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El peso del pasado: cuando la historia es determinante

Siguiendo la estela del post anterior sobre cómo la prehistoria determina aspectos del presentehoy veremos máshechos históricos del eco de la historia. Casos como el teclado QWERTY, los ferrocarriles o la implantación del euro, que ilustran cómo el pasado no desaparece: se acumula. Este fenómeno se denomina dependencia de la trayectoria (path dependency)

El peso del pasado: cómo la dependencia del camino moldea la historiaEn economía, política o tecnología, muchas veces creemos que las sociedades avanzan siguiendo criterios racionales o de eficiencia. Sin embargo, no siempre es así. A menudo, las decisiones del pasado pesan tanto que condicionan el presente y el futuro. Esta realidad está íntimamente relacionado con la rigidez institucional o las múltiples manifestaciones de la histéresis.

En todos los casos, la idea central es que una elección inicial puede cerrar otras opciones futuras, aunque aparezcan alternativas mejores. Veámoslo con algunos ejemplos históricos reveladores.

1. El teclado QWERTY: cuando la inercia vence a la eficiencia

El ejemplo clásico de dependencia del camino es el teclado QWERTY, diseñado en el siglo XIX por Christopher Latham Sholes para las primeras máquinas de escribir. Su objetivo no era escribir más rápido, sino evitar que las barras metálicas se atascaran. Por eso, se distribuyeron las letras de manera que las combinaciones frecuentes quedaran separadas.

Con la llegada de los ordenadores, ese problema desapareció. Se crearon otros diseños —como el Dvorak o el Colemak— más cómodos y veloces. Sin embargo, el QWERTY ya estaba universalizado en las escuelas, las oficinas y la industria editorial. Cambiarlo habría sido carísimo y confuso. Así, seguimos escribiendo con una disposición pensada para una tecnología obsoleta. Es el ejemplo perfecto de cómo una decisión técnica temprana puede generar una inercia social duradera, incluso irracional.

2. El ancho de vía ferroviario: el peso de la infraestructura

A mediados del siglo XIX, cuando se construyeron las primeras redes ferroviarias en Europa, no existía un estándar único. En el Reino Unido, se impuso finalmente un ancho de vía de 1.435 mm, que se convirtió en el “ancho internacional”. Esa decisión se exportó a las colonias británicas y a gran parte del mundo industrializado, incluida buena parte de Europa. Esto generó el bulo viral sobre cómo el trasero de los caballos determinó el tamaño de los cohetes que duró más de cien años.

Hoy, sabemos que otros anchos pueden ser más estables o eficientes, pero el coste de modificar miles de kilómetros de vías, trenes y talleres es inmenso. De hecho, España mantiene todavía parte de su red con un ancho diferente (ibérico), lo que genera dificultades logísticas con el resto de Europa. La lección es clara: las infraestructuras físicas y los estándares técnicos crean rigideces históricas. Una vez que se consolidan, el precio de cambiarlas puede ser tan alto que la sociedad prefiere adaptarse a ellas.

3. Las instituciones del sur de EE. UU. tras la Guerra Civil: la persistencia del poder

La dependencia del camino no se limita a la tecnología. También afecta a las estructuras políticas y sociales. Tras la Guerra de Secesión (1861–1865), la Constitución de Estados Unidos abolió la esclavitud y reconoció derechos a la población afroamericana. Sin embargo, en los estados del sur se mantuvieron durante décadas instituciones segregacionistas: leyes Jim Crow, discriminación en el voto, educación desigual y violencia racial.

¿Por qué no se produjo una transformación inmediata? Porque las élites locales, las costumbres sociales y los sistemas judiciales conservaron su poder. Esa rigidez institucional funcionó como una fuerza de histéresis: incluso cuando cambian las normas formales, las estructuras informales del pasado siguen actuando. No basta con aprobar una nueva ley; las instituciones tienen memoria. El cambio real requiere transformar también las mentalidades, los incentivos y los equilibrios de poder.

4. El euro y la política económica europea tras 2008: el corsé institucional

Un ejemplo contemporáneo de dependencia del camino se encuentra en la Unión Europea y su política económica. Cuando se creó el euro en 1999, los países miembros aceptaron reglas fiscales comunes y renunciaron a su soberanía monetaria. Ese diseño funcionó bien en tiempos de crecimiento, pero durante la crisis financiera de 2008 mostró su fragilidad.

