Feliz se es... cuando se deja de contar, de calcular, de aguardar,... Cuando aceptamos que las cosas se suceden con naturalidad, fruto de la semilla sembrada, conclusión lógica de lo inicial y de lo intermedio... Quien cultiva y cuida, recoge -en algún momento- la cosecha.
El tiempo bien se desliza,/A una velocidad perfecta,
/ Si no quieres que la vida,/ Vaya más rápida ni más lenta.
Trata sólo de sentirla, / Cuando se te viene y se te acerca,/
como el pudor que ansía,/ la única feliz existencia.
/ Si no quieres que la vida,/ Vaya más rápida ni más lenta.
Trata sólo de sentirla, / Cuando se te viene y se te acerca,/
como el pudor que ansía,/ la única feliz existencia.
Hola de nuevo Mikel,
ResponderEliminarhace algún tiempo que dejé de contar.
Ummmm... parece q después de tus palabras eso me gusta!
Nika
¡Gracias, Mika!
ResponderEliminarCuéntanos más, Mika, por 'fa'...
El tiempo y las palabras se detienen cuando
ResponderEliminarsomos felices de verdad
Cierto: cuando nos olvidamos de inventariar, de contar, de escribir... es cuando realmente somos dichos y felices...
Escribimos cuando algo nos corroe, nos devora, nos atormenta... e intentamos transformar ese "sufrimiento" en algo aceptable, en algo tolerable y "digno".
El tiempo y las palabras se detienen cuando sabemos entregarnos, cuando sabemos compartir... esa es la felicidad: no hablar, no explicar, no contar ni enumerar
Otro estilo diferente el de este post
ResponderEliminarEste post me ha gustado mucho, mikel.
Y efectivamente: "cuando el tiempo se desliza, es cuestión de felicidad" Un abrazo.