Antonio María Claret: El evangelio como innovación educativa

Cada 24 de octubre, la Iglesia celebra la obra de San Antonio María Claret. Quienes elegimos para nuestros hijos un centro como Askartza Claret (posts, también sobre Claretenea) y convivimos con la tarea de directores como el inolvidable Josu Zabaleta, este es un día que festejamos con nuestros nietos allí escolarizados.

Antonio María Claret y Clará nació el 23 de diciembre de 1807 en Sallent, Barcelona, en el seno de una familia humilde de tejedores. Esta procedencia modesta marcaría profundamente su vocación educativa, orientada siempre hacia los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Su juventud transcurrió entre los telares familiares, donde aprendió el oficio textil, pero pronto sintió una llamada más profunda. Tras un breve período trabajando en la industria textil en Barcelona, ingresó en el seminario de Vic en 1829. Fue ordenado sacerdote en 1835, justo cuando España atravesaba uno de sus períodos más convulsos, con las guerras carlistas y la desamortización de bienes eclesiásticos.

Claret destacó inmediatamente por su capacidad oratoria y su incansable actividad misionera. Durante más de una década recorrió Cataluña predicando misiones populares, pero con una particularidad que lo diferenciaba: combinaba la evangelización con la educación práctica. No se conformaba con predicar; quería transformar la sociedad mediante el conocimiento.

En 1849 fundó la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, conocidos como Claretianos, una orden religiosa dedicada específicamente a la evangelización y la educación popular. Al año siguiente, fue nombrado Arzobispo de Santiago de Cuba, donde su labor educativa alcanzó dimensiones extraordinarias.

En Cuba, Claret fundó la Biblioteca Científica y Religiosa, creó numerosas escuelas, estableció cajas de ahorro para los más pobres y trabajó incansablemente por la abolición de la esclavitud. Su compromiso social era inseparable de su vocación educadora.

Regresó a España en 1857 como confesor de la reina Isabel II, cargo que ocupó hasta el destronamiento de la monarca en 1868. Falleció en el exilio francés, en Fontfroide, el 24 de octubre de 1870. Fue canonizado por Pío XII en 1950. 

Obra educativa y legado pedagógico: La contribución educativa de Claret fue monumental y multifacética. Fundó la Librería Religiosa de Barcelona, que se convirtió en una editorial comprometida con la divulgación del conocimiento. Esta editorial publicó más de doscientos títulos, desde catecismos hasta manuales de agricultura, pasando por textos de higiene y economía doméstica.

Claret fue un pionero en comprender el poder de la imprenta como herramienta de educación masiva. En una época donde el analfabetismo superaba el 75% en España, él apostó por publicaciones sencillas, económicas y accesibles para el pueblo llano. Su lema era claro: "Un mal libro puede perder un alma; un buen libro puede salvarla".

Estableció las Academias de San Miguel, centros de formación para jóvenes artesanos donde se combinaba la instrucción religiosa con la formación profesional. También creó la Hermandad del Santísimo e Inmaculado Corazón de María, que incluía programas educativos para mujeres, algo revolucionario para su época.

Antonio María Claret fue un escritor prolífico. Entre sus obras destacan:

Sus citas reflejan su pasión educadora:

- "La instrucción religiosa es como el sol que ilumina todo el edificio de la educación."

- "Un buen libro es como un buen amigo que nunca nos abandona y siempre nos aconseja lo mejor."

- "No basta con predicar; es necesario enseñar, formar, educar. La ignorancia es la madre de todos los males."

- "La caridad sin la instrucción es ciega; la instrucción sin caridad es estéril."

Antonio María Claret representa un modelo de educador integral que supo combinar fe, acción social y pedagogía práctica. Su legado perdura en las instituciones claretianas presentes en más de setenta países, todas ellas comprometidas con la educación de los más desfavorecidos. En la historia de la educación española, Claret ocupa un lugar privilegiado como pionero de la educación popular y defensor del acceso universal al conocimiento.

Tuits para aprender física a cualquier edad

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Edén: Historia real, horror genuino, así somos los humanos

Cuando el sueño utópico se transforma en pesadilla existencial, esa es la historia y la película "Edén". Ron Howard regresa con "Edén", un thriller histórico que nos transporta a las islas Galápagos en los años 30, donde un grupo de europeos intenta crear una sociedad utópica alejada de la civilización. Basada en hechos reales, la película se estrena como una de las propuestas más ambiciosas y perturbadoras del año, explorando la delgada línea entre el idealismo y la barbarie.