Países como Grecia, España o Portugal sufrieron profundas recesiones, pero no podían devaluar su moneda ni ajustar su política monetaria. Estaban atrapados en un marco institucional que limitaba las respuestas posibles. La histéresis económica se hizo visible: las decisiones estructurales del pasado restringían las opciones del presente, y las consecuencias sociales (paro, deuda, desconfianza) persistieron durante años. La arquitectura económica puede convertirse en una camisa de fuerza si no evoluciona con las circunstancias. 

5. El Sistema de Salud de Estados Unidos: Un Mosaico Histórico 

El complejo y costoso sistema de salud de Estados Unidos es un producto de una serie de decisiones históricas que han creado una estructura muy difícil de reformar. Punto de partida (contingencia histórica): Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de EE. UU. impuso estrictos controles salariales. Para competir por los trabajadores escasos, las empresas comenzaron a ofrecer beneficios alternativos, como seguros de salud. Esta práctica fue incentivada por exenciones fiscales, vinculando el empleo al seguro médico.


Rigidez y grupos de interés: Con el tiempo, se desarrolló un ecosistema masivo en torno a este modelo: compañías de seguros privadas, hospitales con fines de lucro, farmacéuticas y grupos de presión (lobbies) que tienen un interés creado en mantener el sistema actual. Estos actores ejercen una enorme influencia política y económica. 


Manifestación de la dependencia del camino: Aunque muchos analistas coinciden en que un sistema de pagador único (como en Canadá o varios países europeos) podría ser más eficiente y ofrecer una cobertura universal, la transición es casi imposible. El "camino" elegido en los años 40 ha creado una estructura institucional tan arraigada y defendida por poderosos intereses que cualquier reforma radical enfrenta una resistencia formidable. El sistema actual persiste no porque sea el mejor, sino porque está "bloqueado" por su propia historia.


El eco de la historia. Estos casos demuestran que las decisiones tempranas, los hábitos y las instituciones generan trayectorias dependientes. Una vez que la sociedad entra en un determinado camino, salir de él requiere más que una buena idea: exige superar costes, resistencias y memorias colectivas.

Por eso, comprender la dependencia del camino es fundamental para quienes diseñan políticas públicas, instituciones o innovaciones tecnológicas. Como recuerda el economista Paul David, que popularizó el concepto, “la historia importa, porque el futuro se construye sobre estructuras heredadas”. El desafío está en reconocer esas inercias y aprender a transformarlas. Saber cuándo conservar el camino y cuándo desviarse de él es, en última instancia, una de las formas más inteligentes de progreso.

Un instante eterno: filosofía de longevidad de Pascal Bruckner

Hoy un libro oportuno que cruza dos temáticas actuales: Un instante eterno (Une brève éternité, 2019) de Pascal BrucknerLas dos perspectivas se aprecian por el subtítulo sugerido: Filosofía de la longevidad. Mejor la traducción literal, Una breve eternidad. La obra ha sido recibida como un ensayo estimulante: lectores y críticos valoran su capacidad para abrir el debate sobre la longevidad sin caer en sentimentalismos. Su síntesis: El secreto de una vejez feliz es renunciar a la renuncia.

Este referencial libro ha llegado a nuestras manos por recomendación y préstamo de nuestro amigo Javier MarcosAlgunos medios lo elogian por ofrecer un enfoque práctico y filosófico a la vez; otras voces señalan la tonalidad a veces provocadora de Bruckner (propia de su trayectoria). En general, se considera un libro que invita a repensar la vejez como una etapa con posibilidades renovadas y problemáticas inéditas.

En Un instante eterno, Pascal Bruckner propone una reflexión lúcida y provocadora sobre la prolongación de la vida, la experiencia de la madurez y la forma en que la modernidad ha transformado lo que entendemos por vejez. No es un libro de autoayuda: es un ensayo intelectual que mezcla autobiografía, referencias filosóficas y observaciones culturales para pensar cómo vivir —y desear— cuando el tiempo se alarga. 

Pascal Bruckner (París, 1948) es filósofo, ensayista y novelista francés, vinculado a los llamados nouveaux philosophes. Doctor en letras, ha sido profesor y colaborador de medios y es autor de obras como Le Sanglot de l’homme blanc y La tentación de la inocencia. A lo largo de su carrera ha alternado la crítica cultural con la novela y el ensayo, y su obra ha suscitado tanto elogios como controversias por su tono polemista y su postura crítica frente a ciertos sentimentalismos contemporáneos. 

