¡Viva lo ARTIFICIAL!

Está de moda la "naturalidad". Sólo la frase anterior ya es un contrasentido en sus términos, lo verdaderamente natural no puede estar de moda. Pero hoy se estila la "falsa naturalidad". En TV, y todo lo que aparece por televisión ya está mistificado por el propio medio, se nos aparece una estilizada anoréxica, presumiblemente maquillada para no parecerlo, que extrae de un extraño recipiente de plástico policromado, cubierto con una tapa de aleación metálica térmicamente pegada, y come una plástica cucharada de una sustancia cremosa, edulcorada con productos químicos de bajo contenido energético, teñida por el colorante autorizado E-127, estabilizada por el conservador H-4512, fermentada industrialmente. Esta sofisticada criatura, que viste un llamativo atuendo deportivo ultraligero, construido con muy variadas fibras que no existían en tiempos de su madre, dirige hacia la cámara una estudiada mirada, que ha repetido en más de cien tomas y dice "¡Yogur MARCATAL, natural!"

Lo mismo sucede con los ordenadores. Todavía para muchos ciudadanos son artilugios "artificiales". ¡Y claro que lo son!, pero no menos que otros cacharros, ya asimilados culturalmente y que sirven incluso como portaestandartes de la "autenticidad postmoderna", que no son sino "tecnología light o asimilada", por ejemplo las bicicletas o los pantalones vaqueros. Nada hay más artificioso que el pretendido retorno a la inaccesible (¿o ya inexistente?) naturaleza.

La humanidad sólo existe como tal desde que se empezaron a utilizar instrumentos. El "homo sapiens" se diferencia del mono al utilizar un fémur o un hacha de sílex para cazar, o construye herramientas que dan lugar a la agricultura. Los medios traen consigo métodos, éstos crean nuevos recursos y el círculo se realimenta positivamente. Así la Tecnología es la composición de metodologías e instrumentos para satisfacer las necesidades humanas y el conjunto de las soluciones se conoce como Cultura. Es obvio, que el largo proceso de la humanización se ha recorrido mediante la búsqueda de la artificialidad. Humanización es sinónimo de artificialidad.

La informática es especialmente valiosa, porque no sólo consta de elementos y métodos artificiales en el mundo real, sino porque permite constituir fantásticos mundos irreales de naturaleza eminentemente artificial. Cualquiera que haya llegado a profundizar la síntesis con su ordenador, en algún instante ha sentido que traspasaba el cristal del monitor, y cual Alicia que cruza el espejo, se ha sumergido en la entelequia de un universo abstracto donde todo es posible y donde, con esfuerzo pero no menos sorprendentemente, todo tiene solución. y esta máquina universal, juguete por excelencia, nos absorbe y penetramos en su laberíntico interior abandonándonos en la complaciente irrealidad que nos ofrece,... hasta que nos llaman para dar de cenar a los niños. Y uno despierta, bruscamente de la ensoñación y se encuentra ante la pantalla, pero ya al lado real -menos grato- de la existencia. Sin duda es más placentero reorganizar un disco duro o "despiojar" (debug) un complicado programa que pintar las ventanas de la casa.

Para mí, el rincón más "natural", donde más a gusto me encuentro es una ajustada mezcla de artificialidad más o menos moderna. Que me dejen de islas desiertas, sometidas a las inclemencias de la meteorología hostil, viviendo como trogloditas. Creo firmemente en la doctrina del "Nature abhors people" (La Naturaleza aborrece a las personas).

