post, por la gente que piensa que ellos deberían dirigir el país; USA Today, por quienes piensan que ellos deberían dirigir el país, pero no entienden el Washington Post; Los Angeles Times es leído por la gente que no tendría problemas en dirigir el país, si tuviesen tiempo; Boston Globe, por aquellos cuyos padres acostumbraban dirigir el país; New York Daily News es leído por la gente que no está muy segura de quién está dirigiendo el país; New York Post, por la gente a la que no le importa quiénes están dirigiendo el país, en tanto hagan algo escandaloso; San Francisco Chronicle, es leído por la gente que no está segura de que haya un país o de que alguien esté dirigiéndolo; y Miami Herald, es leído por la gente que está dirigiendo otro país.

Cada diario, en cualquier parte del mundo, mantiene obviamente cruciales intereses comerciales y una ideología latente con palpitantes criterios políticos (sobre todo cuando sus editores lo niegan), todo ello adobado con un estilo comunicativo propio, fuertemente condicionado por su capacidad humana y tecnológica que deriva directamente de su tirada, de su respaldo financiero y de su conexión con el poder económico-político. El periódico es un espejo, donde la prensa transmite lo que cree que sus lectores quieren leer y los ciudadanos compran el periódico donde ven mejor reflejadas sus opiniones, de modo que lectores y medios se realimentan y fidelizan mutuamente. Aunque esto tiene sus excepciones, y Euskadi es un ejemplo. Concretamente en el grupo Vocento, (antes el Grupo Correo-ABC, no hace mucho el Correo Español), mantiene una extraña presencia prolongada ante una ciudadanía vasca con la que discrepa inflexiblemente en sus opciones sociológicas y políticas mayoritarias. Un caso único merecedor de un análisis que rebasa las posibilidades de este escrito, que sorprende con insólitas contradicciones mediáticas como destacar los fracasos que afectan a su sociedad lectora, al tiempo que relegar o minimizar sus éxitos: justamente lo opuesto a la habitual práctica periodística, donde normalmente los diarios exaltan y se enorgullecen de los triunfos colectivos y se solidarizan con las desgracias, procurando propagar optimismo y confianza entre sus lectores.

Podemos remedar el mensaje inicial con una traslación a nuestra sociedad donde ha abundado el modelo prototípico de comprador de periódico que se pasea con él debajo del brazo, con la cabecera al aire pregonando su ideología (EL PAÍS, se llevó la palma en su mejor época “progre”). En todo caso, y en tono humorístico-costumbrista, podrían definirse con una subjetiva valoración el “(e)lectorado” de los principales periódicos ordenados según su difusión objetiva: EL PAÍS, leído por gente que piensa que ellos deberían dirigir el país, que ya lo dirigieron y que ven que no lo dirigirán en mucho tiempo; MARCA, el periódico de los que nunca dirigirán ningún país, pero quizá sí algún equipo deportivo; EL MUNDO, leído por gente que les gustaba creer que siempre lograban cambiar a los que dirigían el país, hasta que ha decidido Pedro J. que con los de ahora le va muy bien; ABC, para nostálgicos cuyos antepasados se acostumbraron a dirigir el país; LA RAZÓN, deletreado por quienes piensan que el país estuvo bien dirigido durante cuarenta años y que no entienden EL MUNDO; EXPANSIÓN, leído por la gente que seguramente dirige el país; DEIA y AVUI leídos por la gente que está dirigiendo otro país; GARA, para quienes quisieran poder votar para cogobernar algo; BERRIA, leído por los euskaldunes porque no disponen de más opciones; y terminado en una inmensa mayoría que no lee nada que no sea deportivo, rosa (PRONTO, HOLA,..) o inyectado por los medios de comunicación audiovisuales, potencialmente más manipuladores y que apelan emocionalmente a los radioyentes y telespectadores sometiéndolos con una dieta forzosa de pocos argumentos y mucha bazofia.

Concluyendo: la lectura de libros y prensa es muy sana, preferentemente si se lee de todo, con equilibrio y reflexionado para obtener conclusiones propias ante la variedad de criterios y pluralidad de posiciones. El futuro apunta inexorablemente hacia un formato digital de comunicación (con modelos propios como ESTRELLA DIGITAL,… o duales de prensa impresa y electrónica). Estos soportes interactivos permiten no sólo leer, sino comentar y colaborar a la ciudadanía del siglo XXI, que quiere participar directa y decisivamente en los asuntos públicos. Muy pronto se resolverá la paradoja de Zenón, y veremos a los lectores sobrepasando como Ulises a la tortuga de la prensa.

