- "El futuro no es ya lo que solía ser".
- "¡Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano!".
- "Puede que nuestro papel en este planeta no sea alabar a Dios sino crearlo".
- "Los microprocesadores se están metiendo en todo. En un futuro cercano no habrá ningún accesorio - salvo una escoba, acaso - que no tenga un procesador dentro".
- "Lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje".
- "Intelectual: alguien que ha sido educado más allá de su inteligencia".
- "Aún tiene que probarse que la inteligencia tenga algún valor para la supervivencia".
- "Ésta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo que no debiera de resultar irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno".
Y lo mejor, sus tres célebres leyes:
- Si un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, probablemente está en lo correcto; si afirma que algo es imposible, probablemente está equivocado.
- La única manera de descubrir los límites de lo posible consiste en aventurarse más allá de ellos, hacia lo imposible.
- Toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. [Vídeo de hoy]
Sir Arthur Charles Clark dejó un legado de su capacidad de análisis sin perderse en su propia imaginación. Su acercamiento y fascinación por los cuerpos celestes lo llevó inevitablemente a inclinarse seriamente por el género de la ciencia ficción. Amante del buceo, deporte que -según él- emula a la gravedad cero; por ello, su residencia en Sri Lanka. Visionario nada excéntrico de lo que pueda deparar a este achacoso planeta, lleno de finitud, cotidianamente martirizado por el calentamiento global y amenazado de ataques que ponen hoy al planeta en situación de cuarentena.
ResponderEliminarUna prosa cargada de reflexiones, sesudos juicios, una literatura en clave devela sin ánimo sombrío la exposición de la tierra frente a cuerpos extraños propios de la energía del universo. Un lúcido escapista que compaginó la ciencia con la ficción, un soñador de realidades nada lejanas con una clara mesura a espacios de optimismo. Su convención vocacional hacia el desprendimiento y una avezada madurez le han hecho retratarnos esa interioridad apremiada en sucesos que van más allá de este espacio terrestre y no menos caótico. Sus obras cumbres "2001: Una odisea en el espacio", "Cita con Rama", etc. Leyes de Clarke:
"La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse hacia lo imposible."
"Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia."
"Frente a cada experto, existe otro experto igual y opuesto."
"Esta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno."
Su filosofía un vínculo estrechísimo y una permisividad adicta y recurrente al vértigo cotidiano; aún con los sobresaltos históricos y políticos de la época que le tocó vivir ha transitado con tanta familiaridad en un cosmos tan lejanamente cercano; siendo partícipe activo y comprometido de esas exploraciones sistemáticas y pertinentes tras una lúcida sublimación y abstracción sospechosamente filial.