De acuerdo con la convocatoria de "Haurren Hirien Sarea y Laboratorio de Entornos Comunitarios de Aprendizaje" (ver post anterior), hemos disfrutado de esta conferencia de Francesco Tonucci en Bilbao. Se puede ver casi en su integridad en la lista de reproducción anexada arriba, excepto la frase final con una metáfora sobre los líquenes que crecen en zonas volcánicas (como en el cráter del Vesubio), al igual que la infancia debe prosperar en las ciudades hechas para los hombres trabajadores y sus coches,...
Es muy de agradecer la oportunidad de encontrarse con instituciones tan complementarias y convergentes como un municipio, Leioa, la Diputación Foral de Bizkaia, un equipo como Solasgune, entidades como Innobasque, la Universidad del País Vasco y el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura.
Muy sugerentes las propuestas Francesco Tonucci que nos redescubren el valor de conceptos como infancia, ciudadanía,... Su gran poder de convicción para ubicar a la infancia, incluso antes que la adolescencia en el centro de lo educativo, de lo cultural, de lo ciudadano. Su insistencia en la divulgación de la Convención sobre los derechos del niño, que este 20 de noviembre de 2014 cumplirán 25 años y aún son poco conocidos y casi nada aplicados en nuestras escuelas o nuestros municipios.
Las citas de Francesco Tonucci casi siempre son paradojas con propuestas muy lúcidas, tales como “el alimento de la escuela debería ser la experiencia de los niños”, "el alumnado que tiene éxito en la escuela son quienes que no la necesitan", "si los adultos no escuchan a los niños se van a encontrar líos grandes" o "la calle es peligrosa, porque no hay niños",... Parafraseando la última frase, y recordando que la realidad infantil también está formada por lo virtual, quizá también podríamos apuntar que "Internet es peligrosa, porque no está pensada para la infancia".
Quizá, al igual que la escuela deben ser de todos y para todos, también hay que humanizar Internet al igual que nuestras calles y barrios. "Los adultos somos peores, si no nos controlan los niños, peores como personas, como conductores,... y la ciudad se hace más insegura". Porque la infancia es capaz de observar la realidad, interpretarla y representar los intereses de 'los otros' (la alteridad).
Suscribimos la proclama de donde insiste que "es muy grave educar a la infancia en la desconfianza hacia los demás". Eso también rige para el conjunto de la nueva realidad donde Internet forma una componente más de las vidas infantiles y de toda la ciudadanía.
Sarezkuntza busca también el poder de las redes, sociales, comunitarias, de barrio, de familias, de Internet, con nuevos agentes, diluyendo fronteras entre el aprendizaje formal, el informal y el no formal, modificando la arquitectura física y la organizacional,... Hemos de empoderar a la infancia, a la juventud,... incluso con el voto infantil delegado (del que somos fervientes defensores).
Recogemos el guante que nos lanza Francesco Tonucci. Sin miedo, con medida utopía,nos comprometemos a cultivar su semilla. Potenciar nuestro máximo tesoro: la infancia y la juventud, por estas redes convergentes,... educativas, culturales, sociales,...
Es muy de agradecer la oportunidad de encontrarse con instituciones tan complementarias y convergentes como un municipio, Leioa, la Diputación Foral de Bizkaia, un equipo como Solasgune, entidades como Innobasque, la Universidad del País Vasco y el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura.
Muy sugerentes las propuestas Francesco Tonucci que nos redescubren el valor de conceptos como infancia, ciudadanía,... Su gran poder de convicción para ubicar a la infancia, incluso antes que la adolescencia en el centro de lo educativo, de lo cultural, de lo ciudadano. Su insistencia en la divulgación de la Convención sobre los derechos del niño, que este 20 de noviembre de 2014 cumplirán 25 años y aún son poco conocidos y casi nada aplicados en nuestras escuelas o nuestros municipios.
Las citas de Francesco Tonucci casi siempre son paradojas con propuestas muy lúcidas, tales como “el alimento de la escuela debería ser la experiencia de los niños”, "el alumnado que tiene éxito en la escuela son quienes que no la necesitan", "si los adultos no escuchan a los niños se van a encontrar líos grandes" o "la calle es peligrosa, porque no hay niños",... Parafraseando la última frase, y recordando que la realidad infantil también está formada por lo virtual, quizá también podríamos apuntar que "Internet es peligrosa, porque no está pensada para la infancia".
Quizá, al igual que la escuela deben ser de todos y para todos, también hay que humanizar Internet al igual que nuestras calles y barrios. "Los adultos somos peores, si no nos controlan los niños, peores como personas, como conductores,... y la ciudad se hace más insegura". Porque la infancia es capaz de observar la realidad, interpretarla y representar los intereses de 'los otros' (la alteridad).
Suscribimos la proclama de donde insiste que "es muy grave educar a la infancia en la desconfianza hacia los demás". Eso también rige para el conjunto de la nueva realidad donde Internet forma una componente más de las vidas infantiles y de toda la ciudadanía.
Sarezkuntza busca también el poder de las redes, sociales, comunitarias, de barrio, de familias, de Internet, con nuevos agentes, diluyendo fronteras entre el aprendizaje formal, el informal y el no formal, modificando la arquitectura física y la organizacional,... Hemos de empoderar a la infancia, a la juventud,... incluso con el voto infantil delegado (del que somos fervientes defensores).
Recogemos el guante que nos lanza Francesco Tonucci. Sin miedo, con medida utopía,nos comprometemos a cultivar su semilla. Potenciar nuestro máximo tesoro: la infancia y la juventud, por estas redes convergentes,... educativas, culturales, sociales,...
Algunas fotos de la jornada. Hashtag: #UmHerri14.
Más entradas y otras perspectivas de Francesco Tonucci.
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