El equipo creativo: maestría detrás de cámaras. Ron Howard, el veterano cineasta responsable de películas tan diversas como "Una mente maravillosa" y "Apollo 13", se adentra aquí en territorio psicológico y claustrofóbico. Howard demuestra una vez más su versatilidad, abandonando la comodidad de las producciones hollywoodienses convencionales para sumergirse en una historia incómoda, visceral y profundamente humana.

El guión, escrito por Noah Pink, se inspira en los extraños sucesos conocidos como "El asunto de las Galápagos" o "La maldición de Floreana". Pink construye un relato que funciona simultáneamente como crónica histórica, thriller psicológico y meditación filosófica sobre la naturaleza humana. La narrativa avanza con la precisión de un reloj suizo, dosificando la tensión mientras los personajes se desmoronan bajo el peso de sus propias contradicciones.

Un reparto excepcional en estado salvaje:

Jude Law encarna al Dr. Friedrich Ritter, un filósofo alemán nietzscheano que huye a las Galápagos con su amante en busca de una vida auténtica. Law ofrece una de sus interpretaciones más matizadas, capturando la arrogancia intelectual y la fragilidad psicológica de un hombre que descubre que escapar de la civilización no significa escapar de uno mismo.

Vanessa Kirby interpreta a Dore Strauch, la compañera de Ritter, en una actuación que rezuma vulnerabilidad y resistencia a partes iguales. Kirby, siempre magnética en pantalla, construye un personaje complejo que evoluciona de idealista soñadora a superviviente curtida.

Ana de Armas asume el papel de la Baronesa Eloise von Wagner Bosquet, una austríaca excéntrica que llega a la isla proclamándose emperatriz de su propio reino tropical. De Armas brilla en este rol extravagante y manipulador, robando cada escena con una interpretación que oscila entre lo cómico y lo terrorífico.

Daniel Brühl completa el cuarteto principal como Heinz Wittmer, un alemán más pragmático que llega con su familia embarazada buscando una vida simple. Brühl aporta el contrapunto de cordura necesario en medio del caos psicológico.

La veracidad histórica: hechos más extraños que la ficción. Lo más fascinante de "Edén" es que los eventos más inverosímiles realmente ocurrieron. Entre 1929 y 1934, varios grupos de colonos europeos se establecieron en la isla Floreana (entonces Charles) en las Galápagos. Lo que comenzó como experimentos utópicos individuales derivó en conflictos territoriales, desapariciones misteriosas y muertes que nunca fueron completamente esclarecidas.

La película respeta en gran medida los hechos documentados: la relación sadomasoquista entre Ritter y Strauch, la llegada teatral de la autoproclamada baronesa con sus amantes, las tensiones por los escasos recursos, y las misteriosas desapariciones que culminaron con la muerte de Ritter por intoxicación alimentaria y el hallazgo de un cadáver momificado en otra isla. Howard y Pink toman libertades dramáticas, evidentemente, pero el núcleo histórico permanece intacto, lo que hace la experiencia aún más inquietante.

Sinopsis: cuando el paraíso se pudre. La película sigue cronológicamente la llegada de los colonos a Floreana. Primero, Ritter y Strauch, quienes se extraen sus propios dientes y adoptan una dieta cruda, convencidos de estar creando un nuevo modelo de existencia. La llegada de la familia Wittmer altera este frágil equilibrio, pero el verdadero caos comienza con la aparición de la Baronesa y su séquito.

Lo que sigue es una espiral descendente hacia la paranoia, la violencia y la muerte. Los ideales se desmoronan ante la realidad de la escasez, el aislamiento y las personalidades tóxicas. Howard filma la descomposición del sueño edénico con una belleza visual que contrasta brutalmente con la podredumbre moral de sus habitantes.

Valoración: una parábola sobre la condición humana. "Edén" es cine adulto e inteligente que confía en su audiencia. Howard no ofrece respuestas fáciles ni moraleja simplista. En cambio, presenta un espejo oscuro donde reconocemos nuestras propias contradicciones: el deseo de escapar conviviendo con la imposibilidad de huir de nosotros mismos.

Visualmente deslumbrante, con actuaciones soberbias y un guión que respeta la complejidad moral de sus personajes, "Edén (disponible en Prime) es una experiencia cinematográfica inquietante y memorable. No es una película para todos los públicos —su ritmo es deliberado y su contenido perturbador— pero para quienes aprecian el cine que desafía y provoca, es imprescindible.

La estupidez de la gente culta: Lecciones para la educación

La obra «La estupidez de la gente culta» recopila los artículos periodísticos que Chesterton escribió en el año 1912 para varias publicaciones, siendo este tomo el séptimo de una serie de recopilaciones de sus escritos de prensa.  El título en español, «La estupidez de la gente culta», da a entender un choque de ideas: no se trata de atacar la cultura en sí, sino de advertir los riesgos de lo que se considera “culto” o “educado” cuando pierde el sentido de lo humano, ético o práctico.

