OTELO: El dolor de mi enfermedad me abruma, véndame la frente, de nuevo. DESDÉMONA: (Ofreciéndole un pañuelo) Toma.
O: No, quiero el pañuelo que te regalé. D: No lo tengo aquí.
O: Desdémona, ¡ten cuidado de no perderlo! Una poderosa hechicera tejió su misteriosa trama que encierra la brujería de un talismán. ¡Ten cuidado! ¡Perderlo o regalarlo puede acarrear una terrible desgracia! D: ¿Hablas en serio?
O: Hablo en serio. D: ¡Me asustas!
O: ¿Por qué? ¿Es que acaso lo has perdido? D: No.
O: ¡Búscalo! D: Iré dentro de un rato... O: No, ¡ahora!...
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