Prefiero sentarme ante una mesa de las que se encuentran en las tiendas de los anticuarios, de rancia madera de sólido nogal auténtico, cuidada sólo con ceras y barnices. Cien años más joven, la silla muy actual, ergonómica, giratoria, reclinable, multiajustable, con un mullido reposapiés al otro lado (la silla de ruedas motorizada me parece un exceso, por el momento). Sobre la mesa, ocupando toda su superficie, el más moderno microordenador que sea posible, permanentemente encendido (lo está desde 1985 ininterrumpidamente) y conectado a Internet (desde 1997) y con la más profusa periferia, en red local con el portátil y el resto de los equipos familiares. Junto al ordenador, papel del galgo, una pluma estilográfica de carey de los años 50, un lápiz, un sacapuntas automático a pilas,... Detrás el equipo de alta fidelidad, invadiendo toda la atmósfera vital con su sonido de MP3 o compact-disk inalterado e inalterable. Un poco más allá, la televisión, el video y el DVD permanentemente encendidos, ocasionalmente sometidos al ajetreo producido por el mando a distancia, parpadeando en silencio absoluto y proyectando su intermitente luminosidad sobre la estancia. Alrededor la biblioteca. Sobre una pared visible el viejo reloj de carillón, cuya información se contrasta con un liviano reloj digital, radiocontrolado, ultrapreciso y luminiscente.

Objetos, sólo objetos, pero son necesarios para crear ese clima que permite la ascensión al Olimpo de los vericuetos transcatódicos. Como representantes antropomorfizados de los mundos mineral y vegetal, una geoda y un bonsái. El mundo animal, y no me refiero a mascotas, ya corretea por el pasillo y se acerca cada diez minutos para pedir agua, pis o caca. La coloración de la estancia surge de la composición de la luz artificial que proviene de distintos focos más o menos pálidos, cálidos o halógenos y de la luz "natural" que se recibe desde la ventana. Luz del Gran Bilbao. Luces a menudo sombrías de los cielos encapotados de nuestra geografía que es tamizada y filtrada por la decreciente contaminación que se erige desde la margen izquierda y cruza el Nervión. Todo combina muy bien. Todo es artificial. ¡Viva!

Doble revelación


Cuadro de Ubidea (Ubide). Plaza y parroquia.
Ella tenía 8 años y él 9. Ella vivía en un pequeño pueblo, Ubidea, y él era un veraneante. Se conocían de todas aquellas antiguas vacaciones estivales de tres meses. Él llegaba la víspera del día de la fiesta de San Juan para iniciar las vacaciones.

Eran vecinos en dos casonas anexas, junto a la fuente de agua de hierro. De familia numerosa, la niña se ocupaba permanentemente de una hermanita de 3 años. Él llegó en el autobús a mediodía. A la tarde, al salir a la calle, ella le esperaba con la pequeña. Ella le dijo varias veces cuánto se entusiasmaba su hermanita de que él hubiera venido. Jugaron toda la tarde, y él tuvo que escuchar continuamente aquella cantinela de ella: "Nenita, dile cuánto te alegras de que él esté aquí".

Aquella noche, antes de dormirse, él se preguntaba por qué aquella niñita, que apenas le conocía, se alegraba tanto de su venida. Finalmente adivinó el maravilloso descubrimiento: Comprendió que ellas siempre son más sutiles e inteligentes, porque hablan por boca de otros, y descubrió lo que es el Amor.

Ubide (Ubidea) Una foto de pocos años después (2003)... 
Al fondo, Aduana de Arbitrios entre Araba y Bizkaia, junto a nueva casa al lado de la fuente de hierro
  Otra con la casa nueva de 2008.

-------- Actualización a 1-7-2020 --------
Nueva redacción como un haibun, para el blog colectivo "Máquinas de escribir".

La enseñanza que el Estado nunca debió ceder

Escribe F. Rodríguez Adrados en “El País” del 2002-11-1 sobre “Odio”, comenzando con los sentimientos despertados por el ecuánime y científico documental de Tele-5 sobre la cara oculta de Euskadi. Este miembro de la Real Academia de la Lengua (¡Española, por supuesto!) resalta lo terrible que era ver el odio, no explica bien si en la “kale bArroka”, en las “herriko tabernas” o en toda “EuZkadi” (sic).

