Se muestra, tomada la foto a cierta distancia para no incomodar a nuestras dos protagonistas, cómo dos vecinas de aceras opuestas concluyen la limpieza de su respectiva casa fregando la parte de acera que está al frente de su domicilio.
Un magnífico ejemplo de entender perfectamente qué es lo público, algo común que hemos de cuidar entre todos. Con naturalidad, estas dos amas de casa nos ofrecen toda una lección de civismo.
Y un contraejemplo, también en foto de lo compartido mal comprendido: Un coche de alquiler conducido por una elegante madre británica (con dos hijos menores) que aparca en medio de dos plazas en un aparcamiento atestado de coches en un McDonald's. Y, tras la comida, tan ancha se despide moviendo su coche como si mereciese en doble de espacio que el resto de los mortales.
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