Tesis central: la prolongación de la vida cambia radicalmente la experiencia de la madurez y la vejez: ya no hablamos de un “final” inmediato sino de una larga etapa intermedia que exige replantear deseos, responsabilidades y sentido. Bruckner plantea que esta “longevidad” abre oportunidades —eróticas, creativas, políticas— pero también ambivalencias y miedos.  

El libro combina ensayo filosófico con rasgos de autobiografía intelectual; Bruckner recurre a autores clásicos, anécdotas personales y ejemplos culturales para sostener su reflexión. Capítulos/temas tratados (síntesis): 1º Cómo ha cambiado la percepción del tiempo vital. 2º Deseo y erotismo en la madurez. 3º Riesgos del narcisismo y la autocomplacencia prolongada. 4º Oportunidades para la reinvención personal y social en la longevidad. 5º Implicaciones éticas y políticas de una sociedad que envejece.  

Algunas ideas clave y pasajes interpretativos

La longevidad como nuevo paisaje existencial: Bruckner insiste en que vivir más años no es neutral, reconfigura nuestras expectativas, nuestras ambiciones y la forma en que se organiza una biografía. Algunas de esas transformaciones son gozosas (más tiempo para el deseo, el proyecto personal) y otras problemáticas (miedo a la decadencia, prolongación de situaciones infelices).  

Deseo activo vs. resignación: el autor valora la dinámica del deseo como antídoto contra la “deriva del conformismo” en la vejez: permanecer deseante es para él una forma de retrasar la decadencia psicológica. 

Autobiografía intelectual como recurso: Bruckner no oculta que el libro atraviesa su propia experiencia —es un ensayo con elementos personales— lo que lo hace a la vez cercano y polémico.  

Selección de reseñas: “Un instante eterno no es un libro de autoayuda, pero sí que ayuda muchísimo.” — (epígrafe de contraportada). “La madurez y la vejez duran cada vez más años; la pregunta es cómo sostener el deseo en ese tiempo prolongado.” — (síntesis de la tesis del ensayo; ver texto y reseñas). Solo hay una forma de retrasar el envejecimiento: permaneciendo en la dinámica del deseo.” — frase destacada en reseñas (y que resume un motivo recurrente en el libro). “Manifiesto: El libro trata un solo tema: el largo tiempo de vida.” — sinopsis editorial. 

Por qué leerlo y público objetivo: Lectores interesados en filosofía contemporánea y ensayo cultural. Profesores y estudiantes de humanidades que trabajan temas de biografía, tiempo vital y ética del cuidado. Profesionales de la salud pública y gerontología que quieran una perspectiva cultural/filosófica sobre el fenómeno de la longevidad.   

El Muro de los 80 Años: 44 ideas para envejecer con dignidad

Hoy repasaremos un libro de lectura obligatoria para personas mayores: El Muro de los 80 Años de Hideki Wada. Reúne 44 micro-lecciones sencillas para no sólo aceptar sino disfrutar de la vejez con sentido, gratitud y alegría. Es pura y valiosa educación intergeneracional para cultivar un activismo cotidiano

En un mundo que teme a la vejez, Hideki Wada escribe con honestidad: la vida después de los 80 puede ser movimiento, deseo, aprendizaje y risa. ‘El Muro de los 80 Años’ no promete remedios milagrosos: propone actitudes pequeñas y valientes para transformar la caída esperada en un nuevo comienzo.

Hideki Wada (和田秀樹) es médico y psiquiatra japonés, especializado en salud mental de personas mayores. A lo largo de décadas de práctica clínica ha tratado a miles de pacientes geriátricos y ha publicado una amplia obra divulgativa sobre envejecimiento, salud mental y calidad de vida, que le ha convertido en una figura muy conocida en Japón. Su trabajo se mueve en el cruce entre la práctica clínica, la divulgación y la crítica social sobre cómo afrontamos la vejez. 

Hideki Wada, nacido el 7 de junio de 1960 en Osaka, Japón, es un psiquiatra especializado en enfermedades mentales en la tercera edad. Con más de 35 años de experiencia, ha tratado a aproximadamente 6.000 pacientes, enfocándose en cómo la mente influye en el proceso de envejecimiento. Estudió en la Escuela de Psiquiatría Karl Menninger en Estados Unidos, lo que le permitió integrar perspectivas occidentales a su práctica japonesa. 

