El Síndrome de Simón, una variante del Síndrome de Peter Pan – del cual ya hablamos- se refiere a hombres (menos frecuente en mujeres) de 25 a 40 años aproximadamente, solteros o separados que pasan por solteros; extremadamente individualistas, inmaduros sentimentalmente – ya que solo quieren divertirse y jugar como un donjuán- que salen y entran.
En realidad, no busca una mujer, sino que se busca a sí mismo.
Un Síndrome SIMON, a menudo en su infancia, ha sido un Síndrome Emperador (véase el post anterior sobre niños caprichosos y hasta autoritarios con sus padres). Está obsesionado con el éxito –quiere triunfar, alcanzar una cota profesional lo más alta posible y es capaz de sacrificarlo casi todo y a casi todos por esta subida de peldaños en su trabajo. Y, por último, es un gran narcisista que se mira continuamente en el espejo.
A estas alturas, todas las lectoras ya se estarán diciendo ¡qué casualidad, creo que conozco a Simón yo también! ¿cómo puede ser?
Los “SIMON” es un acrónimo con cinco patrones de conducta.
Soltero. Para muchos la soltería es algo que a medida que pasa el tiempo, se revaloriza con lo cual comienza a tomar un valor erróneo de libertad y se quiere mantener a toda costa, cuando realmente es más libre aquella persona que tiene la capacidad de comprometerse. Perder la soltería por un amor fuerte, sólido, atrayente, sugestivo, indica vida, fuerza y capacidad de arriesgarse. Pero un SIMON demuestra incluso con pánico al compromiso.
Inmaduro. Los sentimientos son estados de ánimo positivos o negativos, de los cuales nace la afectividad. Uno de los principales sentimientos es el amor, con todo sus matices: amar, desear, querer, sentirse atraído, tener en la cabeza, necesitar, estar todo el día pensando en alguien,…
Tener madurez sentimental significa ser capaz de dar y recibir amor, la posibilidad de descubrir a otra persona a la que darse por entero y elaborar un proyecto común.
Para enamorarse hay que tener admiración y sentir una fuerte atracción por el otro, no entender tu vida sin esa persona como parte fundamental de tu proyecto vital.
Sin embargo, en el Síndrome de Simón nos encontramos con una persona que puede tener una adecuada madurez profesional ya que ama su trabajo pero carece de madurez afectiva porque: no sabe expresar sentimientos, ni que el amor es un trabajo de labrárselo diariamente, desconoce que los sentimientos hay que tratarlos con delicadeza, porque si no se pueden volatilizar. El inmaduro no sabe dar ni recibir amor pero, especialmente, no sabe cómo mantenerlo.
Y, debajo de todo ello, subyace el terror al compromiso con otra persona.
Materialista. La sociedad actual ha ido fabricando cada vez más hombres inmaduros –pero no mujeres–, viven centrados en sus trabajos, sus amigos, diversiones, algo de cultura y poco más. La mujer busca un amor, al contrario,verdadero, auténtico, pero se ha producido en los últimos años un aumento de la inmadurez sentimental en el hombre, divertida, juguetona, banal,… Busca el mejor coche, el mejor móvil,... y lo mismo en sus parejas temporales.
Materialista. La sociedad actual ha ido fabricando cada vez más hombres inmaduros –pero no mujeres–, viven centrados en sus trabajos, sus amigos, diversiones, algo de cultura y poco más. La mujer busca un amor, al contrario,verdadero, auténtico, pero se ha producido en los últimos años un aumento de la inmadurez sentimental en el hombre, divertida, juguetona, banal,… Busca el mejor coche, el mejor móvil,... y lo mismo en sus parejas temporales.
Obsesionado con el poder, el éxito. Su prioridad consiste en encontrar una posición económica adecuada. Y sacrificarlo todo por ello.
Hay otro factor escondido tras esto, que es el culto al cuerpo. Es algo que provoca en muchos casos una cierta dismorfofobia.
En este caso, sin embargo, el hecho de gozar de un cierto nivel económico hace que estos “defectos corporales”- reales o percibidos- pasen de forma habitual por intervenciones quirúrgicas, muchas de las cuales son innecesarias.
Narcisista. El narciso es una planta exótica que crece en la cercanía de los lagos y se inclina como si se mirara en el espejo que el agua ofrece. Plotino habló del mito del narciso: cuidar tanto la fachada, la portada o la apariencia lleva a producir una idolatría de lo exterior
El mito griego dice que Narciso era un joven tan bello que se ahogó intentando capturar su propio reflejo, y los dioses lo convirtieron en flor. Del mismo modo, los hombres que padecen el Síndrome de Simón tienen una autoestima tan grande que asfixian a cualquier persona de su entorno.
Les encanta que los adulen, escucharse a sí mismos y ser el centro de atención. Necesitan dar siempre una buena impresión y por ello el culto al cuerpo es una de sus prioridades; para tener un mayor reconocimiento por parte de su entorno Tienen un gran complejo de superioridad que los hacen arrogantes con los demás.
Si empieza a desencantarse de encontrar a un hombre que no sea un Simon, no tema; aún nos faltan un par de preguntas.
¿Un Simón nace o se hace?
Las causas suelen ser debidas a que en su infancia nunca fueron corregidos por sus padre sino que, por el contrario, fueron mimados. Pero toda esta fachada lo que nos demuestra es un hombre , en el interior, indefenso ante los sentimientos que no comprende y que se busca a sí mismo sin llegar a encontrarse, porque le faltan herramientas.
¿Hay mujeres que puedan tener el Síndrome de Simón? En principio, no es frecuente. Eso sí, cada vez más parece ser que por cada Simón aparece una Síndrome de Laura (Liberada, Autonóma, Universitaria, que Racionaliza el Amor -POST SIGUIENTE-). Pero, visto todo lo anterior, ser una Laura no es tan divertido como ser un Simón, aunque emocionalmente mucho más sano.
¿Hay mujeres que puedan tener el Síndrome de Simón? En principio, no es frecuente. Eso sí, cada vez más parece ser que por cada Simón aparece una Síndrome de Laura (Liberada, Autonóma, Universitaria, que Racionaliza el Amor -POST SIGUIENTE-). Pero, visto todo lo anterior, ser una Laura no es tan divertido como ser un Simón, aunque emocionalmente mucho más sano.
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