En democracia los papeles de la ciudadanía se resumen en tres: voto, pancarta y prensa. En este país, los menos jóvenes conocimos una dilatada época en la que no pudimos votar, ni manifestarnos, ni disfrutar de medios de comunicación libres. Hoy hemos de ganar otra paz: la de Irak. La papeleta de voto quedó cautiva hasta la próxima consulta electoral. Nos queda el cartelón en las movilizaciones masivas, y nuestra presencia pacifista en las radios, las televisiones y los periódicos no sumisos, donde debe resonar nuestra exigencia de paz.
Frustraremos esta guerra sin derecho, macro-terrorismo puro a escala mundial de los dirigentes vendidos al odio y al interés. Gritemos que no queremos una guerra breve, sino una larga paz, porque jamás hubo guerra buena o mala paz. El único medio de vencer en una guerra es evitarla. Reclamemos nuestro botín de paz: la vida de tantos inocentes iraquíes. "Nuestras vidas empiezan a terminar el día que nos callemos antes las cosas que importan", dijo Luther King y McLuhan señaló que “La televisión rompió el confort del cuarto de estar con la brutalidad de la guerra. El fin de la guerra de Vietnam se decidió en los cuartos de estar, no en los campos de batalla”.
¡Activismo de pancarta y selección de prensa pacifista ahora,… e inteligencia de voto el 25 de mayo!
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