Continúa negando ningún conflicto lingüístico, dado que el “vasco es una lengua rural y muy minoritaria, cuyas primeras frases aparecen en las cartas de Zumarraga, (sic)… Y pensar que hasta ahora, cualquier escolar creía que quinientos años antes en San Millán de la Cogolla aparecen ya en el siglo X, junto a los primeros textos en castellano. Todo ello denota un gran conocimiento del euskera, y más aún cuando este experto encuentra siete palabras que son préstamos del castellano al euskera. Y eso que se declara una autoridad en “vasco” sobre la que por lo visto ya escribió algo.

Pregona su diagnóstico como lingüista que por “presiones realmente intolerables que lo impulsan” (la decisión de las familias debe serlo)… “los niños aprenden un poco de vasco, qué remedio” (sic); y que “el vasco es un pretexto”... porque “los enfrentamientos necesitan de pretextos” (sic). Y nosotros que no sabíamos que la lengua vasca nació, por lo visto, para ser una excusa de odio… Ya pasando a la política vocea que “Hoy los nuevos nacionalismos son crisoles de odio” (sic), los de ayer por lo visto no lo eran, o los “viejos” nacionalismos no lo son ya (él mismo es un ejemplo,...). En su enjundia de rigor apunta a “¿Qué le hemos hecho?... A Arzalluz”, yo me preguntaría más bien qué le han hecho a este insigne prócer.

Continúa y esto debe enmarcarse que “No se conoce ni un solo rasgo cultural importante que los haga distintos [a los vascos]” (sic), (¿se dedica a la lingüística?). Y termina con que [los vascos] “han sido (y son) la región más próspera de España, favorecida por mil privilegios económicos”. Se ve que este economista conoce igual de bien el Concierto Económico, y por ello tampoco se ha enterado que los vascos (incluidos los navarros) vivimos de nuestros solos y propios impuestos, con los que además pagamos un Cupo al Estado por servicios, muchos de ellos no prestados (para empezar todos los no transferidos,…) o innecesarios (Defensa,…).

Prosigue con que “'Vasco' y 'español' no han sido nunca una antinomia” (sic), lo que demuestra que este humanista está versado en geografía básica y no conoce a nadie que, a su entender, sea “vasco francés”. Este politólogo, porque parece que sabe de todo, considera un error que “El Gobierno de España quiso amansarlos [a los vascos] dándoles estatutos: el de la República, el de la renovada Monarquía. Inútil: usan el estatuto para disfrutarlo y destrozarlo” (sic). Luego mezcla a Otegi con Ibarretxe, a las propuestas anticonstitucionales con el terrorismo, y deduce el amoroso perito en todo que “La técnica del apaciguamiento nunca ha sido buena” (sic).

Desvaríos (¿o provocaciones?) como éstos leemos todos los días, y por la libertad de prensa, que otros nos escatiman, debemos soportarlas en letras de molde de los principales diarios, que jamás publicarán las réplicas. En mi caso, cuando he llegado al último párrafo, que ahora transcribo, he creído que había que rebatir semejantes dislates. Dice el susodicho: “… ese odio que han difundido es ya incontrolable. Un odio gratuito, espeso, apoyado en mitos y mentiras, en una enseñanza que el Estado nunca habría debido ceder,…”

Concluye, este demócrata que no mitifica la constitución que “Deslegitimizar a organismos que acuerdan o proponen ‘cosas’ anticonstitucionales… sería pura democracia” (sic). ¿Confunde una Ley parlamentaria con las incuestionables y añoradas Leyes Fundamentales del Movimiento?
Puede que haya vascos que odien, lo siento por ellos y espero que comprendan que el rencor no conduce a la verdad ni a la felicidad, pero no conozco a ninguno a quien le presten tribunas como la que le han cedido a este prohombre, que también padece un profundo absceso de odio, para difundir sus siempre tristes y miserables desamores.