El partido del 'oído'

Cuando Aznar habló de odios, pensamos “a palabras necias, oídos sordos”

Aquel ex–presidente, cuyo nombre tendemos a olvidar, sólo tuvo razón cuando afirmó que existe un “partido del odio que alimenta el sectarismo y destrucción del adversario”, en el supuesto de que se refiriese al PP que él mismo desbocó en la persecución, acoso y derribo de cualquier modo de oposición. El subalterno de Bush cuando denuncia que se ha “instaurado un partido del odio que busca destruir al PP” se está autodefiniendo: cree el ladrón que todos son de su condición. La vieja paradoja de que “cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga”.

Tras el 14-M soplan otros aires, se escucha a los demás, se defienden las lenguas distintas, la pluralidad sólo aparta a quienes pretenden la imposición, y se destapan los desatinos de un período negro en democracia, en el que la confusión de poderes independientes se produjo para presumir justamente de aquello que más faltaba: eficacia en la lucha antiterrorista. La escandalosa manipulación de las víctimas tuvo su final programado, cuando la conveniencia electoral del factor ETA evidenció la incompetencia de azuzar e ignorar el peligro islamista. Torpeza, prepotencia, desprecio, abuso, regresión y demasiado odio hacia los otros.

Ante tal talante, el hartazgo del electorado se exteriorizó ante las urnas, con un contundente “oído, cocina”, que ya había resonado atronadoramente ante la huelga general, el Prestige o la guerra de Irak. Lo que nos movió al rechazo del estilo autoritario no fue el odio, fue simplemente el oído.

Gatos raros

Lecciones gatunas para políticos de altura.

Me piden que escriba sobre los “cuatro gatos” que acuden a los mítines o ven los debates televisivos de estas apáticas elecciones europeas de 2004. Les respondo a vuelapluma que quizá fuese más interesante especular sobre gatos, y probablemente obtener algunas recomendaciones para los políticos.

Los gatos son los animales más analizados que existen. Se ha elucubrado sobre ellos más que sobre cualquier otra especie y en presencia literaria superan incluso a los perros. Jean Cocteau señalaba que “Si yo prefiero los gatos a los perros, es porque no hay gatos policías”. Los proverbios y citas son innumerables. Se ha publicado que la mujer tiene alma de gato (¡?), que no importa que el gato sea blanco o negro sino que cace ratones, que quién le pone el cascabel, que le buscan tres pies, que te lo pueden dar como liebre, que de noche todos son pardos, que traen mala suerte los negros, que escaldados huyen del agua fría, o que tienen siete vidas.

Analicemos los cuatro gatos más fantásticos, no comunes en los hogares pero distinguidos y afamados. En orden de complejidad creciente, comencemos primero por el gato más abundante y fuerte, tanto que podría levantar incluso a un elefante. Supongo que lo habrán adivinado. Si no es así, otra pista es que se refugia por las noches en los garajes.

El segundo gato popular es el de Murphy, reconocido por sus leyes de la fatalidad. Una de las más interesantes observa que si "una tostada cae al suelo, siempre lo hará por la cara untada de mermelada". Dado que también se sabe que “todo gato cae siempre de pie", obtenemos fácilmente la "paradoja del gato de Murphy o del gato volador". Si a un gato le pegamos una tostada con mermelada en la espalda, y lo lanzamos al aire, la tostada tenderá a caer por su lado al tiempo que el gato tenderá a caer de pie. Como las dos leyes anteriores no admiten excepción, la única solución posible es que el gato no caiga, es decir, se quede flotando en el aire. No intenten este experimento, pero el “gato de Murphy” es tan ininteligible como la “tortuga de Aquiles”.

El tercer minino es el de Alicia en el País de las Maravillas, el “gato de Cheshire”. Alicia le preguntó: “¿Podrías decirme qué camino debo seguir?”. “Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar”, contestó el gato. “No me importa mucho el sitio...”, dijo Alicia y concluyó el felino: “Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes”. El relato es más extenso y merece ser releído, pero lo esencial es este inicio de la conversación.

