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5 de junio: El día del World Café... múltiple

Se avecinan World Cafés y quedadas por doquier. Todo seguido como el pasodoble. Hoy, jueves 5 de junio, estoy inscrito a tres y a una quedada. A primera hora y simultáneamente, 9:00, muy cerca, comienzan en el Palacio Euskalduna y en el Hotel Sheraton dos eventos. El primero, “Un mundo en transformación”, convocado por Sabino Arana Fundazioa, en el marco de “Think Gaur Euskadi 2020”, con el siguiente programa. El segundo, convocado por el Departamento de Innovación y Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia, con la temática de "Personas y organizaciones" (sobre la que hemos apuntado algo en el post anterior). Forma parte del 2º Encuentro Europeo del World Café, con el siguiente programa.
Por la tarde-noche, deberíamos desdoblarnos para pasar por una quedada y otro World Café. La fiesta para celebrar el "apabullante éxito de crítica y público de Tres Gymnopedias" del amigo de Aprendices, Fernando García Pañeda (a quien le pediremos una dedicatoria), en la caseta de La librería de Deusto instalada en la Feria del Libro de Bilbao. Y a la misma hora, 19:00, pero en el Gran Hotel de Durango, se celebrará (y ya no creo que siga vivo para acudir y contárselo), una reunión del Forum Europeo de Administradores de la Educación, preparando el mega-encuentro Hezi-Berri organizado por el Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, Innobasque y Jakiunde, a celebrar entre el 14 y el 17 de noviembre en Bilbao. Aprendices que estarán en estos cuatro actos: En el 1º Iratxe Molinuevo; en el 2º, Julen, M@k, y muchos más; en el 3º, Fernando y muchos más; y en el 4º, Iñaki. Technorati tags: Technorati tag: |

Signos del nuevo siglo

Se atisban cambios profundos en nuestra sociedad, y no sólo políticos. La entrada de un siglo no siempre acontece en el primer año.
La entrada de las centurias la marca el calendario, pero los cambios sociales paradigmáticos surgen con algún retardo. Y en la era moderna cada vez más nítidamente, el cambio en la arquitectura de la información antecede y provoca el cambio en la estructura del poder. La tecnología de las comunicaciones ha sido decisiva desde mediados del siglo XIX, como anticipa la obra de David de Ugarte, “El poder de las redes”. También lo fue en la antigüedad, donde la navegación o la imprenta requirieron períodos de tiempo mucho más dilatados para demostrar su potencialidad.
Pero el futuro es hoy y la evolución se acelera. El telégrafo entre Inglaterra y Francia en 1981 o el primer cable trasatlántico con Estados Unidos en 1958, “el Internet victoriano” y las “agencias de prensa” (Associated Press y Reuters) crearon un “orden mundial” construido sobre unos medios de comunicación y un reparto geopolítico que llegaron, perdiendo peso, hasta finales del segundo milenio. Las redes de influencia seguían siendo centralizadas o descentralizadas, pero el concepto de “red distribuida” ya había nacido como topología informática que daría lugar al nacimiento de Internet. Su origen fue militar como una red de comunicaciones capaz de sobrevivir a un ataque nuclear.
Hoy día, la revolución de las comunicaciones de bits y de átomos (incluidas las personas) está alumbrando un mundo nuevo, desconocido, donde cambian las reglas de los comportamientos personales y colectivos. Las leyes que rigen los fenómenos sociales se han transmutado, y ello ha sorprendido no sólo a la ciudadanía de a pie, sino también a altos gestores económicos y dirigentes políticos. El mismo concepto de liderazgo ha mudado y los poderes fácticos se encuentran incómodos por la pérdida de control que comporta, y que suponían establecida y perdurable.
Las señales de la mutación son puntuales, pero significativas, concurrentes y por doquier. El siglo XXI entra de golpe en la historia un 11-S con un acto salvaje y sorpresivo sobre las desaparecidas torres gemelas de Nueva York. La dimensión del estupor proviene no sólo de la aberración ética de miles de muertes de inocentes, sino también por poner en entredicho y sin discusión todo el sistema de poder planetario que se suponía en manos de la potencia máxima y única. Los atisbos más claros de cómo se redistribuye el poder, provienen –lamentablemente- de sucesos sangrientos protagonizados por contrapoderes que se valen de la nuevas realidades. Con casos tan obvios como la guerra “ganada pero inconclusa” de Irak o con la tragedia del 11-M en Madrid, donde sólo la disfunción de la red ferroviaria, que con sus retrasos evitó la concurrencia de los trenes atacados en la Estación Atocha en una hecatombe aún mayor.
En un ámbito más local y cotidiano se advierten miríadas de evidencias que prueban el fin del sistema “vigesimónico” (del siglo XX visto desde el XXI, como “decimonónico” desde el siglo XX). El ámbito político, junto al económico, está plagado de indicios. El PP pierde el poder el 14-M por las multitudes frente a sus sedes convocadas vía SMS en 2004, y ahora mismo la pugna por el liderazgo Rajoy-San Gil se libra con estas flash-mob (movilizaciones instantáneas).
Los prodigios que descolocan a los políticos y desorientan a tertulianos y lectores son omnipresentes. La eclosión de las ciudades, y de sus alcaldías, en el foro público trasciende su alcance local. En Bilbao o en Madrid, o desde la Diputación Foral de Bizkaia, sus gestores descubren su revalorizada función y se cruzan criterios con(tra) las planas mayores de los partidos o con(tra) los máximos representantes de comunidades o naciones. Es la punta del iceberg que anuncia el advenimiento de los glocalismos como parada intermedia en tránsito hacia redes de ciudadanías.
Las trazas de la mudanza se insinúan en todo aquello que resulta imprevisto. Hechos menores, pero no irrelevantes, demuestran el nuevo tiempo. Un rector que se presenta a revalidar un nuevo período, como candidato único y con todo el apoyo mediático convencional, es rechazado aparentemente por el influjo de trece mumis (con un Manifiesto por el 'no'), tan pocos como otros tantos catedráticos entre un océano de cuatro mil profesores, mil quinientos trabajadores de administración y servicios y 45.000 estudiantes.
Los partidos se aprestan para nuevas elecciones e incluyen, modesta y desconfiadamente, grupos de bloggers pensando en los nuevos tiempos. Se organizan diversos Think tank, muy prospectivos como Think Gaur Euskadi 2020, pero el mismo formato grandioso en macro-recintos para miles de asistentes denotan la anacrónica conformación de multitudes escuchando unidireccionalmente a líderes consabidos, nada más alejado del propio espíritu del Siglo XXI. Los comités regentes siguen respondiendo al esquema de cuadrillas con listas cerradas, inadecuado para una ciudadanía que va reconociendo matices de una netocracia y sobre las que esgrimen marchitos propuestas de viejos Estados (como antes de la Gran Guerra, que luego se numeraría como Primera Guerra mundial). El electorado actual posee una identidad poliédrica y multicultural, que acepta de solapamientos diversos y plurales. Las masas de consumidores se van transfigurando en una legión de prosumidores (consumidor, intermediario y productor), que se saben votantes, dueños de sí mismos e influyentes sobre los demás.
La sociedad comunicada globalmente no reconoce mensajes crípticos de líderes en decadencia si sólo cuentan con el apoyo de un partido político, a menos que sus tesis se validen por otros agentes sociales de prestigio más cercano y creíble. La red social va perdiendo receptividad a planteamientos simplistas y maniqueos, basados en esquemas monocromáticos de una obsoleta partitocracia. Las personas son, cada vez más, poseedoras de varias culturas y lenguas, en un contexto relacional de una creciente permeabilidad en un mundo globalizado, googlelizado e intercomunicado.
Corren tiempos de cambio. Se han abierto ventanas por donde corren vientos de renovación. La televisión va perdiendo peso; el mensaje monocorde, también. Ahora más que nunca se han de movilizar a las personas líderes en campos emergentes, de dinamismo social. El plano político está muy enrarecido; es preciso apoyarse en genuinos paladines con credibilidad, que guíen el nuevo tiempo. Estos adalides procederán de áreas con reputación intachable y de futuro: investigadores preclaros, humanistas reconocidos, empresarios solidarios, cabecillas que han acreditado saber guiar a sus equipos y gentes.
El líder “del pueblo”, ya no existe, no podría existir. El liderato social se ha de apoyar en una matriz de nudos formada por agentes reconocidos. Sólo contando con estos enjambres de sabios realistas, nodos de una sociedad de ciudadanía cada día más inteligente y reticulada, será posible alumbrar el nuevo siglo con un mínimo dolor de parto. El camino será de consenso representativo, alejado de rancios prejuicios esquemáticos y de postulados doctrinales extremistas. Vienen tiempos de eclecticismo sutil, de políticas fecundadas con la innovadora sabiduría social, con mayor implicación de todos nosotros en la cosa pública.
Technorati tags: | | . Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/nuevosiglo.DOC

