Mostrando entradas con la etiqueta wearable. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta wearable. Mostrar todas las entradas

Análisis del Apple Watch Series 9


Llevamos más de dos meses usando un Apple Watch Series 9 y ha llegado el momento de analizar sus puntos fuertes y sus aspectos mejorables. Antes de pasar a la evaluación, he de reconocer que siempre me han apasionado los relojes, inteligentes o... los de antes. Veníamos de dos Amazfit crecientes (Stratos y GTS 2), y éramos adictos a su PAI (Personal Activity Intelligence o Inteligencia de Actividad Personal.

Pero el universo Apple es muy tentador, ante todo por su inigualable integración entre sus distintos productos, y siendo usuarios del iPhone y del iPad, era un paso que habría que dar. Así pues, repasemos los principales aspectos que nos han sorprendido favorablemente (aunque eran esperables):
  1. La facilidad de establecer o responder llamadas desde el Apple Watch Series 9, aunque sea sin tarjeta adicional como es el caso.  Ha sido comprobar cuán numerosas son las ocasiones en las que es más fácil telefonear o recibir llamadas con el doble toque aún estando el iPhone en otro cuarto, o fuera de la piscina,....
  2. La comodidad de pagar con el Apple Watch, mediante Apple Pay, sin sacar el iPhone del bolsillo. Si ya antes habíamos olvidado tener que buscar la tarjeta de crédito, ahora podemos olvidar el móvil.
  3. El uso intensivo de Siri (incluso en local) desde el reloj por la accesibilidad misma de todo wearable, gracias a la potencia del chip S9 SiP con procesador de doble núcleo de 64 bits y Neural Engine de 4 núcleos de Apple.
  4. El genial sistema del widget de actividad de tres círculos concéntricos (Moverse, Ejercicio y Pararse), que cuesta unos días entender pero que resulta desafiante para mantener una actividad saludable todo los días.
  5. Destaca la luminosidad de su pantalla Retina OLED LTPO, incluso bajo el sol más intenso, que puede estar siempre activa, con hasta 2.000 nits de brillo máximo. 
  6. Son numerosas las medidas de parámetros de salud como las constantes vitales del sueño en prevención de apneas, medida de oxígeno en sangre,...
  7. El cúmulo de opciones nativas internas y APPs que permiten supervisar la salud. Por ejemplo, el lavado de manos de 20 segundos que detecta y recomienda per se el Apple Watch o aplicaciones externas como WaterMinder para beber suficiente agua cotidianamente.
  8. La inmediatez de su conexión al iPhone, como ya habíamos supuesto al ser un Apple. El entendimiento es total y nos permite localizar el iPhone con un pitido y marcando la distancia de separación.
  9. Múltiples trucos más como el botón de emergencia con llamada automática si detecta una caída, recibir emails sin nuestro iPhone a través de otros iPhones ajenos, controlar nuestros iPhones o iPads cercanos, duplicación de la pantalla (como en la imagen lateral),...
Entre lo mejorable, y era también algo predecible, señalaríamos los siguientes apartados:
  1. El precio es elevado, comparado con otros smartwatches. En nuestro caso, comprado en España en noviembre de 2023 en aluminio con caja de 45 mm con su correa de goma - silicona costó unos 450€.
  2. La necesidad de recarga todos los días, y que dicho proceso lleva su tiempo (casi una hora cuando está casi totalmente descargado). No llega a ser una molestia con una cierta rutina, pero confiaba en que la autonomía fuese algo mejor.
  3. Esperábamos una mejor detección automática del tipo de ejercicio (andar, nadar,...), sin necesidad de tener que especificarlo en el reloj. Era algo que hacía perfectamente nuestro previo Amazfit GTS 2 (con la cuarta parte de precio).
Algunas imágenes. Seguiremos informando.

Descubriendo el algoritmo PAI contra el sedentarismo

Descubriendo el algoritmo PAI  contra el sedentarismo
Nuestro fiel reloj Amazfit Stratos no superó el largo veraneo y en plena piscina su esfera se apagó. De urgencia y desde Alicante, acudimos a Amazon para un envío urgente de un Amazfit GTS 2. Pero la unidad no funcionaba bien en su conexión con el iPhone. Lo devolvimos y en una comparativa vimos que el Amazfit GTS 3, no estaba aún disponible en Amazon. 

