El 17 de septiembre de 2009 falleció en Jerusalén a los 99 años Rachel Krishavsky, una mujer ultraortodoxa judía que cumplió el versículo bíblico del Génesis 1:28 que reza "Creced y multiplicaos, y llenad la tierra". Casada a los 18 años, con un primo suyo, su prole se fue extendiendo con el paso de los años. En el momento de su muerte eran más de 1.400 sus descendientes directos, entre sus 11 hijos (7 varones y cuatro mujeres), sus 150 nietos, más de un millar de bisnietos y el resto en tataranietos.
No es la primera vez que hablamos de "familias ricas", en personas, en amor compartido y fructífero. Algunos que vamos hacia el "doctorado familiar" comprendemos con el paso del tiempo que nuestro legado único y el más perdurable son los descendientes que dejamos, los físicos y los espirituales, los hijos y los discípulos, los hijos de los hijos y los discípulos de los discípulos.
Cada día que pasa podemos contribuir con un minúsculo legado cotidiano, algo que hayamos aprendido y -quizá- algo que hayamos enseñado. Cada noche, repasando la jornada, nos queda la duda si nos hemos hecho más
Cosas curiosas Mikel.
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