El mal llamado “día sin coches” es un paradigma de la hipocresía.
La Unión Europea ha celebrado el “día sin coches”. Un total de 25 Estados con más de 220 millones de automóviles particulares, lo que supone un coche por cada dos ciudadanos. Este porcentaje sigue creciendo imparablemente, con un incremento del 38% desde 1990 hasta 2004.
Los “días sin coches” pretenden concienciar, animar a fórmulas alternativas y anunciar el fin de la entrada masiva de coches particulares en los núcleos urbanos. Pero esto no se consigue simplemente cerrando calles, colapsando aún más las entradas a las ciudades. Así sólo se generan “días sin puntualidad, sin buen humor, y sin vergüenza por parte de los poderes públicos que no hacen lo que deben hacer, limitándose a dar buenos consejos acompañados de malos ejemplos, mientras viajan en coche oficial con conductor”.
Nadie desea aburrirse diariamente en caravanas, ni conducir solo en un coche durante demasiadas horas de la vida. Si se hace es porque no existe transporte público de calidad, ni infraestructuras para ciclistas, ni interés político en desviar el exorbitante dinero del cemento para supercircunvalaciones hacia la subvención o gratuidad plena de un transporte público más extendido, frecuente y cómodo.
Versión final en: mikel.agirregabiria.net/2006/sincalles.htm
Totalmente de acuerdo, amigo Mikel...
ResponderEliminarYo voy en bici a casi todas partes en mi ciudad y no soporto este tipo de idiotas actos que únicamente sirven para crispar... Los cambios deben empezar por nuestros propios compromisos personales y diarios.
Debe fomentarse más del transporte público, por ejemplo bajando los precios.
ResponderEliminarDeben crearse más carriles bici, que apenas existen.
Cerrar al tráfico particular más calles del centro de las ciudades.
Leído en "Diario de Noticias" de Pamplona, el 24 de septiembre de 2006.
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