Sí lo estaba en la propia tienda de Amazfit, MediaMarkt, FNAC,... o El Corte Inglés online con entrega en Getxo en menos de DOS HORAS (y seguimiento con Paack del vehículo desde que salió de la tienda en Bilbao hasta llegara a casa, con dos entregas intermedias). Se pueden ver retazos del proceso de geoposicionamiento en los vídeos siguientes o en imágenes,... 
Desde la breve experiencia del modelo anterior, aunque no medía bien nada, descubrimos el PAI (Personal Activity Intelligence o Inteligencia de Actividad Personal). Este acrónimo es una métrica fácil de entender para el seguimiento de la actividad física y un instrumento contra la vida sedentaria. es un algoritmo que mide toda la actividad física que hace que la frecuencia cardíaca aumente por encima de cierto nivel. 
Descubriendo el algoritmo PAI  contra el sedentarismo
A esta cifra, el PAI que oscila entre 0 y  125, le podemos llamar Lázaro, o Levántate y anda. Porque así nos lo recuerda el reloj inteligente cuando detecta que llevamos sentados demasiado tiempo (nunca más de media hora sentados, dice la ciencia). La mayoría de gente entiende que el ejercicio es bueno, pero es difícil mantenerse motivado y la gamificación puede ser una herramienta muy útil para ello. 

El propósito de PAI es que un número sencillo nos dé un valor fácil de entender de la actividad física y con él saber la cantidad de ejercicio que hemos realizado y sí es suficiente para mantener un ritmo de vida saludable.
El algoritmo de PAI se basa en los datos recogidos en el Estudio de Salud HUNT que se realizó durante un período de 25 años y que involucró a más de 45.000 participantes. A lo largo de los años, los datos se han validado en poblaciones de varios países, incluyendo a más de 56.000 hombres y mujeres de EE.UU. al que se les hizo un seguimiento de hasta 30 años. La puntuación total del PAI se recalcula cada 7 días, y se ha demostrado científicamente que mantener una puntuación PAI de 100 o más proporciona los máximos beneficios para la salud. 

Un valor de 100 en PAI se asoció con una reducción del 21% del riesgo de muerte temprana y del 30% del riesgo de muerte cardiovascular, en comparación con la inactividad. La investigación demostró que mantener más de 100 PAI puede añadir de 5 a 10 años a tu vida y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta en un 25%. 
Descubriendo el algoritmo PAI  contra el sedentarismo
PAI es mucho más útil que contar los pasos o decir que hay que hacer 30 minutos de ejercicio al día Eso significa que todos debemos intentar alcanzar un PAI de 100, pero que cada persona necesita hacer ejercicio con una intensidad diferente para alcanzarlos. De hecho, a medida que uno se pone más en forma, también se hace más difícil lograr 100 PAI. Esto es útil porque tiene la ventaja de mantener el desafío y la motivación para todos los niveles. También hay que señalar, que alcanzar un PAI de 50 también está muy bien, ya que se estima que estarás disfrutando de un 60% de los beneficios.

PAI Health está poniendo su tecnología patentada a disposición de otras marcas de dispositivos portátiles y plataformas de salud, lo que permite que PAI esté potencialmente disponible para millones de usuarios desde 2018. 
Amazfit GTS 3: Descubriendo el algoritmo PAI  contra el sedentarismo
El algoritmo PAI fue desarrollado por Huami, empresa líder en wearables, para luego integrarse inicialmente en Amazfit Band 5, y también en Xiaomi Mi Band 5. Se desarrolla en base a los datos biométricos registrados y adquiridos en los últimos 7 días. Se obtiene una puntuación, calculada en función de la edad, el sexo, la frecuencia cardíaca máxima y en reposo y la respuesta corporal a los ejercicios. 

Varios estudios indican que un valor de PAI de 100 o más indica un menor riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2. Incluso puede ser una piedra angular en la realización de un seguro de vida

Inteligencia artificial mejorando la atención médica

Inteligencia artificial mejorando la atención médica
Siete formas en que la inteligencia artificial está mejorando la atención médica. Las tecnologías emergentes tienen el potencial de remodelar completamente la industria de la salud y la forma en que las personas manejan su salud. De hecho, la innovación tecnológica en el cuidado de la salud y el uso de inteligencia artificial (AI, Artificial Intelligence) podrían brindar una atención más conveniente y personalizada para los pacientes. También podría crear un valor sustancialmente mayor para la industria en su conjunto, hasta $ 410 mil millones por año para 2025. 