El cuarto es el "gato de Schrödinger", protagonista de una célebre prueba imaginaria que propuso en 1935 este físico y Premio Nobel. El experimento mental consiste en imaginar a un gato metido dentro de una caja que contiene un dispositivo con gas venenoso, que se activa al detectar una partícula alfa y un átomo radiactivo con un 50% de probabilidad de emitir una partícula alfa. Si se emite una partícula alfa, el gato muere; y si no, el gato continúa vivo. Mientras no abramos la caja, según la naturaleza ondulatoria de la Mecánica Cuántica de probabilidad e incertidumbre aplicadas a este cuerpo macroscópico, entonces tendríamos un gato en la incómoda situación de quedar descrito por una función de onda extremadamente compleja, resultado de la superposición de dos estados combinados: los correspondientes a un gato vivo y a un gato muerto. Según el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto, y se trataría de dos estados indistinguibles.

Estos mis gatos preferidos: el mecánico-práctico, el humorístico-absurdo, el literario-imaginario y el científico-filosófico. Aplicados a la política sugieren consejos como los siguientes para nuestros gobernantes: 1º) Que sepan cuál es su lugar, necesario para ayudar en caso de apuro, pero no siempre omnipresentes, como el gato de los coches. 2º) Que no se planteen maximalismos imposibles de casar unos con otros, como el gato de Murphy. 3º) Que se pregunten adónde quieren llegar antes de emprender el camino, como el gato de Alicia. 4º) Que dejen los experimentos para los científicos, sobre todo cuando se trata de vivir o morir, como el gato de Schrödinger. Los políticos debieran aprender de esa indirecta que dice que -para guardar el sentido de las proporciones-es conveniente tener un perro que nos adore, pero también un gato que nos desprecie.

Una anécdota para terminar. Hace años, cuando apenas era una cría feminista, nuestra hija nos preguntó alzando la voz en una sala de espera atiborrada de público: “Aita (papá), ¿cómo sabes que el gato de la abuela no es una gata?”. El silencio se extendió a la espera de ver cómo salíamos de aquel compromiso. Al final, pude balbucear: “Es gato, porque… ¿no te has fijado en los bigotes que tiene?”.

Duelo a tres

Una paradoja matemática aplicable a la belicosa política contemporánea.

Pierre Fermat, coetáneo de Descartes en el siglo XVII, es reconocido como fundador de la Teoría de Probabilidades junto con Pascal, si bien no fue matemático sino jurista. Fermat no publicó nada en vida, ni dio exposición alguna de sus descubrimientos. El resultado de sus estudios se encontró tras su muerte en hojas sueltas y en el margen de su ejemplar de la Aritmética de Diofanto. Decía que había descubierto una maravillosa demostración, pero que no le cabía en aquel exiguo espacio. Durante siglos los matemáticos, e incluso las computadoras, intentaron demostrar o refutar el denominado “Último Teorema de Fermat”. Se refiere a las ecuaciones del tipo xn + yn = zn, que según Fermat son irresolubles si n es un entero superior a 2 (para n=2, x2 + y2= z2 es el teorema de Pitágoras, con infinitas soluciones como 32 + 42=52).

El 22 de junio de 1993, Andrew Wiles expuso la prueba definitiva de la validez de este “último teorema”, como quizá dedujo Fermat tres siglos antes. Un fascinante libro de Simon Singh, “El enigma de Fermat”, relata la archifamosa historia de Fermat y de Wiles de modo comprensible para profanos. Este célebre divulgador, doctor en física y asesor del programa Horizon de la BBC, describe en su obra un ilustrativo acertijo estadístico.

Problema: Supongamos un duelo a pistola entre tres contendientes: A, B y C. El peor tirador, A, sólo acierta una de cada tres veces; el tirador B dos de cada tres, mientras que C acierta siempre. Para equilibrar las opciones, primero dispara A, luego B y luego C. ¿Cuál es la mejor estrategia para A? ¿Tirar hacia B? ¿Quizá hacia C? ¿Hay alguna otra alternativa?

Solución: La teoría de probabilidades demuestra que, sorprendentemente, lo óptimo es disparar al aire. Después B disparará hacia C, por ser el oponente más peligroso. Si falla, C entonces le devolverá el disparo, por ser B más certero que A. Como es un tirador perfecto, lo eliminará. Total, que uno de los dos, B o C, habrá desaparecido antes de que el turno le vuelva a A. De esta modo, A logra que, en vez de ser el primer tirador de un “truelo a tres”, lo sea de un “duelo a dos”.