El contexto: 1912 es el año del hundimiento del Hundimiento del Titanic, del escándalo Marconi en el Parlamento británico, del setenta aniversario de la revista The Illustrated London News (para la que Chesterton escribía) y de la fundación de la compañía teatral   The Players’ Club por el autor. 

Los artículos abordan temas tan variados como la crítica de la moda intelectual de la época, la enseñanza, la política, el papel del periodismo, la religión, la educación de las masas, la “gente culta” que quizá presume de saber pero carece de juicio, y la necesidad de una sabiduría que no sea sólo académica. El tono es ágil, sardónico, divertido muchas veces, pero también serio cuando apunta a lo que considera una decadencia moral o cultural.

Por ejemplo, uno de los ejes es la idea de que la cultura o la educación no garantizan el sentido común, la virtud o el buen juicio. Que una “gente culta” sin raíces, sin humildad, sin conexión con lo real, puede caer en la estupidez —en la vulgaridad intelectual, en la arrogancia. Esa es la provocación del autor.

Otra línea es la defensa de lo cotidiano, de lo popular, de la sabiduría común frente al elitismo o al esnobismo. Chesterton recuerda que los “expertos” no deben convertirse en sacerdotes de la verdad sin cuestionamiento.

Este libro permite al lector adentrarse en la faceta periodística de Chesterton, menos conocida quizá que sus novelas, pero igualmente reveladora de su personalidad literaria: humor, paradoja, crítica social, ironía ética. Además, muestra cómo pensaba en aquel momento sobre cultura, educación, medios de comunicación y sociedad. Aun siendo textos de 1912, muchas de sus observaciones tienen vigencia para la educación, la prensa y la reflexión sobre el saber.

Siguen tres citas extraídas del autor que ilustran bien su pensamiento (y que sirven como complemento al volumen, disponible también en Google Books):

  • "Sin educación, estamos en un horrible y mortal peligro de tomar en serio a las personas educadas."
  • "El momento en que los hombres comienzan a preocuparse más por la educación que por la religión, comienzan a preocuparse más por la ambición que por la educación... La educación tiende a ser un reflector que se centra enteramente en sí mismo."
  • "La democracia significa gobierno por los no educados, mientras que la aristocracia significa gobierno por los mal educados."

  • Estas frases condensan la reflexión de Chesterton: no se trata de rechazar la educación ni la cultura, sino de advertir que hay formas de “ser culto” que pueden volverse vacías, arrogantes o desconectadas de lo humano. De qué sirve saber mucho si no se entiende lo humano: Es el mensaje de Chesterton contra la vanidad intelectual.

    G. K. Chesterton (Gilbert Keith Chesterton, véase en otros muchos posts) nació el 29 de mayo de 1874 en Londres y falleció el 14 de junio de 1936 en Beaconsfield, Buckinghamshire.  Fue un escritor muy prolífico: ensayista, novelista, crítico literario, periodista y apologista cristiano.  Su educación incluyó estudios artísticos en la Slade School y literatura en University College London

    Chesterton desarrolló un estilo distintivo, lleno de paradojas, humor, ironía inteligente y una defensa de lo que él consideraba “el sentido común” frente a modas intelectuales o filosofías de su tiempo.  Inicialmente se identificó con el anglicanismo, pero en 1922 se convirtió plenamente al catolicismo, lo cual marcó profundamente su obra posterior. 

    Entre sus obras más conocidas figuran la novela The Man Who Was Thursday (1908), la serie de relatos del sacerdote-detective Father Brown y los ensayos Orthodoxy (1908) y The Everlasting Man (1925). Su importancia literaria radica también en su capacidad para combinar lo cotidiano y lo filosófico, lo humorístico y lo serio, y para cuestionar la “sabiduría establecida” con una mirada fresca. Por todo ello, muchos lo han llamado “el príncipe de la paradoja”. 

    Rosa Parks y Joan Mulholland: 2 mujeres contra la segregación

    La "Traidora" a su Raza que Eligió la Justicia: Joan Trumpauer Mulholland

    En el panteón del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, resuenan nombres como Martin Luther King Jr., John Lewis y, por supuesto, Rosa Parks (posts anteriores). Sin embargo, el movimiento fue una sinfonía de miles de actos de valentía, muchos de ellos protagonizados por "soldados de a pie" menos conocidos, pero igualmente vitales. Entre ellos destaca una figura que rompió todos los moldes: Joan Trumpauer Mulholland, una joven blanca del sur que lo arriesgó todo —privilegio, familia y su propia vida— para luchar contra la supremacía blanca desde dentro.

