Es tiempo de releer Los orígenes del totalitarismo (The Origins of Totalitarianism) de Hannah Arendt, publicado en 1951 (aunque con revisiones posteriores). Incluye advertencias que siguen vigentes 70 años después. La estructura de la obra contiene tres grandes partes — Antisemitismo, Imperialismo y Totalitarismo.
1. Antisemitismo. Arendt analiza el antisemitismo moderno, diferenciándolo del prejuicio religioso tradicional. Lo sitúa en el contexto del declive del Estado-nación en el siglo XIX, cuando las minorías judías, previamente protegidas por ciertos marcos legales, se convirtieron en chivos expiatorios útiles para la agitación política y social.
2. Imperialismo. Explora el colonialismo europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, que introdujo prácticas de dominación absoluta sobre pueblos colonizados. Según Arendt, este imperialismo erosionó las nociones de ciudadanía, fomentó ideologías racistas y preparó las condiciones para los regímenes totalitarios.
3. Totalitarismo. Define el totalitarismo como una forma de gobierno radicalmente nueva y diferente de la tiranía clásica. Sus características esenciales son: Uso sistemático del terror como instrumento político. Ideologías cerradas y absolutas (ej. nazismo, estalinismo). Aislamiento y atomización de los individuos, rompiendo lazos sociales. Control total de la vida pública y privada. Eliminación del concepto de verdad objetiva, reemplazado por propaganda masiva.
Arendt subraya que el totalitarismo no es solo una dictadura más, sino una maquinaria ideológica y administrativa que busca remodelar la realidad y la naturaleza humana misma.
Una vez más repasamos la biografía de Hannah Arendt (ver en otros posts). Johanna “Hannah” Arendt, nació el 14 de octubre de 1906, Linden (cerca de Hannover), Imperio Alemán. Falleció el 4 de diciembre de 1975, Nueva York, EE. UU. Alemana de nacimiento; apátrida durante 18 años; luego estadounidense. Nació en el seno de una familia judía laica y culta. Su padre, ingeniero, murió cuando Hannah tenía 7 años. Se crió en Königsberg (hoy Kaliningrado), ciudad vinculada a la tradición kantiana. Desde joven mostró gran capacidad intelectual y espíritu independiente.
Hannah Arendt estudió filosofía, teología y filología clásica en las universidades de Marburgo, Friburgo y Heidelberg. Fue alumna de Martin Heidegger, con quien mantuvo una relación personal e intelectual compleja. Se doctoró en 1929 en Heidelberg bajo la dirección de Karl Jaspers con una tesis sobre el concepto de amor en San Agustín.
Con la llegada al poder del nazismo en 1933, fue detenida brevemente por la Gestapo por su labor en defensa de organizaciones sionistas. Huyó a Francia, donde trabajó ayudando a jóvenes judíos a emigrar a Palestina. Tras la invasión alemana, fue internada en el campo de Gurs, pero logró escapar. En 1941 se exilió definitivamente en Estados Unidos junto con su segundo marido, Heinrich Blücher. Se convirtió en una influyente intelectual pública, colaborando en revistas como Partisan Review y enseñando en universidades como Princeton, Chicago y The New School for Social Research.
Entre sus principales obras destacan: Los orígenes del totalitarismo (1951) – análisis histórico-político pionero. La condición humana (The Human Condition, 1958) – reflexión sobre la actividad política y la vita activa. Sobre la revolución (On Revolution, 1963) – comparación entre la Revolución Americana y la Francesa. Eichmann en Jerusalén (1963) – crónica del juicio a Adolf Eichmann y desarrollo del concepto “banalidad del mal” (ver en este post previo). Entre el pasado y el futuro (1961) – ensayos sobre teoría política.
Su obra combina filosofía, teoría política e historia. Rechazó el papel de “filósofa” y prefería verse como “teórica política”. Introdujo ideas como la banalidad del mal y la importancia del espacio público como ámbito de libertad. Fue crítica tanto del totalitarismo de derechas (nazismo) como del de izquierdas (estalinismo). En los últimos años siguió enseñando y escribiendo hasta su muerte súbita por un ataque al corazón en 1975, a los 69 años. Su pensamiento sigue influyendo en estudios sobre autoritarismo, derechos humanos y filosofía política contemporánea.
“The ideal subject of totalitarian rule is not the convinced Nazi or the convinced Communist, but people for whom the distinction between fact and fiction and the distinction between true and false no longer exist.”
— The Intellectualist (@highbrow_nobrow) August 10, 2025
― Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism pic.twitter.com/aYkUzP3EPB