Primer y único debate televisivo, #ElDebateETB, moderado por Xabier G. Ramsdem llegó anoche y se prolongó hasta más allá de la medianoche con un análisis posterior con cuatro comunicadores. El debate a seis de dos horas se dividió en cinco bloques temáticos y con la pandemia de la covid-19 y las salidas a la crisis sanitaria, económica y social sobrevolando en todo momento, aunque también abordaron algunos clásicos como el autogobierno y el nuevo estatus.
Fue un casi todos contra Iñigo Urkullu (la socia Idoia Mendía se abstuvo, tanto para atacar como para defender su gestión como co-gobernante), tanto por ser el Lehendakari desde hace ocho años y candidato a la reelección por EAJ-PNV. También hubo neutralidad bilateral entre Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) y Maddalen Iriarte (EH Bildu). Por otro lado, José Ramón Becerra (Equo-Berdeak) se dedicó al enfoque ecológico, lo que no le daba claves para otras cuestiones como el autogobierno, y el outsider Carlos Iturgaiz (PP+Cs) fue a dar el espectáculo con pseudo-crispación importada, eliminando todo resto de aquella moderación de Alfonso Alonso.
Un debate con estilo vasco sin crispación ni descalificaciones (al menos 5 de los 6) propio de la nueva realidad vasca (sin ETA, víctimas o presos) hablando de realidades pasadas y presentes, pero echando en falta propuestas de futuro, más tiempo para la igualdad, la demografía, la ciencia y la investigación, y sobre todo ideas para una educación que nos asegure el porvenir.
Demasiada autocomplacencia, pero de todas las candidaturas. Conformismo, no solamente de quienes han gobernado, sino incluso de quienes parece que se conforman con seguir en la oposición sin perder demasiados escaños. Nadie arriesgó, ni siquiera quienes van perdiendo en todas las encuestas. El objetivo parecía no empeorar las expectativas, ya fuesen altas o bajas.
Con un debate tan plano, podría aventurarse que pocos votantes habrán alterado su idea previa, de votar o no, o de votar diferente a lo que pensaban antes. También faltó, extraño porque fue general, un llamamiento especial para acudir a las urnas, a pesar de la pandemia que puede generar un incremento de la abstención (algo siempre indeseable).
Inconsciente o conscientemente todos dieron por hecho que Urkullu será el próximo Lehendakari. Urkullu, como lo ha hecho durante la campaña, volvió a asegurar que "no habrá recortes" y se comprometió a "garantizar los servicios públicos", recordando que en los últimos siete presupuestos vascos más de siete de cada diez euros se han dedicado a sanidad, educación y servicios sociales. A este respecto, recordó a Gorrotxategi que en Euskadi la media de gasto sanitario es de 1.700 euros por habitante frente a los 1.300€ en el Estado.
Nos gustó que Urkullu destacase que Euskadi cuenta con programas municipales para el envejecimiento activo que sirva a las personas que están en residencias como las que viven en viviendas. La RGI también salió a colación y Urkullu subrayó que es un derecho subjetivo que permite el acceso a cualquier ciudadano. Si el tripartito de izquierdas Elkarrekin Podemos-Bildu-PSE tenía hasta ayer alguna oportunidad, el debate lo enterró por completo. Los apelados a esa terna, especialmente Bildu y PSE se encargaron de echarla por tierra con sus choques continuos durante el debate.
Fue un casi todos contra Iñigo Urkullu (la socia Idoia Mendía se abstuvo, tanto para atacar como para defender su gestión como co-gobernante), tanto por ser el Lehendakari desde hace ocho años y candidato a la reelección por EAJ-PNV. También hubo neutralidad bilateral entre Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) y Maddalen Iriarte (EH Bildu). Por otro lado, José Ramón Becerra (Equo-Berdeak) se dedicó al enfoque ecológico, lo que no le daba claves para otras cuestiones como el autogobierno, y el outsider Carlos Iturgaiz (PP+Cs) fue a dar el espectáculo con pseudo-crispación importada, eliminando todo resto de aquella moderación de Alfonso Alonso.
Un debate con estilo vasco sin crispación ni descalificaciones (al menos 5 de los 6) propio de la nueva realidad vasca (sin ETA, víctimas o presos) hablando de realidades pasadas y presentes, pero echando en falta propuestas de futuro, más tiempo para la igualdad, la demografía, la ciencia y la investigación, y sobre todo ideas para una educación que nos asegure el porvenir.
Demasiada autocomplacencia, pero de todas las candidaturas. Conformismo, no solamente de quienes han gobernado, sino incluso de quienes parece que se conforman con seguir en la oposición sin perder demasiados escaños. Nadie arriesgó, ni siquiera quienes van perdiendo en todas las encuestas. El objetivo parecía no empeorar las expectativas, ya fuesen altas o bajas.
Con un debate tan plano, podría aventurarse que pocos votantes habrán alterado su idea previa, de votar o no, o de votar diferente a lo que pensaban antes. También faltó, extraño porque fue general, un llamamiento especial para acudir a las urnas, a pesar de la pandemia que puede generar un incremento de la abstención (algo siempre indeseable).
Inconsciente o conscientemente todos dieron por hecho que Urkullu será el próximo Lehendakari. Urkullu, como lo ha hecho durante la campaña, volvió a asegurar que "no habrá recortes" y se comprometió a "garantizar los servicios públicos", recordando que en los últimos siete presupuestos vascos más de siete de cada diez euros se han dedicado a sanidad, educación y servicios sociales. A este respecto, recordó a Gorrotxategi que en Euskadi la media de gasto sanitario es de 1.700 euros por habitante frente a los 1.300€ en el Estado.
Nos gustó que Urkullu destacase que Euskadi cuenta con programas municipales para el envejecimiento activo que sirva a las personas que están en residencias como las que viven en viviendas. La RGI también salió a colación y Urkullu subrayó que es un derecho subjetivo que permite el acceso a cualquier ciudadano. Si el tripartito de izquierdas Elkarrekin Podemos-Bildu-PSE tenía hasta ayer alguna oportunidad, el debate lo enterró por completo. Los apelados a esa terna, especialmente Bildu y PSE se encargaron de echarla por tierra con sus choques continuos durante el debate.
Resumen #eldebateETB : Casi todos contra @iurkullu lo que es un reconocimiento de su liderazgo y exquisito tacto entre ambos #socios del @Gob_eus pic.twitter.com/FmRgdcPmap— ⚡Mikel Agirregabiria💡 Prodesse et delectare (@agirregabiria) July 7, 2020
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