Más allá de la medicina, Wada es un polímata: director de cine, con obras como I Will Never Forgive (2018) y Juken no Shinderera (2007), y colaborador en reseñas cinematográficas para la revista Asahi Weekly entre 2003 y 2005.  Su interés por el cine se entreteje con su trabajo psiquiátrico, usando narrativas para explorar temas de resiliencia y felicidad en la vejez. A los 65 años (en 2025), Wada aboga por llamar a las personas mayores de 70 "personas afortunadas" en lugar de "ancianos", promoviendo una visión positiva del envejecimiento. Su obra refleja esta filosofía, desafiando sistemas médicos que priorizan la restricción sobre la libertad.

El Muro de los 80 Años —título traducido del inglés The 80-Year-Old Wall (o versiones con ese sentido)— llegó al gran público en Japón con un fuerte impacto: desde su aparición se ha señalado que superó las centenas de miles de ejemplares vendidos y se convirtió en un fenómeno de ventas y debate social, porque plantea una mirada optimista y práctica sobre la vida después de los 80 años. El libro recoge consejos directos y observaciones extraídas de la experiencia clínica del autor y ha sido glosado por medios y reseñas en distintos países. 

El libro articula una metáfora central —la “pared” de los 80 años— para hablar del corte o la transformación que muchas sociedades perciben al llegar a edades muy avanzadas. En lugar de entender la vejez como declive inevitable, Hideki Wada propone 44 verdades / consejos (enunciados breves y prácticos) para vivir con mayor bienestar físico, emocional y social más allá de los 80.

Los conceptos principales del libro son: 

  • Movimiento y cuerpo: la importancia de mantenerse activo, caminar y evitar la rigidez.  
  • Actitudes frente a la salud: evitar la medicalización excesiva, priorizar la calidad de vida sobre la obsesión por parámetros fisiológicos y aprender a convivir con ciertas limitaciones.  
  • Autonomía emocional: permitir deseos, cambiar de opinión, elegir con quién pasar el tiempo y conservar la capacidad de disfrutar.  
  • Relación social y sentido: mantener actividades que provoquen alegría, aprendizaje continuo y la práctica de pequeños actos de servicio a otros.  

El tono es directo, con máximas que buscan ser memorables y accionables: no es un ensayo académico sino una guía humana y práctica basada en la clínica. Con citas como: “Camina siempre. No dejes de moverte.” Cuando estés enfadado, respira hondo.” “No hace falta bajar siempre la presión sanguínea o el azúcar a toda costa: el equilibrio es lo que importa.” “La vejez no debe ser la negación de los deseos: no finjas que ya no los tienes.” Aprende siempre. Si dejas de aprender, te sentirás viejo de inmediato.” “Sonríe. Lo bueno suele venir detrás de una sonrisa.” 

Análisis crítico y valor pedagógico:

  • Fortalezas: el libro ofrece consejos prácticos, claros y fáciles de recordar; su origen clínico (experiencia con personas mayores) dota a las máximas de credibilidad y calidez. Además, plantea un enfoque positivo del envejecimiento que puede funcionar muy bien en contextos educativos para sensibilizar sobre la autonomía y la dignidad en la tercera edad.  
  • Limitaciones: algunas recomendaciones son muy generales y rozan el aforismo; el enfoque optimista puede minimizar complejidades sociales o económicas del envejecimiento (por ejemplo, el acceso a cuidados, pensiones o la soledad estructural). Desde una óptica pedagógica conviene usar el libro como punto de partida para debate, no como manual único.  
  • Uso en el aula o en talleres: ideal para sesiones intergeneracionales (jóvenes + mayores), actividades de reflexión personal (cada participante elige 3 máximas que quiere aplicar) y proyectos de educación para la salud que combinen el aprendizaje de hábitos con el análisis crítico de discursos sobre la vejez.

En un mundo donde la longevidad se ha convertido en una realidad cotidiana, especialmente en sociedades como la japonesa, surge un libro que desafía las concepciones tradicionales sobre el envejecimiento. El Muro de los 80 Años (título original en japonés: *80-sai no Kabe*), escrito por el psiquiatra Hideki Wada, se ha posicionado como un fenómeno editorial, con ventas que superan las 500.000 copias desde su publicación. 

