La verdad, me asusta un poco pensar en un futuro así. Aparte de la creciente dependencia del ser humano en los microchips y la eléctronica (no quiero ni pensar lo que sería de ellos en caso de apagón), eso de llevar las pulseritas-avisadoras no me hace pero ni pizca de gracia (las encuentro como creadoras en potencia de un mayor control social), como tampoco los televisores-ordenadores (me recuerdan a las televisiones de 1984 o las paredes de Farenheit 451).
La verdad, me asusta un poco pensar en un futuro así. Aparte de la creciente dependencia del ser humano en los microchips y la eléctronica (no quiero ni pensar lo que sería de ellos en caso de apagón), eso de llevar las pulseritas-avisadoras no me hace pero ni pizca de gracia (las encuentro como creadoras en potencia de un mayor control social), como tampoco los televisores-ordenadores (me recuerdan a las televisiones de 1984 o las paredes de Farenheit 451).
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