Este gráfico de RYAH MedTech explora las formas en que la tecnología, y más específicamente la AI, está transformando la atención médica. ¿Cómo está alterando la tecnología la experiencia del paciente? La innovación tecnológica está surgiendo en una amplia gama de aplicaciones médicas. Debido a esto, la AI tiene el potencial de afectar cada paso del viaje de un paciente, desde la detección temprana hasta la rehabilitación e incluso las citas de seguimiento.

Cómo se espera que la AI lo transforme por estas siete vías: 

1. Prevención. Los wearables y las aplicaciones rastrean grandes cantidades de datos personales, por lo que en el futuro, la AI podría usar esa información para hacer recomendaciones de salud para los pacientes. Por ejemplo, la IA podría rastrear los niveles de glucosa de los pacientes con diabetes para brindar consejos de salud personalizados y en tiempo real.

2. Detección temprana. Los dispositivos como relojes inteligentes, biosensores y rastreadores de actividad física pueden monitorear cosas como la frecuencia cardíaca y los patrones respiratorios. Debido a esto, las aplicaciones de salud podrían notificar a los usuarios sobre cualquier anomalía antes de que las condiciones se vuelvan críticas.

Los wearables también podrían tener un gran impacto en la prevención de caídas entre las personas mayores. Las pulseras de acelerómetro y los cinturones inteligentes con inteligencia artificial podrían detectar señales de advertencia tempranas, como baja fuerza de agarre, niveles de hidratación y masa muscular.

3. Visitas al médico. Una variedad de dispositivos inteligentes tienen el potencial de brindar apoyo a los trabajadores de la salud. Por ejemplo, la tecnología de voz podría ayudar a transcribir datos clínicos, lo que significaría menos trabajo administrativo para los trabajadores de la salud, dándoles más tiempo para concentrarse en la atención al paciente. Se espera que los asistentes virtuales despeguen en la próxima década. De hecho, se proyecta que el mercado de asistentes virtuales de atención médica alcance los USD $ 2.8 mil millones para 2027, a una tasa compuesta anual del 27% . 

4. Resultados de la prueba. Tradicionalmente, los resultados de las pruebas se analizan manualmente, pero la IA tiene el potencial de automatizar este proceso mediante el reconocimiento de patrones. Esto tendría un impacto significativo en las pruebas de infección.

5. Cirugía / Visitas al hospital. Las investigaciones indican que el uso de la robótica en cirugía puede salvar vidas. De hecho, un estudio encontró que las cirugías renales asistidas por robot experimentaron un aumento del 52% en la tasa de éxito. La robótica también puede ayudar a los trabajadores de la salud con tareas repetitivas, como reponer suministros, desinfectar las habitaciones de los pacientes y transportar equipos médicos, lo que les da a los trabajadores de la salud más tiempo con sus pacientes.

6. Rehabilitación. Las aplicaciones personalizadas tienen un gran potencial de gestión de la atención. En el nivel del paciente, las aplicaciones habilitadas para AI podrían adaptarse específicamente a las personas para realizar un seguimiento del progreso o ajustar los planes de tratamiento en función de los comentarios de los pacientes en tiempo real. A nivel industrial, los datos generados por los usuarios pueden tener el potencial de reducir los costos de investigación y desarrollo y mejorar la precisión de los ensayos clínicos.

7. Seguimiento y supervisión remota. Las aplicaciones de enfermería virtual pueden ayudar a los pacientes a ser responsables al monitorear constantemente su propio progreso. Esto empodera a los pacientes al poner el control en sus propias manos. Este cambio de poder ya está ocurriendo; por ejemplo, una encuesta reciente de Deloitte encontró que más de un tercio de los encuestados están dispuestos a usar diagnósticos en el hogar y más de la mitad se sienten cómodos diciéndole a su médico cuando no están de acuerdo con ellos.

