Obra de Alfredo Acebal, merecedora de un Premio Nacional de Arquitectura en Ubidea (entonces, ahora Ubide), fue el Chalet Aréchaga de Ubidea. Lo conocí de niño, en todo su esplendor por dentro y por fuera, en los años '60 como el Chalet Rojo (para diferenciarlo del Chalet Azul, que ya no existe como tal en Álava), con todas las historias de su propietaria Doña Ina, o Josefina Arechaga López de Letona, hija de Santiago Arechaga quien lo hizo construir entre 1910 y 1912.
Las variantes escogidas son el estilo Old English y el Reina Ana, siendo el conjunto resultado de la combinación de tres elementos: un complejo diseño de cubiertas, fruto de la intercalación de varios hastiales triangulares y de su alto grado de inclinación; la utilización de los entramados ficticios de madera pintados en rojo; y finalmente, la composición irregular y asimétrica que caracteriza al conjunto.
Muy cerca del Chalet Aréchaga de Ubide, Anbeko Etxea o Arechagaren Etxea, reconstruyó Santiago de Arechaga la Ermita de la Magdalena (donde fuimos monaguillos todos los veranos a finales de los '50 y primeros de los '60), que se encontraba arruinada. El proyecto lo realizó el arquitecto vitoriano Fausto Íñiguez de Betolaza en 1906, en estilo ecléctico.
Las variantes escogidas son el estilo Old English y el Reina Ana, siendo el conjunto resultado de la combinación de tres elementos: un complejo diseño de cubiertas, fruto de la intercalación de varios hastiales triangulares y de su alto grado de inclinación; la utilización de los entramados ficticios de madera pintados en rojo; y finalmente, la composición irregular y asimétrica que caracteriza al conjunto.
Muy cerca del Chalet Aréchaga de Ubide, Anbeko Etxea o Arechagaren Etxea, reconstruyó Santiago de Arechaga la Ermita de la Magdalena (donde fuimos monaguillos todos los veranos a finales de los '50 y primeros de los '60), que se encontraba arruinada. El proyecto lo realizó el arquitecto vitoriano Fausto Íñiguez de Betolaza en 1906, en estilo ecléctico.