Esta crisis va más allá del terreno de los partidos, que siempre podrán tomar sus decisiones para movilizarse en un sentido u otro (mejor ante sedes propias para evitar el enfrentamiento): Esto nos apela como demócratas, obligándonos a activar nuestra más alta inteligencia y no las más bajas pasiones.
En democracia todas las opciones políticas son válidas, menos las que esparcen mensajes de odio o son directamente negacionistas (del cambio climático, de la violencia machista o de la historia de dictadura u organizaciones terroristas,…). Hay mucha buena gente en todas las plurales y diversas formaciones políticas.
Analizando el caso. Es una situación extraña, inaudita pero quizá algo menos en una figura como Pedro Sánchez, cuya audacia -entre temeridad y coraje- le distingue de la mayoría de la clase política. En nuestra modesta opinión, es legítima su duda y su consulta que nos hace a la ciudadanía.
En nuestra democracia el presidente de gobierno es un ciudadano más, que puede verse inmerso en vacilaciones en circunstancias extremos. Esto no sería válido en un monarca, porque se supone que cree que su designación fue por nacimiento. Pedro Sánchez ha sido elegido democráticamente por las urnas y está sometido a enormes presiones de poderes visibles o fácticos (… como sucedió con Suárez).
Antes de señalar qué votaré con uno más del público, interpelado por este comodín, he de exponer que no soy enteramente neutral. Pero no por ideología o partidismo, porque existen profundas diferencias, sino por algo que es clave y más esencial en esta coyuntura: Ambos estamos casados con sendas bilbaínas, después de muchos años de matrimonio y con descendencia en común.
Desde esa perspectiva conjunta, y sabiendo a ciencia cierta el peso de una esposa de Bilbao, quiero dar mi consejo: ¡Sigue, Pedro! O mejor aún: "¡Seguid, Pedro y Begoña, Begoña y Pedro!"
En todo caso, es cierto que se ciernen sospechas gravísimas y dudas más que razonables que deben ser dirimidas en los próximos meses. En este momento histórico, hay que dilucidar la calidad de nuestra democracia. No se trata de las burdas acusaciones de un "falso sindicato" (qué vergüenza para los genuinos sindicatos) lo que hay que resolver. Hay que saber dónde vivimos y si el sistema nos respalda. Y eso hay que construirlo día a día, y en este lapso tenemos una cita con la historia.
Tras la “modélica transición de 1978”, jurídicamente está demostrada la existencia de algunos militares golpistas, algunos policías patrióticos y algunos partidos corruptos. Todos condenados a escala nacional e internacional. Ahora está en juego si es verdad que en España podemos contar con una división real de poderes, con un sistema judicial y un periodismo a la altura de nuestro tiempo y lugar.
Es hora de retratarse. La indiferencia es culpable. Persisten clamorosos silencios. Muchas personas no queremos aceptar esas constantes afirmaciones que nos retrotraerían al pasado más oscuro, cuando se comenta que "se venden más periodistas que periódicos", o que los árbitros o jueces están comprados (y vendidos). Despejemos las dudas de lawfare en nuestra realidad, a pesar de soportar un sistema judicial que incumple la primera norma de ser renovado después de largos años,…
¿Qué opinan ustedes? Es nuestro deber ciudadano manifestarnos para asegurar que crearemos un futuro plenamente democrático, sin riesgos de involución.
Carta a la ciudadanía. pic.twitter.com/c2nFxTXQTK
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 24, 2024
— Silvia Intxaurrondo (@SIntxaurrondo) April 27, 2024
Está clara su posición, ¿cuál es su predicción sobre lo que hará el Presidente el lunes? Gracias
ResponderEliminarComo ya he expuesto en el post, mi recomendación y deseo es que Pedro Sánchez comunique el lunes 29 de abril que prosigue como Presidente del Gobierno Español.
ResponderEliminarPero si tuviera que hacer un pronóstico, me temo que apostaría por la opción de que comunicará que dimite u otra forma de no continuar.
¡Ojalá me equivoque! Lo digo de veras. Lo sentiría mucho.
La respuesta en menos de 48 horas,…