Una novela es la transposición poética de la realidad

"La novela nos da un simulacro de orden a la existencia. Da apariencia de orden al caos que es vivir. Sin duda, ese simulacro es muy consolador."
Rosa Montero

Chaqueteros impenitentes

Sr. Director:

Lo sucedido con la pérdida de la Presidencia de la Asamblea de Madrid por la ausencia deliberada de los diputados del PSOE, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, se inscribe en una preocupante estela creciente de deserciones animadas por la “larga mano” de intereses inconfesables, aún después de suscribir todos los partidos políticos aquel Código de Conducta Política en relación con el transfuguismo en las Corporaciones Locales de 7 de julio de 1998.

El propio PSOE no ha sido ajeno a tales prácticas, y desde la perspectiva de Euskadi sabemos muy bien cómo han acogido y exhibido a tránsfugas del nacionalismo, incluso en esta misma campaña. La misma demonización de IU que desencadenó el PP, y que fue acríticamente asumida por el PSOE, ha constituido la coartada perfecta para este montaje. ¡A ver cuándo se descabalga el Sr. Rodríguez Zapatero del tigre pepero, y mientras que no se queje de la misma “medicina” que conjuntamente administran a terceros!

El fin de la vida

Era medianoche y estábamos en una terraza de verano debatiendo amistosamente sobre temas escolares con unos amigos, también profesores. Miré el cielo centelleante y me pareció que brotaba una aparatosa lluvia de estrellas. Disfrutando con la mirada alzada, esperé un instante mientras nuestro interlocutor terminaba su exposición para comunicar tan bello espectáculo. Súbitamente, aquel meteoro se transformó en múltiples explosiones lejanas que precipitadamente abalanzaron una envolvente mancha cenicienta sobre nosotros.

Sólo pude alargar mi mano hacia mi esposa Carmen, y las yemas de nuestros dedos se tocaron. Antes de convertirnos todos en luz, dos ideas sacudieron mi mente: Cuánto la quería a ella y a nuestros hijos, y que la humanidad debió comenzar mucho antes a imaginar un acuerdo educativo. Desperté y comprendí que, por esta vez, sólo había sido una pesadilla.

Por fueros o por huevos

Asistimos a una batalla naval en un vaso de agua. Una pelotera nimia para que los parlamentarios vascos de Batasuna cambien de grupo cameral, algo sin la más mínima trascendencia práctica, se ha convertido en una batalla campal por la amplificación desmesurada de algunos medios de comunicación defendiendo bastardos intereses partidistas. Se ha instituido como el penúltimo episodio de la “guerra del norte”, y llegado a hablar de suspender el autogobierno vasco.

El traslado al Grupo Mixto (ocupado actualmente por IU) de estos 7 electos, que comenzaron como Batasuna (17-7-2001) y luego como Araba, Bizkaia eta Gipuzkoako Sozialista Abertzaleak (16-3-2002), no significa ninguna pérdida de sus prerrogativas como parlamentarios. Aquí lo parece estar en juego es demostrar quién prevalece sobre quién, más por el “fuero” que por el “huevo”: El poder Judicial o el Legislativo, el Tribunal Supremo o el Parlamento Vasco, Madrid o Vitoria-Gasteiz,… Acciones y reacciones ultra modum et ultro citro (“más allá de la medida y de una y otra parte”).

¡Moderación, ilustrísimos Políticos, Jueces y Parlamentarios! Olviden el recíproco ultimátum y las triquiñuelas legales. Amigos periodistas: ¡No le presten tanta atención a una riña administrativa y reglamentista! Alguien podría pensar que todos ustedes no saben ocuparse de los problemas reales que agobian a la ciudadanía, sin necesidad de crear artificiales focos de tensión que únicamente favorecen a ETA. Les agradeceríamos que nos diesen ejemplo de ponderación y mesura, recordando el verso de Ovidio: “Si el cielo se nubla, quedarás solo” (Tempora si fuerint nubila, solus eris).

Inaceptables errores humanos

Aznar ha superado la frase de John Kenneth Galbraith: "Aunque todo lo demás nos falle, siempre podremos aseguramos la inmortalidad cometiendo alguna torpeza espectacular". Mientras siembra guerras, divide Europa, alerta del peligro rojo-separatista y cuida su delfinario, con ese nuevo ejemplar gallardo que siempre está a la derecha de la izquierda y a la izquierda de la derecha, se suceden fatídicos sucesos que empañan su legendario mandato doble. Lamentablemente, a diferencia de los desaciertos de los cocineros que se tapan con salsas y los de arquitectos con flores, los fracasos de médicos y políticos no son inocuos... y se esconden enterrándolos literalmente.

¿Recuerdan aquella excusa de la URSS admitida de forma oficial, el sábado 26 de abril de 1986, sobre las causas del accidente de la central nuclear de Chernobil? "Diversos fallos muy improbables y, por tanto, no previstos". La desvergüenza de no confesar el primer error, hace cometer muchos otros.

Aquí no se conjugan los verbos dimitir ni cesar. Sólo se buscan chivos expiatorios preferentemente subordinados de bajo nivel o subcontratados, extranjeros y fallecidos. Se hunden barcos, se caen aviones y descarrilan trenes, pero los ministros no pudieron hacerlo mejor: según ellos sólo se rodearon o contrataron tontos inútiles, lo que no es su culpa. El PP no admite más que aciertos políticos y fallos ajenos. Ciertamente los culpables son esos inexplicables errores humanos: los de quienes eligieron semejante gobierno.