Inteligencia artificial mejorando la atención médica

Xiaomi Mi Band 1s

Xiaomi Mi Band 1s 
Siempre nos ha gustado la primera Xiaomi Mi Band (ver posts anteriores), de hecho hemos comprado y regalado unas cuantas (alguna muy recientemente). La novedad de la Xiaomi Mi Band 1s reside, únicamente, en el sensor y medidor de ritmo cardíaco (ver en la imagen superior el visor en la zona de contacto con la piel). Comprada por 25€ en Igogo, porque en Amazon está mucho más cara por el momento, ha tardado 10 días en llegarnos. Otro site de compra puede ser GeekBuying.

Todas las ventajas de la anterior Xiaomi Mi Band, destacamos ligera, para llevar siempre (nadando,...), registro de sueño, alarma silenciosa, batería de larga duración (aunque sospechamos que un poco menos autonomía, sólo semanas y no más de un mes,...) y el mayor inconveniente habitual: se pierde por soltarse de la pulsera con relativa facilidad (así hemos extraviado más de una).

Xiaomi Mi Band 1s  es de fácil instalación, software en español (al menos con Android), enlazable con Fit,... Ya veremos el uso que le damos al sensor cardíaco. Para medir el ritmo de pulsaciones, se solicita desde el móvil y pide unos segundos presionando el wearable contra la piel con la muñeca a la altura del corazón. 

A falta de más pruebas las mediciones no parecen muy fiables (ver imagen anexa),... oscilando en apenas unos instantes entre mediciones de 61 a 169 pulsaciones por minuto (todo medido sentado ante el ordenador,... y sólo modificando la posición del sensor en la muñeca derecha -en la izquierda llevamos, no siempre, el LG G Watch).

Antes de recomendar o no esta pulsera Xiaomi Mi Band 1s, por su ínfimo coste y sus prestaciones adicionales (si las hubiera en esta versión 1s), la usaremos de continuo y en las siguientes semanas volveremos a actualizar este post.

Xiaomi Mi Band, la pulsera (wearable) más barata del mercado

Hemos adquirido nuestro tercer wearable, una pulsera inteligente Xiaomi Mi Band, disponible por 21 € en Amazon (¿alguien compra algo fuera de este primer almacén mundial, sólo online?). Anteriormente hemos usado, largamente, una Fitbit Force (aunque previamente también probamos una Fitbit Flex) y un smartwatch LG G Watch.

Nos ha parecido esta Xiaomi Mi Band el modo perfecto de hacerse adicto a la medición de nuestros pasos, nuestros minutos de sueño (profundo o no), la alarma silenciosa perfecta (para despertarse o para recibir llamadas), con unas propiedades inmejorables (...hasta la fecha): barata, colorida (bandas intercambiables, algo que no encontramos para nuestra deteriorada Fitbit Force), con batería para un mes, ligera, resistente al agua,... y con un programa (sólo para Android) en castellano. Es cierto que viene sólo con instrucciones en chino, pero gracias a este desarrollo se puede configurar y descargar la APP en español.

Algunos reconocemos que somos, va en la esencia humana, muy curiosos con lo que podemos monitorizar, y como ya hemos contado en otras ocasiones ponernos esta pulsera nos impele de modo inmediato a hacer mucho más ejercicio de lo habitual.

A modo de conclusión, creemos que ya no nos desprenderemos de esta ligerísima y duradera Xiaomi Mi Band, jubilando la Fitbit Force (que por su mal aspecto ya sólo nos servía de despertador no molesto con la pareja). El LG G Watch también podremos usarlo, pero más ocasionalmente, sólo para no tener que estar mirando de continuo el smartphone.
Álbum con fotos, que irá creciendo.
Actualización: En respuesta a algunos comentarios, vía Twitter, esta pulsera también se encuentra en las alternativas chinas a Amazon, como en Banggood por 17,1€.

Educación 2015: Carta a los Reyes Magos

Esta noche mágica, esperando los Reyes Magos, es el momento de pensar en programar 2015, un año crucial. Para algunos serán 40 años dedicados profesionalmente a la educación, con docencia en la universidad y en centros pre-universitarios (simultáneamente), en el servicio militar, en la administración educativa, en la gestión museística y cultural, prevención de drogodependencias, en la formación empresarial, en la sociedad de la información, en la innovación educativa,...

