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Cuestionario sobre la LOMCE

Extracto del cuestionario-base de nuestra entrevista (y segunda parte de la entrevista) realizada Idoia Alonso, especializada en educación en el diario DEIA,  sobre Anteproyecto de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). 
La imagen es de Pablo Viñas, también de DEIA. Se tomó en el centro Askartza Claret, ante la urgencia de la publicación, y cuando íbamos a recoger a nuestro nieto. El libro, para  que nos identificase el fotógrafo una lluviosa tarde, es el último informe del Consejo Escolar de Euskadi, "La Educación en Euskadi, 2008-2010", una valiosa fuente de información.
Seguirá un post extenso con nuestras posiciones, que se remitió previamente para establecer un cuestionario. Más entradas sobre la LOMCE.
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- Desde el punto de vista técnico, ¿cómo definiría la LOMCE?
La LOMSE es, técnicamente, un anteproyecto mal redactado y socializado, carente de un diagnóstico elaborado, pobremente abierto a aportaciones, discordante entre sus objetivos y sus propuestas, desconocedor de la pluralidad educativa y lingüística del Estado, y –me temo- conducente a una regresión pedagógica. Todo apunta que habría que reabrir un clima más profesional, más abierto, menos impositivo y menos regulador para evitar la oposición total que se ha desatado. 

- ¿Cree que el contenido y las medidas que propone se corresponden con los objetivos de mejorar el nivel educativo y reducir el fracaso escolar? ¿Por qué? 
Por muchas de las razones que hemos expresado anteriormente, que demuestran la contradicción entre lo deseado y lo programado. Por ejemplo, se habla del alumnado como razón y eje, y de la búsqueda del éxito escolar, pero las propuestas conducen un mayor fracaso escolar, con una segregación prematura de quienes se rezaguen, en lugar de reforzar su aprendizaje. Se insiste en las pruebas normalizadas externas, pero se minusvaloran las evaluaciones del profesorado continuas y contextualizadas. Se alaba la autonomía de centro, pero se reduce el peso de la comunidad educativa (familias,…) en su gestión. 

- ¿La escuela vasca corre el riesgo de que baje el nivel? 
No y sí. Me explico: Una Ley, por muy general que sea, ni sube ni rebaja el nivel, y menos de forma automática y a corto plazo. Pero sí puede afectar, de modo grave y negativo, si se aplicase la LOMCE en sus términos actuales. Por los efectos perversos de clasificar al alumnado, generar más fracaso, centrarse superar en las “reválidas”, y unificar objetivos y estrategias. 

- ¿Las reválidas externas que plantea por parte de un órgano independiente cuenta con las suficientes garantías para el alumnado euskaldun? 
La redacción actual no ofrece detalle, ni garantiza por tanto, un correcto y justo tratamiento lingüístico de dichas pruebas. Y menos aún si, como si se confirmase el actual artículo 29.4 donde se señala: “Los criterios de evaluación –esto es lo nuevo y peor- y las características de las pruebas serán establecidas para todo el Sistema Educativo Español por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que también diseñará las pruebas y establecerá su contenido para cada convocatoria” . 

- ¿Cree factible que se aplique esta legislatura (estatal, supongo, fin de 2015)? 
Difícilmente, porque el calendario fijado, aunque se aprobase en este semestre de 2013 y con el retraso del último borrador, prevé que –sin considerar las pruebas con carácter diagnóstico- la primera prueba general sería para 2º de Bachillerato en el curso 15-16. Lo negativo es que el marco de la LOMCE, si no se renegociase, podría mediatizar y yugular un posible Acuerdo Educativo en Euskadi. Aunque, la alternativa ideal sería avanzar y materializar una Ley de Educación Vasca, con amplio consenso social y educativo.   

- Una de las principales críticas que persigue a la LOMCE es que ofrece café para todos... 
No deseamos una reforma que, con pruebas normalizadas diseñadas desde la lejanía centralizadora, aumente una selección prematura que margine a más alumnado. Por el contrario, necesitamos complementar con evaluaciones externas la evaluación continua interna y contextualizada, a fin de minimizar el fracaso escolar, actuar con refuerzo educativo inmediato y eliminar la tasa de abandono escolar de la población joven. 

