El Síndrome de Wendy hace referencia a la historia de Peter Pan, donde Wendy representa aquella niña que cuida de los niños perdidos de nunca jamás, pero permanece a la sombra de Peter, quien es el real protagonista. De la misma forma, aquellos que sufren este síndrome manifiestan la constante necesidad de satisfacer a otro (usualmente los hijos o a la pareja) debido a su miedo al rechazo o abandono.
Estas personas buscan a través de acciones, actitudes y conductas la aceptación y el apoyo del otro. El origen frecuentemente proviene de que la persona en su niñez se sintió excluida y desprotegida, por lo que en la edad adulta lo compensa con la protección hacia los demás. Esta conducta o Síndrome de Wendy se debe al miedo al rechazo y al abandono y, por razones culturales, es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Las características más comunes de quien padece este síndrome son:
- El individuo se siente imprescindible para los demás.
- Entiende el amor como sacrificio.
- Puede resignarse al sufrimiento o bien manifestarlo llorando.
- Evita a toda costa que quienes la rodean se molesten.
- Insiste en hacer las tareas y asumir las responsabilidades que no le corresponden.
- Pide perdón por todo aquello que no ha hecho o que no ha sabido hacer
- Termina por asumir el papel de padre o madre de su pareja.
- Se auto-recimina por todo aquello que no ha podido o no ha sabido hacer.
- Se deprime por falta de atención y depende de la aceptación social.
Se manifiesta en Amas de casa, Padres que hacen los deberes y trabajos de su prole (generando o alimentando el Síndrome del Emperador en niños tiranos) para hacerles la vida fácil,... Intentan que su pareja o allegados sean felices continuamente.
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