Mejor dadnos una sólida mediocridad que aspira a perfeccionarse antes que una quebradiza excelencia percibida.
Si ya la vida resulta de una inexplicable inestabilidad, quien aspire a una existencia perfecta está condenado a vivir sólo breves episodios de placidez. Por eso, a quienes peinamos canas la felicidad nos asusta un poco, por lo que puede significar de preludio de sombras. La perfección es algo, a un tiempo, deseado y temido.
El gran pensador que fue Napoleón, manifestó que “si la perfección no fuese quimérica, no tendría tanto éxito”. La perfección total no es de este mundo. La perfección no existe; comprenderlo constituye un triunfo de la inteligencia humana; ambicionar su posesión representa la más peligrosa de las locuras. La perfección subsiste, en todo caso, sólo en la mente humana. El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables. “La perfección llevada al exceso muere de plétora”, sentenció Shakespeare.
La búsqueda de la perfección absoluta detendría el progreso. El único tipo de perfección asequible y duradera consiste en eliminar todo lo superfluo. Quienes con perspicacia reconocen la limitación de sus facultades, están muy cerca de llegar a la auténtica y genuina perfección. La perfección es una continuada, pulida y recordada colección de… errores. Más aún, muchos creen como señaló Witold Gombrowicz, que “la belleza es la (leve) imperfección”. Ojalá que nuestro innato anhelo de perfección sea motivo de sonrisa, y que la búsqueda con buen humor se vuelva el motivo perfecto.
Versión para imprimir en: mikel.agirregabiria.net/2007/perfecto.DOC
4 comments:
Perfección técnica absoluta
Joule
Mikel dice:
“La búsqueda de la perfección absoluta detendría el progreso”
Todo depende de como se definen la “perfección absoluta” y el “progreso”.
La “perfección absoluta”, como “la verdad absoluta”, para un religioso seria aplicar integralmente los preceptos del fundador de su religión. De la misma manera que para un “revolucionario” la “perfección absoluta” consistiría en construir “una sociedad perfecta”. Que es “una sociedad perfecta” no es nada fácil de definir.
En cambio cuando se trata de “perfecciones absolutas técnicas” la cosa difiere debido a que somos nosotros los que definimos esa perfección, en función de nuestros conocimientos en un momento dado, y sin recurrir a ninguna metafísica.
Así si decimos queremos fabricar una bombilla que funcione durante mil horas, que consuma 100 watios y que tenga una luminosidad de c candelas si lo conseguimos hemos llegado a “la perfección absoluta técnica” y “progresado” técnicamente.
Si añadimos a nuestra “perfección técnica” que además no tenga ninguna perdida calorífica es seguro que nunca lo llegaremos a conseguir por sencillos problemas físicos.
Por lo demás apruebo “absolutamente” lo que dice Mikel.
Publicado este artículo en el Diario de Noticias de Navarra, el martes 7-8-2007.
Publicado en DEIA el domingo 2-9-2007.
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