La palabra "subasta" proviene del latín y expresa "sub hasta", bajo la lanza, porque la venta del botín cogido en la guerra se anunciaba con una lanza. La existencia es una especie de subasta. Cada día, en cada decisión crucial, subastamos nuestro bien más preciado: la vida. Escogemos en qué vamos a gastar nuestro tiempo, a qué dedicaremos nuestro esfuerzo, cómo dejaremos el mundo tras nuestra partida,... [Imagen inferior: El reloj de la vida... donde comprobamos que -con mucha suerte- nos quedan "cinco minutos" largos antes de la jubilación y otros "cinco minutos" de jubilación con salud.]
Interesante propuesta, Mikel. Es cierto que la subastamos, a veces con inusitada velocidad.Saludos cordiales.
ResponderEliminar