En el belicoso mundo que nos ha correspondido vivir, extrapolando este trivial ejercicio metafórico, también parece muy recomendable la sutileza de evitar intervenir en los conflictos de los más poderosos y agresivos. Frecuentemente para aumentar las probabilidades de supervivencia lo mejor es… no disparar.

Pobreza entre riqueza

La paradoja de que tras 35 años de llegar a la Luna millones de personas mueren de hambre.

El astronauta Neil Armstrong al pisar la Luna en 1969 dijo: “Un paso pequeño para el hombre, un salto gigantesco para la Humanidad”. La carrera espacial fue una gesta de ciencia y de paz, y sus frutos tecnológicos han beneficiado y contribuido al desarrollo humano. Aquel esfuerzo heroico aplaudido por encima de fronteras y banderas, aunque motivaciones bélicas y de prestigio también fueron determinantes. Ahora que celebramos un aniversario tan vívido para quienes asistimos conscientes a su consecución, otros interrogantes infantiles nos siguen martilleando la conciencia, como cuando preguntábamos: Papá, ¿por qué todavía hay gente que se muere… de hambre?

Resulta doloroso asistir impasibles a la injusticia e insolidaridad mundiales. La pobreza y la desigualdad no es ninguna ley inexorable de la Naturaleza. Parece que el continente de nacimiento sea determinante en la calidad de vida que debe esperar cada ser humano que nace. En Europa y Australia nos encastillamos en una "sociedad del bienestar", aún cuando la pobreza asome por los suburbios de cualquiera de nuestras ciudades, mientras aceptamos que Norteamérica sea el líder militar, tecnológico y financiero, Asia se convierta en la poblada fábrica del mundo con el 60% de la población planetaria, el resto del continente americano al sur del río Grande perviva con graves incertidumbres y África apenas sobreviva con una esperanza de vida menor de 40 años.

Los datos escandalosos se multiplican: Cada vaca europea recibe una subvención diaria de 4 €, mientras la mitad de la población mundial ha de subsistir con menos de un euro al día. Tamaña injusticia debería congelarnos el corazón. Ya no sólo se trata de que los despilfarros militares reinvertidos en educación, sanidad y alimentos podrían solucionar en meses todos los problemas de la Humanidad, sino incluso de aberraciones tales como que los gastos de las sociedades ricas en comida para mascotas o en dietas de adelgazamiento podrían evitar la muerte anual por hambre de más de 6 millones de niños menores de cinco años y cancelar la monstruosa cifra de 840 millones de personas desnutridas que viven entre nosotros.

Hace 35 años supimos llegar y pasearnos por la Luna, pero aún no hemos sido capaces de exigirnos a nosotros mismos y a nuestros gobernantes la fraternal proeza de acabar con la pobreza. Mientras haya una sola persona muerta de hambre, ninguno mereceremos llamarnos seres humanos, ni suponer que estamos dotados de una sola gota de inteligencia ni de bondad.

Paradoja caracola

En el “Año de la Física” aprendamos metáforas de la naturaleza para saber más de la vida.

El mágico oleaje marino que se escucha cuando se aplica una caracola al oído, no proviene del sonido que quedó retenido en el interior de la concha como describe la fábula. Una prueba concluyente, por si hiciera falta, sería emplear una simple taza o una botella de boca ancha para oír ese mismo “ruido blanco”, llamado así porque es una mezcla de todos los sonidos, tal como la luz blanca es suma de todos los colores.

El rumor que percibimos cuando colocamos una caracola al oído, se debe a su función resonadora que amplifica los leves ruidos procedentes del medio ambiente, que no percibimos por ser muy débiles. La mayor parte del sonido, si el ambiente es silencioso, procederá justamente de nuestro propio oído interno, que dispone de unas estructuras llamadas “conductos semicirculares” con un líquido viscoso que brinda información al cerebro sobre nuestra posición y equilibrio.

El ruido mixto, que se asemeja al que producen las olas al batir la costa, es un simple eco amplificado de la fricción del inestable líquido interior de nuestras propias entendederas. Basta agitar nuestra cabeza con una vasija en la oreja para que chapotee o se encrespe el océano profundo que escuchamos aparentemente fuera, pero que viene de muy dentro.

