No les importaba jugar contra una pared con una canasta en el centro (¡ojalá reabriesen el cercado frontón para su acceso en los tiempos de recreo!), para demostrar una gran maestría en este deporte que -aún extendido entre la nobleza y el clero por toda Europa hace no demasiadas décadas y que cuenta con precedentes en muy distintas civilizaciones desde el Imperio Romano- ahora sólo se ha mantenido en esta zona del planeta.
La afición gitana a la pelota mano viene de lejos, habiendo con pelotaris profesionales como Patxi Ruiz, de etnia gitana. Puede que en fútbol se vea, como en la imagen, camisetas del Barcelona (algo coyuntural ;-), pero pocas culturas como la gitana (o la vasca, que a veces coinciden) para mantener lo tradicional.
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