La educación es un subsistema social complejo, intrincado, con agentes que se cuentan por millares (de alumnado, progenitores, profesorado, administración,...) y donde las decisiones en los múltiples niveles y ámbitos se adoptan a velocidades muy diferenciadas. La heterocronía (diversidad de ritmos) de un universo así genera tensiones, por la adopción más ágil del cambio en la sociedad (no digamos del mercado o las tecnologías) que en el binomio familias-escuelas, incluso porque muchas comunidades educativas innovan con mayor celeridad que la administración.

Es demasiado trascendente la educación para que nadie se desinterese de esta responsabilidad, porque el futuro colectivo se escribe en las aulas. Gran parte de la ciudadanía, especialmente cuando se convierten en madres o padres, reviven su experiencia discente,... de la que están alejados al menos una generación.

Lo deseable, lo exigible y lo alcanzable no es tan difícil de imaginar y establecer. Otra cuestión es ordenar y articular los mecanismos para asegurarlo en el alambicado entramado familiar-escolar-institucional. En síntesis, queremos una educación que garantice el éxito universal (no basta ya ofrecer un pupitre y aceptar un porcentaje de fracaso, que sería de la sociedad), logrando que cada niño y cada niña descubran sus talentos y su destino personal, familiar y profesional.

Ante semejante reto, es lógica una primera reacción de desbordamiento y de confianza en quienes son expertos en psico-pedagogía, organización escolar,... Pero conviene recobrar la lucidez y el sentido común y reclamar lo que juzguemos necesario para la mejor educación de nuestras generaciones más jóvenes.

Para cortar el nudo gordiano de esos profusos, confusos y difusos debates sobre currículos, metodologías, "reválidas",... de reformas de aquí y de allá,... para -más aún- cambiar realmente esa íntima relación docente-discente, ese aprendizaje significativo que sólo surge cuando hay una relación de aprecio mutuo,... bastaría con CAMBIAR LA EVALUACIÓN (entre otras sugerencias, como las del “Horizon Report 2014 K12″, ver en imagen anexa).
Sin entrar en detalles de rúbricas y otros sistemas epistemológicos, si toda la evaluación diagnóstica, de proceso o de resultado se hiciese en condiciones reales: Conectados a Internet y contando con el apoyo de nuestras "amistades" (reales, virtuales, familiares,...). Así es como en la actualidad convivimos y trabajamos, y aún será más cierto en el futuro para el que estamos educando a nuestra infancia y juventud.

Bastaría esta mutación en la evaluación (revolución es cambiar de pregunta, mientras que cambiar de respuesta es solamente evolución) para alterar los mecanismos escolares, dando el protagonismo al alumnado y a su aprendizaje, y de este modo se cambiaría el modo de ir adquiriendo competencias personales y grupales, cooperando y tejiendo una red de aprendizaje y relación (un PLE, entorno personal de aprendizaje).

Todo esto reabre temas polémicos. Como, por ejemplo, sigue siendo la incorporación y presencia en la educación de las tecnologías (las mal denominadas "nuevas tecnologías", aunque algunas -como la informática- llevan -al menos- 30 años en las escuelas). Sorprende que la digitalización que ha arrasado sectores, muy poderosos como el mundo de la información, apenas ha impactado en el sistema educativo.

Podemos afirmar que, hasta la fecha, no se ha producido una significativa digitalización de la escuela, sino que lo acontecido apenas ha sido una escolarización de lo digital (aceptándose la presencia de "aulas de informática" o de alguna "asignatura optativa" -dos horrendos y obsoletos modelos-). Ello habla y demuestra la fortaleza del entramado educativo (para bien, por rigor y prudencia, y para mal, por inercias).
Caben dudas e incertidumbres... todas, racionales y emocionales; pero tonterías, las justas. Quienes peinamos canas y calvas, ya hemos vivido en persona aquello de que el bolígrafo arruinará la caligrafía de las plumillas (de untar en tintero), o el rotring no debe sustituir al tiralíneas,... y desde entonces muchas más. El pensamiento ludita o neo-ludita no debe hacernos caer en la parálisis por el análisis interminable.

