Cuando cambie de automóvil, mi elección va a sorprender a todos.
Algunos podrán pensar que me voy a pasar a un modelo más moderno, eléctrico o híbrido, pero no será así. Otros, quizá piensen que me decantaré por un automóvil más lujoso, amplio y cómodo, pero tampoco será el caso. Fallarán, así mismo, quienes apuesten por la opción funcional de que elegiré un auto pequeño, para callejear entre calles, suficiente para cuando los hijos ya han crecido y viajan por su cuenta.
He decidido optar por un gran vehículo que reúne todas las ventajas, en ciudad y carretera, aunque sólo los más perspicaces lo hemos advertido. Sus inmensas cualidades son las siguientes:
1ª Se aparca en cualquier lado, incluso encima de las aceras, y sin pagar OTA (no, no es una bici);
2ª Corre más que nadie por las autopistas (no, no es una moto);
3ª Tiene preferencia en todos los cruces e intersecciones (no, no es un gigantesco camión);
4ª Las rozaduras o accidentes no le afectan (no, no es un auto de choque);
5ª Nunca le ponen multas (no, no se trata de ir a caballo);
6ª No paga seguro, ni impuesto de circulación, ni nada (no, no es un taxi); y
7ª Es muy barato, de adquisición y de mantenimiento (no, no es caminar a pie)…
Llegados a este punto, estoy dudando de si conviene descubrirles el secreto, no sea que acabe la ganga. Les dejaré sólo algunas pistas: Es grande, ruidoso, antiguo, desvencijado, lleva carteles, tiene muchos kilómetros y se compra de cuarta o quinta mano. ¿Lo pillan? ¿Más datos? Va abollado, lanza una humareda tóxica, se cruza y adelanta de cualquier manera, balanceándose por la mala suspensión e impide caminar por sus sitios a los peatones.
¿Más referencias? Estacionan en pasos de cebra, no les piden seguro y suelen conducirlos imberbes tan novatos como imprudentes, que nunca son sus propietarios. ¡Vale, lo diré! Me refiero a alguna destartalada furgoneta de reparto que, según parece, puede incumplir impunemente todos los códigos de circulación, de seguridad y de urbanidad.
Algunos podrán pensar que me voy a pasar a un modelo más moderno, eléctrico o híbrido, pero no será así. Otros, quizá piensen que me decantaré por un automóvil más lujoso, amplio y cómodo, pero tampoco será el caso. Fallarán, así mismo, quienes apuesten por la opción funcional de que elegiré un auto pequeño, para callejear entre calles, suficiente para cuando los hijos ya han crecido y viajan por su cuenta.
He decidido optar por un gran vehículo que reúne todas las ventajas, en ciudad y carretera, aunque sólo los más perspicaces lo hemos advertido. Sus inmensas cualidades son las siguientes:
1ª Se aparca en cualquier lado, incluso encima de las aceras, y sin pagar OTA (no, no es una bici);
2ª Corre más que nadie por las autopistas (no, no es una moto);
3ª Tiene preferencia en todos los cruces e intersecciones (no, no es un gigantesco camión);
4ª Las rozaduras o accidentes no le afectan (no, no es un auto de choque);
5ª Nunca le ponen multas (no, no se trata de ir a caballo);
6ª No paga seguro, ni impuesto de circulación, ni nada (no, no es un taxi); y
7ª Es muy barato, de adquisición y de mantenimiento (no, no es caminar a pie)…
¿Más referencias? Estacionan en pasos de cebra, no les piden seguro y suelen conducirlos imberbes tan novatos como imprudentes, que nunca son sus propietarios. ¡Vale, lo diré! Me refiero a alguna destartalada furgoneta de reparto que, según parece, puede incumplir impunemente todos los códigos de circulación, de seguridad y de urbanidad.
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2008/coche.DOC
Josu Garro, Otxolua, me envía una foto de un prototipo que podría interesarme (ver en 'fragoneta')
ResponderEliminarPublicado en el Diario El Correo, el domingo 14-9-2008.
