Planet Labs destaca a Bilbao como ciudad llamativa... desde el espacio también

Imagen del pasado 13 de marzo de 2018 de uno de los 200 minisatéites de la constelación SkySat sobrevolando Bilbao.

La empresa Planet Labs, propietaria de la red de 200 minisatéites de la constelación SkySat, que sobrevuelan y fotografían desde 475 kilómetros de altura de su órbita, a través de su publicación Medium selecciona Riyadh (Saudi Arabia), Pearl-Qatar , Houston y BILBAO, antes que Shanghai, Osaka o Cape Town (Sudáfrica).

Indica que Bilbao, antes una ciudad industrial con puerto, ahora es el centro del arte, la cultura y la gastronomía vasca, con referencias como el estadio de San Mamés (en color blanco muy distinguible), la Torre Iberdrola (con sus 165 metros de altura), y el menos diferenciable desde el espacio Museo Guggenheim Bilbao, todos ubicados a lo largo de la serpenteante Ría de Bilbao.

También se destacan otros edificios emblemáticos como:
  • El Palacio de Deportes de Bilbao, con su verde inconfundible, es otro de los edificios que el lector puede reconocer sin problemas en la imagen del satélite. 
  • La Estación de Abando, con su playa de vías de la estación de tren de Abando y su enorme cubierta son dos de los iconos en la fotografía satelital de Bilbao. 
  • La nueva Torre o el Rascacielos negro de Bolueta (véase post), todavía en obra, de 88 metros de altura y 28 plantas- que se convierte en una imagen singular gracias al color negro de las 2.905 chapas de aluminio que recubren la fachada y que lo convierten en una mancha negra que resalta en la parte inferior de la fotografía tomada por el SkySat.

¿Qué fue de los viejos de la manada?, elogio de la vejez

¿Qué fue de los viejos de la manada?, elogio de la vejez
Reproducimos este artículo "¿Qué fue de los viejos de la manada?" de Carmen Posadas en XLSemanal. Incluimos algunos resaltes propios en negrita. Constituye todo un elogio de la vejez (etiqueta Vejez que creamos, adicional a la de madurez). "Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena", apuntó Ingmar Bergman.

Hace sesenta y cuatro años, William Golding aterró al mundo con su novela El señor de las moscas. En ella se cuenta la historia de un grupo de niños solos en una isla desierta y cómo, alejados de la civilización, se convierten poco a poco en salvajes hasta llegar a cazar y matarse entre ellos. Esta fábula se ha leído siempre como parábola de lo que ocurre cuando se pierden las referencias y se obvian las normas que hemos ido dándonos para conformar eso que llamamos ‘sociedad’.

Hace poco, sin embargo, una amiga uruguaya me hizo ver esta misma situación desde un punto de vista distinto, pero igualmente inquietante. Recordaba ella que años atrás en el parque Kruger de Sudáfrica se produjo la siguiente situación (leer el caso en este enlace). Para repoblar una zona del parque en la que no había elefantes, se trasladó a cuarenta ejemplares jóvenes. Poco después se descubrió que estos animales se habían vuelto muy violentos y habían atacado a turistas y a sus propios congéneres. Introdujeron en esa manada elefantes viejos y la violencia se redujo hasta desaparecer. ¿Qué había ocurrido? Simplemente que la agresividad de los jóvenes en plena explosión de testosterona no tenía como antídoto la jerarquía y el ejemplo que proporcionaban los viejos.

Este experimento se relacionó con otra observación similar, esta vez con seres humanos como protagonistas. Se ha estudiado, por ejemplo, que las tribus que logran sobrevivir mejor a las sequías que con tanta frecuencia asolan África son las que tienen más integrantes de edad. En este caso, la experiencia de los años sirve para buscar agua o alimentos, pero también para mantener el orden y la concordia en situaciones difíciles. Todo esto hizo reflexionar a mi amiga sobre algo que seguramente ustedes han pensado también.

¿No será que esta sociedad nuestra, adoradora de la juventud, en la que los viejos imitan a los jóvenes y no al revés como antes ocurría, se está quedando huérfana de algo fundamental? ¿No será que en el altar de la eterna juventud regido por «mi edad no está en mi DNI sino en mi espíritu, etcétera» estamos sacrificando un papel que es fundamental en la sociedad? El de guía, el de referencia, el de la experiencia.