Como educador no voy a defender a la enseñanza vasca, que ya se ampara en sus propios resultados, de estos desatinos cuando se prodigan por quienes desconocen profunda y deliberadamente los esfuerzos de tantos educadores y de tantas familias, que reconocen y valoran a la educación vasca por encima de todas las demás instituciones, prensa,…

Nuestra ciudadanía es lo más genuino del “Made in Euskadi”, es decir, del lema industrial que se convierte en “Educados en Euskadi”. Lo más paradigmático y definitorio de un ser humano y de una sociedad, su primera historia, se escribe –en gran medida- en los círculos escolares. Nuestros hijos e hijas, que nos relevarán, recogerán el patrimonio lingüístico, cultural, social que les leguemos y, a través de sus descendientes, perpetuarán nuestra historia y construirán ese futuro mejor, más solidario, más intercultural, más pacífico, más integrado y feliz al que tienen pleno derecho, en el seno de una sociedad progresista, competitiva y solidaria.

En Euskadi educamos con máxima participación de toda la sociedad vasca en los valores éticos y democráticos, en una realidad vivida de plurilingüismo e interculturalidad, en una Europa unida y un mundo contemporáneo intercomunicado globalmente, con un exquisito respeto a todos los derechos humanos. Somos una sociedad que renace de sus recursos humanos y cuya riqueza sólo puede emerger de una educación propia y vanguardista, nuestra auténtica “Ave Fénix”.

Oro líquido


Liquid gold
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La superioridad del pato, que pareciendo torpe, nada, anda y vuela como ningún otro animal puede.

El tiempo nunca es suficiente para apreciar la belleza del universo

"El universo es como un libro: quien sólo ha leído la primera página es como quien no ha salido de su país natal".
Fougeret de Mombron
Mikel Agirregabiria Agirre

Día de difuntos

"Siempre le llevo flores al lugar donde está enterrada, no lejos del cementerio".
Leído por ahí.
Mikel Agirregabiria Agirre

A pesar de todo, sonríe

"Sonríe aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste es la tristeza de no saber sonreír".
Dicen...

Cantaré , cantaras from Jose Asensio on Vimeo.

El amor salva distancias

"A veces el amor une a dos seres que no saben nadar y viven en dos islas distintas".
Cree un humilde servidor...

La aberración del carabinero

La ABERRACIÓN del CARABINERO

Lo ACONTECIDO no es ANECDÓTICO, ni un SAINETESCO ANESTÉSICO, ni un SOUVENIR del UNIVERSO, sino el PREFACIO de una PROFECÍA. No es para EMOCIONAR a nadie, pero un CAMIONERO, PAVOROSO y VAPOROSO, está sembrando en Washington el PÁNICO, y le COPIAN en todo el mundo. Un BELICOSO en la ciudad del OBELISCO. Un APOLÍTICO en la sede del CAPITOLIO. Un ANÁRQUICO para ACOQUINAR a todos. ¿Un CAMION en un CAMINO, o un SORTEADOR SOTERRADO SUBMARINO en el URBANISMO? Método CARTESIANO: ESTACIONAR y matar. La LOCURA OCULAR de ver caer a su víctima. PREGUNTA PURGANTE: ¿Tú podrías contemplar el disparo? La BESTIALIDAD con una ESTABILIDAD impropia.

Sólo por su LOCUACIDAD ha CLAUDICADO: Es un CONVERSADOR CONSERVADOR. Sin VACILACIÓN ni CAVILACIÓN, hace su TASACIÓN el SATÁNICO: Diez millones por no matar. Es su PRESUPUESTO SUPERPUESTO a su ADMONICIÓN de DOMINACIÓN. Nos convierte en MARIONETAS MONETARIAS, un PRAGMÁTICO PICTOGRAMA ni PONDERABLE ni PERDONABLE. IRÓNICAMENTE el RENACIMIENTO MEDIOCRE y MERECIDO, SUGERIDOR y RESURGIDO, FAVORECIDO y VOCIFERADO, del RESUMIDO SUMIDERO y de la SUPURACIÓN de la USURPACIÓN del bien por el mal. Es para ANGUSTIARSE y SANTIGUARSE.