ResponderEliminarPublicado en el Diario Noticias de Gipuzkoa, el martes 23-9-2008.
ResponderEliminarPublicado en Canarias Ahora, el 18-9-2008.
ResponderEliminarPublicado en el Diario Noticias de Álava, el jueves 25-9-2008.
ResponderEliminarAl señor Mikel Agirregabiria
ResponderEliminarenviar a un amigo versión para imprimir texto normal texto medio texto grande
Aún no he salido de mi asombro desde que el día 22 de septiembre leí la carta que el señor Agirregabiria escribió en este periódico. Este señor o tiene un enemigo declarado que es repartidor o no sabe absolutamente de lo que habla. Yo soy repartidor, y me he dado por aludido en todo lo que ha dicho y nada más lejos de la realidad. Llevo casi 20 años en esta profesión y no aparco donde quiero, no corro más de lo que se puede, no tengo preferencia en los cruces porque no soy una ambulancia. Cuando tengo un golpe, arreglo mi vehículo porque es lo que nos da de comer a mí, a mi mujer y a mis hijos. Me ponen multas como al que más porque estoy todo el día conduciendo y las pago religiosamente al igual que el impuesto de circulación, la tarjeta de transporte, etcétera y ya ni hablar del mantenimiento, que cae por su propio peso.
En fin, que este señor no tiene ni idea de lo que habla y que, si por lo que deduzco, ha tenido algún problema con algún repartidor en particular que lo solucione pero que no meta a todo el colectivo en el mismo saco. Espero que reflexione y que sepa que ser repartidor no es ninguna ganga, es un trabajo como otro cualquiera en el que muchos se han dejado la vida en la carretera y no por ser imberbes ni novatos sino por el riesgo que conlleva.
No sé que trabajo tendrá este señor pero si tan ventajoso le parece que se compre una furgoneta "por cuatro duros" y se ponga a repartir, a ver cuánto dura. Sin nada más que decirle, espero que la próxima vez se informe antes de hablar y muestre más respeto por un trabajo que por lo visto no conoce.
Sobre los repartidores
ResponderEliminarMarino Gorría
Aún no he salido de mi asombro desde que el pasado 25 de septiembre leí la carta que Mikel Agirregabiria escribió en este diario con el título Cómo será mi próximo coche . Este señor o tiene un enemigo declarado que es repartidor o no sabe absolutamente de lo que habla. Yo soy repartidor, y me he dado por aludido en todo lo que ha dicho y nada más lejos de la realidad. Llevo casi 20 años en esta profesión y no aparco donde quiero, no corro más de lo que se puede, no tengo preferencia en los cruces porque no soy una ambulancia. Cuando tengo un golpe, arreglo mi vehículo porque es lo que nos da de comer a mí, a mi mujer y a mis hijos. Me ponen multas como al que más porque estoy todo el día conduciendo y las pago religiosamente al igual que el impuesto de circulación, la tarjeta de transporte, etcétera y ya ni hablar del mantenimiento, que cae por su propio peso.
En fin, que este señor no tiene ni idea de lo que habla y que, si por lo que deduzco, ha tenido algún problema con algún repartidor en particular que lo solucione pero que no meta a todo el colectivo en el mismo saco. Espero que reflexione y que sepa que ser repartidor no es ninguna ganga, es un trabajo como otro cualquiera en el que muchos se han dejado la vida en la carretera y no por ser imberbes ni novatos sino por el riesgo que conlleva.
No sé que trabajo tendrá este señor pero si tan ventajoso le parece que se compre una furgoneta "por cuatro duros" y se ponga a repartir, a ver cuánto dura. Sin nada más que decirle, espero que la próxima vez se informe antes de hablar y muestre más respeto por un trabajo que por lo visto no conoce.
