Las filas de inmigrantes ante los centros de la Seguridad Social son un penoso panorama de nuestro tiempo. El respeto y la consideración que todos merecemos, nos obliga a ser especialmente cuidadosos con los más desamparados.
Ayer mismo por la tarde,
en una desapacible jornada lluviosa,
viendo la interminable y ordenada cola,
donde se apiñaban los inmigrantes
para regularizar su situación,
con niños de corta edad
en brazos de sus madres,
pensé que ante nuestros ojos
estaba el Tercer Mundo más notorio,…
Pero no lo representaban ellos, ¡sino nosotros!,
que aún no hemos sido capaces
de idear un sistema justo, educado y lógico
para tratar a cualquier persona
con la dignidad inherente y propia
de los seres humanos todos.
Mikel Agirregabiria Agirre. Getxo
http://mikel.agirregabiria.net
Artículo ilustrado en: http://mikel.agirregabiria.net/2005/colas.htm
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