Metas y mitos

Ratos: Los que he necesitado para escribir esto y los tres minutos que empleará usted en leerlo.

Retos: Los que significan simplificar a unas líneas el “problema vasco”, de modo que sea comprensible por todos, los vascos y el resto de la humanidad.

Ritos: Los que han rodeado de mixtificación este tema, desde la independencia del “paraíso perdido” hasta la Constitución eterna de la “grande y única patria”.

Rotos: Como nos sentimos de dolor y hastío por tanto fanatismo, tanta muerte, tanta violencia, y por tanta desunión entre todos.

Rutas: Las que deben abrir los líderes políticos, los partidos y la sociedad civil para ser debatidas pacífica y democráticamente, con serenidad y rigor, sin vetos ni prejuicios, respetando la pluralidad.

¿Tan difícil es comprender que hay vascos que se sienten españoles, o franceses, además de vascos, y que hay vascos que sólo se sienten vascos?

Las rutas deben permitirnos seguir conviviendo juntos y ofrecernos a todos una vía de defensa de las ideas propias. Así convergeremos en una sociedad más tolerante en la que quepamos todos.

Biblioteca: demasiados volúmenes y pocos libros

"Los que leen muchos libros son como los masticadores de hachís. Viven en un sueño. El veneno sutil que penetra en su cerebro les hace insensibles al mundo real. Día llegará en que todos acabaremos por ser bibliotecarios y todo habrá terminado para nosotros."
Afernandez, en Leer
Mikel Agirregabiria Agirre

Querubines extraterrestres

Ellos ya están aquí; yo los he visto. Hace diecinueve años que descubrí el primer extraterrestre. Fui abducido hasta su presencia paranormal. Fue un estremecedor e inolvidable encuentro en la tercera fase. Yo tenía entonces treinta años y creía saberlo todo. Cuando la deidad, porque era ELLA, se apareció ante mí, se me nubló la vista, pero al aproximarme clarividentemente intuí que me hallaba ante un ser superior. La inteligencia de su especial mirada y la armonía de sus movimientos definían por antonomasia el concepto de belleza. Era majestuosa y sublime. El candor que desprendía toda su persona se manifestaba en minúsculas acciones, aparentemente inconexas, pero que proclamaban abiertamente su perfección. No era un espécimen de este planeta. Obviamente era una criatura celeste.

Pocos años después, se le agregó otro aliado galáctico, un ejemplar sideral. Precursora y sucesor telepáticamente mantenían la bonachona y tolerante supremacía sobre el género humano preexistente, si bien entre ambos había profundas desemejanzas que exigían una consideración individualizada. Después he comprobado que no están solos, que muchos otros compañeros suyos aparecen infiltrados por doquier, pese a que nadie quiere verlos como sujetos aventajados y menos aún admitir el inmenso poder que atesoran.

Usted, amigo lector, también los debe haber avistado. Aunque le hayan pasado desapercibidos en un primer momento, los podrá recordar si recapacita sobre los detalles que les delatan. Anatómicamente son antropomórficos, con un lejano aspecto humano cambiado de escala. Pequeña estatura, gran cabeza, pelo ralo o inexistente, coloración diversa y cambiante, emisión de sonidos psicofónicos, complejos sistemas de alimentación que se ajustan gradualmente, desplazamiento torpe en nuestro pesado campo gravitacional desconocido para ellos durante su viaje de venida en el ‘ovni’ que les transportó.

