Bilbao es otra historia. ♥️ pic.twitter.com/TUU7Ym0Zs5
— Cristian Sánchez (@cristiansete_23) October 15, 2021
Quienes nacimos en Bilbao conocemos, de sobra, el apelativo cariñoso con que se conoce desde antiguo a nuestra Villa, centro del mapamundi: el “Bocho” (o Botxo). Algunos añaden el diminutivo hipocorístico para acentuar el carácter familiar de la voz, llamándolo “bochito” (botxito). Es ésta una denominación que ha tenido un gran éxito a lo largo del tiempo, y que, aunque hoy parezca haber caído algo en desuso por los miembros de las nuevas generaciones, sigue gozando de una gran expansión entre los naturales de Bilbao.
Denota que Bilbao está rodeada de colinas, en un botxo, u hondonada o el agujero del juego de canicas, mostrando lo pequeña y grande que es esta metrópoli que es el Gran Bilbao, incluyendo a municipios como Barakaldo, Getxo,... que reúnen más de la mitad de la población de la Comunidad Autónoma Vasca.
Un buen indicador del uso actual de un término es su penetración en Internet. Google, conocido buscador, ofrece más de mil páginas web donde el término “bocho” o su variante “bochito” aparecen vinculados a la villa de Bilbao (en un 70% de las veces, por cierto, con la grafía euskérica “botxo” o incluso “botxito”. Por tratarse de un término tradicional, es lógico buscar su origen, o al menos el comienzo de su uso, en la época en la que se forja de manera más singular la identidad tradicional de la villa bilbaina: el final del siglo XIX y los comienzos del XX.
El 26 de marzo de 1891, Miguel de Unamuno había publicado un artículo llamado “Sartas sin cuerda” en el periódico El Nervión, en el que describía, con tintes costumbristas, una mañana por las calles de Bilbao. En una de sus páginas describe el entorno del Arenal y La Naja como “El mejor pedazo de cielo de que gozamos desde el bocho, el puente más ancho, la estación, tras los pelados árboles, las arboladuras peladas de los buques y allí delante, la fila de hermosos castaños y el tilo”.
Unamuno fue también quien más hizo por popularizar este vocablo. Uno de sus artículos más importantes, que da nombre a la recopilación de sus escritos de tema bilbaino publicada en la colección El Cofre del Bilbaino en 1965, es precisamente “Mi bochito”, escrito en Salamanca en julio de 1900, para conmemorar el 600 aniversario de la fundación de la villa. En este artículo se dice, aclarando el significado del título: “Por si este libro cae en manos de quienes no sean de Bilbao, ni conozcan sus cosas y sus dichos, he de decir que bocho significa en bilbaino un hoyo hecho en el suelo, como el que se hace para jugar a las canicas”.
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