Nos gusta volar porque, aunque nos da un poco miedo, ese mismo respeto nos obliga a comprender cuánto amamos la vida. Además, en nuestro caso, sólo volamos para disfrutar: Bien para aprender, o bien para descansar... siguiendo aprendiendo. Por añadidura, es de los pocos ratos que estamos desconectados (ver posts de otros vuelos para comprobar que esto no es muy exacto), lo que aporta un poco de tiempo para reflexionar.
Hoy hemos vuelto en un doble turbohélice Alenia ATR 42/72 (ver en los dos vídeos finales de esta breve lista de reproducción anexada), en el asiento 01 D que mira en sentido contrario al de avance del avión, mirando hacia el resto del pasaje. Nos ha sugerido que estábamos en una clase, en el puesto del profesorado de la vieja guardia,... que sigue mirando hacia atrás -hacia el alumnado y hacia DONDE MIRA EL ALUMNADO- mientras todo su universo (la clase o el avión) viaje hacia el futuro.
Hoy hemos vuelto en un doble turbohélice Alenia ATR 42/72 (ver en los dos vídeos finales de esta breve lista de reproducción anexada), en el asiento 01 D que mira en sentido contrario al de avance del avión, mirando hacia el resto del pasaje. Nos ha sugerido que estábamos en una clase, en el puesto del profesorado de la vieja guardia,... que sigue mirando hacia atrás -hacia el alumnado y hacia DONDE MIRA EL ALUMNADO- mientras todo su universo (la clase o el avión) viaje hacia el futuro.