Think Gaur Euskadi 2020

Una convocatoria abierta e interesante en Bizkaia Arena (BEC), con formato debate-fiesta desde las 18:00 del sábado 14 de junio. Algunas de "mis-nuestras" ideas para trasladar a esta reunión-reflexión, sobre política y sociedad del Siglo XXI: De las cuadrillas a las redes, de la tribu a la netocracia, de la vieja y simple identidad de un Estado estilo siglo XIX hacia una nación matriz incluyente, malla de teselas de ciudades y glocalismos como parada intermedia en tránsito hacia redes de ciudadanías mestizas, con identidad rica y multicultural, plena de solapamientos diversos y plurales. En un océano de prosumidores (consumidor, intermediario y productor), votantes y dueños de sí mismos, la sociedad emerge como un entramado de relaciones simbióticas simétricas y horizontales. Todo dentro de un esquema a seguir, según el modelo de enredadera y no el de árbol, con organización reticular densa y conectada, concepción no de pertenencia a una cultura sino de personas poseedoras de varias culturas (y lenguas), en el contexto de una creciente permeabilidad entre redes sociales (por lo tupido y cercano de los nodos), agentes partícipes de un mundo globalizado, googlelizado e intercomunicado, donde caben múltiples estrategias swarming (deliberadas o no) basadas en la movilidad, autonomía y rapidez,... No caben recetas, sólo una comprensión profunda ante la eclosión omnipresente de fenómenos tangibles como le efervescencia de cibercafés (o ciberbatzokis), el impulso de redes ciudadanas wifi, y comunidades SMS, grupos Facebook,... Más redes, que otorgan más libertad. Todo el un progresivo triunfo de lo pequeño,... pero enlazado por la sinergia macramental. [Abajo: Ilustración de Paul Baran, con la tendencia hacia la arquitectura distribuida en las topologías de las redes sociales].