El sistema de retribución en los cargos públicos ha creado una artificial "clase política", con multitud de efectos negativos para una democracia real. En primer lugar, se aspira a ejercer la política por razones espurias como el enriquecimiento personal y los privilegios derivados de ocupar un puesto que debiera ser de servicio a la comunidad. En segundo lugar, y sin agotar los males inducidos, los partidos se financian (para crear aparatos y liberados que resultan obstaculizantes de la democracia interna) con un porcentaje que detraen de sus políticos con sueldos superiores a lo que se merecen.
Para regenerar la política y cribar a quienes se dedican a ello por motivos crematísticos, el salario justo de quienes ocupen cargos de designación debiera ser exactamente el promedio que mantuvieron en los años previos fuera de la política. Se haría un cálculo de lo ganado (¡y declarado ante el fisco!) en los últimos cinco o diez años anteriores a la toma de posesión, corregido el IPC, y sólo esa sería su retribución durante su período político, como los liberados sindicales. En el caso de personas muy ricas, se limitaría a un tope algo superior al de los funcionarios del máximo nivel de la administración en cuestión. A quienes trabajaban por cuenta ajena les seguiría pagando su empresa de origen, a la que se le compensaría para contratar una sustitución.
La política debe ser una vocación de servicio, y no un camino de lucro personal de quienes no encuentran otra vía. Así nadie olvidaría la clase social de la que procede y a la que debiera volver pasada una etapa coyuntural en la política. Con este sistema se evitaría la anomalía social de personas que sólo se han dedicado a la política en toda su vida adulta, dado que cobrarían el equivalente a alguna beca previa.... Nuestros parlamentos se llenarían de abogados, profesores, electricistas, obreros, parados,... y no de una élite que reniega de su pasado, sabiendo que el paso por la política les eleva a una categoría superior de por vida con ventajas incluso durante su jubilación.
Para regenerar la política y cribar a quienes se dedican a ello por motivos crematísticos, el salario justo de quienes ocupen cargos de designación debiera ser exactamente el promedio que mantuvieron en los años previos fuera de la política. Se haría un cálculo de lo ganado (¡y declarado ante el fisco!) en los últimos cinco o diez años anteriores a la toma de posesión, corregido el IPC, y sólo esa sería su retribución durante su período político, como los liberados sindicales. En el caso de personas muy ricas, se limitaría a un tope algo superior al de los funcionarios del máximo nivel de la administración en cuestión. A quienes trabajaban por cuenta ajena les seguiría pagando su empresa de origen, a la que se le compensaría para contratar una sustitución.
La política debe ser una vocación de servicio, y no un camino de lucro personal de quienes no encuentran otra vía. Así nadie olvidaría la clase social de la que procede y a la que debiera volver pasada una etapa coyuntural en la política. Con este sistema se evitaría la anomalía social de personas que sólo se han dedicado a la política en toda su vida adulta, dado que cobrarían el equivalente a alguna beca previa.... Nuestros parlamentos se llenarían de abogados, profesores, electricistas, obreros, parados,... y no de una élite que reniega de su pasado, sabiendo que el paso por la política les eleva a una categoría superior de por vida con ventajas incluso durante su jubilación.
Quizá todo esto no deje de ser otra receta políRica, como la de políticos sin privilegios, pero ahí queda.
[Escrito de un tirón, y se nota, en la madrugada de hoy, entre las 5:00 y las 6:00]
Um texto com algumas verdades e que faz levantar a questão de que os politicos entram para ganhar dinheiro e posição e não para o serviço público.
ResponderEliminarMuitos começam por entrar nas lutas partidárias sem formação nem capacidade de governar nem conhecimento dos principais problemas do país.
Quando instalados só se preocupam com eles e os amigos. A nação fica de fora. Agarram-se como lapas ao poder e tudo fazem para se manter.
WWW.INFOCONTINENTAL.COM
ResponderEliminarCreo que si la gente se decide a leer blogs como este puede que la sociedad vaya cambiando poco a poco. Es la esperanza que tenemos todos los autores a la hora de escribir un articulo.
Por cierto, buen post!
¡Totalmente de acuerdo!
ResponderEliminarA la política se debería acceder por la "erótica del poder", no por la "erótica económica" o por la "simple erótica".
A los políticos españoles:¡dejad de jodernos!
ResponderEliminar“¡Indignaos!”, de Stéphane Hessel [libro en Destino]
ResponderEliminarhttp://www.culturamas.es/blog/2011/04/07/%C2%A1indignaos-de-stephane-hessel-destino/
Publicado en "Cartas al Director" del Diario de Noticias de Navarra, el jueves 14 de abril de 2011.
ResponderEliminarPublicado en "Cartas al Director" del Diario DEIA, el jueves 14 de abril de 2011.
ResponderEliminarPublicado en "Cartas al Director" del Diario Noticias de Gipuzkoa, el 15 de abril de 2011.
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