El coche perfecto

La venganza del perdón

Puede que nunca dejen de soplar tentadores vientos de venganza, pero más gloriosa victoria que el talión es el perdón.

La represalia es un salvaje estilo de justicia. Es muy difícil vengarse, si no se quiere mancharse con una sangre indigna. No se venga una vileza, cometiendo otra. El mejor modo de vengar una injuria es no parecerse nunca a quien la cometió.

La venganza es un sentimiento propio de almas débiles o debilitadas; nunca se cobija en los corazones grandes. La venganza es un placer que sólo dura un instante; por el contrario, la generosidad es una felicidad perdurable y contagiosa. La persona juiciosa no busca vengarse de sus enemigos; deja este cuidado a la vida. Toda maldad es vengada en la tierra.

No cabe sino una venganza, que resulta ser la más cruel: El desprecio manifiesto de revancha. Un corazón magnánimo, cuando más puede, menos se venga. El desagravio noble más escrupuloso y grave no estriba en vengarse, sino en que pudo hacerse y no se hizo. Ninguna venganza es mayor que el clamoroso silencio de un perdón fecundo. Lo supremo quizá sea olvidar a quien nos dañó. Como dijo Borges: “El olvido es la única venganza y el único perdón”.
Versión .DOC para imprimir

Versión final: mikel.agirregabiria.net/2006/venganza.htm

Humareda de porros

Pésimo que se fume tabaco con descaro en cafeterías sin espacios libres de humo, pero inaceptable que se propague el consumo de hachís en público.

Es sumamente indignante que la normativa de restricción de fumar en lugares de trabajo, de ocio y de restauración se incumpla de modo generalizado e insolente. Se sigue fumando con esa desfachatez propia de una minoría social irresponsable que se burla de la ley siempre que no se imponga mediante métodos coercitivos como las multas.

Por razones diversas, que no debieran excusar a distintos responsables políticos, nadie vigila ni sanciona las normas preventivas emitidas desde principio de año. Es un sonado fracaso la ausencia, en la práctica, de restaurantes para no fumadores. Por el contrario, cada día se parecen más los bares y cafés a verdaderos fumaderos a destajo. No se respeta ni siquiera la limitación de edad, y es manifiesta la presencia continuada de menores fumando (y bebiendo alcohol).

Peor aún. La desvergüenza del incumplimiento total respecto al tabaco ha alentado el consumo público e impúdico de cannabis, especialmente por parte de algunos jóvenes. Por desgracia, está extendida entre gente indocumentada la patraña de que la marihuana es menos dañina que el tabaco. A pesar de que los estudios médicos demuestran que fumar tres porros al día entraña los mismos riesgos de sufrir cáncer y enfermedades cardiovasculares que un paquete diario de cigarrillos.

El tabaco y los porros son escalones que pueden conducir hacia drogas aún más peligrosas, como éxtasis, cocaína o heroína. Dado que todo se desarrolla en fases de escarceo, uso ocasional, frecuente,… para acabar en tragedias individuales, familiares y sociales, ¿es demasiado pedir el cumplimiento estricto de la normativa sobre el tabaco por parte de todos?
Versión .DOC para imprimir
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/porros.htm

Explosión de la burbuja inmobiliaria


Aviso a navegantes, especialmente para quienes vayan a comprar una casa con hipotecas de larga duración o con períodos de carencia, donde sólo se abonan intereses. Esto se anuncia en EE.UU., pero es aplicable aquí. Todo lo que sube baja, y en mercados de suelo tan limitado como Japón las viviendas se han abaratado fuertemente tras largas épocas de subidas ininterrumpidas.

Otoño, la porción más hermosa del año.

Que la vida sea bella como las flores de primavera, y la muerte hermosa como las hojas de otoño.

Si de los otoños hacemos primaveras, el invierno siempre estará lejos.

Recordemos: El otoño es lo mejor del verano.

¡A la mesa, políticos!

Ha pasado el tiempo de declaraciones, de ponerse dignos y de no escuchar. Dirigentes: ¡Basta de juegos, es hora de soluciones!

Los niños de medio mundo, desde América (norte o sur) al Extremo Oriente, juegan a un duelo que se llama: piedra-papel-tijeras. Es un pasatiempo infantil parecido a la apuesta de “pares o nones”. Dos jugadores cuentan juntos "1, 2, 3, ¡piedra, papel o tijera!" y al acabar muestran al mismo tiempo una mano que representa el objeto elegido. La piedra, mediante el puño cerrado; las tijeras, con los dedos corazón e índice en forma de "V"; y el papel, con la palma extendida.

El juego es de puro azar porque la piedra gana ante las tijeras (las rompe), pero las tijeras vencen al papel (lo cortan) y el papel a la piedra (lo envuelve). De ese modo, no existe un objeto preferente y todo queda en manos de la capacidad de predicción o suerte de cada adversario. Este simple entretenimiento ha sido elegido por un Tribunal Federal de Florida para dilucidar definitivamente algún contencioso interminable. Y no es la primera vez que tal cosa sucede.

El caso y el juego sugieren algunas reflexiones metafóricas para superar el conflicto vasco. Son demasiado años de tijeras (sangre, dolor,…), de piedras (destrozos, intereses,…), y quizá incluso de papeles (prensa, pactos anti-otros,…). Ha llegado la hora de utilizar todos estos elementos,… debidamente. Necesitamos un acuerdo sólido asentado sobre fundamentos firmes, recortando todo aquel sobrante que no sea democrático y midiendo todo con papeletas libres.

Abandonemos la violenta edad de piedra, las armas afilados e incluso los folletos de odio. ¡Estrechémonos las manos abiertas y pactemos algo pensado con la cabeza, como adultos que debemos ser! La ciudadanía está dispuesta, preparada y cansada de esperar. Políticos, ¡a la mesa!
Versión .DOC para imprimir
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/mesa2.htm