Posiblemente la situación no sería tan grave si los viejos (y digo la palabra con toda intención, ya basta de eufemismos tontos), además de abdicar de nuestro rol, no estuviéramos adoptando además el comportamiento infantiloide imperante. Ahora lo guay es ser espontáneo, transgresor, impulsivo, y eso está muy bien en un joven. Pero los jóvenes no necesitan que los imitemos. Necesitan más bien referentes, modelos, y difícilmente puede uno ser modelo de nada si se comporta como un quinceañero.

Hay quien piensa aún que ser padre consiste en convertirse en colega de sus hijos. Recuerdo que cuando mis hijas eran pequeñas me preguntaban en entrevistas si yo era su mejor amiga, a lo que yo respondía que no, que era su madre, que me parecía más importante. Me granjeé tremenda fama de madrastra entre los entrevistadores de revistas del cuore, pero me dio igual. Sigo creyendo que no ayudamos a nuestros hijos cuando nos ponemos a su altura, porque ellos necesitan mirar hacia arriba y no hacia el costado y mucho menos hacia abajo.

En la novela de Golding (ver en vídeo), los niños convertidos en salvajes comienzan a adorar y a temer una cabeza de jabalí ensangrentada y llena de moscas. A falta de otros modelos, convirtieron al ‘Señor de las moscas’ en su referente. ¿No estará pasando lo mismo con nuestros jóvenes? Así parece sugerir lo que uno lee a diario. Niños que violan a niños, bullying, acoso, burla… Eso por no mencionar comportamientos que todos ya damos por buenos como hablar mal a los padres, a los maestros, faltas de respeto, desobediencia y caprichos sin fin. Hay quien piensa que poner coto a ciertas conductas es coartar libertades. Yo, en cambio, me pregunto si no estaremos haciendo un flaco favor a las generaciones venideras abdicando de lo que siempre ha sido responsabilidad de los viejos de la manada: servir de guía, de muro de protección y también, por qué no, de contención.

76º aniversario de la muerte de Miguel Hernández

Desde este municipio de Pilar de la Horadada, segregado de Orihuela, se siente como cada año el aniversario de la muerte de Miguel Hernández a los 31 años.

Otros posts sobre Miguel Hernández.

Carta abierta de un jubilado a los Partidos Políticos

#PensionesDignas #YoVoy17M #Bilbao #YoVoy #PentsioDuinak #PentsionistakBorrokan
Circula por WhatsApp esta carta abierta de un jubilado a los Partidos Políticos, que por su interés reproducimos. Nos ha llegado vía la Asociación de Docentes Jubilados 5 de Octubre, cuya web y aportaciones de recursos recomendamos).

"No estamos pidiendo nada que no sea ya nuestro.
Todo lo que veis ahora a vuestro alrededor lo hicimos nosotros.
Levantamos a un país que venía de una dictadura. Tuvimos que estar curando heridas que no cicatrizaban, pero encontramos una manera de convivir con ellas. Ayudamos a nuestros padres hasta el fin de sus días: No había ayudas, eran los hijos los que tiraban del carro. Sacamos adelante a nuestras familias con muchos niños y pocos medios. Trabajamos de sol a sol en pueblos y ciudades. Y construimos el país que hoy gobernáis vosotros, como si fuera sólo vuestro.
Llevasteis a nuestros hijos a una crisis económica, que nosotros hemos mitigado, acarreando con nuestros nietos, compartiendo macarrones, tejiendo familia para que no se desmoronaran en su desesperación.
No tenéis derecho a pedirnos más sacrificios. Queremos tener lo que nos corresponde: Una pensión que nos permita vivir dignamente.

Señores Políticos: Pónganse a trabajar como hicimos nosotros y resuelvan sus problemas. Revisen TODOS sus sueldos y pensiones vitalicias. Sus viajes, sus dietas, sus asesores, sus contratos añadidos en las comisiones. Reduzcan gastos empezando por Uds.
No salgan a la calle ahora en las manifestaciones, para hacer propaganda electoral. 
No utilicen el Congreso como si se tratara de un circo, de una comedia chabacana, con insultos, descalificaciones y chistes malos. No nos hace ninguna gracia ver qué tono agresivo, de rabia contenida, utilizan en sus debates- Se puede decir lo mismo con educación y guardando la compostura.
Demuestren que son dignos de la confianza que les hemos depositado.
Y si no lo hacen, se encontrarán con sus padres en la calle. Se les tendría que caer la cara de vergüenza.
Somos una generación de luchadores. No van a poder callarnos la boca. Sería tremendo que tengamos que ser nosotros, de nuevo, los que tengamos que coger al toro por los cuernos.
Demuestren todos, con hechos, que miran por este colectivo de jubilados y déjennos vivir dignamente, a estas alturas de la vida".

