Afijos necesarios

Al principio fue el Verbo... Pero hay verbos demasiado cortos, baratos y vulgares que merecen ser refinados, enriquecidos y desplegados.

Pasar es un caso usual, que en lenguaje culto ha de matizarse y reforzarse con sus posibles y variados prefijos. En muchos casos, es mejor propasar, repasar, sobrepasar, traspasar,... Veamos algunos casos: Se ha (pro)pasado con esa actuación; ha (sobre)pasado a los demás; estoy (tras)pasando temas,…

Tener es otro verbo hipertrofiado en su utilización básica. Mejor es emplear la versión extendida con sus múltiples afijos potenciales: abstener, atener, detener, entretener, retener,… Ejemplos: Contiene varios elementos; he obtenido un premio; se sostiene o se mantiene de pie,...

Poner es, quizá, el más declinable de los verbos: deponer, descomponer, indisponer, posponer, presuponer, suponer,… Ejemplos: Preferible anteponer que poner delante; he de imponer orden; he de (dis)poner (de) más recursos; he de interponer o contraponer más obstáculos; he de oponer más defensas; he de proponer un plan; he de predisponerles de mi parte; he de componer, sobreponer, transponer, yuxtaponer, recomponer, reponer, o superponer una estrategia,…

Esperando que hayamos recogido y acogido el espíritu del texto, para que nuestros verbos sean precedidos y antecedidos por afijos, que sobrecojan el alma de nuestros oyentes y encojan sus preocupaciones para mantenerlos entretenidos.

Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/afijos.DOC

Romanos en el diseño del transbordador espacial

En el transbordador espacial (Space Shuttle Challenger) de la NASA, los propulsores de combustible sólido, encendidos en la foto, le proporcionan el empuje inicial para alcanzar la "velocidad de escape" de la atracción terrestre. 

Fueron diseñados por la empresa Thiokol en Utah sabiendo que los grandes depósitos serían enviados por tren hasta Cabo Cañaveral, pasando bajo las Montañas Rocosas, por lo que hubieron de limitar su anchura a la de este túnel, sólo un poco más ancho que las vías (4 pies y 8,5 pulgadas, ó 1.435 mm). Estas medidas las impusieron los primeros ingenieros ingleses en EE.UU., que -a su vez- provenían de los carruajes, cuya anchura se ajustaba a las calzadas romanas,... atendiendo al ancho del trasero de una pareja de caballos. 

¡Para que luego digan que la Historia, y hasta la Naturaleza, no condicionan el futuro!

Que nadie se queje de los semáforos


Otro vídeo de tráfico caótico,procedente de la India.

Salvemos un museo: "Le Palais de la Découverte"

Web de este museo científico en París. Web de apoyo.

Mitin en Getxo

Dos minutos con tres detalles, aparte de la crónica general. Josu Jon Imaz habla de valores humanísticos, interrupción de un representante de los "padres separados" e intento de boicot por un puñado de jóvenes.
Municipales Getxo 2007

La hierba que crece o los posts que nunca se acaban

Del primo de nuestro padre, Esteban Etxebarria, que era un avezado segalari, aprendimos algo sorprendente: Que un pequeña parcela puede alimentar permanentemente a una vaca, porque la hierba crece al ritmo que se consume. Él segaba aquella 'belaundibelarra', creo recordar, algo que traducido sería hierba (belarra) permanente, y el día que su guadaña acababa el final de la 'landa' ya había crecido al principio hasta la altura idónea.

Luego, en matemáticas descubrimos el mal denominado "problema de Newton" (falsamente atribuido al mayor genio de la ciencia): "Si 70 vacas se comen un prado en 24 días, y 30 vacas necesitan 60 días, ¿cuántas vacas se comerían toda la hierba en 96 días?" Dado que el prado sigue creciendo, la respuesta es 20 vacas. Extrapolando la solución se observa que son precisas más de 1.600 vacas para comerse esa pradera en un solo día, pero que 10 vacas tardarían 8 meses, 6 vacas podría comer 20 meses, 5 vacas pastarían 32 meses, 4 vacas sobrevivirían 80 meses y que tres vacas no acabarían NUNCA con el prado, al crecer éste más rápido que el consumo de los bovinos.

Esa misma sensación revivimos al leer las 328 suscripciones con Google Reader. Por más y más que leamos, con lectura en diagonal o fotolectura, parecen que nunca se acaban, porque se incorporan nuevas entradas de continuo.