Secuencia final de la película "Las normas de la casa de la sidra", con guión premiado con un Óscar de John Irving, autor del libro "Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra".
Para que los huérfanos soñaran (¡vivan las personas nefelibatas del mundo!) con un futuro esplendoroso, el Dr. Wilbur Larch (Michael Caine) y luego su pupilo y sucesor el Dr. Homer Wells (Tobey Maguire), quien también fue un huérfano nunca adoptado, así despedían cada jornada tras la lectura de clásicos como David Copperfield: "Buenas noches, Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra".
Una película de valor educativo, aunque con un duro trasfondo ético. Lo mejor nos parece, aparte de la impecable realización, dirección, interpretación,... el mensaje de esperanza, infundiendo seguridad en el poder propio, de máximo "efecto Pigmalión", aún dirigidos a los menos afortunados huérfanos que no eran elegidos por las familias adoptantes y quedaban en un viejo hospicio donde, sin embargo, no les faltaba amor, educación y confianza para encontrar su destino en la vida.
Así se iban socializando y preparando para ser héroes y protagonistas de su porvenir, auténticos príncipes y reyes de su propia existencia, creyendo y creando lo que otros juzgarían imposible, esperando lo inesperado, motivándose para lograr lo inalcanzable. dotándose de una resiliencia que asegura la genuina felicidad.
Para que los huérfanos soñaran (¡vivan las personas nefelibatas del mundo!) con un futuro esplendoroso, el Dr. Wilbur Larch (Michael Caine) y luego su pupilo y sucesor el Dr. Homer Wells (Tobey Maguire), quien también fue un huérfano nunca adoptado, así despedían cada jornada tras la lectura de clásicos como David Copperfield: "Buenas noches, Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra".
Una película de valor educativo, aunque con un duro trasfondo ético. Lo mejor nos parece, aparte de la impecable realización, dirección, interpretación,... el mensaje de esperanza, infundiendo seguridad en el poder propio, de máximo "efecto Pigmalión", aún dirigidos a los menos afortunados huérfanos que no eran elegidos por las familias adoptantes y quedaban en un viejo hospicio donde, sin embargo, no les faltaba amor, educación y confianza para encontrar su destino en la vida.
Así se iban socializando y preparando para ser héroes y protagonistas de su porvenir, auténticos príncipes y reyes de su propia existencia, creyendo y creando lo que otros juzgarían imposible, esperando lo inesperado, motivándose para lograr lo inalcanzable. dotándose de una resiliencia que asegura la genuina felicidad.
En el instante 24" se escucha la frase, en inglés ( "Good night, you princes of Maine, you kings of New England ") y por el Dr. Larch (Michael Caine).
El título original de la novela en inglés era "The Cider House Rules", pero al traducirlo, no le gustaba a la editorial "Las normas de la casa de sidra". El mismo autor recomendó como título "Príncipes de Maine, Reyes de Nueva Inglaterra". Cuando salió la peli con el título original deben de haber lamentado el cambio.
ResponderEliminar¡Gracias, J. Williams, por el dato adicional que comentas y que yo desconocía!
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