- ¿Dónde quedan conceptos como la educación individualizada? 
La LOMCE amenaza convertirse en una cama de Procusto que cortará los pies, o la cabeza, a quien destaque o no se ajuste a esa norma promedio. No puede pedirse un mismo traje que se adapte a todo un inmenso universo de alumnado. ¿La polarización del debate en lo identitario es buscado? El debate generado es poco pedagógico, nada racional, se alientan descalificaciones nada educadas ni construcctivas, resulta demasiado corporativo, desperdiciando la oportunidad de aportar estrategias. ¿Quién piensa en el alumnado? 

- Y entre tanta descalificación, ¿hay algo positivo en la Ley Wert? 
El equipo de Wert acierta cuando explicita y denuncia las debilidades del sistema educativo, aunque lo haga bajo la hipótesis de que es uniforme, dado que coexisten aspectos comunes,… aunque con gravedades nada comparables. Hay que rebajar las tasas de abandono escolar escandalosas, el escaso rendimiento del uso de TIC allí donde por Escuela 2.0 se aplicaron, es inaceptable una proporción de alumnos excelentes, de apenas el 3%, lo que supone la tercera parte de la media de la OCDE. También es necesario reducir la tasa de repetición, que en el Estado supone que, a los 15 años, casi el 37% del alumnado haya repetido curso al menos una vez. 

- ¿Qué opina del apoyo explícito a los centros que segregan por sexo? 
En la LOMCE hay cabida para propuestas de educación diferenciada, con respaldo legítimo de algunas familias y que la UNESCO en su “Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza” de 1960 salvaguarda específicamente en su artículo 2a. 

- ¿Las reformas que se proponen mejorarán el nivel educativo? 
En cuando a la competencia lingüística (y otras) se entremezclan, intencionadamente, objetivos con metodologías. Establezcamos consensuadamente niveles finales y parciales mínimos, y no entremos en inmersión o no. La propuesta de la diferenciación curricular del curso 4º de ESO es un engendro, nacido de no saber cómo satisfacer, aunque sea de un modo excéntrico el compromiso electoral del PP de un Bachillerato de tres años. Y es que esta medida significaría o retrasar en un año la salida hacia Grados Superiores de FP o la Universidad –inasumible en coste- o cursar obligatoriamente todo el alumnado un curso de Bachillerato. 

- ¿La LOMCE es un señuelo político del PP no hablar de otros temas de calado como la crisis, la corrupción política o el paro? 
 Hay aspectos, como el calendario de aplicación, que ha ido cambiando en los tres borradores, pero que no tendrá efectos académicos antes del curso 16-17. Por otro lado, está el encarecimiento que puede significar el 4º de ESO con dos modalidades totalmente diferentes, que hace que un grupo actual pueda diversificarse con sólo un coste de 9 horas docentes, podría pasar a 30 o de los 3 ó 5 Bachilleratos. 

- Entonces, ¿cree que después de todo la LOMCE no se aplicará esta legislatura? 
 Este mismo calendario, válido en el caso de aprobarse la LOMCE en este semestre de 2013, parece haberse retrasado un año, y no tendrá efectos académicos (sí de diagnóstico) hasta el curso 16-17. No obstante, parece la reforma de 2º de Bachillerato sería aplicable en el 15-16 (fuera ya de la legislatura actual en el Estado). 

- Y mientras tanto, ¿qué debería hacer el Parlamento Vasco para contrarrestar los efectos de la LOMCE? 
El Parlamento Vasco, inexcusablemente, debe promulgar y proclamar en esta legislatura autonómica una primera Ley de Educación Vasca, consensuada con amplio respaldo político y social. Nuestros referentes de excelencia y equidad deben ser los máximos de la OCDE, porque nuestra inversión educativa es de las más altas del mundo (en valores absolutos, no sólo relativos al PIB, sino incluso en valores absolutos), si bien no hay que desconocer el nivel educativo-cultural de nuestros ancestros (algo que siempre pesa en los resultados comparativos). 