Nuestros hijos, literalmente desde la primera, vivieron con ordenadores desde su nacimiento,... y nuestros nietos, nacieron con el iPad (desde 2010). Cuando quienes nacieron en este siglo XXI se incorporen al mundo laboral, probablemente habrá acontecido -antes o en torno al 2030- el momento de la singularidad tecnológica (leer enlace). Los padres y madres actuales estuvieron digitalizados, desde su infancia y en su escolarización, y los alumnos y alumnas actuales están CONECTADOS casi permanentemente desde los 9-10 años.
2011 con su iPad (1, que nació un mes después de él)

Es tarea urgente, educar en el uso de los medios digitales, en sus grandes posibilidades y en sus riesgos ciertos, tan pronto como se acuerde en cada comunidad escolar. Resulta ridículo, a nuestro juicio, con una mínima perspectiva de futuro tratar de limitar (o impedir, incluso) el uso de los teléfonos inteligentes, y otros dispositivos unipersonales. Ello llevaría, a muy corto plazo, no ya sólo a la necesidad de retirar los smartphones, sino casi a tener que desvestirse antes de entrar en la escuela cuando la propia ropa incorpore vestibles (wearables) propios del Internet de las cosas (IoT).

Resulta patético ignorar y anular la potencia de los smartphones que el alumnado lleva en sus bolsillos (cada día a menor precio), que por su procesador y aplicaciones son centenares de veces más potentes que el famoso supercomputador Deep Blue de IBM que en 1997 derrotó a Kasparov, o más rápidos que los viejos netbooks (ya con 6-7 años), de cuyo costoso mantenimiento es mejor no hablar.

Queremos y necesitamos una escuela con todos los recursos, de papel y digitales, para asegurar la inclusión digital (y no abrir nuevas brechas entre alumnado conectado o no en su hogar), con todas las metodologías (sólo su suma y combinación es la mejor pedagogía) y con una alfabetización plena, que actualmente comprende varias lenguas naturales y varios metalenguajes (matemático, científico, tecnológico, digital, artístico,...).

La mejora de las competencias digitales del alumnado son una apremiante innovación a incorporar, en el escaso tiempo reglado curricular, a fin de permitir sin exclusiones al alumnado de familias desfavorecidas el aprendizaje ubicuo. La escolarización contemporánea no puede ser reducida a las 950-1.050 horas presenciales en la escuela, sino que se abre a nuevos espacios y condiscípulos en un aprendizaje inter-conectado de 8.760 horas anuales.

Este año nos corresponde a los distintos agentes anunciar y compartir nuestras decisiones. Las familias podrían sugerir que su gasto en papel (libros de texto no interactivos y no actualizables), así como las inversiones educativas en becas y gestión solidaria del pase a soportes digitales. Y reivindicar toda la información educativa inteligente y dinámica que les corresponde conocer en tiempo real (evaluaciones, información de orientación, conexión con tutorías y asociaciones, comedores, transporte,...).

Los centros, sus organizaciones, sus comunidades escolares y sus direcciones, deben aprestarse a realizar una profunda transición hacia la era digital (ver más detalles en otro post de dicho camino y de su posible financiación). Una nueva cultura colectiva de apertura espacio-temporal, de atención en otros horarios y calendarios, de perfeccionamiento digital de sus claustros y familias.

La administración debiera ser vanguardia que salvaguarde y promueva una innovación con garantía de resultados, al tiempo que minimiza errores y costes. En sumario, los poderes públicos debieran: Definir un marco general de coordinación; establecer las competencias educativas (incluidas las digitales) mínimas para alumnado, profesorado y equipos; establecer formación en red para sus agentes; promover centros avanzados que difundan buenas prácticas; garantizar la inclusión digital para alumnado becado en materiales escolares a fin de que se puedan proponer acciones de aprendizaje conjunto fuera del tiempo y espacio escolar; una conectividad universal y segura para aula expandida (en intramuros y extramuros del centro); un PLE personalizado para alumnado (según edad), familias, profesorado, dirección, inspección, servicios apoyo, administración,...; una plataforma integral para la extensión de la documentación personal interactiva y actualizada correspondiente a cada agente con seguridad y confidencialidad; y finalmente, dotando al ciberespacio con recursos de aprendizaje y de comunicación, en nuestras lenguas oficiales, de calidad y con aportación comunitaria que los priorice, dando visibilidad y jerarquía por prescriptores reconocidos de la comunidad escolar.