Así ocurre cuando distintas personas leen el mismo periódico o viven parecidas circunstancias: La mayor parte de lo que cada uno de nosotros interpreta proviene de nuestra peculiar forma de ser. Las sensaciones tan vívidas que experimentamos y que juzgamos externas, como casi la totalidad de malos entendidos y prejuicios, no son ajenas a nuestro ser. Sólo son resonancias que podemos transmutar en poderes solidarios, en facultades maravillosas, en historias posibles de amor, familia y convivencia en playas vírgenes con arena dorada, donde sólo caben besos y abrazos para enjuagar unas pocas tristezas compartidas.

Aprendamos a auscultar la totalidad interior-exterior del espacio - tiempo. Conjugando inteligencia y bondad, descubriremos que principalmente oímos el runrún de nuestro propio corazón. Y su calidad, en cualquier contingencia, únicamente depende de nuestra sabiduría, voluntad y decisión.

Viene nieve

Abundan y coinciden los sabios: Año de nieves, año de bienes; nieve en enero lleno el granero; bajo el agua, hambre, y bajo la nieve, pan.

Nada es más poético que la nieve, porque mucho nos sugiere. Se dice blanco y puro como la nieve. Incluso las primeras palabras grabadas en el primer fonógrafo de la Historia por Thomas Alba Edison en 1877 fueron: "Mary tenía un corderito blanco como la nieve" (una popular canción de cuna).

Hasta los más pétreos se conmueven al tocar la nieve, porque el prodigio de la nieve nos sorprende a todos. Se oye caer la lluvia, pero no la nieve. La nieve caída en tiempos de nieves, allá donde no es lugar de nieves eternas o perpetuas, primero viene como agua nieve. Pero luego cuaja, y se cubre un manto de nieve. La fugacidad de las primeras nieves inspira temas como el primer amor, que raramente perdura, o la efímera belleza humana cuyo candor pronto se extingue. La dulzura de la lenta licuación del hielo al derretirse esboza cómo en la felicidad, el corazón se funde cual nieve en primavera.

El mismo Shakespeare contrapuso la pureza de una nevisca con la amenaza de la maledicencia: “Sé casto como el hielo y puro como la nieve, pero no escaparás de la calumnia”. También Martín Lucero recurrió a la metáfora para certificar que “La mentira es como la bola de nieve; cuantas más vueltas da, mayor se hace”.

La inmensa paradoja de la nieve es fértil en versos, citas y proverbios populares. León Felipe condensaba algunas ideas: “Siempre habrá nieve altanera que vista el monte de armiño... y agua humilde que trabaje en la presa del molino. Y siempre habrá un sol también, un sol verdugo y amigo me trueque en llanto la nieve y en nube el agua del río”. Los clásicos latinos, observaron que la nieve permanece mucho tiempo en suelos pedregosos, pero muy poco en suelo cultivado. Un refrán polaco concluye que “no se puede exigir de la nieve más que agua”. En tiempos modernos, aprendemos que resulta fácil ir por una carretera nevada,… si marchamos tras una máquina quitanieves.

La Física desmitifica y explica por qué son blancos los copos de nieve, aunque esté formada por diminutos cristales transparentes. La razón es la misma por la que aparece blanco el vidrio triturado o el hielo picado, materias transparentes hasta que se desmenuzan. Los rayos luminosos que inciden sobre la nieve no emergen de ellos, sino que se reflejan en su interior (por reflexión interna total). Al irradiarse la luz desordenadamente en todos los sentidos, parece de color blanco. Si el espacio entre las partículas de nieve se llenase de agua, la nieve perdería su blancura y se mostraría transparente.

Así pues, la Física también aporta su contribución, cuando apunta que más puro que el blanco es lo transparente. La nieve es suma pureza por su ordenación cristalina, por su transparencia minúscula vista de cerca que se convierte en blancura vista a lo lejos.

Sigue nevando ante mi ventana, en la misma costa. Qué oportuno fue Góngora en su poema “Ándeme yo caliente. Y ríase la gente”: “Cuando cubra las montañas/ de blanca nieve el enero,/ tenga yo lleno el brasero/ de bellotas y castañas,...”. Para que éste sea un año de bienes, comencemos desde enero, haciendo nuestros deberes,… si es preciso bajo las nieves.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2006/nieve.htm

Estudio y estío

En verano, hasta cuando no estudiamos nada, aprendemos mucho. La conclusión es que debemos estudiar más y mejor.

Veranear 17 años en el mismo lugar, ver crecer a los hijos propios y observar anualmente su progreso y el de sus amigos de varios países, es una experiencia de gran valor pedagógico para cualquier persona, especialmente si se dedica a la educación. Quienes eran sólo unos niños y niñas se han convertido casi en adultos, algunos que ya trabajan y otros que prosiguen sus estudios.