Su capacidad cognitiva es insondable con los parámetros de nuestra atrasada educación convencional. Su insurrecta creatividad es inagotable y su insensata afectividad a flor de piel despierta una irresistible ternura. Desconcierta su estado emocional biestable: pueden ser plenamente felices o pueden sumirse en una infelicidad desoladora cuyo dolor nos resulta insoportable. Aprenden rápidamente las costumbres de la colonización contactada, así como los usos y lenguajes humanos: uno, dos, tres o siete idiomas si sus interlocutores les adiestran.

Todas sus cualidades son positivas y en un grado desconocido para nosotros. Solamente una de estas propiedades, su adaptabilidad - la máxima facultad de cualquier forma de vida-, se vuelve contra ellos, y por ende contra nosotros mismos. En su deseo de aprendizaje de otras civilizaciones, se integran tanto en las sociedades donde hay desembarcado que pueden perder su propia identidad. De hecho, la mayoría se insertan con tal conveniencia que se desvanecen en el grupo humano al que se habían incorporado, y con el tiempo se olvidan de su peculiar destino. Si el entorno en el que son recibidos lo impone, se metamorfosean en simples y anodinos humanos adultos, indistinguibles de sus tutores.

ELLOS no constituyen peligro alguno para nuestra caduca civilización. Por el contrario ofrecen la más inmensa oportunidad, hasta ahora inédita, de pervivencia y futuro. Algunos gobiernos no saben cómo tratarlos y prefieren ocultarlos (con sus ‘Men in Black’), ignorarlos o desconocer su existencia para conservar un fútil control vetusto. Los poderes fácticos les envían embajadores inflados por la edad, que recusan su singularidad alienígena. A veces, intermediadores ineptos y autoritarios que desdeñan su supuesta impericia y explotan su pacífica ingenuidad, tratándoles como bobos enanos, simplemente porque ELLOS no dominan los arcaicos elementos de nuestra rudimentaria y vetusta cultura.

Algunas autoridades terráqueas desconfían y no toleran que una dedicación mayor a estos extraños entes ya localizados, un mayor esfuerzo para comunicarnos con ellos y para comprenderles mejor, podría mejorar nuestra viabilidad futura como terrícolas o al menos, y en el prosaico discurso actual puede ser más vendible, incrementar la mezquina competitividad entre subsociedades terrestres. Con los secretos que ellos pueden aportarnos podríamos cambiar radicalmente nuestras vidas. Increíblemente, en lugar de observarles y aprender de ellos, tras comprobar su candidez algunos se empeñan en manipularles, truncarles y asemejarles a nuestra medianía.

Pero otros, más esforzados, pretenden establecer las pautas de este enlace entre estos dos universos. Aspiran a compartir eficazmente la visión inédita que ELLOS aportan a nuestra heredada realidad pertinaz, pero transmutable. Y con ELLOS siempre se gana. Algunos de ELLOS siempre sobreviven a la mediocridad y fecundan la Tierra.

Como en ET o el matrimonio Clark que recibió a Superman, también nosotros hemos sido bendecidos por un regalo celestial. Mi esposa y yo nos enorgullecemos infinitamente de nuestros propios aliens, que han consentido en pertenecer a la familia, aceptando los nombres con los que les designamos inicialmente e, incluso, han adoptado nuestros apellidos.

Nota final: Si usted, por no ser ya uno de ELLOS, no los ha reconocido, sustituya el término ELLOS por los HIJOS o los NIÑOS.

Dedicado a la etapa educativa de 0-3 años.

Formas de hacerte completamente invisible

"¿Quieres ser invisible para los hombres? Sé pobre.
¿Quieres ser invisible para las mujeres? Sé viejo."
(¿Goethe?)