Confiamos que los Reyes Magos vuelvan a traernos oro, incienso y mirra, que además de hardware (dispositivos), software (APPs, aplicaciones) y conectividad (el "espíritu santo" en laico y prosaico) debieran ser conocimiento, bondad y convivencia. 

Para no perder los enlaces, si se lee en papel este post se puede usar el código QR adjunto para hipervincularlo en un dispositivo electrónico. Como bonus, una conferencia -repaso de 30 años- del brillante Nicholas Negroponte. No se pierdan su predicción final sobre las pastillas del conocimiento. 

Quince tecnologías que cambiarán nuestras vidas, #TcTrends


Un vídeo y una presentación del evento  #TcTrends organizado entre la agencia de social business Territorio Creativo y el Centro de Innovación de BBVA sobre Tendencias Tecnológicas Disruptivas (Robots, vehículos autónomos, realidad virtual,...). 

Hemos de repensar cómo reconducir la educación dado el impacto de la convergencia de todas estas tendencias sociales y tecnológicas en nuestras vidas a corto y medio plazo. Las quince tecnologías que se repasan, y que han sido objeto de atención en nuestro modesto blog, son: 1 Inteligencia Artificial y Singularidad (de obligatoria lectura la Singularidad Tecnológica);  2 Criptomonedas; 3 Computación Cuántica; 4 Wearables; 5 La Persona Aumentada; 6 Realidad Virtual y Entornos Virtualizados; 7 Hologramas; 8 Escaner e Impresión 3D; 9 Computación Cognitiva; 10 Deep Web; 11 Speech to Speech (traslation); 12 Telepatía (sí, ya existe y es WhatsApp); 13 Vehículos Autónomos y conectados; 14 Robots Aplicados a Logística (ver el vídeo inferior de la realidad actual de Amazon), y 15 Vida Eterna (muerte de la muerte).

FitBit anima a caminar

FitBit20140818
Con ayuda de la pulsera inteligente FitBit Force hemos podido recuperar la vieja afición por caminar, lo que requiere tiempo (y esto es más fácil en vacaciones). Hemos llegado a caminar hasta más de 30.000 pasos en un solo día, y casi 160.000 pasos en una semana (como prueba la imagen anexada), con paseos matutinos de más de dos horas (entre las 6:45 y las 9:30).
El estímulo de la monitorización con FitBit Force supone una ventaja que instantáneamente te empuja a ir mejorando en cada momento de la jornada. Llevar prácticamente en todo el día puesta la pulsera inteligente significa medir con precisión (siempre relativa) la actividad física, a fin de no descuidar nuestra salud por el sedentarismo demasiado habitual en nuestras vidas. Los beneficios de walking, caminar, son numerosos y se enuncian en la imagen siguiente (quemar calorías, accesible para casi todo el mundo, no requiere equipo ni instalaciones,..., y es gratuito -incluso ahorra dinero-al evitar transportes eludibles).
Untitled

Fitbit Force: Prueba a fondo de esta pulsera inteligente

A estas alturas del milenio, si no llevas una pulsera inteligente en la muñeca, no puedes presumir de friki (si ese fuera tu propósito). Estos dispositivos vestibles, wearables (y abrimos una categoría para ellos, tras las Google Glass,...) destacan las pulseras orientadas al fitness, que monitorizan nuestros pasos, escalones subidos, actividad intensa, calidad del sueño,... de modo automático, y que también -con más atención del usuario- pueden ir recopilando datos sobre las calorías ingeridas, agua bebida,...

La compañía Fitbit es líder (hasta que arrasen las de fabricantes como LG,...) en estos dispositivos orientados a la salud y a monitorizar toda la actividad física. Ya probamos, durante unas semanas, el modelo Fitbit Flex, y ahora -mientras esperamos nuestra LG G Watch, compartimos la experiencia de seis meses de uso y más de un millón de pasos con el modelo Fitbit Force, que se comercializa en Amazon (81€, aunque no lo trajeron de EE.UU. por un precio algo menor),... y nos permite cuantificar pasos, distancias, calorías, calidad del sueño, alturas, ... y un sin fin de datos relacionados con nuestro físico.

Se conecta vía Bluetooth con nuestro móvil, o con el ordenador -incluye un microUSB específico para ello. Nos ha convencido, por las razones que se exponen seguidamente, y somos entusiastas que nunca más irán por el mundo sin una pulsera inteligente.

