Desde la web estrella neatorama nos ofrecen en posts casi consecutivos dos casos de infancia precoz. Se trata de dos niños de sólo seis años capaces de hacer algo singular.
El primero, Kieron Williamson, del Reino Unido crea magníficas obras pictóricas como la de la imagen superior. El segundo es un niño filipino a quien han adiestrado para disparar... La infancia es una edad de aprendizaje, de creatividad y de repudio de las armas, no sólo de las reales sino incluso de las de juguete. Nos quedamos con el ejemplo primero, y lamentamos que haya familias que se enorgullezcan de entrenar con algo tan letal.
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