Cuadros interpretados por docentes #CuadrosDocentes o #CuadrosEstudiantes

Hashtags en Twitter: #CuadrosEstudiantes / #CuadrosDocentes.
En el tuit conviene señalar autoría de la obra.
Por ejemplo, la última pintura de estilo neoclásico es La muerte de Marat (en francés La mort de Marat), obra de Jacques-Louis David y una de las imágenes más famosas de la Revolución francesa.

Makila (bastón típico vasco) de jubilación

Recuerdos de jubilación  
Quizá ha sido el obsequio más simbólico, una Makila Alberdi tradicional, con ocasión de mi despedida por colegas en mi último día laboral. Todos ellos serán imperecederos, vinos de El Ciego y otros, aparte. La makila (pronunciado makilla y traducible como bastón de mando,...) es un elemento de gran importancia desde las comunidades paleolíticas. El estrecho lazo de la makila con las cualidades de respeto y poder viene desde muy antiguo.

El concepto asociaba a los bastones, desde los nobles egipcios, como un signo de distinción. Eran largos palos de madera, ricamente decorados con flores de loto, ojos,... En el parisino Museo del Louvre se pueden contemplar algunos ejemplares egipcios y hebreos, también muy largos, rematados con puños de gancho o bola.
La prehistoria nos ha dejado bastones cuya función original se desconoce (para algunos intérpretes son broches para atar las pieles al cuerpo, trofeos de caza, instrumentos de hechicería o símbolo de autoridad). Están fabricados con hueso de cuernos de reno o venado, con entre uno y cuatro agujeros. Los jefes de las distintas tribus y comunidades se distinguían a menudo por el tamaño y la elegancia de su bastón.

La makila  es un bastón de madera de níspero, flexible, nudosa y resistente, elegante y trabajada con gran mimo, naturalmente, realizada a mano. Como símbolo, la Makila significa nobleza, justicia, respeto y autoridad. Como utilidad, la Makila era compañera inseparable en todos los caminos y, además, elemento de seguridad. La Makila ha tenido una gran evolución a lo largo de la historia. La llevaron los pastores de nuestras montañas, aunque entonces eran más largas que las que se utilizaban en los pueblos y zonas urbanas. Aunque algunos han considerado la Makila como arma defensiva, no se puede decir que tuviera esta función, sino como valor complementario. Hasta principios de siglo, apenas se imaginaba uno al vasco ir de viaje o presenciar un partido de pelota sin su faja roja y su Makila en la mano.
La costumbre del pueblo vasco de regalar makilas como símbolo de la amistad tiene raíces muy antiguas. Después de la I Guerra Mundial, los mariscales Foch y Petain y el presidente Clemenceau recibieron sendas makilas. A través de estos obsequios los vascos del Norte de los Pirineos les mostraban su agradecimiento. La makila del mariscal Foch llevaba un mapa de Verdún y sobre él impreso: Hemendik ezin da pasa (De aquí no se pasa).

La makila es un regalo para ocasiones importantes y personajes ilustres. Resulta apropiado para regalos de empresa, la jubilación de una persona, para despedidas de soltero o en las bodas... De sus manos han salido makilas para personajes tan ilustres como el Papa Juan Pablo II, a quien se le obsequió con una preciosa makila de cuero durante su visita a la Basílica de Loiola, siendo Lehendakari Carlos Garaikoetxea.
En el casquillo superior de la makila se reserva un espacio para que cada cliente encargue grabar al artesano la frase que quiera, suelen ser dedicatorias cortas mediante palabras con gran significado. Algunas se han convertido ya en típicas y otras destacan por su originalidad:
  • Hitza hitz:  La palabra es la palabra 
  • Hitzemana zor:  Lo prometido es deuda 
  • Ihes etsaiak:  Huid enemigos 
  • Nerekin beti zuzen:  Conmigo siempre recto 
  • Nere bideko laguna:  Mi compañero/a de camino 
  • Nerekin inoren beldur:  Conmigo no hay temor a nadie 
  • Nere laguna eta laguntza:  Mi amigo/a y ayuda