Conclusiones:
  • Resultan eficaces por la (auto-) gamificación que inducen, siendo finalmente más generadoras de actividad física que un perro a quien sacar a pasear o un mero recordatorio pegado en el frigorífico. 
  • Hemos duplicado el tiempo de andar, pasando de pasear una media de 5.000 pasos diarios (lo habitual... en Estados Unidos, muy poco) a duplicar esa cifra casi todos los días, incluidos los del fin de semana.
  • Sorprendentemente, en nuestro caso, no hemos establecido "competiciones" con amistades en la red, porque el reto es más con uno mismo. 
  • En todo caso, desde las tres últimas semanas y acompañado de una dieta hipocalórica (una que nos facilitó nuestro gran médico de cabecera, Alejandro, y que podéis ver en esta imagen) está logrando una consideble reducción de peso.
  • Por su poco peso y discreta apariencia, no molesta llevarla en todo tiempo, incluso a la piscina, y esto lo dice alguien incapaz de llevar sobre la piel un reloj tradicional, alianza, cadena,... ni siquiera una tirita.
  • Basta una carga semanal, incluso dura más pero conviene establecer una rutina, y avisa con antelación de baja batería en caso de olvidarnos.
  • El único inconveniente que hemos apreciado ha sido una pequeña rotura en la sujeción de la pulsera Fitbit Force (ver foto), fruto de algún esfuerzo puntual. No es visible, pero abre un poco más de lo debido la separación entre la pantalla y la correa.
Algunas imágenes de las pulsera Fitbit
Actualización a 12-10-14: Fallo grave en la pulsera de la FitBit Force (fotos), tras apenas 9 meses de uso. ¿Dónde puede encontrarse estos brazaletes (Amazon,...)?

Fitbit Flex, dispositivo vestible

Hemos probado durante unos días el que ha sido nuestro primer dispositivo vestible, un Fitbit Flex. Se trata de una pulsera inalámbrica conectada por Bluetooth 4.0, que mide el movimiento de nuestra muñeca. A través de ello monitoriza nuestra actividad (pasos,...) despiertos y dormidos (tras comunicarle al gadget que pasamos al modo sueño con 5 golpecitos). 

Conclusiones:
  • Si quieres luchar contra el sedentarismo, compra antes un Fitbit Flex por 99€, y que no te regalen un perro. Vas a salir más a pasear, pero sin otras servidumbres (y, quizá, otras recompensas,... que no sabemos si son recíprocas para el chucho).
  • El Fitbit Flex es mínimamente molesto de portar (a diferencia de su rival Jawbone Up), y lo decimos desde una percepción muy sensible de alguien que repudia y renunció al reloj (y todos los dispositivos monofunción), cadenas, alianzas,...
  • Portable en toda circunstancia,impermeable y sumergible, y con una mínima información mediante LEDs, que indican grado de consecución de pasos diarios (hemos subido desde 5.000 pasos -foto informe semanal-  hasta 10.000 en pocos días por el reto de gamificación), modo sueño, grado de recarga,... 
  • El producto incluye dos correas, de distinto tamaño, ajustables a muy diferentes perímetros de muñecas, así como un cargador y un enlace Bluetooth 4.0 para un puerto USB de cualquier ordenador. Los colores básicos son negro o azul oscuro, si bien se pueden adquirir otras correas más vistosas como accesorios opcionales.
  • Funciona muy bien como despertador silencioso por vibración (sin despertar a la pareja), alarmas programables,...
  • Fácil de recargar cada semana (o diez días), aunque para ello haya que abrir su cierre, extraer el dispositivo de la correa e introducirlo en un cargador por USB. 
  • La aplicación, visible en smartphones o tablets es aceptable, y permite adicionar controles de peso, alimentación, bebida de agua,...
  • La opción de despertador en el mejor momento, controlando los períodos de sueño más o menos profundo (menor o mayor agitación), es otra posibilidad.
  • En síntesis, usar el Fitbit Flex ha resultado una experiencia divertida (algún ponente en el CICD lo presentaba como una novedad, foto), pero puede mejorar con altímetro (un paso hacia arriba consume más calorías que en horizontal) y ofreciendo más información directa, con menor tamaño y precio (por pedir que no quede).