Esta obra no es solo un manual de salud, sino un manifiesto por una vejez feliz y liberada de mitos médicos restrictivos. Acompáñame en este análisis profundo, donde exploraremos la vida del autor, un resumen de la obra, citas clave y reflexiones para lectores interesados en literatura y educación gerontológica.

El Muro de los 80 Años aborda el concepto de un "muro" invisible que muchos enfrentan al llegar a los 80: la brecha entre la esperanza de vida total (82 años para hombres y 88 para mujeres en Japón) y la esperanza de vida saludable (72 para hombres y 75 para mujeres). Wada argumenta que este muro no es físico, sino mental y social, impuesto por mitos médicos que fomentan el miedo y la inactividad. En lugar de enfocarse en curar enfermedades, el libro promueve "vivir con ellas" y disfrutar la vida sin excesivas restricciones. 

Estructurado en 44 "verdades" simples pero profundas, el texto es un compendio de consejos prácticos para personas entre 60 y 80 años, con el objetivo de alcanzar los 100 en buena salud y felicidad. Wada critica la sobredependencia de chequeos médicos innecesarios y anima a priorizar el placer: comer lo que se antoje, mantener la curiosidad y rechazar el aislamiento. No es un libro de autoayuda convencional, sino una crítica cultural al envejecimiento "productivo", proponiendo en su lugar un "envejecimiento feliz". Su tono es humorístico, accesible y subversivo, invitando a los lectores a liberarse de estereotipos para una vejez plena.

Algunas de las 44 Verdades para una Vida Afortunada. 

Sobre la Actitud Mental y Emocional:

1. "Sigue caminando." – Enfatiza el movimiento constante para mantener la vitalidad.

2. "Respira profundo cuando sientas ira." – Controla las emociones para preservar la salud mental.

21. "Cuando el auto llega a la montaña, aparece el camino": esta es la frase favorita de los ancianos afortunados. – Promueve la resiliencia ante obstáculos.

Sobre la Salud y los Hábitos Diarios:

10. "No te preocupes por las manchas en la piel." – Ignora preocupaciones estéticas superficiales.

20. "En lugar de luchar contra la enfermedad, aprende a vivir con ella." – Acepta la coexistencia pacífica con afecciones crónicas.

30. "Come lo que te apetezca. Un poco de barriga no te va a matar" – Rechaza dietas estrictas en favor del placer gastronómico.

Sobre Relaciones y Sociedad:

35. "No te preocupes por lo que piensen los demás." – Libérate de juicios externos.

40. "Mantén la curiosidad por lo nuevo." – Explora intereses para evitar el estancamiento.

44. "La felicidad en la vejez viene de la libertad, no de la restricción." – Sintetiza la filosofía central del libro.

Estas citas, extraídas de reseñas y extractos públicos, ilustran cómo Wada transforma la geriatría en una celebración de la vida. Para una lectura completa, recomiendo adquirir el libro, disponible en ediciones japonesas y traducciones internacionales. La obra no solo es literatura inspiradora, sino una herramienta educativa para repensar la vejez en contextos de envejecimiento poblacional. Wada nos recuerda que envejecer no es un límite, sino una oportunidad para la sabiduría y el gozo.