El Principio de Dilbert

"Los trabajadores más ineficientes son trasladados sistemáticamente a los sitios de trabajo donde pueden causar menos destrozos, es decir, la dirección de la empresa".
Dilbert
Mikel Agirregabiria Agirre

Goles y votos

Hay grandes clubes de fútbol, que seguramente son mucho más que un club. Tú, y sólo tú, sabes cuál es tu equipo predilecto: Athletic, Real Madrid,... Serás un forofo que lo pregona a todas horas, o un simple seguidor que cada domingo consulta los resultados. Todos sabemos que hay otros equipos casi tan importantes: Barcelona, Manchester, Milan, Bayern... y otros clubes que -aunque sus vitrinas estén menos llenas de trofeos- para sus seguidores también lo son todo.

Detrás de un equipo de fútbol hay muchísima gente: los socios que pagan cuotas; los espectadores que compran regularmente u ocasionalmente entradas para ir al estadio; los televidentes o radioyentes que no se pierden ningún partido; y los seguidores que sienten sus colores como un elemento de alegría, a veces de pena, y siempre de lealtad. Tu equipo favorito es algo que forma parte de tu vida, que te define, que te diferencia de otros y te funde con tu afición, incluso que te acerca a los aficionados contrarios por el hobby común. Pero muy pocos viven realmente de este deporte, sólo los jugadores (que son profesionales sólo un breve período de su vida), el entrenador... Para la ingente masa de los hinchas, el equipo de su preferencia es sólo un elemento más de identidad, en la complejidad de cada ser humano.

La mayoría de nosotros somos de un equipo, toda la vida, seguramente en función del lugar de nacimiento. Algunos tienen una doble afición, un equipo grande y otro más local y modesto. Es legítimo y puede dar dobles satisfacciones, pero también puede crear conflictos internos en sus encuentros, a menos que militen en categorías diferentes. Otros, muy pocos, se cambian de equipo, por los malos resultados, o porque ellos evolucionan. No están bien vistos, ni en el nuevo equipo, pero están en su derecho. Por último, los peores, son los falsos seguidores. Son activos espectadores, que se agrupan en una zona del campo, y que con su violenta actitud insultan y protagonizan hechos lamentables. A pesar de que incluso hay asesinos entre ellos, como lo prueban algunos trágicos crímenes de inocentes seguidores adversarios, sólo se puede confiar en que serán reducidos por la justicia y la policía, y definitivamente reeducados por la presión de una sociedad que repudia sus actos.

Los matones de Ultrasur, con sus desmanes y actitudes fascistas, e incluso con los abominables crímenes que se cometen en las inmediaciones del estadio, no menoscaban la validez y legitimidad de la afición merengue. La existencia de esos contados asesinos, y de sus adláteres delincuentes que destrozan el mobiliario urbano, en nada beneficia a su club. Pero su contraproducente proceder no debe criminalizar a toda la afición, a pesar de que todos ellos compartan el mismo objetivo: que gane el equipo de sus amores.

No son lo mismo los asesinos que los marginales y peligrosos gamberros, o que los exaltados que les jalean, y todos éstos poco se parecen a la multitud, en la que se escudan, compuesta por apacibles ciudadanos que son fervientes aficionados del juego limpio. Tampoco es lo mismo ETA, que Batasuna; ni es lo mismo Batasuna, que EAJ-PNV, o que el sentimiento abertzale. La vil existencia de ETA no deslegitima, únicamente entorpece, las aspiraciones del pueblo vasco, sean éstas las que democrática y libremente se expresen.

Esta metáfora, como siempre, tiene sus limitaciones, sobre todo porque apela a la emoción, al tiempo que a la razón. Además, aquí y ahora, hasta hemos llegado a que los fanáticos amenacen con dinamitar a las otras peñas, o que los árbitros y los comentaristas nos vengan con el uniforme del otro equipo. Pero la inmensa mayoría del fair play se impondrá y disfrutaremos con grandes partidos, a veces ganando, otras veces empatando y, en muchas ocasiones, perdiendo.

Este símil no pretende explicarlo todo, pero los educadores y los padres contamos historias y fábulas para que podamos entendernos mejor los unos con los otros, y comprender que la vida es más que el fútbol, y mucho más que la política.