    Su historia no es solo un apéndice del movimiento; es una lección fundamental sobre la conciencia, la educación moral y el verdadero significado de la alianza. Nacida en 1941 en Washington D.C. y criada en Arlington, Virginia, Joan Trumpauer creció inmersa en las contradicciones del Sur segregado. Era descendiente de propietarios de esclavos y fue educada en las normas sociales de la élite blanca sureña. Sin embargo, desde joven, notó la hipocresía flagrante entre los ideales de libertad de su país y la realidad opresiva que vivían sus conciudadanos negros.

    Su despertar activista comenzó en serio en la Universidad de Duke (Carolina del Norte). En 1960, participó en sus primeras "sentadas" (sit-ins) en los mostradores de comida exclusivos para blancos. La reacción no se hizo esperar: la administración de Duke la presionó para que cesara su activismo. Para la sociedad sureña de la época, su comportamiento no era solo inapropiado; era una traición a su raza.

    Ante la disyuntiva de elegir entre una educación de élite y su conciencia moral, Joan eligió su conciencia. Abandonó Duke y se unió al "Grupo de Acción No Violenta" (NAG) en Washington D.C., sumergiéndose de lleno en el movimiento.

    Su siguiente paso fue aún más radical. Se trasladó a Mississippi, considerado el bastión más violento y peligroso de la segregación, y se matriculó en el Tougaloo College, una universidad históricamente negra (HBCU). Fue la primera estudiante blanca en matricularse a tiempo completo, una decisión que la puso directamente en el punto de mira del Ku Klux Klan.

    El activismo de Mulholland no fue teórico. En 1961, se unió a los "Freedom Riders" (Viajeros de la Libertad), un grupo interracial que desafiaba la segregación en los autobuses interestatales. Fue arrestada en Jackson, Mississippi. Siguiendo la estrategia del movimiento de "Jail, No Bail" (Cárcel, No Fianza) para desbordar el sistema penitenciario, se negó a pagar la multa.

    Como castigo, Joan, junto con otros activistas, fue trasladada a la infame Penitenciaría Estatal de Mississippi, conocida como Parchman Farm. Fue confinada durante dos meses en la unidad de máxima seguridad, en el corredor de la muerte, soportando condiciones deplorables.

    Sin embargo, su momento más icónico llegaría en 1963, en la "sentada" de la cafetería Woolworth's en Jackson. La fotografía de ese día es una de las imágenes más famosas del movimiento. En ella se ve a Joan, sentada estoicamente en el mostrador junto a los activistas negros Anne Moody y John Salter (quien era de ascendencia nativa americana y blanca), mientras una turba blanca enfurecida los rodea. Los insultan, golpean y les vierten encima azúcar, mostaza y ceniza de cigarrillo. La compostura de Joan en medio de ese odio visceral se convirtió en un símbolo de resistencia no violenta.

    Mulholland también participó en la Marcha sobre Washington, en el Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNCC) y en la histórica marcha de Selma a Montgomery.

    La importancia de Joan Trumpauer Mulholland no radica en que fuera una líder estratégica, sino en el poder simbólico y moral de sus acciones. Al ser una mujer blanca, joven y sureña, su presencia desmantelaba la narrativa segregacionista de que la lucha por los derechos civiles era una agresión "externa" o exclusivamente negra. Ella demostró que la conciencia no tiene color.

    Aquí es donde su figura se entrelaza con la de Rosa Parks. Parks, con su acto de dignidad en el autobús de Montgomery en 1955, fue la "madre" que encendió la chispa del movimiento de masas. Mulholland representa a la siguiente generación —la generación de estudiantes— que recogió esa antorcha y la llevó al fuego.

    Aunque sus roles fueron diferentes, sus caminos se cruzaron. Mulholland conoció a Parks, estableciendo un vínculo físico entre las dos generaciones de la lucha. Parks representó la resistencia de los adultos establecidos en la comunidad; Mulholland representó la energía de la juventud dispuesta a ser encarcelada y agredida. Ambas mujeres, con una calma desafiante, se negaron a aceptar la injusticia de la segregación.

    En un blog dedicado a la educación y los derechos humanos, la vida de Joan Trumpauer Mulholland es una lección magistral. Nos enseña que la educación no consiste solo en absorber datos, sino en desarrollar un filtro moral que nos obligue a actuar, incluso cuando es inconveniente, peligroso o nos exige sacrificar nuestro privilegio. Mulholland eligió la celda de Parchman Farm en lugar de la comodidad de Duke, una elección que la sitúa como un pilar ético del siglo XX.