Todas las recomendaciones: 1. Sigue caminando. 2. Cuando estés enojado, respira hondo. 3. Haz suficiente ejercicio para que tu cuerpo no se ponga rígido. 4. Bebe más agua cuando uses el aire acondicionado en verano. 5. Los pañales ayudan a aumentar la movilidad. 6. Cuanto más masticas, más activos se vuelven tu cerebro y tu cuerpo. 7. La pérdida de memoria no se debe a la edad, sino a la falta de uso del cerebro. 8. No hay necesidad de tomar demasiados medicamentos. 9. No hay necesidad de bajar excesivamente la presión arterial ni el azúcar en sangre. 10. Estar solo no es soledad; es pasar tiempo en paz. 11. La pereza no es algo de lo que avergonzarse. 12. No hay necesidad de gastar dinero en un carnet de conducir (hay una campaña en Japón para que las personas mayores devuelvan sus carnets). 13. Haz lo que quieras; no hagas lo que no te gusta. 14. Los deseos naturales persisten incluso en la vejez. 15. En cualquier caso, no te quedes en casa todo el tiempo. 16. Come lo que quieras; un poco de peso extra es mejor. 17. Haz todo con cuidado. 18. No te involucres con gente que no te cae bien. 19. No veas la televisión todo el tiempo. 20. En lugar de luchar contra la enfermedad, aprende a vivir con ella. 21. “Cuando el coche llega a la montaña, aparece el camino”: esta es la frase mágica para la felicidad de las personas mayores. 22. Come fruta fresca y ensaladas23. La hora del baño no debe exceder los 10 minutos. 24. Si no puedes dormir, no te fuerces. 25. Las actividades que te traen alegría aumentan la actividad cerebral. 26. Di lo que sientes; no pienses demasiado. 27. Busca un médico de cabecera lo antes posible. 28. No seas demasiado paciente ni rígido; ser un viejo valiente tampoco está mal29. A veces, cambiar de opinión está bien. 30. En las etapas finales de la vida, la demencia es un regalo de Dios. 31. Si dejas de aprender, envejeces32. No anheles la fama; lo que tienes es suficiente. 33. La inocencia pertenece a los mayores34. Cuanto más difícil es algo, más interesante se vuelve. 35. Tomar el sol trae felicidad36. Haz cosas que beneficien a los demás. 37. Disfruta del día con tranquilidad. 38. El deseo es la clave de la longevidad39. Vive con alegría. 40. Respira con tranquilidad. 41. Los principios de la vida están en tus manos. 42. Acepta todo con paz. 43. Las personas alegres son queridas por todos. 44. Una sonrisa trae buena suerte.

Vivir sin vesícula: Guía para una alimentación saludable

Cuando una persona ha sido operada de la vesícula biliar (colecistectomía que se ve en post anterior), su digestión de las grasas cambia, ya que la bilis pasa de forma continua al intestino sin almacenarse ni liberarse de golpe. Esto puede provocar molestias digestivas, si la dieta no se adapta.

Aquí tienes unas recomendaciones para una dieta saludable sin vesícula biliar en personas mayores:

Alimentación general

  • Comidas pequeñas y frecuentes: 4–6 al día para evitar sobrecargar la digestión.
  • Masticar despacio y comer sin prisas.
  • Mantener una dieta equilibrada con verduras, frutas, proteínas magras y cereales integrales.

Alimentos recomendados


Proteínas ligeras: pescado blanco y azul suave (merluza, sardina, atún claro), pollo, pavo, conejo, huevo (mejor cocido o en tortilla francesa).

Lácteos bajos en grasa: yogur natural, kéfir, leche desnatada, quesos frescos bajos en grasa.

Verduras y hortalizas: cocidas, al vapor o asadas. Evitar al principio las muy flatulentas (col, coliflor, alcachofa).

Frutas: maduras y sin piel, mejor cocidas o en compota si hay molestias.

Cereales integrales suaves: arroz, avena, pan integral tierno.

Grasas saludables en pequeñas cantidades: aceite de oliva virgen extra en crudo (1–2 cucharadas al día), aguacate en poca cantidad, frutos secos suaves como almendras o nueces en raciones pequeñas.

Alimentos a limitar o evitar

❌ Fritos, empanados, rebozados.

❌ Carnes grasas (cordero, cerdo, embutidos, vísceras).

❌ Lácteos enteros, mantequilla, nata, quesos curados.

❌ Bollería, pasteles, helados grasos.

❌ Bebidas con gas, alcohol, café en exceso.

❌ Salsas muy grasientas o picantes.

Hidratación

  • Beber suficiente agua (1,5 litros/día, salvo restricción médica).
  • Infusiones suaves como manzanilla, anís verde o té suave pueden ayudar a la digestión.

Ejemplo de menú diario

  • Desayuno: avena cocida en leche desnatada con plátano maduro.
  • Media mañana: yogur natural desnatado con una cucharadita de nueces.
  • Comida: merluza al horno con patata cocida y calabacín al vapor, pan integral tierno y una compota de manzana.
  • Merienda: tostada integral con aguacate en pequeña cantidad.
  • Cena: pechuga de pollo a la plancha con arroz blanco y zanahoria cocida, pera madura de postre.

Lo ideal es introducir los alimentos poco a poco, observando la tolerancia, ya que cada persona puede reaccionar distinto.