Con más asiduidad que Martin (Varsavsky, naturalmente) suelo viajar en Metro. Y creo que no existe mejor observatorio social. Junto a realidades muy esperanzadoras, como gente joven y menos joven leyendo, mujeres generalmente, también se aprecian rasgos de egocentrismo e insolidaridad. Sin llegar a extremos como la lamentable agresión racista a una niña ecuatoriana, por desgracia es corriente que los más jóvenes no cedan el asiento a las personas mayores.
Ayer mismo fui testigo de cómo cuatro gandules iban exhibiendo sus atuendos de equipo y bolsas de deporte, sin que ninguno de ellos permitiese sentarse a una anciana que difícilmente se mantenía en pie justo en medio de ellos. Lo que más me entristece es que me desentendí y no ejercí de educador ante semejantes mastuerzos... Nos queda mucho por mejorar en la escuela, en la familia... y en la calle.
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/metro.DOC
Ayer mismo fui testigo de cómo cuatro gandules iban exhibiendo sus atuendos de equipo y bolsas de deporte, sin que ninguno de ellos permitiese sentarse a una anciana que difícilmente se mantenía en pie justo en medio de ellos. Lo que más me entristece es que me desentendí y no ejercí de educador ante semejantes mastuerzos... Nos queda mucho por mejorar en la escuela, en la familia... y en la calle.
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La falta de consideración, la solidaridad y otros valores parece que se están dejando de lado y si bien uno no nace con ellos, es en la casa, dentro de la familia donde se imparten los primeros y fundamentales modelos. Ello nos lleva a pensar que es ahí donde esta fallando la educación. Luego el entorno y la escuela tienen su cuota de responsabilidad.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con "rbc" ( hola, rbc ;) ). La familia tiene mucho que hacer en ese aspecto; sin embargo, soy optimista.
ResponderEliminarNo soy asidua del Metro, pero sí del autobús urbano; puedo apreciar cómo chavales cargados con sus mochilas, no se lo piensan un segundo a la hora de ceder el asiento a un abuelo.
Qué hay de todo en esta vida?...claro, claro; pero también entre los adultos de generaciones de anteriores.
¿dónde ha de comenzar la educación?
¿cuestión de generosidad, solidaridad...?, puede ser.
Hola Blanca :) que bueno leerte nuevamente.
ResponderEliminarEs cierto que algunos adultos también se comportan con indiferencia, de ahi que uno puede deducir que no accedieron a pautas o modelos de enseñanza en sus hogares y tampoco a muchos les dio el interés por mejorar. Seguro que su entorno les refuerza dichas actitudes.
Publicado en DEIA, el lunes 12-11-2007.
ResponderEliminarPublicado en el Diario Noticias de Gipuzkoa, el miércoles 14-11-2007.
ResponderEliminarSe lo han publicado en El Confidencial Digital, con fecha 16-11-07.
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