El escándalo del Caso Volkswagen, el Dieselgate, es la gota que colma la tomadura de pelo a la ciudadanía. Nos toman por tontos, no solamente a la gente de a pie, sino a todas las instituciones encargadas de velar por la salud, la ecología, la calidad de vida,...
Algunos, en la cúpula de Volkswagen, decidieron trucar el software de la centralita del motor para permitirse falsear la normativa aún sabiendo que la cifra real de los cancerígenos óxidos de nitrógeno (NOx) era ¡40 veces! superior a la que detectarían los (ineficaces según se han demostrado) controles oficiales.
Encima, quienes falsean y envenenan son las pretendidas marcas Premium, este motor se monta en el Audi A3 y BMW aún sin trampear (al menos, no se ha confirmado) también supera en 11 veces los límites europeos. ¿Dónde quedan el descrédito a marcas modestas, tipo KIA y otras, acusándolas de baratas por no disponer de suficiente tecnología,... que ahora se comprueba que era para delinquir con una picaresca a escala planetaria?
La vergüenza y la penalización que merece VW no se limita a daños materiales o económicos de quienes saldrán penalizados por su engaño (inversores, compradores, productores,...), sino que alcanza al conjunto de los habitantes de muchos países que han contaminado durante años de un modo ya irreversible para quienes han sufrido estos óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2) sobre los que alerta la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Todo esto, aparte de poner en entredicho a los motores Diesel (por cierto tan frecuentes en nuestro entorno), muestra la cara más diabólica del imperante capitalismo feroz, hipócrita y asesino (los NOx matan o anticipan la muerte a millares de personas,... sólo en Londres se estiman en 9.500 anuales).
Notas adicionales: El tema contiene mucho trasfondo. Desde quienes desde la conspiratoria sospecha de intereses norteamericanos ante el gigante en ventas (por el el momento en el que se produce tras 6 años de ventas, Salón de Frankfurt, relevo en VW (para que progrese Matthias Müller, el candidato de Porsche preferido por EE.UU., por el modo con una ONG con unos universitarios,... hasta quienes como Greenpeacesiempre han denunciado "El lado oscuro de Volkswagen" (PDF).
Entre las propuestas más inteligentes que producirían múltiples efectos positivos están aquellas que promueven una restricción de potencia de los vehículos, ante la realidad de limitaciones de velocidad universales. Con 100 CV, o hasta 150 CV para automóviles grandes, bastaría. Todo el exceso de motorización sólo conduce al despilfarro y la contaminación. Ello mientras los automóviles híbridos o sólo eléctricos nos permitan respirar en las ciudades, donde se está concentrado los seres humanos.
No es solamente Volkswagen. Otro gigante como Toyota también admite finalmente que nos lleva engañando 30 años,...
NEWS: Daihatsu, the Japanese automaker owned by Toyota, has halted all domestic production after admitting it forged the results of safety tests for its vehicles for more than 30 years. https://t.co/vUWulO1uS9pic.twitter.com/McX806ss1K
Buen artículo que resume el problema de Volkswagen !! las soluciones no son muchas y las vias para reclamar menos. Desde luego las asociaciones de afectados son IMPORTANTISIMAS para llegar a buen cauce. Esperemos que este "caso" no sea pasajero porque los problemas y sobre todo la sensacion de "estafa" a propietarios y Estado en general no es pequeña. Seguiremos atentos.... Un saludo
Daihatsu, el fabricante de automóviles japonés propiedad de Toyota, ha detenido toda la producción nacional tras admitir que falsificó los resultados de las pruebas de seguridad de sus vehículos durante más de 30 años.
Buen artículo que resume el problema de Volkswagen !! las soluciones no son muchas y las vias para reclamar menos. Desde luego las asociaciones de afectados son IMPORTANTISIMAS para llegar a buen cauce. Esperemos que este "caso" no sea pasajero porque los problemas y sobre todo la sensacion de "estafa" a propietarios y Estado en general no es pequeña. Seguiremos atentos....
ResponderEliminarUn saludo
Daihatsu, el fabricante de automóviles japonés propiedad de Toyota, ha detenido toda la producción nacional tras admitir que falsificó los resultados de las pruebas de seguridad de sus vehículos durante más de 30 años.
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