Carta al buen repartidor
ResponderEliminarVeo que mi “Carta al Director”sobre “Mi próximo coche” es contestada por el Sr. Marino Gorría, a quien deseo responder.
Este el señor dice que se da “por aludido en todo lo que ha dicho y nada más lejos de la realidad”. Perdone, pero si mi carta describía el abuso de “una destartalada furgoneta de reparto” y nada tiene que ver con él, ¿por qué se ha dado por aludido en todo?
Yo no he metido, ni siquiera citado, a ningún colectivo, y menos al de repartidores por el que tengo el máximo aprecio. Denunciaba la permisividad de las autoridades hacia determinados conductores de este tipo de vehículos, que nada tienen que ver con los repartidores responsables, que los hay, que jamás aparcan en lugares prohibidos y que respetan todas las leyes en la misma medida que el resto de conductores. Si él no responde a ninguna de las múltiples descripciones que señalé, ¿a qué viene su enfado? Más bien supongo que estará de acuerdo conmigo en que en su gremio hay infractores reincidentes hasta saciedad, lo que mancha al conjunto al que pertenece.
Por último, no puedo estar más de acuerdo con él en el riesgo de la conducción y en la dificultad de ganarse la vida en cualquier oficio, pero ello no autoriza a nadie a burlarse de las leyes. Por ello, reitero mi petición de que todos respetemos todas las normas porque por carreteras y ciudades circulamos quienes nos dedicamos a tareas distintas y nadie puede pensar que “los códigos de circulación, de seguridad y de urbanidad son sólo para los demás”, como concluía mi primera misiva.
Mikel Agirregabiria Agirre
blog.agirregabiria.net
Publicado en el Diario de Noticias de Navarra, el lunes 6-10-2008.
ResponderEliminarAl buen repartidor
Mikel Agirregabiria Agirre
enviar a un amigo versión para imprimir texto normal texto medio texto grande
Veo que mi Carta al Director sobre Mi próximo coche es contestada por Marino Gorría, a quien deseo responder. Este señor dice que se dapor aludido en todo lo que ha dicho y nada más lejos de la realidad . Perdone, pero si mi carta describía el abuso de una destartalada furgoneta de reparto y nada tiene que ver con él, ¿por qué se ha dado por aludido en todo?
Yo no he metido, ni siquiera citado, a ningún colectivo, y menos al de repartidores, por el que tengo el máximo aprecio. Denunciaba la permisividad de las autoridades hacia determinados conductores de este tipo de vehículos, que nada tienen que ver con los repartidores responsables, que los hay, que jamás aparcan en lugares prohibidos y que respetan todas las leyes en la misma medida que el resto de conductores. Si él no responde a ninguna de las múltiples descripciones que señalé, ¿a qué viene su enfado? Más bien supongo que estará de acuerdo conmigo en que en su gremio hay infractores reincidentes hasta la saciedad, lo que mancha al conjunto al que pertenece.
Por último, no puedo estar más de acuerdo con él en el riesgo de la conducción y en la dificultad de ganarse la vida en cualquier oficio, pero ello no autoriza a nadie a burlarse de las leyes. Por ello, reitero mi petición de que todos respetemos todas las normas, porque por carreteras y ciudades circulamos quienes nos dedicamos a tareas distintas, y nadie puede pensar que los códigos de circulación, de seguridad y de urbanidad son sólo para los demás , como concluía mi primera misiva.
Publicada la respuesta "Al buen repartidor" en el Diario Noticias de Álava, el miércoles 8-10-2008.
ResponderEliminarSegún ha informado la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, dos hermanos han sido detenidos por agredir a los agentes que les dieron el alto cuando conducían una furgoneta sin carné de conducir, sin seguro y con siete personas viajando en la zona de carga, tres de ellas menores de edad....
ResponderEliminarSigue en http://www.motorpasion.com/otros/detenidos-por-agredir-a-la-policia-conducir-sin-carne-y-con-9-personas-a-bordo-de-la-furgoneta