    Adiós a Roberto Martínez Celorrio, voz de Nagusiak Bizkaia

    Ayer,  21 de octubre de 2025, falleció en Bilbao  Roberto Martínez Celorrio, presidente de Nagusiak Bizkaia y uno de los rostros más queridos y respetados del movimiento asociativo de personas mayores en Euskadi. Tenía 77 años y fue  la voz serena y firme de las personas mayores en Bizkaia.  Nacido en Santander en 1948, Roberto desarrolló su vida profesional en Telefónica.

    Tras su prejubilación, dedicó su tiempo libre al asociacionismo de personas mayores. Entró en la directiva de Nagusiak Bizkaia como vicepresidente y, desde 2014 hasta 2021, ejerció como Presidente, liderando procesos de modernización, apertura y diálogo con las instituciones. 

    Tuve el honor de conocerle siendo, a propuesta suya, Secretario de Nagusiak Bizkaia desde 2019 hasta 2021. En el voluntariado se encuentran personas maravillosas, pero Roberto ha sido el caso más referencial de ejemplo que he descubierto. Lo distinguían su lealtad, bonhomía, empatía y una capacidad suprema de sumar voluntades.

    Durante su presidencia impulsó campañas para mejorar la accesibilidad y la participación de las personas mayores en la vida pública, manteniendo diálogo permanente con la Diputación Foral de Bizkaia y con el Ayuntamiento de Bilbao. Participó en numerosas jornadas y seminarios sobre envejecimiento activo, así como en encuentros con la banca y otros servicios.

    Roberto Martínez Celorrio defendió de forma sostenida la atención presencial para personas mayores frente a la exclusión digital. La modernización no puede significar exclusión. Quien quiera hacer un trámite digital, que lo haga; pero quien prefiera hacerlo cara a cara, debe poder hacerlo también.”

    Un modo eficaz y discreto de hacer asociacionismo y voluntariado Quienes le conocimos destacamos su estilo pausado y empático, su enorme capacidad para escuchar y su voluntad por buscar consensos. No buscó la notoriedad: prefirió el trabajo diario que mejora la vida de sus socios y socias —excursiones, charlas, cursos y servicios— y la interlocución constructiva con las administraciones.

    El legado de Roberto Martínez Celorrio permanece en la federación Nagusiak Bizkaia que presidió y en las miles de personas mayores que en Bizkaia hallaron espacios de participación y pertenencia. Nagusiak Bizkaia le recordó en su comunicado como “ un presidente ejemplar, un compañero leal y un amigo querido”.

    Imágenes nuestras del encuentro con el Lehendakari en plena pandemia y de la AG de 2021.

    Una de sus intervenciones, en el 50º Aniversario de Nagusiak
    Funeral el jueves 23 de octubre de 2025, a las 19:30 en Salesianos (Bilbao).

    Inteligencia Artificial vs. Acertijos: ¿Qué Modelos Triunfan?

    Este acertijo, muy clásico y simple, es resuelto sin dificultad por ChatGPT, Gemini, Claude,... pero no por Grok o Meta AI, que sí saben animar la imagen con soltura. Vamos a resolverlo paso a paso, según el razonamiento de ChatGPT:

    1️⃣ Cuando el loro está sobre la cabeza del hombre: H + L = 200

    2️⃣ Cuando el loro está en el suelo junto al hombre: H - L = 170

    Queremos hallar la altura del hombre (H) y la altura del loro (L).

    Sumando ambas ecuaciones: (H + L) + (H - L) = 200 + 170 => 2H = 370 => H = 185

    Resultado final:  Altura del hombre: 185 cm  Altura del loro: 15 cm

    Lo mismo sucede con esta segunda adivinanza, apenas un poco más difícil. Los humanos la resolveríamos viendo que hay 15 cm (34 - 19) de diferencia entre la primera y segunda pila. Esos tres reboses de vasos miden 15; luego, cada rebose son 5 cm (15/3). Por tanto el vaso, restando en la segunda pila determina que tiene 14 cm de altura (19 - 5).

    Tampoco ofrece dificultades para la Inteligencia Artificial los pasatiempos gramaticales, como el de esta imagen: "Estoy en todo, pese a estar en nada". La solución en comentarios,... o consultad vuestra inteligencia conversacional preferida.

    Ejemplo del estado actual de la Inteligencia Artificial gratuita
    Como bonus final, un cuarto pasatiempo en X (Twitter).

    Lecciones de educación para la infancia

    Enseñar es el máximo acto de optimismo Educar es el mayor acto de optimismo.