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Lemas electorales

Las cúpulas de los partidos eligen letárgicos temas de campaña

Un lema electoral es algo muy seleccionado, aunque no valga para casi nada. Es fácil definir lo que NO debe ser un lema electoral: No debe ser una promesa, porque luego podría comprobarse que se ha incumplido. Tampoco debe ser demasiado esperanzador, porque la realidad podría pasar factura. Finalmente nunca debe ser excluyente para no perder electorado potencial. Resultado: Emblemas modernistas de “pájaros y flores” que valen para cualquier partido en cualquier ocasión.

Si se disponen las consignas apartadas de los logotipos, nadie sabría a qué partido corresponden. Quién podría adivinar qué ideario político se defiende con divisas recientes como “Sois necesarios” o “Por las personas. Por ti. Vota XX”. Podría descartarse algún partido ultraconservador tras el eslogan de “Un alcalde para todos y todas”, cuya buena intención de equilibrio no sexista queda en entredicho por la brevedad impuesta, dado que lo aconsejable hubiese sido “Un alcalde o una alcaldesa para todas y todos”. Pero es obvio que no se derrochan imaginación, precisión, ni diferenciación en las proclamas, por no mencionar los programas detallados que no leen sino los redactores adversarios para incluir, superar y sobrepasar las ofertas contrarias.

En la inminente campaña que se avecina, y que adelantan implacablemente los partidos (excepto en Euskadi donde los montaraces partidos nacionalistas son los únicos que cumplen escrupulosamente el calendario electoral), se han avanzado algunos de los lemas, tan hueros como habitualmente como presunto signo de vaciedad ideológica. Pero no puede negarse el acierto en estas anodinas señas electorales,… si dejamos volar nuestra creatividad y leemos descuidadamente alguna letra de estas gemas electorales.

El PP elige el tema “Justos, vamos a más”, que proclama una verdad como un templo: Los que no llegamos a final de mes, crecemos junto con el PP. El PSOE prefiere “Merecemos una Espada mejor”, que insinúa que nos espera más estaca y más estafa a gran escala. IU adopta el “Vamos a recuperar tu alusión, palabra”, que promete una mayor presencia de que se remunere la ilusión. Acaso sean estas malévolas versiones únicamente “mensajes subliminales” no previstos por los programadores publicistas. Nostálgicos quedamos evocando aquel ecológico “¡Haced la Tierra fértil de nuevo! Hemos de proteger a la Tierra de la Humanidad", que podría parafrasearse con “Protejamos a la sociedad de los politicastros”.

¿Por qué toda la inagotable inventiva del marketing comercial, se desvanece ante el reto de simple lema político que condense una opción ideológica y social? Sólo cabe explicar semejante dislate porque el objetivo último no es conquistar el alma del votante, sino aburrirle hasta la saciedad para que siga acudiendo a las urnas con su papeleta elegida precariamente entre partido y partido (de fútbol), tras arduos debates (de frívolas estupideces) y siga dejando durante cuatro años más la política en manos de gobernante groseros que no se someten al Parlamento, y ni siquiera a la Prensa en plena época electoral. Añorada educación cívica, ¿dónde estás?

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