- A ciertos sectores la oferta lanzada por la consejera Uriarte a Wert les ha descolocado. ¿Qué opina usted? 
 Más razonable que la posición de Isabel Celaá, que junto a las CC.AA. socialistas pidió la retirada del anteproyecto, parece más política y educativa la actitud, igualmente firme, pero dialogante, que ya ha mostrado la nueva consejera Cristina Uriarte, apelando a lo establecido en el Estatuto de Gernika. 

- Desde su punto de vista, ¿cómo se debería abordar la reforma educativa en Euskadi? 
 Habría que alcanzar un acuerdo estable que transcienda la coyuntura política para el 2020, ó 2030, trabajando por décadas,… Es necesario cerrar un “pacto escolar” para superar la leyes de Escuela Pública Vasca y Cuerpos Docentes Propios están agotadas, y siguen sin cubrir el conjunto de la Educación no universitaria. Además, no son garantes de estabilidad para el futuro ni siquiera a corto plazo. 

- ¿Un pacto escolar entre quienes? 
 Un pacto no sólo entre los principales partidos políticos, ni siquiera con todos los partidos políticos, sino convenciendo a la ciudadanía, a los agente. Ya no sirve, y menos en educación, las Leyes Orgánicas, ni los Boletines Oficiales ante los riesgos ciertos de que avancen los desafíos de la desescolarización de la sociedad. 
 
Conversación en Twitter: #LOMCE.
Otros posts con Ideas para la Educación, 100i4e.

2 comentarios:

  1. La autonomía de los centros, ¿en qué va a consistir? ¿En dejar cierta libertad para elegir el camino sin modificar el punto de destino? ¿En permitir que cada centro reparta como guste un pequeño porcentaje del tiempo lectivo, para que unos colegios dediquen una o dos horas más de las habituales a las enseñanzas artísticas y otros las destinen a las matemáticas? ¿O va a llegar tan lejos como para apostar por proyectos en los que se rompan, parcial o totalmente, la agrupación por edades, los horarios rígidos y la parcelación en asignaturas de los contenidos?

    La recuperación de las reválidas y la distribución temprana de los alumnos en distintos itinerarios educativos, a medida que van fracasando en el itinerario central, parece que proporcionan algunas pistas sobre lo que se entiende por autonomía: el requisito necesario para justificar la futura competición entre los centros, concentrando los recursos en los centros con alumnos más brillantes (los llamados centros de excelencia) y permitiendo que los demás se vacíen. Lo cual no significa que la situación actual sea buena y se tenga que mantener. Tampoco parece la mejor estrategia invertir enormes sumas de dinero para conseguir que todos y cada uno, quieran o no, puedan o no puedan, cumplan con los requisitos académicos que establece el propio sistema.

    http://www.otraspoliticas.com/educacion/eficiencia-y-rendicion-de-cuentas

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  2. ¡Gracias, Enrique, he leído tu reciente análisis de la LOMCE en tu blog!

    Allí indico que respondo en este blog a tu comentario, que te agradezco.

    Apuntas en un aspecto fundamental: cómo compaginar la necesaria autonomía personal de aprendizaje y organizativa de centros con algunos estándares de competencias mínimas que como sociedad conviene establecer a fin de garantizar una sociedad culta que sepa convivir generación tras generación.

    El delicado punto de equilibrio es el quid de tan crítica cuestión. Algunos pensamos que, asegurando una formación universal con evaluaciones rigurosas (y no sólo internas, pero menos aún solamente externas), las vías, las metodologías, han de ser múltiples y combinadas para acertar con las inmensas capacidades de tan diverso alumnado.

    Premisas, que no se dan con la LOMCE, es creer (y crear) un sistema comprehensivo donde queda todo el alumnado, adaptando itinerarios para atender un derecho que supere el de la mera escolarización y llegue al éxito escolar universal para cada ser humano.

    Muchos más matices, algunos de inmediata publicación en los próximos días, pueden leerse en estas entradas seleccionadas.

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