El microondas debe ser esencialmente una jaula de Faraday algo primitiva, para retener las ondas microondas que usa el aparato para hacer vibrar las moléculas de agua de los alimentos con el fin de calentarlos.
La potencia de estas microondas para lograr su objetivo es realmente elevada, de centenares de Watios (muchísimos órdenes de magnitud más grande que la tan temida radiación de los móviles), por lo que es realmente importante que el aislamiento sea excelente.
La prueba del móvil consiste en introducir tu móvil en el microondas, cerrar la puerta e intentar llamarle (¡con el microondas apagado, por supuesto! ). Si el teléfono suena, denota que hay algún tipo de escape que permite que las ondas electromagnéticas lleguen al móvil, y viceversa lo que es peligroso. Si el móvil aparece sin cobertura, parece que el aislamiento es correcto. Obtenido de Ciencia y Tecnología
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