En el grupo había quienes eran más vivaces, más sociables, más curiosos, más activos o más despiertos, pero la travesía por la enseñanza obligatoria los clasificó atendiendo fundamentalmente a una sola cualidad: su voluntad e interés por el estudio. La niña más talentosa desatendió sus estudios y hoy trabaja en un supermercado como la cajera más simpática de la localidad; el menos precoz de los niños prosiguió firmemente con el estudio y está acabando sus prácticas de ingeniería superior en Alemania. Unos apenas se manejan con la segunda lengua; otros hablan cinco idiomas y han viajado por todo el mundo. Todos ellos han sabido mantener su amistad por encima de las diferencias, pero sus futuros van divergiendo notablemente.

¡Qué lección para las familias y el profesorado! Nuestro gran reto, como señaló el maestro Vasili Sujomlinski, consiste “en enseñar a estudiar, y en consecuencia, hacer que la infancia y la juventud deseen estudiar”. En su modesta escuela de Plavísh fundó la “Escuela de la Alegría”, para que todo su alumnado aprendiera, en primer lugar, a amar el estudio. Su célebre “paradoja de Sujomlinski” dicta que “no es función de la escuela enseñar a los niños; su obligación estriba en enseñarles a estudiar, ya que deben ser ellos quienes aprendan por sí mismos”.

Unos consejos finales, dedicados respectivamente a profesores, padres e hijos. El profesorado sabe de las peculiaridades de los sistemas educativos, de los centros y recursos, o de los calendarios y horarios escolares en cada país, pero las enormes diferencias en las evaluaciones internacionales como PISA o TIMSS radican en la aplicación por el estudio que, entre todos (sociedad, escuela y familias), sepamos despertar en el alumnado.

A los padres, y a las dedicadas madres especialmente, cabe recomendarles que establezcan para sus hijos rutinas diarias de estudio y lectura. Desde niños deben entender que han de dedicar todos los días, incluido el verano, un tiempo de esfuerzo para descubrir el gusto por el estudio.

A cada alumno cabe avisarle que si no estudia, pronto se sentirá como el ladrón de su porvenir. Ya los filósofos clásicos, Catón y Séneca, nos advertían: “Amarga es la raíz del estudio, pero sus frutos son dulces” y “Acógete al estudio para escapar de todos los sinsabores de la vida”.

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/estudio.htm

Escribiendo en Internet

En 1962 Bob Dylan presagió el fenómeno de Internet con su Blowin’ in the wind (La respuesta, colega, la susurra el viento).

La música de Bob Dylan representó, para quienes éramos jóvenes en la década de los ’70, el símbolo de trasgresión desafiante de quien desprecia el (des)orden establecido y se enfrenta a los más poderosos del país todopoderoso. Su balada pacifista fue una metáfora contra la guerra del Vietnam y sigue siendo el mejor alegato contra toda forma de violencia: “¿Cuántas veces deben volar las balas antes de que sean proscritas para siempre? ¿Cuántas muertes más tendrá que haber para que sepamos que ha muerto ya demasiada gente? ¿Cuántos años debemos sobrevivir antes de que se nos permita ser libres? ¿Cuántas veces giraremos la cabeza fingiendo no haber visto? La respuesta, amigo mío, se la lleva el viento”.

Treinta años después, no sólo la música permite difundir mensajes a los grupos y seres humanos menos favorecidos en el control de los grandes medios de comunicación en formato escrito o audiovisual. Internet, las webs y los blogs han popularizado una información planetaria, accesible a gran parte de la población mundial, sin más fronteras que una conexión telemática y el idioma de redacción.

Escribir en Internet ofrece, además de la publicación instantánea y múltiple, un retorno de los lectores, quienes pueden responder con igual rapidez y difusión a los artículos iniciales. Analicemos ambas propiedades, multiplicidad y debate, porque condicionan decisivamente el modo de diálogo, muy diferente al de una “Carta al Director” en un periódico de papel.

multiplicidad. Escribir sin pensar en un solo medio, ofrece una libertad sin igual. Anteriormente a Internet, un artículo de opinión o carta se dirigía a un diario concreto, y había de adaptarse a su formato breve de la prensa escrita, a su temática preferentemente política, e incluso al modo de pensar mayoritario que los lectores de cada publicación quieren releer para ratificarse en sus creencias.

Hoy día, personas tan desconocidas como quien suscribe, remiten un mismo artículo a toda la gama de periódicos de varios subcontinentes. Ello provoca la paradoja de que quienes leen un único periódico, donde ocasionalmente han aceptado algún escrito tuyo, creerán a pies juntillas que “eres de los suyos”, porque jamás te leerán en los “otros” medios. Me sucede a mí mismo con gente que sólo lee Gara o La Razón (por citar sólo dos extremos del espectro político), sin remitirse jamás a mi blog o web personal donde figuran cientos de artículos publicados, simultáneamente en ocasiones, en decenas de medios en papel y electrónicos.

Esa variedad y pluralidad de medios destinatarios permite a los autores desplegar toda la dimensión polifacética propia de los seres humanos, sin especializarse en monotemas, ni rehuyendo la complejidad de los enfoques posibles. Al mismo tiempo exige un máximo rigor argumental para defender una exposición no presentada sólo ante simpatizantes, porque tu voz será recogida por sensibilidades muy diferentes en medios convencionales o de contra-información, dirigidos a la juventud o a la tercera edad, de lectores con perspectivas ideológicas, políticas, sociales, geográficas o religiosas muy dispersas. Todo ello promueve el buen consejo de “perder el falso pudor”, y presentarte como lo haría un ingenuo niño o un anciano sabio que simplemente dicen lo que piensan sin absurdas restricciones de lo “social o políticamente correcto”.

debate. Los foros y los blogs estimulan las respuestas y la controversia sobre los artículos seleccionados. El precedente histórico más próximo serían las tertulias de café, sólo que aquí caben espectadores que intervienen sin más restricción que la acción del moderador, en caso de existir. La sinceridad preconizada precedentemente ante cuestiones muy diversas suele provocar que lectores demasiado unidimensionales no acepten que si alguien ha defendido una determinada posición política no coincidente con la suya, a partir de entonces repudien todo el resto de opiniones en cualquier otro terreno como la autoayuda, el amor, la familia, la educación, la adolescencia,… Esta estrechez de miras es frecuente y lamentable, por devaluar la discusión fructífera y por los efectos negativos sobre quienes la practican.

Lo cierto es que en las contestaciones a los escritos, la fidelidad ofensora de los detractores recalcitrantes es infinitamente superior a la adhesión de los tibios simpatizantes. Éstos últimos, lógicamente, no siempre mantienen un criterio concurrente y son justificadamente críticos con algunas opiniones emitidas, discrepando en señaladas ocasiones al tiempo que aceptan algunas concomitancias de pensamiento común. Los primeros, los fustigadores acerbos, no dejan nunca de leerse un escrito para repudiarlo con tenaz reiteración e insistir en que jamás volverán a leer nada más de su odiado autor… hasta que vuelva a aparecer el siguiente un día más tarde. Así que todo blogista, por muy amateur que se considere, quizá debiera procurar no defraudar jamás a sus más perseverantes censuradores maldicientes… antes que intentar la difícil tarea de agradar repetidamente a sus inconstantes fieles.

Pero es preciso escuchar con sutileza toda crítica, destructiva o constructiva. Los contumeliosos te acotan la senda de tu mejor camino, y los positivos refuerzan la voluntad de proseguir tanteando un posible avance, admitiendo sus sugerencias cuando surgen las discrepancias puntuales. En todo caso, es muy de agradecer a unos y otros sus aportaciones, su seguimiento y perseguimiento, sus lealtades en el ataque y en la defensa, generalmente más públicas y anónimas las primeras en el foro general y las segundas más entrañables por correo electrónico privado con plena identificación del interlocutor.

Como conclusión general, cabe señalar el nuevo espacio de diálogo y libertad que produce la denominada blogosfera. Aunque algunos rémoras históricas sigan actuando, como la abundancia de plataformas políticas en contraposición a las escasas de opinión humanista y cotidiana más intimista. Además, la hipertrofia política se sobreentiende casi exclusivamente como confrontación, como contraposición de perspectivas, nunca como un intento de aproximación de posiciones,… Endémicamente se busca la polémica por la polémica, la contestación airada, la descalificación injustificada e injustificable; raramente cabe compartir sensaciones, recordar juntos aquel olor a barquillos que nos retrotrae a la infancia,… ¡Lástima por todos nosotros!

Versión final en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/internet.htm